domingo, 11 de octubre de 2009

Gabriel Salazar: “Dudo de que realmente exista la identidad chilena” 11-10-09

Gabriel Salazar: “Dudo de que realmente exista la identidad chilena”



Premio Nacional de Historia reflexiona respecto de la ley de 1953, que promueve la inmigración europea como un aporte a la “calidad de la raza”.






Respecto de la ley de 1953, que promueve la inmigración europea como un aporte a la “calidad de la raza”, el Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Salazar, reflexiona:


-Ahí están presentes varios factores y que provienen del siglo XIX. Factores presentes 100 años antes por lo menos. Nuestra clase dominante, siempre se ha percibido a sí misma en función de su ascendencia europea más que por su condición de chilenidad. Los conquistadores españoles primero y luego las familias de colonos buscaron encontrar en España sus antecedentes familiares. Esto era hasta cierto punto natural, considerando que eran inmigrados con ascendencia reciente en Europa. Eso se complicó después cuando se rompió la relación con España y se construyen relaciones muy estrechas con los nuevos amos del mundo, que son Inglaterra, Francia y Estados Unidos. Entonces la clase dominante empieza a estrechar lazos identitarios con estos países. Las familias viajan en larguísimas peregrinaciones a la fuente de su identidad. Compran residencias y departamentos y se trasladan a vivir años y muchos se quedan allá.




Esto significó durante el primer centenario de Chile desconocer la realidad y la identidad chilena. Al pueblo mapuche no se le integra, se le considera enemigo. Y al enemigo no se le respeta sus derechos. En consecuencia, son varios siglos en que nuestra clase dominante roba sus tierras y sus mujeres. Estas son las “chinas” que se llevaban los soldados emplazados en la frontera y eran vendidas como botín de guerra a los hacendados del Valle central para ser usadas como sirvientas abusables, y en consecuencia, violables. De ahí que la palabra “china” se emplea con desprecio hacia las sirvientas de origen mapuche. Después del centenario, la oligarquía ya no pudo viajar a Europa y su búsqueda de identidad se empieza a debilitar. Los hijos de esta oligarquía que se quedan en Chile se empapan de la realidad chilena. Ahí comienzan a darse cuenta de la miseria que hay a su alrededor en los conventillos de la época; la enorme delincuencia, la prostitución y la mortalidad infantil, que era la más alta del mundo.

Pero de todos modos se mantiene el clasismo desde los estratos altos y el desprecio al mestizo y hacia las mujeres populares. Recordemos que esta oligarquía “pacificó” la Araucanía quitando las tierras a los mapuches. El sentimiento antimapuche que los consideraba enemigos internos, se extendió hacia los guachos y rotos, quienes eran mestizos que se rebelaban. Después de 1930, ya no se habla tanto de chinas y rotos, pero se mantienen políticas de apertura a mercados y lugares donde se sitúa la identidad: Europa y EEUU y predomina una política librecambista. Este librecambismo uno puede leerlo en términos de identidad, como mantener siempre la puerta abierta a Europa y al mundo industrializado. La lógica está hacia afuera. Por eso, la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) durante mucho tiempo aplicó una política de traer obreros extranjeros a las fábricas. También se copia el modelo educacional extranjero: alemán, francés y norteamericano. Hasta hoy se evalúa a los profesores con modelos foráneos. Cuando se habla en Chile de identidad nacional, yo tengo serias dudas de que esto realmente exista.

la nacion.

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Presidenta CristinaFernández promulgó la flamante Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 11-10-09

EL PAIS



QUÉ CAMBIA LA NUEVA LEY

Antes de viajar a la India la Presidenta promulgó la flamante Ley de Servicios Audiovisuales, que así no quedó en manos de Cobos. Las claves de la noche en que sobraron los votos hasta en la votación en particular. Cómo se modificará a partir de ahora el espectro radiofónico

HAY MEDIDAS QUE SE APLICAN DE INMEDIATO, OTRAS PUEDEN TOMAR HASTA TRES AñOS DE TRAMITES Y PASOS

Cómo cambiará el panorama de los medios

Ya rige la necesidad de audiencias públicas para dar o renovar licencias y las cuotas de programación con contenidos de origen nacional. Faltará más para desandar conflictos de licencias y crear la autoridad de aplicación.

Con la firma que la presidenta Cristina Fernández estampó, en la mañana de ayer, al proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que unas horas antes había aprobado el Senado, dejó de tener validez la norma que había regido los medios de radiodifusión en la Argentina durante 28 años, desde la última dictadura militar. A partir de ayer, la sociedad irá adaptándose a los cambios establecidos por la nueva norma hasta llegar, en unos tres años, a un nuevo panorama mediático. Si se cumplen las intenciones de los senadores, la oferta de voces será mucho más variada, se multiplicarán los canales de difusión y la sociedad podrá tener un mayor control sobre qué y cómo quiere ver y escuchar. Página/12 consultó a especialistas en el tema para ver cómo se darán los cambios en el mapa de los medios argentinos, y todos coincidieron en que será un proceso lento e imprevisible, cuyo final dependerá de cómo participen los múltiples actores del sector.
Hay algunos cambios que deberían ser inmediatos, o casi, como todos los relacionados con los asuntos de transparencia y derechos del público: a partir de ahora, cada vez que se renueve una licencia, habrá un proceso de audiencias públicas previo a decidir la adjudicación. A su vez, podrán comenzar a implementarse, sin necesidad de ser reglamentadas, las cuotas de programación. Para algunas, como las que implican producción propia, hay un lapso ventana para adaptarse. Pero hay otras, como los porcentajes asignados a la música y el cine nacional, que podrían comenzar a cumplirse hoy mismo. Se espera que sean los medios públicos los primeros en cumplir la nueva legislación, para pregonar con el ejemplo e ir acostumbrando al público.
También debería llevarse a la práctica en poco tiempo lo establecido por el artículo 72 de la nueva norma, que obliga a todos los medios a poner a disposición de su público una carpeta de fácil acceso, tanto en papel como vía Internet, en la que deben constar información sobre sus titulares y directores, los compromisos adquiridos en el momento de ser adjudicada en cuanto a la programación y las especificaciones técnicas, el detalle de la pauta de publicidad oficial recibida, entre otros aspectos de interés público. Deberán, además, emitir en pantalla (o en el aire, en caso de las radios), un aviso cuando se trate de programas previamente grabados, y al menos una vez por día la identificación y domicilio legal del titular de la licencia.
Por su parte, el Poder Ejecutivo deberá comenzar a trabajar junto a todos los sectores del Consejo Federal para darle forma a la Autoridad de Aplicación que reemplazará al Comfer y decidirá acerca de la reglamentación de los planes técnicos y los procesos de normalización. Hay muchas formas de llevar a cabo esta etapa de la transición: en Uruguay, por ejemplo, cuando se creó en 2005 la Agencia para el Desarrollo de Gestión Electrónica y la Sociedad de la Información y el Conocimiento (Agesic), que centralizó el control de las tecnologías de la información y la comunicaciones, se nombró un consejo honorario para llevar a cabo el proceso.
De eso dependerá, entre otras cosas, cómo se realizarán los concursos que permitirán que lugares donde hoy en día hay una sola emisora empiecen a funcionar otras voces. Como dato para rescatar, en el año 2001 el Comfer realizó, por orden de un decreto del entonces presidente Fernando de la Rúa, un censo de interesados en instalar emisoras de televisión de aire de alta, media y baja frecuencia: en ese entonces hubo más de 300 postulantes a las licencias. Cabe esperar que hoy en día, en una situación económica y política totalmente distinta, sean aún más los interesados.
Respecto de la adecuación de aquellos grupos cuya composición queda fuera de la ley, tendrán un período de tiempo prudencial para decidir sus planes: primero hace falta establecer la nueva Autoridad, que luego fijará los mecanismos de desinversión y, recién a partir de ese momento comenzará a correr el tan mentado año de plazo. Ahí cada grupo deberá decidir qué diseño empresario aplicará. Las posibilidades son infinitas: hay múltiples combinaciones entre los servicios que se prestan (operadores o canales de televisión por cable, canales abiertos y radios) que permiten muchas opciones. Cada empresa deberá diseñar su propio plan y decidir con qué se queda y de qué se desprende, previa aprobación del nuevo órgano de aplicación. Diferente es el caso de aquellas situaciones que exceden los topes que ya estaban establecidos por la vieja ley, como la fusión de Cablevisión y Multicanal, que deberán regularizarse inmediatamente.
Es absolutamente previsible que muchos de los puntos de la nueva ley acaben en los Tribunales, pero no por el texto sancionado en sí sino por los antecedentes de los actores del sector, que históricamente siempre judicializaron todas las medidas que los afectaron. En los últimos años acabaron en las Cortes: el decreto 1214/03 de Eduardo Duhalde, que permitía a las provincias y municipios dar servicios de radiodifusión, la instalación de una repetidora de Canal 7 en San Rafael (Mendoza) y la retransmisión de ese canal en operadoras de cable de esta provincia –impugnadas ambas por el Grupo Vila–, la grilla del Comfer que reordenaba la ubicación de los canales de noticias para que hubiera equidad en las grillas, la constitución del grupo español Prisa como dueño de Radio Continental, entre otros conflictos concernientes a la radiodifusión.
Una vez que se avance en todos estos asuntos, y con la ley funcionando por completo, algo que se debería darse en un plazo de alrededor de tres años, habrá, según aseguraron los especialistas, un enorme abanico polifónico, que incluirá desde medios sin fines de lucro a manos de universidades, pueblos originarios u organizaciones no gubernamentales, hasta una mayor cantidad de señales comerciales, y un esquema de medios públicos con una mayor participación de la sociedad civil, abriendo posibilidades impensadas hasta hace poco tiempo.

Informe: Nicolás Lantos.
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SUBNOTAS

Amanecer de una noche agitadaPor Miguel Jorquera

Lapicera velozPor Daniel Miguez

pagina12.

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