Martes 4 de noviembre de 2008
Por Gabriel Bahamondes / La Nación
La nueva película del director de “La ciudad de los fotógrafos”
Los secretos de la Vicaría de la Solidaridad
La institución de ayuda a los perseguidos por el régimen militar de Pinochet logró reunir una base de datos con más de 85 mil documentos entre copias de expedientes judiciales o relatos de torturas. Sebastián Moreno buceó en ellos para hacer una película de una historia no contada en Chile.
Tras el golpe militar de 1973, diversas iglesias cristianas, lideradas por el cardenal Raúl Silva Henríquez, conformaron el Comité de Cooperación para la Paz (Pro Paz), con el objeto de entregar ayuda inmediata y asistencia social y legal a quienes eran sujetos de violaciones de los derechos humanos.
Presionados por el gobierno de Augusto Pinochet, el comité fue disuelto en 1975. Pero gracias a la petición de Silva Henríquez al Papa Paulo IV, el 1 de enero de 1976 entra en funciones la Vicaría de la Solidaridad.
En esa institución emblemática está puesto el foco del nuevo trabajo documental "Habeas Corpus" de Sebastián Moreno ("La ciudad de los fotógrafos"), codirigido por Claudia Barril y beneficiado recientemente por el fondo Corfo para su etapa de desarrollo e investigación.
"Durante la investigación para el documental ‘La ciudad de los fotógrafos’, junto a Claudia (Barril) llegamos hasta el archivo de la Vicaría de la Solidaridad, un lugar que hoy es fundación, donde se guarda toda la información sobre violaciones de los derechos humanos en Chile", cuenta Moreno.
Expedientes personalizados caso a caso, recursos de amparo interpuestos a favor de las víctimas, revistas de la época, películas y fotografías fueron algunos de los aspectos que llamaron la atención de Moreno y lo instaron a investigar más a fondo. "Comencé a mirar una por una, las que parecían ser imágenes de una historia que no había sido contada aún y que es trascendental para comprender la historia de Chile", asegura el cineasta.
La Vicaría de la Solidaridad logró recopilar una gran base de datos sobre víctimas de las persecuciones del régimen militar, constando con más de 85.000 documentos únicos.
"Hay tantas otras personas anónimas que arriesgaron sus vidas para salvar las de muchos. Además la información recopilada por la Vicaría y el Comité por la Paz desde el primer momento de ocurrido el golpe, no tiene comparación con otros sitios de Latinoamérica. Sin ir más lejos está el caso de Argentina, donde aún no se sabe qué pasó con los desaparecidos y la información está completamente desperdigada", dice Moreno.
Esta institución de ayuda dejó de funcionar el 31 de diciembre de 1992 y sus labores fueron asumidas por la Vicaría de Pastoral Social. En ese mismo año se creó la Fundación Vicaría de la Solidaridad para resguardar la documentación e información del trabajo realizado por la Vicaría y su antecesor, el Comité de Cooperación para la Paz en Chile.
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