EN LA CAUSA POR LA RUTA DE LA EFEDRINA
Falta de mérito para dos
Faggionatto Márquez no encontró pruebas contra el jefe de calle de la comisaría de General Rodríguez y una ex funcionaria comunal, pero los seguirá investigando en el caso de los narcos mexicanos.
El juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, dictó ayer la falta de mérito al jefe de calle de la comisaría de General Rodríguez, Darío Atrio, y de la ex funcionaria municipal de esa localidad, María Cristina Otero, en la causa en que investiga la “ruta de la efedrina”. La medida fue dispuesta luego de que el magistrado entendiera que no existen pruebas suficientes para procesarlos en la causa que lleva adelante contra una banda de presuntos narcos mexicanos. No obstante, la medida implica también que todavía no quedan desvinculados definitivamente de la investigación, ya que si aparecen pruebas contundentes en su contra podrían volver a quedar comprometidos.
Atrio y Otero –titular de la Dirección de Relaciones Empresariales de la intendencia de General Rodríguez– habían sido detenidos la semana pasada al ser involucrados en el caso por un testigo de identidad reservada. El supuesto testigo “encubierto” habría dicho que Otero presionó a un hombre para que le alquilara un galpón al ex director de Desarrollo Industrial de General Rodríguez Manuel Poggi (preso en la causa, luego de que se encontraran en el predio tambores conteniendo restos de efedrina).
Además, el hombre habría dicho que una tercera persona, que sería conocida como “Poli Medina”, le comentó que había visto a Atrio en la zona donde fueron encontrados los cadáveres de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, en un zanjón de General Rodríguez, el 13 de agosto pasado, horas antes de ser hallados los cadáveres.
El abogado defensor de Atrio, José Luis Zammitto, argumentó que al dictar la falta de mérito, Faggionatto Márquez tomó en cuenta que su patrocinado “estaba mal detenido, ya que se le hicieron imputaciones muy serias y acá hubo una tentativa de estafa procesal que se consumó porque el juez compró ‘pescado podrido’”. Además, el abogado adelantó que Atrio daría una conferencia de prensa el próximo lunes para referirse al caso.
Si bien Atrio fue beneficiado con la falta de mérito en la causa de la “ruta de la efedrina”, los fiscales de Mercedes no lo descartaron como potencial imputado en la causa del triple crimen.
En un hecho que no se condice con lo dictado por Faggionatto Márquez, un hombre considerado como posible testigo clave de las muertes de Forza, Ferrón y Bina comenzó a ser buscado ayer en las provincias mesopotámicas por orden de los fiscales de Mercedes, Juan Bidone y Daniel Vivanco, a cargo de la investigación del triple crimen.
Se trata de un casero que dijo haber visto a Atrio en el lugar del crimen horas antes del hecho. Los fiscales quieren escuchar la versión de boca de “Poli Medina”, mientras aguardan los resultados de los peritajes de la pistola y el teléfono celular de Atrio, para decidir si lo imputan en la causa. Además, Bidone y Vivanco esperan las conclusiones de los estudios técnicos a tres videos, con grabaciones de diálogos y discusiones que mantuvo Ferrón con otras personas aparentemente antes de ser asesinado.
Permalink:
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-115438-2008-11-22.html
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21.11.2008
TODOS UNIDOS PARA SACAR AL JUEZ DE LA EFEDRINA
El Gobierno y el radicalismo pidieron el jury de Faggionatto Márquez
El motivo del nuevo pedido de procesamiento es el confuso operativo realizado en San Miguel, donde se secuestraron 750 kilos de cocaína. El lugar del procedimiento ya era investigado por la Policía Federal.
El Gobierno y la UCR se pusieron de acuerdo en pedir la cabeza de Federico Faggionatto Márquez, el juez federal que investiga la ruta de la efedrina inaugurada en el país por los narcos mexicanos del cartel de Sinaloa. El diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel y el presidente del bloque de senadores radicales Ernesto Sanz pidieron el juicio político del magistrado de Zárate-Campana por presuntas irregularidades en un operativo contra el narcotráfico realizado hace ocho días en un galpón de San Miguel, donde se secuestraron 750 kilos de cocaína. La Justicia también tiene en la mira al juez porque avaló con una orden judicial, firmada a destiempo, la labor de dos policías y un comisario retirado que sospechosamente entraron en el lugar sin testigos y pusieron en riesgo una investigación de la Policía Federal. “Tal vez le arruiné el negocio a alguien”, se defendió Faggionatto Márquez (ver aparte).
En su carácter de consejeros e integrantes de la Comisión de Disciplina y Acusación, Kunkel y Sanz denunciaron a Faggionatto ante el Consejo de la Magistratura de la Nación para que la entidad investigue la conducta del juez federal: “Por contenidos periodísticos que hacen mención a hechos de extrema gravedad que han causado conmoción pública, donde se pondría en duda y sospecha el legal desempeño del magistrado aludido”.
“Entendimos que la situación en que se realizó el procedimiento era, por lo menos, anómala. El tonelaje de lo incautado no explica que al procedimiento hubiera ido un cabo y un agente de la Bonaerense, a quienes los terminó llevando, de favor, un ex comisario. Se investigará si el juez actuó mal o no”, dijo Kunkel. El diputado oficialista acompañó el pedido que impulsó Sanz. Se necesitaban dos firmas para cursarlo. “Queremos saber qué hacían los policías bonaerenses en ese lugar. No actuaron como se acostumbra en este tipo de procedimientos. Todo fue confuso”, dijo una fuente judicial.
“Todo eso fue raro. Aquí lo más fuerte es la corrupción y la relación de las fuerzas de seguridad con el narcotráfico. Es un caso típico de justicia y fuerzas de seguridad corruptas. Es similar a lo que pasó con Bernasconi y los policías Gerace y Diamante”, dijo una alta fuente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, en referencia al destituido y mediático juez federal de Dolores.
Hasta ahora no está claro qué pasó en el allanamiento de Illia al 2300, en San Miguel. Asuntos Internos de la Policía Bonaerense investiga la sospechosa actuación de dos policías de General Rodríguez que llegaron al galpón en el Renault Mégane del comisario inspector Alberto “el Patón” Molina, exonerado de la fuerza por el ex ministro de Seguridad bonaerense León Arslanian, e investigador privado contratado por los familiares de Damián Ferrón, asesinado hace tres meses en General Rodríguez juntocon Sebastián Forza y Leopoldo Bina. “Soy un viejo metido y un policía del alma. A los efectivos los llevé porque se les rompió el auto. No hubo nada raro. Ellos tenían el dato de que en ese lugar había mexicanos con dos mil kilos de efedrina. Sus jefes estaban al tanto de eso. Pero, cuando llegamos, aparecieron más de 30 federales, que nos redujeron y esposaron. Les dijimos que éramos policías como ellos. La orden judicial para autorizar el operativo de la Bonaerense llegó antes que la de la Federal”, dijo Molina. Los policías de la División de Operaciones Federales de Drogas Peligrosas de la Federal actuaron a partir de la orden del juez federal de Tres de Febrero Juan Manuel Culotta, que ahora investiga por qué los bonaerenses estaban ahí. “Pusieron en riesgo nuestra investigación porque las detenciones las pensábamos hacer en otro lugar. Nos obligó a anticipar el allanamiento”, dijo una fuente de la Federal.
Los bonaerenses entraron a las 12.30. “No tocaron timbre ni forzaron la puerta. Golpearon las manos y así salieron los mexicanos”, dijo una fuente policial. Lo llamativo es que no había testigos. El fax con la orden judicial de Faggionatto Márquez llegó una hora y media después de que apareciera en escena la Federal. Lo llevó el jefe de Drogas Ilícitas de Campana, comisionado Honorio Rodríguez, a cargo de la investigación de la “ruta de la efedrina”. Según declaró Rodríguez ante Asuntos Internos, los dos policías que acompañaron a Molina eran de General Rodríguez y habían sido designados por el Ministerio de Seguridad bonaerense para intervenir en la investigación del triple crimen.
Los federales, que investigaban a los mexicanos hacía tres meses, hacían tareas de inteligencia frente al galpón cuando sorprendieron a los dos policías y a Molina mientras charlaban sentados con los mexicanos. Los policías, con chalecos antibalas, tenían los pasaportes en las manos.
La explicación de Rodríguez no despejó las dudas: “Molina los llevó porque se les rompió el auto. No fueron a hacer un allanamiento. Sería ilógico pensar que dos policías pueden hacerlo. Fueron a chequear un dato. Cuando confirmaron que había mexicanos, se produjo la orden de allanamiento a partir de las 13. Todo se hizo en forma legal. No sabíamos que la Federal estaba detrás de esa banda. Si los policías hablaron con los mexicanos no fue para nada raro, sino para pedirles los pasaportes y cerciorarse de que eran de esa nacionalidad”.
http://criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=14427
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22.11.2008
LA INVESTIGACIÓN, EN UN LABERINTO
Hay 18 personas prófugas ligadas al triple crimen
El juez Faggionato Márquez confirmó que buscan a 18 porófugos. Amenazada en México, la esposa de Martínez Espinoza viaja a la Argentina.
El juez Federico Faggionato Márquez dijo hoy que hay "18 prófugos" en la investigación que comanda por el triple crimen vinculado al tráfico de efedrina, mientras mañana llegará a Buenos Aires la esposa de Jesús Martínez Espinoza, acusado de estar relacionado a carteles mexicanos de la droga, tras recibir amenazas en su país de origen.
El magistrado federal también confirmó que responderá a los "pedidos de explicaciones que plantearon el senador radical Ernesto Sanz y el diputado kirchnerista Carlos Kunkel", aunque señaló que los reclamos de los legisladores nacionales se basan en recortes periodísticos.
"Han leído los diarios y les ha llamado la atención lo que leen -dijo Faggionato Márquez a-. Pero los medios han dicho cualquier cosa menos la verdad".
El juez también confirmó que anoche "resolvió la falta de mérito del policía Darío Atrio y de la funcionaria de la Municipalidad de General Rodríguez María Cristina) Otero, porque de la declaración de testigos de identidad reservada no surgió prueba que confirmen su vinculación con la ruta de la efedrina".
El magistrado dijo que le espera "mucho trabajo" en la causa. "Tenemos 18 prófugos, algunos de nacionalidad mexicana y otros argentina", remarcó.
LA ESPOSA DE ESPINOZA, EN ARGENTINA. Por otra parte, mañana llegará al aeropuerto de Ezeiza procedente de México la esposa de Martínez Espinoza, quien está detenido sindicado como jefe de una banda de narcotraficantes.
La mujer aparentemente decidió viajar a Buenos Aires tras recibir amenazas por parte de narcotraficantes en su país y además porque aquí ya se encuentran su marido, bajo arresto, y su hija Jessica, de 19 años.
El abogado Francisco Chiarelli, quien patrocina al acusado, advirtió que "Espinoza a México no puede entrar nunca más, la familia ha tenido advertencias de que va a tener serios problemas".
La causa se inició el 18 de julio tras el allanamiento de una casaquinta propiedad de Martínez Espinoza, en Ingeniero Maschwitz, donde según los investigadores se detectó un laboratorio dedicado a la elaboración de drogas sintéticas a base de efedrina y se detuvo a nueve mexicanos y al argentino Luis Marcelo Tarzia.
Martínez Espinoza logró escapar pero fue detenido el 2 de octubre en Paraguay, desde donde lo extraditaron hace 15 días.
En su indagatoria ante el magistrado, Martínez Espinoza se declaró inocente, negó comercializar drogas o efedrina y responsabilizó a otro mexicano, Marco Aurelio Lailson Rizo por el uso de la casaquinta.
Falta de mérito para dos
Faggionatto Márquez no encontró pruebas contra el jefe de calle de la comisaría de General Rodríguez y una ex funcionaria comunal, pero los seguirá investigando en el caso de los narcos mexicanos.
El juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, dictó ayer la falta de mérito al jefe de calle de la comisaría de General Rodríguez, Darío Atrio, y de la ex funcionaria municipal de esa localidad, María Cristina Otero, en la causa en que investiga la “ruta de la efedrina”. La medida fue dispuesta luego de que el magistrado entendiera que no existen pruebas suficientes para procesarlos en la causa que lleva adelante contra una banda de presuntos narcos mexicanos. No obstante, la medida implica también que todavía no quedan desvinculados definitivamente de la investigación, ya que si aparecen pruebas contundentes en su contra podrían volver a quedar comprometidos.
Atrio y Otero –titular de la Dirección de Relaciones Empresariales de la intendencia de General Rodríguez– habían sido detenidos la semana pasada al ser involucrados en el caso por un testigo de identidad reservada. El supuesto testigo “encubierto” habría dicho que Otero presionó a un hombre para que le alquilara un galpón al ex director de Desarrollo Industrial de General Rodríguez Manuel Poggi (preso en la causa, luego de que se encontraran en el predio tambores conteniendo restos de efedrina).
Además, el hombre habría dicho que una tercera persona, que sería conocida como “Poli Medina”, le comentó que había visto a Atrio en la zona donde fueron encontrados los cadáveres de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, en un zanjón de General Rodríguez, el 13 de agosto pasado, horas antes de ser hallados los cadáveres.
El abogado defensor de Atrio, José Luis Zammitto, argumentó que al dictar la falta de mérito, Faggionatto Márquez tomó en cuenta que su patrocinado “estaba mal detenido, ya que se le hicieron imputaciones muy serias y acá hubo una tentativa de estafa procesal que se consumó porque el juez compró ‘pescado podrido’”. Además, el abogado adelantó que Atrio daría una conferencia de prensa el próximo lunes para referirse al caso.
Si bien Atrio fue beneficiado con la falta de mérito en la causa de la “ruta de la efedrina”, los fiscales de Mercedes no lo descartaron como potencial imputado en la causa del triple crimen.
En un hecho que no se condice con lo dictado por Faggionatto Márquez, un hombre considerado como posible testigo clave de las muertes de Forza, Ferrón y Bina comenzó a ser buscado ayer en las provincias mesopotámicas por orden de los fiscales de Mercedes, Juan Bidone y Daniel Vivanco, a cargo de la investigación del triple crimen.
Se trata de un casero que dijo haber visto a Atrio en el lugar del crimen horas antes del hecho. Los fiscales quieren escuchar la versión de boca de “Poli Medina”, mientras aguardan los resultados de los peritajes de la pistola y el teléfono celular de Atrio, para decidir si lo imputan en la causa. Además, Bidone y Vivanco esperan las conclusiones de los estudios técnicos a tres videos, con grabaciones de diálogos y discusiones que mantuvo Ferrón con otras personas aparentemente antes de ser asesinado.
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21.11.2008
TODOS UNIDOS PARA SACAR AL JUEZ DE LA EFEDRINA
El Gobierno y el radicalismo pidieron el jury de Faggionatto Márquez
El motivo del nuevo pedido de procesamiento es el confuso operativo realizado en San Miguel, donde se secuestraron 750 kilos de cocaína. El lugar del procedimiento ya era investigado por la Policía Federal.
El Gobierno y la UCR se pusieron de acuerdo en pedir la cabeza de Federico Faggionatto Márquez, el juez federal que investiga la ruta de la efedrina inaugurada en el país por los narcos mexicanos del cartel de Sinaloa. El diputado ultrakirchnerista Carlos Kunkel y el presidente del bloque de senadores radicales Ernesto Sanz pidieron el juicio político del magistrado de Zárate-Campana por presuntas irregularidades en un operativo contra el narcotráfico realizado hace ocho días en un galpón de San Miguel, donde se secuestraron 750 kilos de cocaína. La Justicia también tiene en la mira al juez porque avaló con una orden judicial, firmada a destiempo, la labor de dos policías y un comisario retirado que sospechosamente entraron en el lugar sin testigos y pusieron en riesgo una investigación de la Policía Federal. “Tal vez le arruiné el negocio a alguien”, se defendió Faggionatto Márquez (ver aparte).
En su carácter de consejeros e integrantes de la Comisión de Disciplina y Acusación, Kunkel y Sanz denunciaron a Faggionatto ante el Consejo de la Magistratura de la Nación para que la entidad investigue la conducta del juez federal: “Por contenidos periodísticos que hacen mención a hechos de extrema gravedad que han causado conmoción pública, donde se pondría en duda y sospecha el legal desempeño del magistrado aludido”.
“Entendimos que la situación en que se realizó el procedimiento era, por lo menos, anómala. El tonelaje de lo incautado no explica que al procedimiento hubiera ido un cabo y un agente de la Bonaerense, a quienes los terminó llevando, de favor, un ex comisario. Se investigará si el juez actuó mal o no”, dijo Kunkel. El diputado oficialista acompañó el pedido que impulsó Sanz. Se necesitaban dos firmas para cursarlo. “Queremos saber qué hacían los policías bonaerenses en ese lugar. No actuaron como se acostumbra en este tipo de procedimientos. Todo fue confuso”, dijo una fuente judicial.
“Todo eso fue raro. Aquí lo más fuerte es la corrupción y la relación de las fuerzas de seguridad con el narcotráfico. Es un caso típico de justicia y fuerzas de seguridad corruptas. Es similar a lo que pasó con Bernasconi y los policías Gerace y Diamante”, dijo una alta fuente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, en referencia al destituido y mediático juez federal de Dolores.
Hasta ahora no está claro qué pasó en el allanamiento de Illia al 2300, en San Miguel. Asuntos Internos de la Policía Bonaerense investiga la sospechosa actuación de dos policías de General Rodríguez que llegaron al galpón en el Renault Mégane del comisario inspector Alberto “el Patón” Molina, exonerado de la fuerza por el ex ministro de Seguridad bonaerense León Arslanian, e investigador privado contratado por los familiares de Damián Ferrón, asesinado hace tres meses en General Rodríguez juntocon Sebastián Forza y Leopoldo Bina. “Soy un viejo metido y un policía del alma. A los efectivos los llevé porque se les rompió el auto. No hubo nada raro. Ellos tenían el dato de que en ese lugar había mexicanos con dos mil kilos de efedrina. Sus jefes estaban al tanto de eso. Pero, cuando llegamos, aparecieron más de 30 federales, que nos redujeron y esposaron. Les dijimos que éramos policías como ellos. La orden judicial para autorizar el operativo de la Bonaerense llegó antes que la de la Federal”, dijo Molina. Los policías de la División de Operaciones Federales de Drogas Peligrosas de la Federal actuaron a partir de la orden del juez federal de Tres de Febrero Juan Manuel Culotta, que ahora investiga por qué los bonaerenses estaban ahí. “Pusieron en riesgo nuestra investigación porque las detenciones las pensábamos hacer en otro lugar. Nos obligó a anticipar el allanamiento”, dijo una fuente de la Federal.
Los bonaerenses entraron a las 12.30. “No tocaron timbre ni forzaron la puerta. Golpearon las manos y así salieron los mexicanos”, dijo una fuente policial. Lo llamativo es que no había testigos. El fax con la orden judicial de Faggionatto Márquez llegó una hora y media después de que apareciera en escena la Federal. Lo llevó el jefe de Drogas Ilícitas de Campana, comisionado Honorio Rodríguez, a cargo de la investigación de la “ruta de la efedrina”. Según declaró Rodríguez ante Asuntos Internos, los dos policías que acompañaron a Molina eran de General Rodríguez y habían sido designados por el Ministerio de Seguridad bonaerense para intervenir en la investigación del triple crimen.
Los federales, que investigaban a los mexicanos hacía tres meses, hacían tareas de inteligencia frente al galpón cuando sorprendieron a los dos policías y a Molina mientras charlaban sentados con los mexicanos. Los policías, con chalecos antibalas, tenían los pasaportes en las manos.
La explicación de Rodríguez no despejó las dudas: “Molina los llevó porque se les rompió el auto. No fueron a hacer un allanamiento. Sería ilógico pensar que dos policías pueden hacerlo. Fueron a chequear un dato. Cuando confirmaron que había mexicanos, se produjo la orden de allanamiento a partir de las 13. Todo se hizo en forma legal. No sabíamos que la Federal estaba detrás de esa banda. Si los policías hablaron con los mexicanos no fue para nada raro, sino para pedirles los pasaportes y cerciorarse de que eran de esa nacionalidad”.
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22.11.2008
LA INVESTIGACIÓN, EN UN LABERINTO
Hay 18 personas prófugas ligadas al triple crimen
El juez Faggionato Márquez confirmó que buscan a 18 porófugos. Amenazada en México, la esposa de Martínez Espinoza viaja a la Argentina.
El juez Federico Faggionato Márquez dijo hoy que hay "18 prófugos" en la investigación que comanda por el triple crimen vinculado al tráfico de efedrina, mientras mañana llegará a Buenos Aires la esposa de Jesús Martínez Espinoza, acusado de estar relacionado a carteles mexicanos de la droga, tras recibir amenazas en su país de origen.
El magistrado federal también confirmó que responderá a los "pedidos de explicaciones que plantearon el senador radical Ernesto Sanz y el diputado kirchnerista Carlos Kunkel", aunque señaló que los reclamos de los legisladores nacionales se basan en recortes periodísticos.
"Han leído los diarios y les ha llamado la atención lo que leen -dijo Faggionato Márquez a-. Pero los medios han dicho cualquier cosa menos la verdad".
El juez también confirmó que anoche "resolvió la falta de mérito del policía Darío Atrio y de la funcionaria de la Municipalidad de General Rodríguez María Cristina) Otero, porque de la declaración de testigos de identidad reservada no surgió prueba que confirmen su vinculación con la ruta de la efedrina".
El magistrado dijo que le espera "mucho trabajo" en la causa. "Tenemos 18 prófugos, algunos de nacionalidad mexicana y otros argentina", remarcó.
LA ESPOSA DE ESPINOZA, EN ARGENTINA. Por otra parte, mañana llegará al aeropuerto de Ezeiza procedente de México la esposa de Martínez Espinoza, quien está detenido sindicado como jefe de una banda de narcotraficantes.
La mujer aparentemente decidió viajar a Buenos Aires tras recibir amenazas por parte de narcotraficantes en su país y además porque aquí ya se encuentran su marido, bajo arresto, y su hija Jessica, de 19 años.
El abogado Francisco Chiarelli, quien patrocina al acusado, advirtió que "Espinoza a México no puede entrar nunca más, la familia ha tenido advertencias de que va a tener serios problemas".
La causa se inició el 18 de julio tras el allanamiento de una casaquinta propiedad de Martínez Espinoza, en Ingeniero Maschwitz, donde según los investigadores se detectó un laboratorio dedicado a la elaboración de drogas sintéticas a base de efedrina y se detuvo a nueve mexicanos y al argentino Luis Marcelo Tarzia.
Martínez Espinoza logró escapar pero fue detenido el 2 de octubre en Paraguay, desde donde lo extraditaron hace 15 días.
En su indagatoria ante el magistrado, Martínez Espinoza se declaró inocente, negó comercializar drogas o efedrina y responsabilizó a otro mexicano, Marco Aurelio Lailson Rizo por el uso de la casaquinta.
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