UNA ENCUESTA REVELA QUE SIETE DE CADA DIEZ ARGENTINOS TIENEN ACTITUDES O PENSAMIENTOS DISCRIMINATORIOS
Esa costumbre de creerse mejor que el otro
El Inadi conformó el primer mapa de la discriminación en el país, que evidencia el qué, cómo y dónde del prejuicio argentino. El 30 por ciento fue discriminado alguna vez.
Por Andrés Osojnik
Por Andrés Osojnik
Tres de cada diez argentinos fueron discriminados alguna vez. Cerca de cinco presenciaron un acto de discriminación. Pero apenas seis de cada cien hicieron alguna denuncia o conocen a alguien que la haya hecho. Estos son los datos centrales de una investigación que llevó a cabo el Inadi durante un año y medio en todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires para conformar el primer mapa de la discriminación en el país. El estudio evidencia otra situación preocupante: el 70 por ciento de la sociedad se caracteriza por tener pensamientos o prácticas discriminatorias. Es decir, siete de cada diez argentinos discriminan.
La encuesta, cuyos resultados serán presentados oficialmente hoy, se desarrolló desde diciembre de 2006 hasta junio de este año. Participaron varias consultoras: Analogías, CEOP, OPSM y Ricardo Rouvier y Asociados y tuvo como objetivo conocer las percepciones y representaciones en relación a la discriminación, las prácticas discriminatorias y los prejuicios en el país. “Es la primera vez que se recorren todas las provincias para tener un panorama de la discriminación –explicó María José Lubertino, presidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo–. Esto será una hoja de ruta que guiará la formulación de las nuevas políticas públicas sobre el tema” (ver aparte).
La encuesta se basó en datos individuales de percepción, pero también indagó en prácticas discriminatorias en los medios de comunicación, en oficinas públicas, empresas y centros de entretenimientos de todo el país.
Según el informe, la percepción de prácticas discriminatorias está presente en la sociedad argentina de manera muy fuerte: más del 80 por ciento de los consultados considera que en la Argentina se discrimina mucho o bastante. Entre las provincias con mayor percepción figuran Neuquén, Catamarca, Chaco, Formosa y La Pampa. En el otro extremo están Tucumán y Entre Ríos.
El grupo que más padece los prejuicios y la discriminación está conformado por las personas en situación de pobreza: alrededor del 75 por ciento de los encuestados reconoció que se las discrimina “mucho” o “bastante”. El 67 por ciento consideró que se discrimina “mucho” o “bastante” a las personas con sobrepeso; casi el 62 por ciento, a las personas con enfermedades contagiosas, y el 52 por ciento, a las personas con discapacidad.
“La alta discriminación por pautas estéticas, principalmente la obesidad, fue una sorpresa que brindó el estudio: no estaba en el imaginario que ese grupo concentrara una de las mayores percepciones de discriminación”, indicó Lubertino.
Frente a la pregunta de si alguna vez fue víctima de algún acto discriminatorio, el 32 por ciento de los consultados contestó que sí. El Litoral (Misiones, Entre Ríos y Corrientes) constituye la zona donde se percibe mayor nivel de discriminación (42,3 por ciento). Por encima de la media nacional figuran además Neuquén, Tucumán y el Gran Buenos Aires.
El índice de la vergüenza
Los datos de la investigación permitieron elaborar el “índice de discriminación”: se trata de un valor de entre 0 y 10 puntos donde un puntaje mayor indica menor nivel de concepciones discriminatorias. El índice fue conformado sobre la base del acuerdo de los entrevistados en torno de un conjunto de frases que remiten a probables situaciones de discriminación.
Por ejemplo, ante la afirmación “la mayoría de los delincuentes no tiene recuperación”, un 47 por ciento de los encuestados consideró estar de acuerdo. Las cifras mayores se registraron en Córdoba (61,5 por ciento) y la menor proporción (29,5 por ciento) lo hizo en Capital Federal.
Otra frase fue “si mi hijo fuera homosexual debería llevarlo a un profesional de la salud”: casi el 40 por ciento respondió que coincide. Las cifras más abultadas se dieron en San Luis (60 por ciento), Salta (54,4), La Rioja (52,6) y Misiones (52,2%). Con el 23,3 por ciento, Tierra del Fuego tuvo el porcentaje inferior.
“Las/os trabajadoras/es que vienen de países vecinos les quitan las posibilidades a los trabajadores argentinas/os” fue otro de los conceptos consultados: el 44,5 por ciento dijo que eso es verdad. Es más, un 51,4 dijo identificarse con la frase “la Argentina debe ser sólo para los argentinos”, en contraposición con la afirmación: “La Argentina debe estar abierta a todo el mundo que quiera”.
Así, el índice mostró que un 70 por ciento de la sociedad discrimina, es decir, que se caracteriza por tener pensamientos o prácticas que segregan. Ese porcentaje está conformado por un “núcleo duro” que se posiciona con una alto nivel de prácticas discriminatorias. El resto (un 55 por ciento), se ubica en un nivel medio. En el mapa nacional, las provincias con menos niveles de discriminación, según ese índice, son Santa Cruz, La Pampa, Río Negro, Santiago del Estero, San Juan y Neuquén. Los distritos con valores más preocupantes son Corrientes, Catamarca, Salta y Jujuy. En la ciudad de Buenos Aires, el “núcleo duro” se reduce al 6 por ciento, el nivel medio llega al 67 por ciento y el porcentaje con menores actitudes discriminatorias es de 27.
La investigación también indagó en los ámbitos donde se discrimina. La escuela obtuvo uno de los valores más altos. “¿En qué medida la televisión reproduce prácticas discriminatorias?”, fue otra de las consultas. El 44,6 por ciento respondió “mucho” o “bastante” y un similar 44,3, “poco” o “nada”.
Las entrevistas fueron domiciliarias, con un universo de población de 18 a 74 años, de ambos sexos y seleccionados según cuotas de género y edad. “Este mapa nos permite conocer la realidad provincia por provincia, municipio por municipio. Conociendo la situación en cada lugar, en cada ámbito, podremos en conjunto con las autoridades locales encarar las políticas públicas necesarias para revertir las actitudes y las creencias discriminatorias”, señaló Lubertino. Hay indicadores que son favorables para esa tarea, de todos modos: más de cinco personas de cada diez conocen que la discriminación puede ser denunciada judicialmente, cerca de cinco de cada diez sabe de la existencia de una ley nacional contra la discriminación y más de siete de cada diez señala que el gobierno nacional debería darle una importancia significativa al tema.
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