sábado, 21 de noviembre de 2015

La República occidental EURO colonialista genocida Francesa versus criminal al cuadrado²






La República Francesa como rehén

La guerra que se extiende a París resulta incomprensible para los franceses, que nada saben de todas las actividades secretas de su gobierno en el mundo árabe, de sus alianzas contra natura con las dictaduras del Golfo y de su activa participación en el terrorismo internacional. El Parlamento francés nunca ha abordado esas políticas y los grandes medios de prensa raramente se atreven a mencionarlas.

 | DAMASCO (SIRIA)  

ce 5 años que los franceses oyen hablar de guerras lejanas, sin entender de qué se trata. La prensa los informó ampliamente sobre la implicación de sus fuerzas armadas en Libia, pero nunca ha hablado de la presencia de soldados franceses en el Levante. Muchos leen mis artículos sobre ese tema pero los ven como extraños cuentos orientales. A pesar de mi historia personal, es de buen tono calificarme de «extremista» o de «conspiracionista» y resaltar que sitios web de todas las tendencias, incluyendo los auténticamente extremistas o complotistas, reproducen mis artículos. Pero nadie encuentra cómo responder a lo que escribo. Como tampoco nadie escucha mis alertas sobre las alianzas en las que Francia se ha implicado.
Y la verdad ignorada emerge bruscamente.
En la noche del viernes 13 de noviembre de 2015, Francia fue atacada por varios comandos que asesinaron al menos 130 personas en 5 lugares diferentes de París. Se ha decretado el estado de urgencia por 12 días en todo el territorio nacional y el Parlamento podría prolongarlo.

No existe vínculo directo con
el caso de Charlie Hebdo

La prensa francesa interpreta este acto de guerra vinculándolo al atentado perpetrado en las oficinas de Charlie Hebdo, a pesar de que los modus operandi son totalmente diferentes. En enero, el objetivo era matar a personas bien identificadas mientras que el viernes 13 se vio un ataque coordinado e indiscriminado contra un gran número de personas.
Hoy se sabe que el redactor jefe de Charlie Hebdo acababa de recibir una «donación» de 200 000 euros para que continuara su campaña antimusulmana [1]. También se sabe ahora que los asesinos de Charlie Hebdo estaban vinculados a los servicios de inteligencia franceses [2] y que el origen del armamento que utilizaron está clasificado como Secreto Militar [3]. Ya demostré en un trabajo anterior que este atentado no fue una operación islamista [4]. También demostré que fue objeto de una inmediata recuperación mediática [5] y que esa recuperación encontró eco en la población hostil a la República [6] –idea brillantemente desarrollada unos meses después por el demógrafo Emmanuel Todd [7].
Si volvemos a concentrarnos en la guerra que acaba de extenderse a París, veremos que es una novedad en Europa occidental. No es comparable a los atentados perpetrados en Madrid en 2004. En España nadie disparó sobre la gente, tampoco hubo kamikazes sino 10 bombas distribuidas en 4 lugares diferentes [8]. Lo que se vio el viernes en Francia es lo que viven cada día numerosas poblaciones del «Medio Oriente ampliado» desde 2001. Y también encontramos hechos comparables fuera de esa región, como los 3 días de ataques diferenciados en Bombay –en 2008 [9].
Aunque los atacantes de París fuesen realmente musulmanes e incluso a pesar de que algunos de ellos hayan gritado «¡Allah Akbar!» mientras disparaban sobre los transeúntes, no existe ningún vínculo entre esos ataques, el islam y una eventual «guerra de civilizaciones». O sea, esos comandos tenían órdenes de matar gente al azar, sin preocuparse por la religión de sus víctimas.
De la misma manera, es absurdo tomar al pie de la letra el móvil que el Emirato Islámico invoca contra Francia –aunque no quepa duda de la implicación de ese grupo en este ataque. Si el Emirato Islámico realmente quisiese «vengarse», sería en Moscú donde habría realizado esos ataques.

Francia es un Estado terrorista,
al menos desde 2011

La lectura de esos hechos se hace más complicada porque detrás de los grupos no estatales siempre se esconden Estados que los financian. Durante los años 1970, el venezolano Ilich Ramírez Sánchez, más conocido como «Carlos», se había puesto, por convicción, al servicio de la causa palestina y de la Revolución, con discreto respaldo de la URSS. En los años 1980, el ejemplo de Carlos fue invocado por mercenarios que en realidad trabajaban para quién mejor pagara, como Sabri al-Banna, más conocido como «Abu Nidal», quien efectuó atentados por cuenta de Libia y Siria, pero también por encargo de Israel. Hoy en día existe una nebulosa del terrorismo y de la acción secreta en la que están implicados numerosos Estados.
Aunque los Estados siempre niegan su participación en grupos terroristas, el ministro francés de Exteriores Laurent Fabius declaró en diciembre de 2012, durante la conferencia de los «Amigos de Siria» en Marrakech, que al-Nusra –la rama de al-Qaeda en Siria– estaba haciendo «un buen trabajo» [10].
Teniendo en cuenta su condición de ministro francés, el señor Fabius sabía perfectamente que su respaldo a una organización que el Consejo de Seguridad clasifica como terrorista no le valdría acabar ante un tribunal. Pero sí asumía un grave riesgo para su país, hundiéndolo así en la caldera del terrorismo.
En realidad, Francia ya estaba implicada del lado de al-Qaeda –al menos desde inicios de 2011. En aquel momento, el Reino Unido y Francia se habían unido al proyecto estadounidense de «primavera árabe». El objetivo era derrocar a todos los regímenes árabes laicos y reemplazarlos por dictaduras de la Hermandad Musulmana. Londres y París descubrieron esa operación cuando ya estaba en marcha en Túnez y en Egipto, pero es muy probable que la participación de ambos gobiernos haya sido solicitada de antemano contra Libia y Siria [11].
En Libia, los gobiernos de Francia y del Reino Unido organizaron –con ayuda de las fuerzas especiales de Italia– las matanzas de Bengazi y, posteriormente –con ayuda de al-Qaeda– la toma de varios arsenales del ejército libio. Yo mismo soy testigo de ello ya que, en agosto de 2011, hallándome bajo la protección de Khamis el-Kadhafi, en momentos en que la OTAN tomaba por asalto la capital libia, el hotel Rixos –donde nos encontrábamos– fue asediado por la “Brigada de Trípoli”, una unidad de al-Qaeda bajo el mando de Mahdi al-Harati, cuyos hombres, al grito de «¡Allah Akbar!», estaban directamente dirigidos por oficiales franceses en misión. Posteriormente, el propio Mahdi al-Harati fue, junto con su jefe Abdelhakim Belhadj, fundador del Ejército Libre Sirio, en realidad un grupo de al-Qaeda que se identifica con la bandera de la colonización francesa.
En Siria, está ampliamente demostrada la presencia de oficiales franceses a la cabeza de los grupos armados en momentos en que perpetraban crímenes contra la humanidad.
Francia ha estado jugando, desde entonces, un juego extremadamente complejo y peligroso. En enero de 2013, un mes después de la declaración pública de Laurent Fabius en apoyo a al-Qaeda en Siria, Francia emprendía en Mali una operación contra ese mismo grupo terrorista, provocando así acciones de represalia contra sus agentes infiltrados en Siria.
De todo eso, los franceses nunca han oído hablar. Y nunca se les ha hablado de ello porque, aunque Francia dispone de organizaciones democráticas, la política actual del gobierno francés en el mundo árabe nunca se ha debatido públicamente. Lo único que se ha hecho –en violación del Artículo 35 de la Constitución de la República Francesa– ha sido entrar en guerra contra Libia y contra Siria después de unas pocas horas de debates parlamentarios, superficiales y sin voto final. Los parlamentarios franceses han renunciado a ejercer su mandato, que consiste en controlar las acciones del Ejecutivo en materia de política exterior, pensando que se trata de un sector reservado al presidente de la República, supuestamente sin consecuencias para la vida cotidiana de los franceses. Hoy todos pueden comprobar, por el contrario, que la paz y la seguridad –uno de los 4 «Derechos del Hombre y del Ciudadano» proclamados en 1789 (Artículo 2), dependen directamente de la política exterior. Lo peor está por llegar.
A inicios de 2014, cuando los halcones liberales estadounidenses daban los últimos toques a su plan de transformación del «Emirato Islámico en Irak y el Levante» (EIIL) en lo que sería Daesh [12], Francia y Turquía se encargaron de hacer llegar municiones a al-Qaeda para que combatiera el Emirato Islámico –esto está debidamente comprobado gracias a un documento presentado al Consejo de Seguridad de la ONU el 14 de julio de 2014 [13].
Sin embargo, Francia se unió después a la operación secreta de los halcones liberales de Washington y participó en la coalición internacional contra el Emirato Islámico, de la que hoy sabemos todos que, contrariamente a lo que anunciaba su nombre, no bombardeó al Emirato Islámico sino que le lanzó en paracaídas cargamentos de armas durante todo un año [14]. La situación siguió evolucionando aún después de la firma del Acuerdo 5+1 con Irán. En el terreno, Estados Unidos se volvió súbitamente contra el Emirato Islámico y lo empujó hacia Hassaké (en Siria) [15]. Pero no fue hasta mediados de octubre de 2015 –hace sólo un mes– que Francia reinició los ataques contra el Emirato Islámico. Pero no fue para detener las masacres de sus yihadistas sino para conquistar parte del territorio que estos ocupan en Siria y en Irak e instalar en ellos un nuevo Estado colonial que sería designado como «Kurdistán», a pesar de que los kurdos serán allí extremadamente minoritarios [16].
Con esa perspectiva, Francia envió su portaviones –que todavía no está en la zona– para apoyar a los marxista-leninistas kurdos del YPG –pero, ¿qué significa esta referencia política cuando el proyecto es la creación de un Estado colonial?– contra el Emirato Islámico… el ex aliado de París.
Ahora estamos viendo un segundo efecto de boomerang. Pero no de parte de al-Qaeda en Siria. Ahora el golpe viene del Emirato Islámico en Francia, que sigue instrucciones de los inconfesables aliados de la propia Francia.

¿Quién dirige el Emirato Islámico?

El Emirato Islámico, llamado Daesh en el mundo árabe, es una creación artificial. Es solamente el instrumento de la política de un grupo de Estados y multinacionales.
Sus principales recursos son el petróleo, las drogas afganas –los franceses siguen sin entender las consecuencias que tienen estas últimas en su propio suelo– y las antigüedades provenientes del Levante. Todo el mundo está de acuerdo en que el petróleo robado transita libremente a través de Turquía antes de ser vendido en Europa occidental. A la vista de los volúmenes de petróleo robado, trasladado y vendido no cabe duda del apoyo que el Estado turco aporta al Emirato Islámico [17].
Hace 3 semanas, el vocero del Ejército Árabe Sirio revelaba que 3 aviones –fletados uno por Turquía, otro por Arabia Saudita y el tercero por los Emiratos Árabes Unidos– acababan de sacar de Siria grupos de combatientes del Emirato Islámico, transportándolos a Yemen. En este caso, tampoco hay duda posible sobre los vínculos de esos 3 países con el Emirato Islámico, en violación de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde la primera conferencia de Ginebra, en junio de 2012, he venido explicando que en el seno del aparato estatal de Estados Unidos existía una facción que estaba haciendo su propia política, en contra de la política de la Casa Blanca. Al principio, quien encabezaba esa facción era el general David Petraeus, el entonces director de la CIA y cofundador del Emirato Islámico en 2007 («The Surge») [18], hasta que fue arrestado, al día siguiente de la reelección de Barack Obama. Vino después el turno de la secretaria de Estado Hillary Clinton, a quien un «accidente» le impidió mantenerse en el cargo durante la llamada «transición presidencial». Esa facción prosiguió entonces la lucha a través del embajador Jeffrey Feltman, secretario general adjunto de Naciones Unidas, desde sus oficinas en la sede de la ONU, y del general John Allen, a la cabeza de la coalición que supuestamente luchaba contra el Emirato Islámico.
Ese grupo, que forma parte del «Estado profundo» estadounidense, que sigue oponiéndose al Acuerdo 5+1 firmado con Irán y lucha contra la República Árabe Siria, sigue teniendo gente dentro de la administración Obama. Lo más importante es que puede contar con la ayuda de grandes transnacionales, que disponen de presupuestos más importantes que los de los Estados, lo cual les permite financiar sus operaciones secretas. En ese caso se hallan, por ejemplo, el gigante petrolero Exxon-Mobil (el verdadero dueño de Qatar), el fondo de inversiones KKR y el ejército privado Academi (antes conocido como Blackwater).
Actuando por cuenta de esos Estados y de esas transnacionales, Francia se ha convertido en un país mercenario.

El chantaje a Francia

El 11 de noviembre de 2015, el primer ministro de Francia, Manuel Valls, aseguraba que Francia tenía un compromiso en contra del terrorismo [19].
El 12 de noviembre, el Observatorio Nacional sobre la Delincuencia y las Respuestas Penales –vinculado al ministerio francés del Interior– publicaba un informe que señala que el terrorismo se ha convertido en la segunda preocupación de los franceses, inmediatamente después del desempleo [20].
En la mañana del viernes 13 de noviembre, el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, presentaba en la localidad parisina de Nanterre un plan de 20 medidas para luchar contra el tráfico de armas [21].
Es evidente que el gobierno esperaba lo peor, lo cual quiere decir que estaba negociando con quienes realizaron los ataques. Francia aceptó un compromiso que no cumplió y ahora es víctima de un chantaje de parte de los amos a quienes acaba de traicionar.
En la mañana del mismo viernes 13 de noviembre, día de los atentados, los servicios de urgencia de los hospitales habían realizado un ejercicio que simulaba varios atentados [22]. Esta coincidencia ya se había visto durante los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y en Washington, al igual en los del 11 de marzo de 2004 en Madrid, en los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres.

Conclusión provisional

Los sucesivos gobiernos franceses han establecido alianzas con Estados cuyos valores son contrarios a los valores de la República Francesa. Los gobiernos franceses sucesivos han ido comprometiéndose progresivamente a librar guerras secretas por cuenta de esos Estados, antes de renunciar a esos compromisos. El presidente Hollande; su jefe de estado mayor particular, el general Benoit Puga; su ministro de Exteriores Laurent Fabius y su predecesor Alain Juppé, ministro bajo el mandato del ex presidente Sarkozy, son actualmente objeto de un chantaje del que sólo podrán liberarse revelando en qué implicaron indebidamente al país, aunque eso los ponga en peligro de tener que comparecer ante la Alta Corte de Justicia.
El 28 de septiembre, desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, dirigiéndose a Estados Unidos y a Francia, el presidente Putin exclamaba:
«Me gustaría preguntar a los responsables de esta situación:
“¿Están ustedes al menos conscientes de lo que ustedes mismos han hecho?”
Pero mucho me temo que esta pregunta quede sin respuesta, porque estos personajes no han renunciado a su política, basada en una exagerada confianza en sí mismos y en la convicción de su propia excepcionalidad y de su propia impunidad.» [23].
Y no lo han escuchado. No lo han escuchado los estadounidenses, ni tampoco los franceses. Ahora es demasiado tarde.
Elementos fundamentales:
- El gobierno francés ha ido alejándose progresivamente de la legalidad internacional. Está perpetrando asesinatos políticos y dirigiendo acciones terroristas al menos desde 2011.
- El gobierno francés ha establecido alianzas contra natura con las dictaduras petroleras del Golfo Pérsico. Está trabajando con un grupo de personalidades estadounidenses y de compañías transnacionales para sabotear la política de apaciguamiento que tratan de aplicar los presidentes Obama y Putin.
- El gobierno francés ha entrado en conflicto con esos aliados poco recomendables. Uno de ellos orquestó los atentados perpetrados en París.


[1] «Charlie Hebdo: les révélations de la dernière compagne de Charb», por Thibault Raisse, Le Parisien, 18 de octubre de 2015.
[4] «¿Quién está detrás del atentado contra Charlie Hebdo?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 8 de enero de 2015.
[5] «Charlie Hebdo como pretexto», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 13 de enero de 2015.
[6] «¿A qué le temen los políticos y los periodistas franceses?», porRed Voltaire, 29 de enero de 2015.
[7Qui est Charlie ?: Sociologie d’une crise religieuse, Emmanuel Todd, Seuil,‎ 5 de mayo de 2015, 252 p.
[8] «11 de marzo de 2004 en Madrid: ¿fue realmente un atentado islamista?» y «Atentados de Madrid: la pista atlantista», por Mathieu Miquel,Red Voltaire, 19 de octubre y 16 de diciembre de 2009.
[9The Siege, Adrian Levy & Cathy Scott-Clark, Penguin, 2013.
[10] «Pression militaire et succès diplomatique pour les rebelles syriens», por Isabelle Mandraud, Le Monde, 13 de diciembre de 2012.
[11] Ver el testimonio del ex presidente del Consejo Constitucional de Francia, Roland Dumas.
[12] Acrónimo árabe del actual Emirato Islámico, también designado por la prensa occidental como Estado Islámico, EI, o por sus siglas en inglés como ISIL o ISIS.
[13] Ver la intervención del representante de la República Árabe Siria «Resolución 2165 y debates (ayuda humanitaria en Siria)», Red Voltaire, 14 de julio de 2014.
[14] La prensa occidental ha ignorado cuidadosamente este tema, ampliamente abordado sin embargo por la prensa del mundo árabe y en lengua persa. La verdad salió a la luz cuando 50 analistas del CentCom denunciaron las mentiras de los informes sobre la coalición, lo cual provocó la apertura de una investigación interna y, finalmente, el general estadounidense John Allen fue obligado a dimitir. Ver, principalmente, «Partidarios del acuerdo con Irán denuncian manipulaciones de los datos de inteligencia en el Pentágono» y «Dimite el jefe de la coalición internacional contra el Emirato Islámico (Bloomberg)», Red Voltaire, 15 y 24 de septiembre de 2015.
[15] «Francia trata de obstaculizar el despliegue militar ruso en Siria»,Red Voltaire, 7 de septiembre de 2015.
[16] «Estados Unidos e Israel inician la colonización del norte de Siria»,Red Voltaire, 1º de noviembre de 2015.
[17] Ver más datos en «Vínculos de la familia Erdogan con el Emirato Islámico», Red Voltaire, 26 de julio de 2015.
[18] El Emirato Islámico fue constituido inicialmente en Irak, en el marco de un plan cuyo objetivo era acabar con la resistencia a la ocupación estadounidense. Para lograr ese fin, Estados Unidos creó milicias antichiitas –entre las que se hallaba el Emirato Islámico en Irak, el futuro «Daesh»– y, posteriormente, milicias antisunnitas. Conforme al plan, estos dos grupos de la población iraquí acabaron luchando entre sí, y olvidándose así de la ocupación estadounidense.
[19] «Valls: la France engagée contre le terrorisme», AFP y Le Figaro, 11 de noviembre de 2015.
[20] «La grande peur du terrorisme», por Timothée Boutry, Le Parisien-Aujourd’hui en France, 13 de noviembre de 2015.
[22] Cf. Intervención [en francés] del Dr. Patrice Pelloux, presidente de la Asociación de Médicos de Urgencia de Francia, en France Info a las 10h26 y en el noticiero de la noche de France2, 14 de noviembre de 2015.
[23] «Discours de Vladimir Poutine à la 70ème Assemblée générale de l’Onu», por Vladimir Putin, Réseau Voltaire, 28 de septiembre de 2015.

Sayyed Nasralá: Vamos a incrementar nuestra lucha contra el EI


sayed_hasan_14_11_2014_1Al Manar – El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha asegurado que Hezbolá va a perseguir a la milicia wahabí takfiri del EI, que ha reivindicado el doble atentado mortal del jueves en el Suburbio Sur de Beirut, allá donde se encuentre.
Expresándose en un discurso televisado por nuestro canal Al Manar, el número uno de Hezbolá dijo también que el EI no tiene lugar en nuestra región, ni en tiempo de guerra ni en el de paz.
He aquí las ideas principales del discurso:
Mi discurso hoy está totalmente relacionado al doble atentado terrorista (del jueves) que ha tenido lugar en Burj al Barajneh y que ha causado decenas de mártires y heridos.
Condena de los atentados de París
Permitidme al inicio expresar la condena de Hezbolá a los ataques terroristas perpetrados por los criminales salvajes del EI en París. Los pueblos de nuestra región que sufren desde hace un largo tiempo los horrores del EI, incluyendo el Líbano, son los más conscientes de las atrocidades infligidas al pueblo francés.
Expresamos nuestra simpatía y nuestra solidaridad a todos aquellos que han sufrido los horrores del EI.
Volviendo al atentado del Suburbio del Sur de Beirut, imploro a Dios que cubra de misericordia a todos los mártires oprimidos así como a todos los heridos que sufren todavía y espero que ellos se recuperen de sus heridas lo antes posible.
Me dirijo a las familias de los mártires, que han dado prueba de mucha paciencia y coraje, y les expreso mis más sinceras condolencias. Ruego a Dios que les conceda toda la paciencia y la firmeza de la que ellas tienen necesidad y que merecen.
Agradezco a todos los que han colaborado y ayudado desde los primeros instantes del atentado terrorista en la gestión de la situación, el transporte de los heridos, las organizaciones de defensa civil, los hospitales, los bomberos, el Ejército libanés, el aparato judicial y los medios que han cubierto estos hechos dolorosos. Agradezco a todos los estados, gobiernos, partidos, políticos y líderes religiosos así como las instituciones regionales e internacionales que han condenado este crimen odioso. Agradezco a todos los responsables libaneses, líderes políticos y sindicales que han condenado el atentado.
Algunos elementos de la investigación
Hasta el momento, la imagen que se desprende de los atentados es clara y nítida, tanto a los ojos de los servicios de seguridad como de la Resistencia.
No tengo intención de divulgar los detalles y los resultados de los esfuerzos de los investigadores, sino que dejaré esa tarea a los responsables del Estado, que desvelarán lo que juzguen necesario revelar en función de los intereses de seguridad.
Voy a subrayar algunos detalles solamente:
1 – La responsabilidad del EI, el grupo bárbaro y criminal, en el doble atentado es innegable dado que él lo ha reivindicado y aquellos que han sido arrestados han reconocido pertenecer al mismo.
2 – Está claro que hubo dos atacantes suicidas, no un tercero o un cuarto. El número mencionado en los medios y publicado inicialmente en los medios no es verídico.
Los nombres de los palestinos no tienen nada que ver con este atentado.
Sólo la identidad de uno de los dos atacantes suicidas es conocida hasta ahora y él es sirio. En cuanto al segundo atacante no se tienen datos completos sobre él, pero parece, según los indicios, que es sirio también.
3 – La información más importante es que el Departamento de Información y la Seguridad General han capturado a varias personas en relación con este atentado. Según mi conocimiento, los miembros de la red original y sus líderes están en manos del Departamento de Información.
La importancia de estos individuos es que ellos forman parte de una red completa que desarrolla diversas actividades: gestión, logística, vigilancia…
El éxito de su arresto no sólo ha revelado la verdad sobre los hechos que han ocurrido desde hace dos días, sino que ha abortado otros intentos y atentados similares que iban a tener lugar en las próximas semanas.
4 – Entre las personas capturadas no hay ningún palestino. Los capturados son sirios y libaneses. La red disponía de varios apartamentos en varias regiones de Beirut y en el campo palestino de Burj al Barajneh.
5 – Para el futuro y los días próximos y para hacer frente a este tipo de terrorismo takfiri hace falta reaccionar juntos, como hemos hecho anteriormente en el tema de los coches bomba.
Hoy hacemos frente a este tipo de ataques suicidas con cinturones explosivos utilizados por el EI y otros grupos terroristas, como sucedió ayer en París. Ellos han recurrido a este tipo de ataques porque no pueden hacer hacer llegar (al Suburbio del Sur de Beirut) los coches bomba que ellos prefieren para causar más muertos y destrucción.
La idea principal consiste en decir que, para hacer frente a esta nueva ola no basta con medidas preventivas (barreras etc), sino que hace falta actuar contra las bases de retaguardia, allí donde los vehículos son fabricados, contra los que llevan a cabo estas actividades, los que las facilitan y las hacen ejecutar, contra las líneas logísticas etc. Es necesario destruir esas bases y desmantelar las redes. Hace falta ir allí donde se encuentran la dirección y mandos de estos grupos, que envían terroristas al Líbano.
Israelíes y takfiris quieren una guerra civil
6 – En lo que respecta a las agresiones, tanto israelíes como takfiris, hace falta determinar cuáles son sus objetivos y neutralizarlos.
Quiero recordar que, para el futuro, nosotros, en tanto que libaneses, sirios, palestinos y en particular los miembros de la Resistencia, debemos tener en mente que los israelíes y los takfiris quieren provocar una guerra civil en el Líbano que sirva a los intereses de los israelíes y los takfiris.
Su proyecto consiste en destruirlo todo, los países, los estados, los ejércitos y los pueblos.
Debemos actuar teniendo esto en cuenta.
Lo que ha sucedido en los dos pasados días se inscribe en los esfuerzos para convertir a los palestinos en nuestro enemigo.
Está claro que los ataques de Burj al Barajneh tenían como objetivo el de suscitar una cizaña en el Líbano. Los nombres de palestinos que fueron filtrados por medios israelíes o takfiris buscaban provocar animosidad contra los palestinos e imputarles la responsabilidad de estos crímenes odiosos. Algunas partes desconocidas lanzaron en las redes sociales llamamientos para atacarles.
Lo mismo tuvo lugar contra los sirios mediante la divulgación del nombre de un sirio.
Podemos decir que gracias a la toma de conciencia general entre los ciudadanos libaneses, que sufrieron la masacre y las familias de los mártires y los heridos, esta cizaña fue abortada.
La posición, adoptada por las facciones palestinas y los responsables palestinos de todas las tendencias, de condena a este atentado ha contribuido a apaciguar los ánimos.
Supongamos que algunos palestinos se encuentren entre los miembros de estos grupúsculos: el EI, el Frente al Nusra, etc; no habría en ese caso ninguna razón política o religiosa que permita culpar al pueblo palestino por los actos de algunos palestinos.
Nuestros hermanos palestinos en los campos de refugiados y en las organizaciones políticas palestinas deben ayudarnos dentro de sus posibilidades a reforzar las medidas de seguridad en los campos y a impedir que otros, sirios o de otras nacionalidades, hallen refugio en ellos, como ha pasado recientemente.
Las facciones palestinas asumen la responsabilidad de seguridad en los campos donde los servicios de seguridad libaneses no pueden entrar. Me dirijo a todos los habitantes de los campos, que son nuestra gente y nuestros vecinos, con los que compartimos la misma causa y el sufrimiento frente al enemigo israelí, para decirles que ellos deben ayudarnos a impedir que cualquier vivienda en el campo se transforme en una base a partir de la cual estos bárbaros puedan dañar a nuestro pueblo, manchar nuestra religión y causar un daño a la causa palestina.
Hace falta pedir también al Estado libanés que adopte un enfoque más humano hacia la cuestión palestina y no se se contente con un enfoque de seguridad, contribuyendo así a erradicar todo tipo de ambiente que pueda contribuir a alimentar a los takfiris.
Y lo que digo con respecto a los palestinos se aplica también a nuestros hermanos sirios refugiados en el Líbano.
Cuando sucede un hecho de este tipo, incluso suponiendo que su autor sea sirio, no está permitido imputar la responsabilidad a todos los refugiados sirios.
Muchos refugiados sirios apoyan nuestra línea política y a la Resistencia. Otros son neutrales y han huido al Líbano para escapar de la guerra. Puede decirse también que algunos apoyan a los takfiris y a los grupúsculos de la oposición armada.
Sin embargo, no debemos en ningún caso acusar a todos los sirios de llevar a cabo actos de este tipo.
Ésa es la postura de nuestra religión y de nuestra legislación y nuestra posición nacional. Estoy seguro que esta percepción está enraizada entre una gran parte de nuestra opinión pública.
Y me dirijo a nuestros hermanos sirios del Líbano señalando que cualquiera que sea vuestra posición política, vuestra presencia en el Líbano y vuestros intereses os dictan el no permitir a estos grupúsculos explotar vuestra presencia para convertirla en una plataforma para el lanzamiento de actos terroristas o criminales de este tipo. Llamo a todos los refugiados a colaborar con las fuerzas de seguridad libanesas para eliminar todo peligro contra los libaneses, los palestinos y otros.
Entre las víctimas de los atentados de ayer hubo sirios y palestinos. Este terrorismo es ciego y no hace distinción. Él se permite incluso matar a los suyos y fabrica justificaciones y edictos para hacerlo.
Los enemigos quieren crear una cizaña entre sunníes y shiíes, entre palestinos y libaneses, entre sirios y libaneses utilizando para ello a individuos palestinos, sirios o libaneses.
Recomendación a las redes sociales
La última recomendación es para todos los hermanos y hermanas que trabajan en las redes sociales para ponerles en guardia frente a algunas partes sospechosas que intenten crear cizaña y problemas y atizar las divisiones entre cristianos y musulmanes, sunníes y shiíes etc.
Ellos deben escribir con responsabilidad y no permitir una infiltración de individuos que quieran ofrecer servicios a los israelíes o a los takfiris.
Vamos a implicarnos más en Siria
El segundo objetivo del atentado de Burj al Barajneh fue el de presionar a Hezbolá para que se retire de Siria. Sin embargo, ellos deben saber que este tipo de atentados tendrán los efectos opuestos.
Después de este atentado, digo que vamos a implicarnos más en esta batalla (en Siria) y seremos más serios en ella de lo que hemos sido en el pasado.
Hoy debo decir que ellos deben esperar efectos inversos y contrarios a sus objetivos. Con estos atentados y matando a nuestra gente, mujeres, ancianos y niños y destruyendo nuestros barrios y nuestros mercados ellos no nos llevarán a cambiar nuestros puntos de vista o a debilitar nuestra voluntad. Por el contrario, esto va a llevarnos a incrementar nuestra firmeza y resistencia en el combate contra el EI.
Durante la batalla de Siria, hemos combatido contra el EI y otros.
Después de este atentado, yo os digo que vamos a mantener todos los frentes abiertos contra el EI para reforzar nuestra presencia y nuestro combate contra este grupo. Ésta es la traducción de nuestra fidelidad a la sangre de nuestros mártires.
El EI no tiene futuro
Quiero decir a todos los que siguen los acontecimientos en el Líbano y otras partes que el EI (y por extensión todos los grupúsculos takfiris) no tiene tiene futuro: su vida será muy corta. Ellos no tienen futuro ni en tiempo de guerra ni en tiempo de paz. Es un proyecto de masacre, crímenes y muerte. El EI lleva en sí mismo los elementos de su autodestrucción.
En lo que respecta a la guerra, el EI está en vías de perder en Iraq gracias a los esfuerzos y sacrificios de las fuerzas iraquíes, el movimiento popular Hashid Shaabi, las tribus, los kurdos, que tomaron ayer la ciudad de Sinyar etc.
En Siria, ellos han perdido muchas posiciones y esto va a proseguir. In Sha Al-lah. No hay futuro, pues, en tiempo de guerra, para el EI.
Y en el tiempo de paz tampoco. Todos los que lo han utilizado y se han beneficiado de su estupidez y su brutalidad para conseguir sus objetivos están ahora descubriendo al monstruo que han creado.
Ni en Iraq, ni en Libia, ni en Yemen, ni en Egipto, ni en Afganistán. No habrá EI. No habrá lugar para el EI en tiempo de paz tampoco.
Compromisos en el Líbano
Hace falta beneficiarse de la atmósfera positiva que ha reinado en nuestro país en los últimos días: durante la última reunión parlamentaria legislativa, a través de las posiciones nobles expresadas al día siguiente del atentado de Burj al Barajneh etc.
Debemos preservar este espíritu el tiempo más largo posible y renovamos la invitación a un compromiso general que pueda afectar a la Presidencia de la República, la formación del próximo gabinete, la acción del Parlamento y la ley electoral. Hace falta que los libaneses se concierten para sacar al país de la parálisis y no se preocupen de lo que sucede en el exterior, que va a estar cada vez más preocupado de sus propios asuntos.
Los libaneses no carecen de inteligencia, razón ni de líderes capaces de adoptar las posiciones correctas. A pesar de las dificultades que atraviesa nuestro país, con voluntad y seriedad podemos vencer todos los obstáculos.

  • Ankara derribó el avión de Rusia en su apoyo al terrorismo

    Ankara derribó el avión de Rusia en su apoyo al terrorismo

Turquía se ha mostrado como un país que no está dispuesto a aceptar la eliminación del grupo terrorista EIIL convertido en un punta de lanza de los intereses políticos y económicos del gobierno de Ankara en la zona.
El derribo de un avión de combate ruso – un caza bombardero ruso Sujoi Su-24 -en la frontera entre Siria y Turquía, donde desarrollaba labores de lucha contra grupos del movimiento terrorista es muestra de esta idea de complicidad de Ankara con el terror salafista. El derribo del bombardero y la posible muerte de los pilotos rusos generó la indignación de Moscú. Según medios de prensa rusos "El avión militar ruso Su-24 regresaba a la base aérea de Jmeimim cuando fue derribado por un caza turco F-16 en el territorio de Siria". El Ministerio de Defensa ruso agregó que "el análisis de los datos de vuelo registrados han mostrado claramente que no ha habido una violación del espacio aéreo turco".
Moscú acusó al gobierno de Recep Tayyip Erdogan de asestar, con este hecho, una puñalada en la espalda a Rusia. No sólo porque de esta manera se genera una tensa situación entre ambos gobiernos, sino también porque ha quedado demostrado, que Turquía no está dispuesta a apoyar una campaña cuyo objetivo sea derrotar a uno de los engendros políticos y militares que ayudó a nacer y del cual se beneficia., en materia de sostener sus propia campaña contra la población kurda tanto en territorio turco, como sirio e iraquí. Como también beneficiarse del robo de petróleo de los pozos ubicados en territorios dominados por el movimiento terrorista takfirí, violando con ello todas las disposiciones legales internacionales, que prohíben comerciar con el saqueo de las riquezas naturales de pueblos sometidos a la agresión militar.
Turquía compra el barril de petróleo robado en Siria e Irak a 15 dólares el barril y lo revende, no sólo en su mercado interno, sino que lo distribuye en Israel y países europeos donde es muy fácil determinar su origen si se usan métodos de trazabilidad, al cual se niegan los gobiernos europeos. Denuncia que el gobierno ruso había efectuado en el seno de la última reunión del G-20 – celebrada precisamente en Turquía,  donde el presidente Putin reveló fotografías aeroespaciales dando muestra de la magnitud del robo de hidrocarburos y consignando, que 40 naciones, dentro de ellas importantes miembros del G-20 participan del apoyo y financiamiento de los grupos terroristas takfirí y eran, por tanto, responsables de la agresión contra los pueblos de Siria e Irak. Como también de los sucesos derivados de este tipo de conducta claramente violatoria del ordenamiento jurídico internacional, como también del comercio ilegal de la compra y venta de petróleo.
Entre los clientes del crudo robado de Irak y Siria figuran algunos países europeos, que lo compran a un precio irrisorio, según indicó a finales del 2014 el director del Servicio Federal de Seguridad de Rusia  - FSB -  Alexánder Bórtnikov y que ha sido confirmado por la inteligencia alemana, sus medios de comunicación e incluso por el propio gobierno estadounidense, que ha señalado “haber cometido un error en la apreciación sobre la real magnitud del contrabando de petróleo a manos de Daesh” operaciones donde Turquía tiene un papel estelar y con claro beneficios a su gobierno. El Periódico británico The Guardian, denunció en julio del 2015 que “altos funcionarios del gobierno turco y miembros del ISIS estuvieron en contacto directo para realizar transacciones financieras para comprar petróleo robado de Irak y Siria”. Las informaciones que se manejan al respecto, consignan que el petróleo robado en Siria por el Frente al Nusra es vendido por Exxon Mobil - la compañía de los Rockefeller que tiene sus dominios en Qatar – uno de los financistas principales del terrorismo takfirí. Mientras que el petróleo robado por Daesh se comercializa a través de la empresa Aramco, que es una compañía de capitales estadounidenses y de Arabia saudita.
PUNTA DE LANZA PARA LA INTERVENCIÓN
Para el presidente ruso, Vladimir Putin el derribo del avión ruso en territorio sirio  muestra que “la pérdida de hoy nos la dieron en la espalda los cómplices del terrorismo” acusando directamente a Turquía de aliado del terror takfirí. El mandatario ruso afirmó que este tipo de acciones son sucesos que exceden el marco de lucha contra el terrorismo y que tendrá “graves consecuencias  para las relaciones entre Turquía y Rusia”. Por lo pronto el gobierno ruso convocó al Kremlin al agregado militar turco en la capital moscovita y suspendió un viaje programado a Ankara del jefe de la diplomacia rusa, el canciller Serguei Lavrov quien declaró que “observamos con alarma e aumento de las amenazas terroristas que ahora vienen desde territorio turco y ello es independiente del incidente que ha significado el derribo del Su- 24”
Turquía, por su parte, como miembro de la Alianza del Tratado del Atlántico Norte – OTAN – convocó a una reunión de urgencia de esta alianza militar, para tratar el caso del incidente que lo involucra y que puede generar un clima de enorme tensión frente a la posibilidad de una fuerte respuesta de Moscú a este hecho, que se une a las acciones terroristas sufridas por Rusia, como fue el caso del atentado contra un avión de pasajeros en Egipto y que significó la muerte de sus 233 pasajeros. Para Rusia, el hecho que Ankara haya convocado a su aliados militares en lugar de ponerse en contacto con el país agredido es una muestra de una conducta poco amistosa, lo que supone una ruptura de lo que Putin calificó como “los lazos amistosos entre los dos países. Quieren acaso poner a la OTAN al servicio del Estado islámico. En lugar de establecer contacto con nosotros de inmediato como debe hacerse, por lo que sabemos Turquía se dirigió a sus socios de la OTAN para discutir el tema, como si nosotros hubiéramos derribado su avión, y no ellos el nuestro" sostuvo un iracundo Putin, en el marco de una reunión sostenida con el Rey Abdalá II de Jordania.
Turquía había advertido a inicios del mes de octubre – cuando Rusa inició sus operaciones contra el terrorismo de Daesh y otros grupos takfirí en territorio sirio en apoyo de su sociedad- que la presencia rusa en Siria y cerca de la frontera con su país podría ocasionar algún tipo de dificultades, sobre todo considerando que el gobierno de Ankara, unilateralmente había decidido crear la denominada Zona de Exclusión Antidaesh – ZEAD -destinada a facilitar las acciones desestabilizadoras contra el gobierno sirio, a través de permitir el paso de mercenarios, logística y pertrechos militares por parte de Daesh a territorio sirio. Hechos denunciados por los propios medios de comunicación turcos y que significó una fuerte represión del gobierno de Erdogan a esos medios.
Efectivamente, el día 5 de octubre el primer Ministro Turco, Ahmed Davutoglu señaló al canal de televisión turco Haber Turk, que  ante la posible violación del espacio aéreo de su país  "Nuestras reglas de intervención son claras para quienes violen nuestro espacio aéreo. Nuestras fuerzas armadas tienen instrucciones claras sobre este tipo de infracciones. Aunque sea un pájaro volando, será interceptado. Y ante la posibilidad de una crisis frente a la posibilidad de un incidente aéreo nuestros canales permanecen abiertos deseando que Moscú abandone sus malas actitudes”.
Para Ankara esas malas actitudes tienen que ver con la postura firme de Moscú de defender al gobierno sirio,  frente a la política de agresión de occidente y sus aliados, entre ellos Turquía, en oposición al deseo y la conducta de la Coalición Internacional liderada por Washington que insiste en la salida de Bashar al Assad previo a cualquier idea de término del conflicto, avalando con ello que Daesh es un simple peón en la estrategia hegemónica occidental y sus aliados de la triada Ankara-Tel Aviv- Riad. La creación  de la “Zona de Exclusión Anti-Daesh” ZEAD- en Siria, han mostrado fehacientemente, que los planes de agresión contra Damasco han pasado de una etapa de apoyo al terrorismo a una clara intervención directa y pública en la guerra contra el país levantino, que sólo se ha visto postergado en su aplicación directa, gracias a la intervención de Rusia e Irán en la lucha contra el terrorismo takfirí.
Con la decisión de crear esta ZEAD, consensuada entre Ankara y Washington, se persigue concretar la vieja práctica, ya aplicada en la agresión a Serbia y posteriormente en Libia de crear sectores que estarían dotados, dentro del territorio sirio, de una autonomía de facto, que sería protegida por fuerzas militares extranjeras – terrestres y aéreas – disgregadas en el territorio sirio y por ende, fuera del alcance del poder del gobierno central sirio. El comienzo de esta operación se ha iniciado con la conformación de esta ZEAD pero que en verdad constituye un área de exclusión, cuya superficie de 10 mil kilómetros cuadrados, equivale al tamaño de El Líbano.
Una franja de terreno ubicada en la frontera turco-siria entre las localidades de Yarablus y Azaz, que cumple un doble objetivo para las pretensiones del gobierno de Erdogan, avalado y autorizado, lógicamente por el gobierno estadounidense: detener los avances de las fuerzas kurdas en su lucha contra Daesh y consideradas un peligroso ejemplo para la población kurda que en un 20 % conforma el total de la población de Turquía y al mismo tiempo, tener una base de operaciones, dentro del territorio sirio, que le permita seguir conspirando y ejecutando acciones, para derrocar al gobierno de Bashar al Assad.
En ese marco de operaciones, sin duda la presencia efectiva de las fuerzas rusas y sirias, los bombardeos a las posiciones salafistas son un obstáculo al trazado del plan de agresión contra siria. Y así, es necesario entonces implementar, ya sea operaciones de bandera falsa como fue el atentado en Ankara el pasado mes de octubre o derribar un avión ruso que tensione las relaciones y permita a la OTAN intervenir bajo el manto de la “seguridad y la paz internacional” viejo y falso eufemismo que esconde las aspiraciones hegemónicas de esta alianza militar.
Los medios occidentales han comenzado a transmitir la versión turca respecto a que el avión ruso violó el espacio aéreo turco, así como se ha hecho eco que la aviación rusa ha bombardeado posiciones e delo que occidente denomina rebeldes moderados y sindicados como aliados en la lucha contra Damasco. El gobierno ruso ha desmentido tajantemente la versión turca presentando sus propias pruebas respecto a que el Sujoi Su24 volaba un kilómetro dentro del territorio sirio en la frontera con Turquía. El avión militar ruso Su-24 regresaba a la base aérea de Jmeimim cuando fue derribado por un caza turco F-16 en el territorio de Siria", ha señalado el Ministerio de Defensa, que ha agregado que "el análisis de los datos de vuelo registrados han mostrado claramente que no ha habido una violación del espacio aéreo turco", 
Más allá de los dimes y diretes, el derribo del bombardero ruso muestra la delgada línea que separa las posiciones de aquellos que luchan activamente contra los grupos terroristas Takfirí, sean estos Daesh, Frente al Nusra u otros que Occidente califica como moderados, de aquellos que como Turquía, Jordania, Arabia Saudita y las Monarquías del Golfo Pérsico consideran aliados en su deseo de derrocar al gobierno de al Assad. Entre esos grupos que actúan bajo las órdenes de gobiernos rivales de damasco, se encuentran las artificiales Brigadas Turcomanas – que operan en territorio sirio – y que se han adjudicado la muerte de los dos pilotos rudos derribados en la frontera entre Siria y Turquía. Si esto se confirma, Moscú intensificará, con toda razón sus ataques contra aquellos movimientos que no son de Daesh ni Frente al Nusra, con el convencimiento que sus acciones terroristas deben ser combatidas con la misma fuerza.
Ankara está dispuesto a jugarse el todo por el todo con tal de recibir las migajas de la mesa de los poderosos de Washington, Berlín, París y Londres, en este afán ya enraizado en su política interna y externa de mirar a la Unión Europea como su norte. Para ello está dispuesto a asestar puñaladas a diestra y siniestra, complacer a sus amigos europeos y de Washington,  cooperar con la inteligencia israelí, vender su alma con tal de cruzar el Bósforo definitivamente, en el plano político y ser considerado uno más de los miembros del club europeo.
Y dentro de esas labores está cumplir las tareas sucias, ya sea en el apoyo efectivo a grupos terroristas como Daesh, perseguir a los grupos opositores y la minoría turca y comenzar su labor de campo de retención de los cientos de miles de refugiados que tienen a Europa como norte.  Turquía y su confianza en la alianza militar con la OTAN está dispuesta a pagar cualquier costo frente a la posibilidad de ser admitido en el club europeo, aunque ello conlleve una confrontación directa con Rusia. Misma labor que cumple el gobierno de Poroshenko en Ucrania. Turquía está jugando con fuego, esperanzado con los bomberos de la OTAN lleguen a tiempo para apagar un incendio con consecuencias imprevisibles para una zona ya en llamas.