lunes, 25 de mayo de 2009

Premier israelí hace referencia a un “Estado palestino”, aunque con “reservas” Lunes 25 de mayo de 2009


Lunes 25 de mayo de 2009

/ La Nación / Agencias


Premier israelí hace referencia a un “Estado palestino”, aunque con “reservas”


El tema de los asentamientos fue abordado en por Benjamín Netanyahu by su gabinete. Foto: AP
Israel rechaza volver a las fronteras preexistentes a 1967, ya que, como sostuvo su canciller, el ultraderechista Avigdor Lieberman, ello no garantiza la paz ni la seguridad de la región.

El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habló ayer públicamente de un "Estado palestino", por primera vez desde su elección en febrero, aunque expresó "reservas" al respecto, durante la reunión semanal de su gabinete.
"Claramente, debemos tener algunas reservas sobre un Estado palestino", declaró Netanyahu. "Esas cosas fueron claramente expresadas ante el Presidente (estadounidense Barack Obama) en Washington, el lunes ", agregó. "Cuando consigamos un acuerdo sustancial, lograremos un acuerdo sobre la terminología", añadió el jefe del gobierno.
Netanyahu habló por primera vez de un "Estado palestino" desde el triunfo de su partido, el Likud (derecha), en las elecciones legislativas del 10 de febrero y desde que asumió el cargo el 31 de marzo.
El gobernante propone centrar los esfuerzos en el fortalecimiento de la economía de Cisjordania, antes de iniciar negociaciones sobre el estatuto definitivo de los territorios palestinos. A cambio, Netanyahu exige que los palestinos reconozcan a Israel como un Estado judío, algo que la Autoridad Palestina rechaza.
ASENTAMIENTOS
En la misma reunión, Netanyahu advirtió que está dispuesto a permitir el crecimiento de las colonias o asentamientos ya existentes, aunque avisó que no tenía la intención de construir nuevos asentamientos en Cisjornadia.
"No tengo la intención de crear nuevos asentamientos, pero no es lógico pedirnos que no busquemos respuestas al crecimiento natural de cualquier construcción en Judea y Samaria (Cisjornadia)", declaró.
El Gobierno israelí se encuentra bajo fuerte presión internacional, principalmente de Estados Unidos, para que congele la colonización de Cisjordania ocupada.
Previamente, el viceministro israelí de Defensa, el laborista Mathan Vilna, afirmó que Israel quiere poner fin a las 24 a 26 colonias judías ilegales en la Cisjordania ocupada.
"Vamos a desplegar todos los medios necesarios para poner fin al fenómeno de los asentamientos sin autorización que nos causan un enorme perjuicio", declaró Vilani a la radio militar.
Fronteras de 1967
Mientras que el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, descartó ayer que su país retorne a las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días, de 1967.
"Hoy un retorno a las fronteras de 1967, como nos exhortan a hacer, no pondrá fin al conflicto y no garantizará ni la paz ni la seguridad", dijo Lierberman en Jerusalén.
Durante la guerra de junio de 1967, Israel ocupó Jerusalén este y Cisjordania, la meseta siria del Golán, la franja de Gaza y el Sinaí egipcio. El Estado hebreo se retiró del Sinaí en 1982 y de la franja de Gaza en 2005.
DECEPCIÓN
Por otra parte, la oficina del Premier se declaró "profundamente decepcionada" por el encuentro que mantuvieron la víspera en Damasco el canciller ruso, Serguei Lavrov y el jefe del Hamas en el exilio, Jaled Mechaal.
Ambos personeros se reunieron la noche del sábado tras su llegada a la capital siria, informó un responsable del movimiento islamista palestino.
Rusia mantuvo contactos con el movimiento islamista, en el poder en Gaza, para tratar de facilitar el diálogo con su rival Fatah.

http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20090524/pags/20090524213801.html

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Sri Lanka: el león que mató al tigre - 24 de mayo de 2009

Domingo 24 de mayo de 2009

Por Raúl Sohr / La Nación

OJO CON EL MUNDO

Sri Lanka: el león que mató al tigre

Así el ejército regular srilankés consiguió, luego de una larga campaña y numerosas batallas, cercar al último núcleo de los TLET y esta semana lo aniquiló. Sus principales líderes se suicidaron o fueron ejecutados. Prabhakaran tenía un tiro en el centro de su frente lo que hace suponer que no fue ultimado en combate.



La guerra civil en Sri Lanka, antiguamente Ceilán, concluyó en forma insólita. Rara vez un conflicto entre fuerzas regulares e irregulares culmina en una sangrienta batalla final. A lo largo de la historia las fuerzas insurgentes que no triunfan, y esa es la abrumadora mayoría, concluyen sus campañas diluyéndose en forma gradual. Lo ocurrido fue que sectores de la minoría tamil, que representa un 15% de la población de 20 millones de habitantes, tomaron las armas para enfrentar al ejército de la mayoría cingalesa. Pero en los últimos años abandonaron el principio fundamental de la guerra de guerrillas: la capacidad de dispersarse. Los Tigres de Liberación del Eelam Tamil (TLET) buscaron interpretar el malestar del norte del país, poblado por tamiles, e intentaron crear un Estado alternativo con su respectivo sistema de justicia, salud, educación y policía. En el plano militar fue el primer movimiento insurgente en utilizar en forma bastante regular cierta capacidad aérea. Así el tigre tamil buscó vencer al león cingalés, el león es el símbolo de la república democrática socialista de Sri Lanka.
Es una regla de la guerra que el bando más débil debe eludir las batallas frontales. El ejército de Colombo logró movilizar 50.000 efectivos equipados al más alto nivel. Las fuerzas oficialistas eran abastecidas por Estados Unidos, Gran Bretaña, China y Pakistán. Cabría suponer por este alineamiento que el TLET recibía el apoyo de India. En efecto tuvo respaldo desde el inicio de su campaña en 1972. Los tamiles tienen estrechos lazos con el continente, donde Sri Lanka es llamada también la "lágrima de la India", apelación comprensible si se observa un mapa pero que tras los trágicos sucesos cobra un sentido político. EL TLET se sintió traicionado por Nueva Delhi y en 1991 fue responsable del asesinato del Primer Ministro indio Rajiv Gandhi. En ese momento India cortó todo vínculo con los insurgentes. Quedó claro desde entonces el carácter imprevisible de Velupillai Prabhakaran, el despótico líder del movimiento. Éste tenía conciencia que había cometido un error garrafal al asesinar a Gandhi y que sin el apoyo de India sus fuerzas quedaban huérfanas a nivel internacional. En consecuencia, privilegió los aspectos militares antes que los políticos de su lucha. Así lanzó una serie de brutales atentados suicidas, entre los que destaca el de 1996 que provocó 91 muertos y 1.400 heridos en Colombo. Con una concepción de martirologio desesperanzado creó una unidad destinada a los atentados denominada los "tigres negros", en que participaron mujeres y niños. Como suele ocurrir en las sectas, Prabhakaran padeció al mismo tiempo de paranoia y sueños de grandeza. La primera enfermedad lo llevó a grandes purgas y ejecuciones precedidas de torturas de los sospechosos. En 2004 el TLET sufrió una gran escisión liderada por el número tres de su jerarquía, el coronel Karuna. Los delirios de poder lo llevaron a ignorar una correlación de fuerzas que le era completamente adversa.
Así el ejército regular srilankés consiguió, luego de una larga campaña y numerosas batallas, cercar al último núcleo de los TLET y esta semana lo aniquiló. Sus principales líderes se suicidaron o fueron ejecutados. Prabhakaran tenía un tiro en el centro de su frente lo que hace suponer que no fue ultimado en combate. Viene al caso contrastar a los tigres tamiles con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que los superan en mucho en antigüedad. Pese a que el Ejército colombiano ha aumentado sus efectivos y ha recibido más de cuatro mil millones de dólares en ayuda de Estados Unidos, está lejos de acabar con los insurgentes. Aunque ha conseguido asestarles serios golpes, los irregulares mantienen una considerable capacidad de combate. En definitiva, las organizaciones insurgentes triunfan o mueren según la eficacia de sus estrategias y el aspecto central, en el largo plazo, es político antes que militar. En este sentido en Sri Lanka queda atrás el nefasto Prabhakaran, pero con él no desaparecen las reivindicaciones de los tamiles por la inclusión y contra la discriminación. La victoria militar de Colombo sólo será permanente si cumple con la promesa recién formulada por el Presidente Mahinda Rajapaksa, que: "Ahora debemos vivir como iguales en este país libre". //LND

http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20090523/pags/20090523184405.html
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La internacional carapintada: El principal testigo en la causa por intento de magnicidio contra Evo Morales acusó al ex carapintada JORGE MONES

EL PAIS › Nota de tapa


Los líderes del “socialismo del siglo XXI”, Evo Morales, Bolivia (izq.), Rafael Correa, Ecuador (centro) y Hugo Chávez, Venezuela (der.), participaron ayer en la ceremonia recordatoria de la Batalla de Pichincha, localidad en las afueras de Quito, donde el 24 de mayo 1822 se selló la independencia ecuatoriana. Fotos: AFP
Por Nora Veiras

La internacional carapintada: El principal testigo en la causa por intento de magnicidio contra Evo Morales acusó al ex carapintada argentino Jorge Mones Ruiz de reunirse con el jefe del grupo terrorista desbaratado en Bolivia.

EN LA INVESTIGACION POR EL PRESUNTO INTENTO DE ASESINATO A EVO MORALES, UN TESTIGO VINCULO AL ARGENTINO MONES RUIZ





El grupo terrorista desbaratado en abril habría planeado matar al presidente Evo Morales y a otros funcionarios.


Un dedo que apunta al mismo ex carapintada


Ante la Justicia boliviana, el principal testigo de la causa dijo que Jorge Mones Ruiz se reunió con el cabecilla del grupo terrorista acusado. La comisión multipartidaria que integran diputados nacionales pediría información al gobierno argentino.

Por Nora Veiras


El testigo clave de la investigación que está realizando la Justicia de Bolivia sobre el presunto intento de magnicidio en ese país abrió la trama de vínculos nacionales e internacionales de Eduardo Rózsa Flores, alias Germán, señalado como cabecilla del grupo terrorista y muerto por la Policía Nacional. En su declaración ante la fiscalía, Ignacio Villa Vargas, chofer de Rózsa, detalló los contactos de su jefe con militares retirados argentinos e identificó al ex carapintada Jorge Mones Ruiz. Ante los datos aportados por Villa Vargas, la comisión multipartidaria, integrada por diputados nacionales, anticipó a la prensa que pediría información al gobierno argentino. El embajador en La Paz, Horacio Macedo, dijo a Página/12 que “hasta última hora del viernes no había recibido ningún requerimiento oficial sobre esas reuniones. En cambio, sí ha sido gestionado el pedido de extradición de otro militar prófugo por delitos de lesa humanidad, Luis Enrique Baraldini”.
Villa Vargas, quien acaba de ser imputado por terrorismo por la misma fiscalía, pasó de ser jefe de las Juventudes Cruceñistas, una organización secesionista de Santa Cruz de la Sierra, a chofer de Rózsa. Durante su extenso testimonio, “El Viejo” aseguró que el objetivo del grupo desbaratado el pasado 16 de abril en el Hotel Las Américas de Santa Cruz planeaba asesinar al presidente Evo Morales, a su vice Alvaro García Linera y al ministro de Gobierno, Juan Ramón Quintana. Dio detalles de los vínculos de Rózsa con el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, con el ex titular del Comité Pro Santa Cruz, Branko Marinkovic, y aseguró que uno de los pilares financieros era Hugo Antonio Achá Melgar, el titular de Human Wright Foundation, que abandonó el país y se instaló en los Estados Unidos apenas empezó la investigación. El viernes, el fiscal Marcelo Sosa –al mando de la instrucción– dispuso el embargo de los bienes de Achá. “El Código de Procedimiento Penal señala en uno de sus artículos la anotación preventiva de bienes del declarado rebelde o prófugo que evade la Justicia”, dijo Sosa, amparándose en el decreto de confiscación de bienes a quienes hayan financiado y apoyado acciones terroristas en Bolivia.
“Los gauchos”
–¿Qué otros vínculos internacionales tenía Rózsa? –le preguntó el fiscal a Villa Vargas.
–Sólo con los gringos, pero una vez lo llevé a una reunión en el hotel Los Tajibos, allí se encontró con el doctor Achá, una mujer y otra persona, me dijo que era un militar argentino que me acuerdo bien el nombre porque me pareció divertido: se llamaba Mona Ruiz (sic), con él y Achá entraron al hotel y al salir mientras lo llevaban a su hotel, él me dijo que habían hecho un buen trato y que ya llegarían los gauchos a entrenar a nuestra gente. Después me comentó que llegaría un grupo de avanzada y que él tenía que ver dónde lo acomodaría para que empiece el trabajo. Creo que llegaron unos siete, pero los vi sólo una vez, en estas cosas él era muy reservado.
El apellido que le resultó simpático a Villa Vargas es, en realidad, Mones Ruiz, el consecuente carapintada que participó de los alzamientos contra la democracia en los ’80 en defensa de la impunidad de los ejecutores del terrorismo de Estado. Entre el 25 y el 30 de marzo el ex carapintada estuvo en Bolivia como parte de un grupo de avanzada de UnoAmérica, la organización de ultraderecha que pretende ser la contratara de Unasur y dice estar investigando la Masacre de Pando con el fin de presentar una denuncia contra el gobierno de Morales ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (ver aparte).
El 12 de mayo, Página/12 consignó que un informe que llegó a la Cancillería argentina daba cuenta de que “estaría presente en la zona del Beni (norte de Bolivia) una célula argentina de once ex carapintadas que se sumarían a otras dos células (brasileña y uruguaya), integradas por ex militares que habrían estado en misión en los Balcanes. La mencionada ‘célula argentina’ habría mantenido contactos con sectores de ‘ultraderecha’, opositores al actual gobierno nacional boliviano, en Santa Cruz y en Cobija, departamento de Pando”. La información, fechada el 4 de mayo, señala que “empresarios y terratenientes de Santa Cruz de la Sierra habrían requerido la presencia de los ex militares con el objetivo de ser instruidos en materia de autodefensa ante eventuales intentos de apresamiento por parte de organismos oficiales”.
La participación en la Guerra de los Balcanes habría sido el lugar de encuentro de uniformados argentinos con Rózsa, el ciudadano boliviano-húngaro-croata que se convirtió en “héroe” de esa guerra y regresó a Bolivia con el objetivo de lograr la autonomía de Santa Cruz de la Sierra. Rózsa, un fanático que supo ser militante del Opus Dei y luego del islamismo, confesó en una entrevista realizada en setiembre del año pasado por la televisión húngara –con el compromiso de ser difundida sólo en caso de muerte– que un grupo de opositores políticos lo contactó hace más o menos año y medio desde Santa Cruz. Su misión principal era defender la región de los grupos y milicias de indígenas. “Estamos dispuestos, dentro de unos meses, en el caso de que la coexistencia no funcione y en virtud de la autonomía, a proclamar la independencia (de Santa Cruz) y crear un nuevo país”, dijo Rózsa, quien se hacía llamar también Germán. El reportaje está fechado el 8 de septiembre, apenas tres días después se produjeron los asesinatos, secuestros y torturas de decenas de campesinos en el departamento de Pando. El entonces prefecto de ese departamento, Leopoldo Fernández, está preso como responsable de haber ordenado la masacre. El titular de UnoAmérica, Alejandro Peña Esclusa y Liliana Raffo, la viuda del teniente coronel Horacio Fernández Cutiellos, acompañante de Mones Ruiz en su periplo por Bolivia, visitaron al detenido para brindarle su solidaridad a fines de marzo. Fernández Cutiellos fue muerto durante el intento de copamiento del Regimiento de La Tablada por parte del Movimiento Todos por la Patria (MTP) en enero del ’89.
Donde hubo fuego
Mones Ruiz se desempeñó como agregado militar en la embajada argentina en Bolivia durante la última dictadura. Desde entonces cosecha vínculos con camaradas en actividad y retirados de ese país. Gracias a esas lealtades corporativas pudo reinsertarse en sociedad otro ex carapintada prófugo de la Justicia argentina que también ocupó el mismo destino diplomático: Luis Enrique Baraldini. El embajador Macedo confirmó que Interpol Bolivia está buscando al oficial a pedido de una orden del juez federal Daniel Rafecas.
El diario El Nuevo Día, de Santa Cruz de la Sierra, publicó en marzo de 2006 que Baraldini había instalado una escuela de equinoterapia, El Centro Ecuestre Especial. En esa oportunidad, Luis Baraldini se hizo llamar “Luis Pelliegre”, en vez de Pellegri, como es el apellido materno. “La inteligencia y capacidad de trabajo, pero sobre todo la lealtad, compañerismo y nobleza de éstos animales hace que tengamos buenos resultados y que los niños disfruten su terapia”, declaró el ex jefe de la Policía de La Pampa buscado por delitos de lesa humanidad.
El militar que desapareció de la Argentina en 2003 apenas se reactivó el juicio por la represión ilegal en La Pampa fue contenido por sus pares bolivianos. El diario La Arena de La Pampa informó que “hasta fue condecorado por el Círculo de Oficiales del Ejército de ese país en el año 2005 con la Gran Cruz. También actuó como comisario en campeonatos ecuestres en el Country Club Cochabamba, un exclusivo barrio privado de esa zona. Había actuado como agregado militar entre 1980 y 1982 donde adiestró a oficiales bolivianos y también continuó con la actividad de los caballos de equitación”.
En su reciente viaje a Bolivia, Mones Ruiz se habría reunido también con Baraldini. Después de esos encuentros, el oficial abandonó sus caballos y hasta ahora Interpol no logró localizarlo.
El avance de la investigación sobre el supuesto grupo terrorista desbaratado en Santa Cruz de la Sierra está cerrando el círculo de relaciones peligrosas.


Permalink:http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-125546-2009-05-25.html




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EL PRESIDENTE DE UNOAMERICA, PRESENTADO POR MONES RUIZ



De conferencia en el Jockey Club


Por Nora Veiras



El coqueto salón del Jockey Club de la ciudad de Córdoba fue el escenario elegido para la conferencia del ilustre visitante. El presidente de la Unión de Organizaciones Democráticas de América (UnoAmérica), el venezolano Alejandro Peña Esclusa, fue paseado la semana pasada por el delegado en la Argentina, el ex carapintada Jorge Mones Ruiz. Ante distintos auditorios se explayó sobre la necesidad de “enfrentar los ataques a la libertad y la democracia amenazada por el socialismo del siglo XXI” que encarnan los gobiernos de Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa especialmente. Ambos conferencistas defendieron sus incursiones en Bolivia porque van a presentar una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos culpando al gobierno boliviano de haber orquestado la Masacre de Pando.
El auditorio cordobés exhalaba cierto olor a naftalina. Rostros semejantes se reunieron en el Club del Progreso aunque aparecieron algunos más conocidos: Gustavo Breide Obeid, otro ex carapintada reciclado en fallido candidato electoral y un amigo de todas aquellas batallas, el empresario y ex viceministro de Defensa del menemismo Vicente Massot.
Peña Esclusa despotricó contra “el marxismo-leninismo” de Chávez y extendió sus condenas hasta Luiz
Inácio Lula da Silva. Dijo que Lula y Fidel Castro son los creadores del Foro de San Pablo, por lo tanto tienen los mismos proyectos que Chávez, y que el presidente de Brasil es parte de ese socialismo y avala a esos dictadores como Chávez. Peña Esclusa aseguró que el presidente venezolano no llegará a diciembre del 2010 y se atrevió a decir que en su país no hay salida electoral al proceso chavista.
Este ingeniero venezolano que está de gira proselitista por América latina porque “la salida debe ser regional y todavía es posible” se mostró decepcionado por la actitud de Barack Obama en la Cumbre de las Américas. Dijo que hubiese esperado que fuera más enérgico y que le hubiese contestado a Chávez cuando le regaló un libro. Peña Esclusa se excusó de ser él más enérgico porque estaba en otro país. En rigor, lo bueno de UnoAmérica y sus adláteres es que son explícitos.


Permalink:http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/125546-40132-2009-05-25.html



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Lunes 25 de mayo de 2009

/ La Nación / Agencias


Rafael Correa manifestó, incluso, que “radicalizará la revolución ciudadana”


Ecuador, Bolivia y Venezuela reiteran “alianza socialista”


Los mandatarios de izquierda se reencontraron en Ecuador, para celebrar la independencia de este país. Los gobernantes estuvieron de acuerdo en acelerar el socialismo dada la actual coyuntura económica, por lo que no dejaron de criticar a los Estados Unidos.

Los presidentes de Ecuador, Bolivia y Venezuela pusieron en alto ayer su alianza socialista durante los festejos independentistas de Quito, con el compromiso del Mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, de también "radicalizar su revolución".
"No vamos a cambiar de rumbo, por el contrario, vamos a radicalizar y profundizar nuestra revolución ciudadana, acelerando nuestros procesos", afirmó Correa en un discurso con motivo de los 187 años de la Batalla de Pichincha, que terminó con la colonización española.
Los mandatarios se reencontraron dos años y medio después de que sellaran lo que la prensa bautizó como la "trinidad socialista", en una ceremonia indígena celebrada en Zumbahua, al sur de Quito.
Entonces Correa se aprestaba a asumir el poder y ahora en presencia de sus aliados y recién reelegido, prometió llevar a fondo el proyecto socialista que ya hundió raíces en Venezuela y se abre paso en Bolivia.
Al saludar a sus homólogos Hugo Chávez y Evo Morales, Correa ratificó su compromiso con el modelo integracionista de inspiración bolivariana que alientan los tres gobiernos.
"Radicalizaremos la revolución ciudadana continuando con nuestra política de apertura a todos los países del mundo, en un marco de mutuo respeto, buscando la integración latinoamericana para seguir construyendo esa patria grande", indicó.
Los tres países promueven el llamado socialismo del siglo XXI con marcadas diferencias en el manejo económico. No obstante, comparten su recelo con Estados Unidos acercándose al mismo tiempo a Irán y Rusia, críticos de la Casa Blanca.


NEGOCIOS PETROLEROS


Antes de su encuentro con Morales ayer, los líderes de Ecuador y Venezuela se reunieron en Quito para dar seguimiento a sus múltiples convenios que incluyen el intercambio de crudo ecuatoriano por derivados, la exploración de gas y la construcción de una megarrefinería.


Chávez también propuso acelerar el socialismo en la actual coyuntura económica mundial, se mostró satisfecho con la recuperación de los presos del petróleo y al igual que Correa apoyó que el Estado asuma el control de los recursos estratégicos.


"No nos demoremos, apuremos el paso, aceleremos el paso, la crisis mundial nos obliga. Se nos abre un camino en la construcción de un mundo nuevo, de una forma histórica nueva, para nosotros (es) el socialismo", declaró Chávez.


Defensa frente a LA PRENSA


Asimismo, coincidieron en sus críticas a los medios informativos y plantearon la creación de un organismo a instancias de la recién creada Unión Suramericana de Naciones (Unasur) que "defienda a los gobiernos de los abusos de la prensa".
"Cuando sea presidente de la Unasur lo voy a plantear formalmente: crear instancias que defiendan a los ciudadanos y a los gobiernos legítimamente elegidos de los abusos de la prensa", señaló Correa en conferencia de prensa conjunta.


Ayer los tres jefes de Estado recibieron honores militares y participaron en actividades vinculadas con la conmemoración independentista antes del viaje de partida por separado de Chávez y Morales.
En su discurso, Correa destacó sus logros electorales y cuestionó la existencia de una real democracia en América Latina.


"Pese a ser vencedores, seguimos sosteniendo que en Ecuador y América Latina todavía no tenemos democracia, a lo sumo tenemos elecciones", expresó. LN


Piden afianzar Banco del Sur y el Sucre

Los gobernantes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez, reunidos en Quito, solicitaron a sus socios sudamericanos afianzar el Banco del Sur y el Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), como mecanismos para robustecer la integración regional. Chávez recordó que éstos son dos instrumentos que se han probado para crear un espacio económico común. Ambos líderes suscribieron ayer un mecanismo de compensación, en el marco de lo que Chávez denominó “la nueva arquitectura financiera regional”. Correa, por su parte, afirmó que estudia el ingreso pleno de su país a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) dada la vocación integracionista de la entidad.

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Guerras mayores y más sanguinarias equivalen a justicia y paz - por James Petras

La granja de los animales de Obama



Guerras mayores y más sanguinarias equivalen a justicia y paz



por James Petras*




Estados Unidos ha forzado a su general David D. McKiernan a la renuncia por considerarlo incapaz de cumplir su misión y viene de nombrar como sucesor al general del ejército Stanley McChrystal, quien se convierte entonces en el nuevo comandante des las fuerzas armadas estadounidenes, de la OTAN y en Afganistán. De esta manera, Obama nombra a un militar que tiene un oscuro pasado reciente: Stanley McChrystal no sólo creó la JSOC (Joint Special Operations Command), un comando especial y secreto implicado en una serie de abusos y otras barbaridades, cómo las torturas en las prisiones en Irak, sino que este brutal militar es un ferviente seguidor de las doctrinas neoconservadoras de la era Bush. Todo esto promete más escalada militar en Afganistan y más guerra en la agenda imperialista.


En esta foto archivo fechada 14 de abril de 2003 publicada por el Pentagono se puede apreciar al Mayor General Stanley McChrystal, hoy el presidente Obama acaba de nombrarlo comandante supremo de las fuerzas armadas estadounidenses y de la OTAN. _________________________________________________

«Los Deltas son unos psicópatas… Tienes que ser un psicópata acreditado para unirte a la Fuerza Delta...», me dijo en Fort Bragg, allá por los años ochenta, un coronel del ejército estadounidense. Ahora, el Presidente Obama acaba de ascender al más infame de los psicópatas, el General Stanley McChrystal, a la jefatura del mando militar estadounidense y de la OTAN en Afganistán.

El ascenso de McChrystal para ese papel dirigente ha venido marcado por el papel fundamental desarrollado en la dirección de los equipos de operaciones especiales encargados de ejecutar asesinatos extrajudiciales, torturas sistemáticas, bombardeos de comunidades civiles y misiones de búsqueda y destrucción. Incardina totalmente la brutalidad y la afición a la sangre que acompaña la construcción del imperio dirigida por el ejército. Entre septiembre de 2003 y agosto de 2008, McChrystal estuvo al Mando de las Operaciones Especiales Conjuntas del Pentágono (JSO, por sus siglas en inglés) que se sirven de equipos especiales para perpetrar asesinatos en el exterior.
El punto a destacar de los equipos de «Operaciones Especiales» (SOT, por sus siglas en inglés) es que entre sus opositores no distinguen entre civiles y militares, entre activistas y sus simpatizantes y la resistencia armada. Los SOT están especializados en establecer escuadrones de la muerte y reclutar y entrenar fuerzas paramilitares para aterrorizar a las comunidades, barrios y movimientos sociales que se opongan a los regímenes clientelistas de EEUU. El “contraterrorismo” de los SOT es terrorismo al revés, dedicándose a perseguir a los grupos sociopolíticos existentes entre los apoderados de EEUU y la resistencia armada.
Los SOT de McCrystal seleccionaron como objetivos a los dirigentes de la resistencia nacional y local en Iraq, Afganistán y Pakistán, atacándoles a través de acciones de comandos y bombardeos aéreos. Durante los últimos cinco años del período Bush-Cheney-Rumsfeld, los SOT estuvieron profundamente implicados en las torturas a prisioneros políticos y sospechosos. McChrystal era especialmente el favorito de Rumsfeld y Cheney por estar encargado de las fuerzas de “acción directa” de las “Unidades de Misiones Especiales”.
Los operativos de “Acción Directa” están constituidos por torturadores y escuadrones de la muerte y el único deber que sienten para con la población local es el de desencadenar el terror, no el de hacer propaganda. Se comprometen en la “propaganda a partir de los muertos”, en los asesinatos de dirigentes locales con objeto de “enseñar” a la población local a obedecer y someterse a la ocupación. El nombramiento por Obama de McChrystal para el mando supremo refleja una grave y nueva escalada militar de su guerra de Afganistán frente a los avances de la resistencia por todo el país.
El deterioro de la posición de EEUU se pone de manifiesto en el endurecimiento del cerco alrededor de todas las carreteras que entran y salen de la capital afgana, Kabul, así como en la expansión del control e influencia talibán a través de la frontera entre Pakistán y Afganistán. La incapacidad de Obama para reclutar nuevos refuerzos por parte de la OTAN significa que la única oportunidad con que cuenta la Casa Blanca para progresar en su avance imperial militarista es aumentar el número de tropas estadounidenses e incrementar la ratio de muerte entre todos y cada uno de los supuestos sospechosos civiles en los territorios controlados por la resistencia armada afgana.
La Casa Blanca y el Pentágono afirman que el nombramiento de McCrystal se debe a las “complejidades” de la situación sobre el terreno y a la necesidad de “un cambio en la estrategia”. El término “complejidad” es un eufemismo para tratar de ocultar el incremento masivo de la oposición a EEUU, que complica las operaciones tradicionales de “barrido militar y bombardeos” en alfombra. La nueva estrategia practicada por McChrystal necesita de “operaciones especiales” a largo plazo y a gran escala para devastar las redes sociales locales y asesinar a sus dirigentes, que son quienes proporcionan el sistema de apoyos que necesita la resistencia armada.
La decisión de Obama de impedir la publicación de decenas de fotografías que documenta las torturas a los prisioneros llevadas a cabo por las tropas y los “interrogadores” estadounidenses (especialmente bajo el mando de las “Fuerzas Especiales”) está directamente relacionada con el nombramiento de McChrystal, cuyas fuerzas “SOT” están profundamente implicadas en las extensas prácticas de tortura ejecutadas por todo Iraq. De igual importancia es que bajo el mando de McChrystal, el DELTA, SEAL y los Equipos de Operaciones Especiales tendrán un papel mayor en la nueva “estrategia de contrainsurgencia”. La afirmación de Obama de que la publicación de esas fotos afectaría adversamente a las “tropas” tiene un significado especial: La exposición gráfica del modus operandi de McChrystal durante los últimos cinco últimos años del mandato del Presidente Bush minaría su eficacia a la hora de ejecutar idénticas operaciones bajo Obama.
La decisión de Obama de recuperar los “tribunales militares” secretos de los prisioneros políticos extranjeros que se establecieron en la prisión del campo de Guantánamo no es una simple repetición de las políticas de Bush-Cheney, que Obama había condenado y prometido eliminar durante su campaña presidencial, sino parte de su política más amplia de militarización y coincide con la aprobación de las mayores operaciones secretas de vigilancia policial desencadenadas contra ciudadanos estadounidenses.
Poner a McChrystal a cargo de las extendidas operaciones militares afgano-pakistaníes significa colocar a un tristemente célebre profesional del terrorismo militar –de la tortura y asesinato a cuantos se oponen a las políticas estadounidenses- en el centro de la política exterior de EEUU. La expansión cuantitativa y cualitativa de Obama de la guerra de EEUU en el Sur de Asia significan cifras masivas de refugiados escapando de la destrucción de sus campos, hogares y pueblos; decenas de miles de muertes de civiles y la erradicación de comunidades enteras. Todo esto es lo que se va a ver ejecutar a la administración Obama en su intento de “atrapar el pez (activistas e insurgencia armada) vaciando el lago (desplazar poblaciones enteras)”.
La restauración por Obama de todas las políticas más nefastas de la Era Bush y el nombramiento de su más brutal comandante se basan en su total abrazo de la ideología de construcción del imperio a través del ejército. Una vez que uno cree (como hace Obama) que el poder y la expansión estadounidense se basan en la contrainsurgencia y en las conquistas militares, cualquier otra consideración económica, moral, diplomática e ideológica estará subordinada al militarismo. Al centrar todos los recursos en conseguir triunfar en la conquista militar, apenas podrá prestarse atención a los costes soportados por los pueblos machacados por la conquista ni a las necesidades de la economía interna y del Tesoro estadounidenses. Esto ha quedado claro desde el principio: En medio de una importante recesión/depresión, con millones de estadounidenses perdiendo sus empleos y hogares, el Presidente Obama aumentó el presupuesto militar en un 4%, elevándolo por encima de los 800.000 millones de dólares.
El abrazo al militarismo de Obama quedó patente a partir de su decisión de ampliar la guerra en Afganistán a pesar del rechazo de los países de la OTAN a comprometerse enviando más tropas. Y resulta obvio ante la designación del General de las Fuerzas Especiales más duro e infame desde la era Bush-Cheney para encabezar un mando militar que tiene la misión de doblegar las zonas fronterizas de Pakistán.
Es lo mismo que George Orwell describía en su Granja de Animales: Los Cerdos demócratas están ahora embarcados en las mismas brutales políticas militaristas de sus predecesores, los porquerizos republicanos, sólo que ahora todo se hace en nombre de los pueblos y de la paz. Orwell podría parafrasear la política del Presidente Barack Obama diciendo: “Guerras mayores y más sanguinarias equivalen a justicia y paz”.
James Petras es profesor emérito de sociología en la universidad de Binghamton (New York). Intelectual emblemático de la izquierda estadounidense, es autor de numerosas obras. James Petras es miembro de la conferencia «antiimperialista» Axis for Peace que organiza la Red Voltaire.


http://www.voltairenet.org/article160128.html

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25 de Mayo de 2009

Análisis internacional

Obama el pacifista y Cheney el embajador del miedo

En el discurso de Obama, por primera vez en un documento oficial, se afirma que Estados Unidos, al salirse del curso legal y del derecho e instalar el miedo, estaría estimulando un clima de guerra y de amenazas, que a su vez tiene implicancias negativas en la seguridad.
Por Juan Francisco Coloane
El senado norteamericano, con votos abrumadores de demócratas y republicanos, ha rechazado la propuesta del gobierno para implementar el proyecto de cierre de la cárcel en Guantánamo.
Esto se produce en sincronía con una fuerte campaña del partido republicano para incidir en la percepción pública de que el cierre de Guantánamo vulnera la seguridad de EE.UU.
El tema de la seguridad nacional es popular en EE.UU., genera votos para los políticos y varios analistas ven el rechazo como demagógico y sin fundamento.
Un portavoz de la operación "Mantener Guantánamo" es el ex vicepresidente, Dick Cheney, con su repetida declaración de que su cierre para albergar "enemigos de la nación" -virtualmente convertida en un campo de concentración- atenta directamente contra la seguridad nacional.
El gobierno sostiene que al mantener Guantánamo como cárcel de detenidos por sospechas de ser terroristas se está haciendo todo lo contrario, y que se violan los principios que sustentan a EE.UU.
El poder de los valores fundamentales, la declaración de independencia, la constitución, la carta de los derechos, las estructuras básicas de libertad y justicia, fueron reiterados en el discurso de Barack Obama el 21 de mayo pasado en las dependencias del Archivo Nacional en Washington DC. Con otras palabras, reconocía que con Guantánamo y sin el plan de procesamiento de detenidos que fue anunciado, EE.UU. constituía un Estado de excepción.
Esta oposición al cierre no constituye sorpresa, es un duelo anunciado y de larga data, cuya centralidad representa el núcleo del debate en torno a la seguridad nacional.
Se identifica por una parte la lógica del miedo para defender y atacar, de Dick Cheney. Por la otra, la del derecho y la justicia para disuadir y lograr paz, de Barack Obama.
Son dos lógicas que se contraponen como si operaran en un sistema de castas fundacionales opuestas para formar una nación, encarnadas en dos políticos como Barack Obama, el misionero de la paz, y Dick Cheney, el "embajador del miedo". Título en castellano de un magistral film sobre la seguridad nacional de John Frankenheimer.
De allí que Obama hable repetidamente de "Hacer perfeccionar la Unión", como el sueño (¿utópico?) del idealista, y que es aplicable a toda nación.
En el discurso de Obama, por primera vez en un documento oficial, se afirma que Estados Unidos, al salirse del curso legal y del derecho e instalar el miedo, estaría estimulando un clima de guerra y de amenazas, que a su vez tiene implicancias negativas en la seguridad.
El comentario provenía de la máxima autoridad del país, que se percibe en una buena parte del mundo como el instigador del clima de violencia global al adoptar una doctrina de seguridad nacional basada en la guerra internacional contra el terrorismo, concebido como una suerte de paradigma en el eje amenaza-protección.
El análisis internacional a partir de la declaración de guerra internacional contra el terrorismo del equipo Bush/Cheney, se reduce a un esquema rígido y nuevamente bipolar de opciones. O se está a favor o se está en contra de esa guerra.
El análisis queda suspendido porque la mayor parte de éste se reduce a una guerra contra el terrorismo que en el fondo es una hipótesis de trabajo o una conjetura, y no una realidad desde la perspectiva de una amenaza a la supremacía estadounidense en el mundo, que es en definitiva lo que respalda su seguridad nacional.
De alguna forma, el argumento de los halcones duros sobre la supremacía se enredó, porque definitivamente la seguridad nacional de Estado Unidos no puede estar amenazada por el terrorismo internacional y un conjunto de amenazas fragmentadas y dispersas, y menos puede estar amenazada la supremacía norteamericana.
Por otra parte, mientras los neoconservadores, sean republicanos o demócratas, intentan sustentar la tesis de la guerra internacional antiterrorista, los verdaderos problemas políticos internacionales mayores, como son las relaciones entre occidente y el mundo árabe e islámico, la dificultad de recuperar el Estado palestino, el concebir a Israel como un Estado patrulla y propagador de la democracia occidental en la zona, la reemergencia de Irán como potencia regional, no alcanzan a formar un caudal de poder para sostener que la supremacía norteamericana está en disputa. En su mayor parte son remanentes de situaciones no resueltas de la Segunda Guerra Mundial o de la Guerra Fría, que la alianza transatlántica con la mayor parte del poder a su disposición, no ha sabido resolver.
Es probable que el concepto central de la seguridad nacional y su materialización en el momento de la actual crisis económica y social en el mundo no se perciba como crucial.
Esto quizás se deba a que el problema de la fragilidad de los instrumentos para mantener la paz y contener la guerra no se ve como esencial en un escenario desprovisto de potencias al acecho para dar el zarpazo y situarse en la pulgada mayor de la expansión. La guerra internacional contra el terrorismo -de la cual depende la absurda legalidad de Guantánamo- ha distorsionado aún más ese concepto central.
Todo esto puede cuadrar en la abstracción, sin embargo los países continúan armándose, comprando tecnología letal que se desplaza, desarrollando capacidad nuclear, compitiendo uno con el otro en función de la protección y la seguridad nacional. Y precisamente la necesidad de reacondicionar permanentemente la seguridad, es pieza central en el debate y en el escenario del reacomodo de poder interno en el país que gravita en forma determinante en el resto de las naciones y en los equilibrios internacionales.
Por las implicancias en el funcionamiento de la sociedad, el debate de la seguridad nacional al principio y al final es un debate sobre el derecho, quedando demostrado que el objetivo de la protección o la seguridad del Estado, desde el discurso aristotélico, pasando por visiones más modernas de las naciones hasta la era post Segunda Guerra Mundial, se atasca cuando se intenta aplicar el derecho con estricto rigor.
La carta de los Derechos, específicamente en referencia a los individuales, no armoniza y menos ensambla en las necesidades de la protección, porque quién decide los cánones de esa protección no son los individuos y ni siquiera las colectividades de individuos, sino que son un patrimonio político de estructuras de poder asociadas a la fábrica de soberanía que son el Estado y las naciones, con el sensor ciudadano remotamente ubicado.
En la teoría Estados Unidos cree en esos principios de libertad, justicia e igualdad, sin embargo, por el extenso legado de confrontación y amenaza producido por el hálito de supremacía y expansión, queda entrampado.
Por eso resulta paradójico que el presidente de una nación que luchó más de 90 años contra una doctrina tildada de opresora, como fue el comunismo, tenga que recurrir a los principios más básicos para sustentar su argumento de cerrar Guantánamo
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http://www.elmostrador.cl/index.php?/noticias/articulo/obama-el-pacifista-y-cheney-el-embajador-del-miedo/

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ADRIAN MOYANO Y EL LIBRO CRONICAS DE LA RESISTENCIA MAPUCHE


LITERATURA › ADRIAN MOYANO Y EL LIBRO CRONICAS DE LA RESISTENCIA MAPUCHE


Adrián Moyano trazó la primera historia mapuche en la Argentina.
Imagen: Arnaldo Pampillon
Reconstrucción del pueblo indígena


El periodista, residente en la Patagonia, acompaña desde hace más de quince años las reivindicaciones de la comunidad aborigen. “Según el mitrismo triunfante y el proyecto de Roca, los argentinos éramos todos blancos”, asegura.

Por Silvina Friera


Adrián Moyano, licenciado en Ciencia Política y periodista, no es descendiente de mapuche, pero su familia paterna tiene esa mezcla que Atahualpa Yupanqui definía como “criollo de pata en el suelo con indio ilustrado”. Desde 1991 reside en Bariloche (Furilofche) y hace más de quince años que acompaña las reivindicaciones del pueblo mapuche con su trabajo periodístico. Crónicas de la resistencia mapuche es un libro ineludible que viene a reparar una omisión que a esta altura del partido nos interpela a todos. No existía, hasta la publicación del texto de Moyano, una historia del pueblo mapuche en la Argentina. Quizá más de uno pensará, acaso para tirar la pelota fuera de la cancha, que el problema es que el sujeto de la historia a reconstruir es un pueblo indígena que en su momento eligió no expresarse a través de la escritura.


Los investigadores se refugiaron cómodamente en los archivos y en los relatos que escribieron sacerdotes, viajeros, militares y funcionarios –reales o republicanos– y repitieron viejos prejuicios: el religioso siempre consideró que su misión por estos pagos era “salvar las almas” de los “infieles”. El viajero que transitó por el territorio mapuche libre fue partícipe del etnocentrismo de aquellas épocas y rara vez intentó relacionarse con sus anfitriones o compañeros de travesía en un plano de igualdad. Pero si hace más de dos décadas que empezó un proceso sostenido de revalorización de la narración oral como fuente tan válida como los documentos o los testimonios escritos, la pregunta que cae de maduro y avergüenza es por qué nadie reparó en consultar a los interesados directos, los mapuches, cuando aún hoy, a pesar de la usurpación de sus tierras y de su exclusión sistemática de la “historia oficial”, existen cerca de 50 comunidades en la provincia de Neuquén, 40 en Río Negro y 30 en Chubut.


Como Moyano vive en “los suburbios del Wallmapu” (territorio ancestral mapuche), le interesó confrontar dos de las afirmaciones predominantes y repetidas hasta el hartazgo: que los mapuches vinieron de Chile y que recién hubo mapuches al sur del río Limay después de la “Campaña al Desierto”. Las aseveraciones, plantea el autor, no son inocentes. “La primera procura quitarle el carácter de originario al pueblo mapuche en la Argentina y la segunda sirve para negarles derechos territoriales a las comunidades que habitan en las provincias de Río Negro y Chubut”, aclara el periodista. Los mapuches se desa-rrollaron como pueblo a uno y otro lado de la cordillera antes de la llegada de los españoles. Las comunidades ya tenían como espacios territoriales campos al sur del Limay por lo menos hacia fines del siglo XVIII. Hay crónicas históricas e inclusive estudios arqueológicos que refuerzan esta hipótesis. “El proyecto político que triunfó en la Argentina no sólo negó nuestra matriz indígena sino también la matriz negra y la mestiza”, dice Moyano a Página/12. “Según el mitrismo triunfante y el proyecto de Roca, los argentinos éramos todos blancos que bajamos de los barcos; no sólo el pueblo mapuche sino otros pueblos indígenas fueron excluidos de esta narración. Y todavía no son del todo considerados.” El libro de Moyano incluye los relatos tradicionales del Treg Treg y Kay Kay, dos fuerzas opuestas que se dicen que son como hermanas –la primera asociada a la protección de las especies, entre ellas el che (humano), y la segunda encargada de proteger las aguas–, los combates de Lautaro (gran estratega militar que el pueblo recuerda porque enseñó a combinar la acción de las diferentes armas en el campo de batalla e inventó armas como el garrote arrojadizo) hasta el más reciente conflicto con la trasnacional Benetton y la larga lucha por la recuperación de Pulmarí, entre otros episodios que demuestran cómo el pueblo mapuche sigue peleando. Y resistiendo, desde que llegó el primer contingente de españoles que capitaneaba Diego de Almagro.


Aunque Moyano subraya el valor enunciativo de la Constitución Nacional de 1994, advierte que “a la hora de poner en marcha uno de los recursos que prevé la ley que está en vigencia, que es consultar a las comunidades sobre qué quieren que pase dentro de su territorio, me refiero a las explotaciones petroleras, mineras, turísticas, eso se soslaya olímpicamente”. El reclamo mapuche de máxima en la actualidad en toda la cordillera es la autonomía y la recuperación de la autodeterminación. “Estamos a años luz de discutir estos reclamos frente al Estado argentino. El pueblo mapuche se reparte entre las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, minoritariamente en Santa Cruz, un poco en La Pampa y en la provincia de Buenos Aires, y cada provincia es un mundo aparte”, señala el periodista.


–¿Esa nación mapuche incluiría a todos o sería una autonomía por cada una de las provincias en las que viven las comunidades?


–Algunas cuestiones no están aún resueltas. No se trata del concepto jurídico de nación sino de encontrar fórmulas que permitan recuperar la autodeterminación en cuestiones como por ejemplo que sean las comunidades las que decidan de qué manera explotar sus recursos naturales, si es que lo deciden, y ver de qué manera se establecen resortes institucionales para que haya mecanismos de diálogo entre los estados provinciales y nacional con representación de las comunidades.


–Usted recuerda que los mapuches jamás constituyeron un Estado y que su organización política, que nada tenía de monárquica, es más bien horizontal. ¿Hasta qué punto estas características contribuyeron a la resistencia?


–Históricamente lo que pasaba es que llegaba determinado expedicionario español y negociaba u acordaba con determinada parcialidad del pueblo mapuche, pero las demás parcialidades no estaban sujetas a ese acuerdo. Y eso generó equívocos muy importantes. Pero también me parece que esta es una de las claves por las que el pueblo mapuche alcanzó a resistir en libertad hasta fines del siglo XIX. En otros lugares de América fue “más fácil” o rápido descabezar el movimiento, en cambio esa horizontalidad que tiene el pueblo mapuche dificultó la conquista por parte del español y facilitó la resistencia. Lo que trato de poner de relieve en el libro es la supervivencia de una cultura que está vigente en la actualidad. Los mapuches celebran el año nuevo, depende el año, entre el 20 y el 24 de junio, y en todos los puntos del territorio mapuche cada vez es más la gente que recupera la práctica del año nuevo. Recuerdo que una religiosa me dijo que la noción de Dios entre los mapuches era igual que entre los cristianos, pero en la religión mapuche no existe la idea del Dios trascendente, omnipresente, señor de todo lo creado, sino que hay una circularidad de las distintas fuerzas de la naturaleza frente a la cual el mapuche tiene el compromiso de preservar el equilibrio. Esta espiritualidad que está viva también fue una forma de resistencia.
Ninguno de los conflictos actuales abordados en el libro está resuelto. En los últimos diez años, Benetton ha adquirido aproximadamente 900 mil hectáreas de tierra en las provincias patagónicas de Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. Desde entonces procedió a cercar territorios y a expulsar a sus habitantes, con el objeto de dar paso a la crianza de ovinos y satisfacer así la demanda de lana que necesita para su industria textil, producción a bajo costo, con mano de obra barata, pero a altas ganancias. Benetton compró los terrenos de la Compañía de Tierras del Sud Argentino S. A., cuya legalidad de los títulos siempre ha sido cuestionada por los mapuches y los abogados que defienden a las familias afectadas, acusadas de usurpación de tierras. “La comunidad está de hecho en la zona sin que nadie le reconozca su título de propiedad comunitaria. Hace pocos meses los jueces negaron el desalojo solicitado por los abogados de Benetton, pero tampoco les dan el título de propiedad. Hay una indefinición en la que se apuesta al desgaste”, repasa Moyano.


“En el conjunto de la sociedad argentina hay una naturalización de un hecho que no es natural, que la Patagonia y La Pampa no era Argentina hasta 1885 –explica el autor–. La Argentina construyó su actual integridad territorial pisoteando los derechos de otra gente que no estaba incluida en su jurisdicción. Con varios compañeros venimos charlando de hacer un libro conjunto sobre la historia de todos los pueblos indígenas para el Bicentenario. Porque el 25 de mayo de 1810 para los mapuches no pasó nada. No había ningún mapuche en las Provincias Unidas del Río de la Plata. Esto estaba formalizado jurídicamente por los tratados. Cuando uno plantea que Bariloche es producto de un genocidio, la gente salta de su silla, pero es así. Me da la impresión de que todavía en términos generales no hay conciencia sobre estos temas.”


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Miércoles, 20 de Mayo de 2009


LITERATURA


La memoria de los olvidados

En Crónicas de la resistencia mapuche, Moyano recuerda especialmente a dos escritores argentinos que se han interrogado por la negación y exclusión de los pueblos indígenas en la historia del país: Susana Rotker y David Viñas. En Cautivas, olvidos y memoria en la Argentina, Rotker subraya que el pasado deber ser articulado para ser memoria. “Toda articulación (todo relato) tiene que ver con la identidad (con lo que se quiere o cree de la identidad) y por eso, ya llevada a un nivel sociohistórico, se hilvana con los discursos de la raza, el etnocentrismo, el autoritarismo, el progreso, la modernidad, la doctrina liberal. Corrijo: el pasado debe ser articulado por el presente para ser memoria. Peor: toda imagen del pasado que no se reconozca activamente en el presente amenaza con desaparecer irreparablemente, como lo advirtió Walter Benjamin.” Viñas, otro de los pocos que se ocupó del tema con espíritu crítico en Indios, ejército y frontera, lanza una ráfaga de interrogantes: “Si en otros países de América latina la ‘voz de los indios vencidos’ ha sido puesta en evidencia, ¿por qué no en la Argentina? ¿La Argentina no tiene nada que ver con los indios? ¿Y con las indias? ¿O nada que ver con América latina? Y sigo preguntando: ¿no hubo violadas?... ¿Y qué significa ‘integrarse’? Pero me animo a insistir: ¿por qué no se habla de los indios en la Argentina?”.


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