LA MINISTRA DE DEFENSA, NILDA GARRE, HOMENAJEO A LOS 55 CONSCRIPTOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS
Los habían calificado de desertores
La ministra de Defensa, Nilda Garré, junto a los familiares de los conscriptos desaparecidos.
Imagen: Télam
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Ante los familiares de los conscriptos, la ministra señaló “la crueldad extra de hacerlos figurar como desertores”. Sara Steimberg, la madre de Luis Pablo, dijo: “Nunca soñé, ni en mi sueño más loco, con llegar a este homenaje”.
En el marco de la ceremonia en homenaje a 55 conscriptos desaparecidos durante la dictadura militar, la ministra de Defensa, Nilda Garré, consideró que el terrorismo de Estado cometió con ellos la “crueldad extra de hacerlos figurar como desertores”. En la Plaza de Armas del Edificio Libertador –sede del Estado Mayor Conjunto–, la ministra descubrió una placa con los nombres de los soldados, cuyo listado surgió a partir de un entrecruzamiento de datos entre el Archivo Nacional de la Memoria (ANM) y registros pertenecientes a las Fuerzas Armadas. Garré calificó como “una justa reparación” el acto de agregar en los registros de cada conscripto la condición de “detenido-desaparecido” y su número de denuncia ante la Conadep. “Nunca soñé, ni en mi sueño más loco, con llegar a este homenaje”, dijo Sara Steimberg, madre de uno de los conscriptos secuestrados.
“Lo importante era corregir los legajos y explicar que esas personas están desaparecidas, pero dejando el falso testimonio de que eran ‘desertores’ como prueba de la ignominia”, afirmó Garré al concluir la ceremonia, que estaba originalmente prevista para el 24 de marzo, pero que por problemas de agenda se postergó.
“Se cometió la crueldad extra de hacerlos figurar en los registros como desertores”, subrayó Garré. La ministra explicó que se le ordenó a cada una de las Fuerzas la inclusión en sus registros de la condición de “detenido-desaparecido” en estos casos, con el número de legajo correspondiente a la denuncia ante la Comisión Nacional por la De-saparición de Personas (Conadep). “Es un acto muy emotivo y una justa reparación”, declaró la titular de Defensa al descubrir una placa “en homenaje de los soldados conscriptos víctimas de desaparición forzada de personas durante el cumplimiento del servicio militar obligatorio entre 1975 y 1983”.
La investigación que permitió corroborar la situación de los jóvenes, se originó con la resolución Nº 420 del Ministerio de Defensa, en mayo de 2009. Allí se requirió a la Dirección Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario dependiente de esa cartera, un informe sobre los conscriptos desaparecidos. El informe elevado por la titular de esa dirección, Ileana Arduino, tomó en cuenta 43 registros informados por las tres Fuerzas Armadas y otros 12 casos cuyos datos fueron provistos por el Archivo Nacional de la Memoria. Cabe destacar que ese número no refleja la totalidad de los reclutas que fueron secuestrados mientras cumplían su servicio militar obligatorio y se encuentran aún en calidad de detenidos-de- saparecidos –cifra que supera la centena–, sino sólo aquellos que las respectivas fuerzas calificaron como desertores.
Fuentes de la cartera castrense aseguraron a Página/12 que el trabajo para identificar a otros soldados que pudieron haber corrido la misma suerte seguirá adelante. Asimismo, confirmaron que Defensa pondrá a disposición sus archivos en caso de que la Justicia decida impulsar las investigaciones sobre las circunstancias que envolvieron las desapariciones forzadas en estos 55 casos donde los datos han sido corroborados fehacientemente.
Sara Steimberg dijo que “lo más importante es que el pueblo se entere, sepa lo que pasó”. Su hijo, Luis Pablo Steimberg, fue desaparecido junto al también recluta Luis Daniel García, en el Colegio Militar en 1976, dirigido en ese entonces por quien sería el último dictador, Reynaldo Bignone. La titular de Defensa recordó que se llegó a “esta instancia de cercanía con la verdad” por la “lucha incansable de todas y todos los que trabajamos cotidianamente por la memoria, la verdad y la justicia”.
Acompañaron a Garré los jefes del Estado Mayor Conjunto, brigadier Jorge Chevalier; del Ejército, general Luis Pozzi; la Armada, almirante Jorge Godoy, y la Fuerza Aérea, brigadier Normando Costantino. También estuvieron presentes el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, funcionarios de Defensa, legisladores y agregados militares extranjeros, además de amigos y familiares de las víctimas.
En el marco de la ceremonia en homenaje a 55 conscriptos desaparecidos durante la dictadura militar, la ministra de Defensa, Nilda Garré, consideró que el terrorismo de Estado cometió con ellos la “crueldad extra de hacerlos figurar como desertores”. En la Plaza de Armas del Edificio Libertador –sede del Estado Mayor Conjunto–, la ministra descubrió una placa con los nombres de los soldados, cuyo listado surgió a partir de un entrecruzamiento de datos entre el Archivo Nacional de la Memoria (ANM) y registros pertenecientes a las Fuerzas Armadas. Garré calificó como “una justa reparación” el acto de agregar en los registros de cada conscripto la condición de “detenido-desaparecido” y su número de denuncia ante la Conadep. “Nunca soñé, ni en mi sueño más loco, con llegar a este homenaje”, dijo Sara Steimberg, madre de uno de los conscriptos secuestrados.
“Lo importante era corregir los legajos y explicar que esas personas están desaparecidas, pero dejando el falso testimonio de que eran ‘desertores’ como prueba de la ignominia”, afirmó Garré al concluir la ceremonia, que estaba originalmente prevista para el 24 de marzo, pero que por problemas de agenda se postergó.
“Se cometió la crueldad extra de hacerlos figurar en los registros como desertores”, subrayó Garré. La ministra explicó que se le ordenó a cada una de las Fuerzas la inclusión en sus registros de la condición de “detenido-desaparecido” en estos casos, con el número de legajo correspondiente a la denuncia ante la Comisión Nacional por la De-saparición de Personas (Conadep). “Es un acto muy emotivo y una justa reparación”, declaró la titular de Defensa al descubrir una placa “en homenaje de los soldados conscriptos víctimas de desaparición forzada de personas durante el cumplimiento del servicio militar obligatorio entre 1975 y 1983”.
La investigación que permitió corroborar la situación de los jóvenes, se originó con la resolución Nº 420 del Ministerio de Defensa, en mayo de 2009. Allí se requirió a la Dirección Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario dependiente de esa cartera, un informe sobre los conscriptos desaparecidos. El informe elevado por la titular de esa dirección, Ileana Arduino, tomó en cuenta 43 registros informados por las tres Fuerzas Armadas y otros 12 casos cuyos datos fueron provistos por el Archivo Nacional de la Memoria. Cabe destacar que ese número no refleja la totalidad de los reclutas que fueron secuestrados mientras cumplían su servicio militar obligatorio y se encuentran aún en calidad de detenidos-de- saparecidos –cifra que supera la centena–, sino sólo aquellos que las respectivas fuerzas calificaron como desertores.
Fuentes de la cartera castrense aseguraron a Página/12 que el trabajo para identificar a otros soldados que pudieron haber corrido la misma suerte seguirá adelante. Asimismo, confirmaron que Defensa pondrá a disposición sus archivos en caso de que la Justicia decida impulsar las investigaciones sobre las circunstancias que envolvieron las desapariciones forzadas en estos 55 casos donde los datos han sido corroborados fehacientemente.
Sara Steimberg dijo que “lo más importante es que el pueblo se entere, sepa lo que pasó”. Su hijo, Luis Pablo Steimberg, fue desaparecido junto al también recluta Luis Daniel García, en el Colegio Militar en 1976, dirigido en ese entonces por quien sería el último dictador, Reynaldo Bignone. La titular de Defensa recordó que se llegó a “esta instancia de cercanía con la verdad” por la “lucha incansable de todas y todos los que trabajamos cotidianamente por la memoria, la verdad y la justicia”.
Acompañaron a Garré los jefes del Estado Mayor Conjunto, brigadier Jorge Chevalier; del Ejército, general Luis Pozzi; la Armada, almirante Jorge Godoy, y la Fuerza Aérea, brigadier Normando Costantino. También estuvieron presentes el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, funcionarios de Defensa, legisladores y agregados militares extranjeros, además de amigos y familiares de las víctimas.
Informe: Gabriel Morini.
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