[2009-03-09] INICIO Judicial
500 años sin justicia: indígena Lorenzo Loncon
REDACCIÓN JUDICIAL (9)arincon@elperiodico.com.co
Los últimos cinco meses han reflejado la difícil situación en materia de Derechos Humanos que han venido enfrentando las comunidades indígenas colombianas como consecuencia del conflicto armado.
La masacre de al menos 17 integrantes de la comunidad Awá de Nariño, la muerte del esposo de la líder nativa Ayda Quilcué, y los enfrentamientos entre paeces y la Fuerza Pública en octubre del año pasado en la vía Panamericana, son muestra de ello.
Esta situación no ha sido indiferente a la opinión internacional que ha seguido estos hechos.
Esa es una de las razones por las que Lorenzo Loncon, miembro de del pueblo indígena Mapuche de Chile y miembro de la Comisión de Ética Internacional y quien participó de la marcha el viernes pasado en contra de los falsos positivos, estuvo presente en Colombia.
El nativo, quien tuvo que exiliarse en Argentina con su familia desde los 14 años, debido a la persecución de la dictadura de Augusto Pinochet, habló con El PERIÓDICO sobre las luchas indígenas en América Latina y en específico del conflicto colombiano.
¿Cómo han visto la situación de los indígenas colombianos?
Creemos que los hermanos originarios de Colombia no son solo sombrero y bolsito, sino que tienen derecho a llevar su modo de vida que resulte más apropiado para desarrollarse en armonía con la naturaleza.
El dolor de haber perdido a los nuestros, nos motiva para apoyar a quienes han sido perseguidos por el Estado, para mostrar solidaridad y buscar caminos juntos. Porque en el caso de los pueblos originarios hace 500 años que no tenemos justicia.
¿Cómo recibieron la noticia del asesinato de por lo menos 17 indígenas Awás a manos de las Farc en Nariño?
Nosotros a través de unas redes originarias, recibimos la información. Ahora nosotros no podemos dar fe si realmente fue así, pero lo que decimos es que no queremos muertos de ningún pueblo originario y de ningún hermano, afro, ni campesino. Los grupos armados se deben mantener al margen de la población civil, no usarlos como escudos humanos.
Creemos que esos grupos no pueden sentir la autoridad de masacrar gente civil. Hay decirles que no somos parte del conflicto. Son estas comunidades las más débiles y las que con mayor frecuencia integran las listas de los falsos positivos de muertes sin justificaciones. Además, estos son crímenes que no transcriben, porque son personas que no tienen la fuerza para defenderse.
Poniendo como ejemplo las marchas paeces en Nariño el año pasado ¿cual es límite de las formas de protesta por parte de los indígenas para que no se confunda con terrorismo?
Yo vi las imágenes y creo que fue porque hubo atentados concretos. En la misma marcha se vio que gente de la Policía les disparó a los indígenas. Creo que el Gobierno de Colombia fue acusado de la muerte del esposo de una jefa indígena y eso fue claro.
Eso muestra que nos quieren utilizar de los dos lados poderosos, tanto del Estado y de las Farc, por acusarnos de colaboradores. Nosotros queremos vivir en paz, tranquilos en nuestros territorios sin que nos impongan medidas a la fuerza.
Yo hablaba con lo indígenas Kankuamo y Kogüis, quienes han tenido la mayoría de víctimas en el conflicto. Realmente las bajas están de nuestro lado y otros se reparten la riquezas naturales, las que nosotros no vemos así, las vemos como nuestra madre.
Hay leyes claras en Colombia que protegen los resguardos indígenas, pero cuando descubren un mineral, esas leyes se vuelven papel mojado.
Últimamente han salido informaciones sobre vinculaciones de líderes indígenas con la guerrilla colombiana.
¿Qué piensa de esos posibles nexos?
Yo confío que los hermanos de los pueblos originarios no estén involucrándose con formas de lucha armada. Lo que más se presentan es que ellos han quedado en medio del fuego cruzado. Creo que los hermanos no estamos promoviendo acciones violentas, están defendiendo sus tierras que han sido invadidas.
Habría que preguntarle a las Farc y al Gobierno. Ahí hay dinero de por medio para que los indígenas denuncien actividades ilícitas a favor o en contra de un bando u otro.
Esto genera una división interna. Eso nos pasa en Chile con el Gobierno de Michelle Bachiller, donde se nos quiere hacer ver como un pueblo violentista. Es cierto que estamos contra las políticas forestales, pero no las estamos atacando.
¿Qué opina de las informaciones que salieron el año pasado en relación a que un líder Mapuche tenía nexos con ‘Raúl Reyes’?
En un informe periodístico, un comandante del Ejército de Ecuador dice que el computador de ‘Reyes’ lo donó la CIA y lo hicieron pasar como un material tecnológico bueno. Ahí uno que puede decir.
También se comentó que en él salía nombrado de un líder Mapuche, pero puede ser cualquiera del pueblo Mapuche, ya que es un pueblo muy grande que va del Pacífico al Atlántico. Pero partiendo de la base que el computador lo donó la CIA, yo no creo ninguna información que haya salido de ahí.
No comprendo como ese computador que se encontraba en un campamento que fue bombardeado, sigue dando tanta información.
Hubo un político de derecha en Chile quien vínculo al pueblo Mapuche con las Farc, pero fue el mismo Gobierno chileno el que desmintió esa información.
OTRAS NOTICIAS...500 años sin justicia: indígena Lorenzo LonconEl nativo negó nexos de su pueblo con las Farc. Indígena Mapuche de Chile e integrante de la Comisión de Internacional de Ética, sostuvo que las comunidades nativas en Colombia se encuentran entre dos bandos que violan el ejercicio de sus derechos.
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