Casen 2006: cómo, por qué, y quienes la falsificaron
Cuando los indicadores reales no sirven para mostrar las bondades del modelo económico, se los manipula o directamente falsifica. Así se hizo con la encuesta de Caracterización Socioeconómica, Casen 2006, presentada con bombos y platillos como gran demostración de la reducción de la pobreza y la desigualdad. El problema es que en ella no sólo no aparecen los ingresos de las cinco mil familias más ricas de Chile, cuya participación en el ingreso monetario fue del 37%, sino que también se manipularon las cifras de pobreza con una canasta de hace 20 años. Las falsas cifras de desigualdad se justificaron metodológicamente con la falsificación de la partida de ingresos de propiedad y capital del Banco Central y de los coeficientes de ajuste CASEN-Banco Central.
El monto del fraude realizado en MIDEPLAN y las Divisiones de Desarrollo Económico y Estadísticas de la CEPAL, que operaron como subcontratistas de la CASEN 2006, con el objetivo político de legitimar las bondades del sistema económico neoliberal y políticamente a sus administradores, devela el porque el imaginario y modélico país de los 12 mil 500 dólares per cápita, descrito por los apologistas neoliberales y toda la prensa binominal, se convierte apenas en un pálido y subdesarrollado país tercermundista de sólo 3.790 dólares per cápita en las recortadas cifras del Ingreso Monetario de las familias, entregadas oficialmente en junio pasado por MIDEPLAN en su CASEN 2006.Al examinar las cifras de la CASEN 2006 lo primero que salta a la vista y provoca dudas es la publicitada cifra de pobreza: Sólo un 13,7% de la población sería considerada pobre en Chile a fines de 2006. Muy distinto a la cifra entregada poco antes del Plebiscito del SI y el NO de octubre de 1988, por el ingeniero, estadístico y académico de la PUC Arístides Torche, quien calculó independientemente que los pobres superaban los 5,7 millones de chilenos y el 42% de la población, provocando un gran impacto en la opinión pública, amplificado por los numerosos medios de prensa que se oponían a la dictadura y la continuidad de Pinochet en la Presidencia. Desde junio del 2007, cuando fueron entregados por MIDEPLAN y su ministra Clarisa Hardy las cifras fraudulentas de la CASEN 2006, toda la tecnocracia económica, sea de la Concertación o de la Derecha, y sólo con pequeñas diferencias de matices, ha venido repitiendo lo de la (ilusoria) disminución de la pobreza y la desigualdad como si fuera un mantra goebbeliano
Tenemos menos pobres que todos los países latinoamericanos y muchos países europeos según tales estimaciones. Como España, país en el que hace pocos días se reconoció una cifra de pobreza del 20%. Claro que España tiene tres veces el PIB per cápita de Chile (US$28.000) y bastante mejor distribuido. La explicación a esta aparente paradoja es muy simple: España mide bien la pobreza y Chile la mide muy mal. En España se considera pobre al que tenga menos de la mitad del ingreso per cápita promedio y en Chile se sigue aplicando una limitadísima y desactualizada canasta de 1987, que entregaba una línea de pobreza de $47.099 por persona a diciembre de 2006. Si consideramos que las alzas en la canasta básica de este año son de un 20%, restamos el aumento de ingresos de los dos deciles inferiores (2,5% promedio), la pobreza ya superaría el 23%, aún considerando los subsidios monetarios estatales. Si aplicamos el método español serían pobres todos los que tenían menos de $133.675 per cápita a fines del 2006 y esos chilenos comprendían, incluyendo subsidios y según las cifras de la misma CASEN 2006, que son muy fiables para el 95% de menores ingresos, a los seis deciles de familias más pobres y unas miles de personas del VII decil. O sea, si aplicamos la metodología española serían pobres, y sin considerar las alzas de este año, el 65,6% de los chilenos. No se asuste, hay mediciones peores: Considerando niveles de clase media modesta para familias de 4 personas con algo de consumo cultural, vacaciones de dos semanas, algo de gastronomía y sólo una colegiatura universitaria como gasto educacional, tendríamos que el 82% de los chilenos no calificaban a fines del año pasado para un nivel de vida de clase media civilizada ($860.000). Con las alzas de este año esa cifra subió a más del 85%.Comisión MellerLas líneas de pobreza son opinables, no así los coeficientes que miden la desigualdad que son absolutamente objetivos y matemáticamente certeros, siempre que se utilicen cifras verdaderas.A raíz de la crisis laboral, la generalizada molestia ciudadana, la inflación del invierno y las repercusiones periodísticas de las declaraciones sobre el salario ético del Presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, el gobierno Bachelet se vio obligado retomar una ensayada práctica cuando le entra agua al bote: Convocar a una comisión. Esta vez se llama Consejo Presidencial para el Trabajo y la Equidad Social (CAPTES), presidida por el ingeniero, académico y economista democratacristiano Patricio Meller. Al conformar la CAPTES con 48 miembros, que incluyeron al Presidente de la Fundación para la Superación de la Pobreza (FPSP) el ingeniero y ex ejecutivo de Canal 13 Rodrigo Jordán, la CAPTES entró en una notoria contradicción. Su presidente P. Meller puso de inmediato en La Segunda del 24 de agosto las manos al fuego por las cifras de pobreza y desigualdad de la CASEN 2006. Pero tales cifras se contradecían violentamente con las que se podían calcular con las de una canasta básica para 4,4 personas diseñada el año pasado por la FPSP. Según la fundación esa canasta costaba a diciembre de 2006, 325 mil pesos y a noviembre de 2007 había subido a cerca de 390 mil pesos. Si deflactamos la cifra por el aumento de ingresos de este año (3% promedio) y aplicamos los subsidios monetarios, se llega rápidamente a cifras más realistas y objetivas de la pobreza en Chile: 6,2 millones de pobres, 38,3% de la población a diciembre de 2006, que suben a 7,36 millones, un 45,6%, al 30 de noviembre 2007. Aplicando las propias cifras dadas por la CASEN 2006, más de 1,15 millones de chilenos pasaron a ser pobres por las alzas no compensadas de este año.
Tenemos menos pobres que todos los países latinoamericanos y muchos países europeos según tales estimaciones. Como España, país en el que hace pocos días se reconoció una cifra de pobreza del 20%. Claro que España tiene tres veces el PIB per cápita de Chile (US$28.000) y bastante mejor distribuido. La explicación a esta aparente paradoja es muy simple: España mide bien la pobreza y Chile la mide muy mal. En España se considera pobre al que tenga menos de la mitad del ingreso per cápita promedio y en Chile se sigue aplicando una limitadísima y desactualizada canasta de 1987, que entregaba una línea de pobreza de $47.099 por persona a diciembre de 2006. Si consideramos que las alzas en la canasta básica de este año son de un 20%, restamos el aumento de ingresos de los dos deciles inferiores (2,5% promedio), la pobreza ya superaría el 23%, aún considerando los subsidios monetarios estatales. Si aplicamos el método español serían pobres todos los que tenían menos de $133.675 per cápita a fines del 2006 y esos chilenos comprendían, incluyendo subsidios y según las cifras de la misma CASEN 2006, que son muy fiables para el 95% de menores ingresos, a los seis deciles de familias más pobres y unas miles de personas del VII decil. O sea, si aplicamos la metodología española serían pobres, y sin considerar las alzas de este año, el 65,6% de los chilenos. No se asuste, hay mediciones peores: Considerando niveles de clase media modesta para familias de 4 personas con algo de consumo cultural, vacaciones de dos semanas, algo de gastronomía y sólo una colegiatura universitaria como gasto educacional, tendríamos que el 82% de los chilenos no calificaban a fines del año pasado para un nivel de vida de clase media civilizada ($860.000). Con las alzas de este año esa cifra subió a más del 85%.Comisión MellerLas líneas de pobreza son opinables, no así los coeficientes que miden la desigualdad que son absolutamente objetivos y matemáticamente certeros, siempre que se utilicen cifras verdaderas.A raíz de la crisis laboral, la generalizada molestia ciudadana, la inflación del invierno y las repercusiones periodísticas de las declaraciones sobre el salario ético del Presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, el gobierno Bachelet se vio obligado retomar una ensayada práctica cuando le entra agua al bote: Convocar a una comisión. Esta vez se llama Consejo Presidencial para el Trabajo y la Equidad Social (CAPTES), presidida por el ingeniero, académico y economista democratacristiano Patricio Meller. Al conformar la CAPTES con 48 miembros, que incluyeron al Presidente de la Fundación para la Superación de la Pobreza (FPSP) el ingeniero y ex ejecutivo de Canal 13 Rodrigo Jordán, la CAPTES entró en una notoria contradicción. Su presidente P. Meller puso de inmediato en La Segunda del 24 de agosto las manos al fuego por las cifras de pobreza y desigualdad de la CASEN 2006. Pero tales cifras se contradecían violentamente con las que se podían calcular con las de una canasta básica para 4,4 personas diseñada el año pasado por la FPSP. Según la fundación esa canasta costaba a diciembre de 2006, 325 mil pesos y a noviembre de 2007 había subido a cerca de 390 mil pesos. Si deflactamos la cifra por el aumento de ingresos de este año (3% promedio) y aplicamos los subsidios monetarios, se llega rápidamente a cifras más realistas y objetivas de la pobreza en Chile: 6,2 millones de pobres, 38,3% de la población a diciembre de 2006, que suben a 7,36 millones, un 45,6%, al 30 de noviembre 2007. Aplicando las propias cifras dadas por la CASEN 2006, más de 1,15 millones de chilenos pasaron a ser pobres por las alzas no compensadas de este año.
Falsificación de las cifrasPero el gran fraude en la CASEN 2006, fue la brutal falsificación de cifras e índices de ajuste realizada en la División de Estadísticas de la CEPAL, dirigida por el ex militante MAPU-Garretón durante la UP Juan Carlos Feres Nazarala. Esta falsificación de las cifras del Banco Central, también hecha en un monto algo menor con la CASEN 2003, fue realizada en la cuenta de Ingreso de los Hogares que reciben rentas de la propiedad y el capital, es decir en los ingresos de los más ricos de Chile.El fraude, que se viene cometiendo crecientemente desde hace varias CASEN para disfrazar la enorme concentración del ingreso, consistió en utilizar cifras inventadas y subvaluadas en hasta un 93,5% para el año 2006 y aumentar esa subvaluación de los ingresos de los más ricos con el uso de coeficientes de ajuste recortados que, en el caso del 2006, dejaron la subvaluación de la partida de Ingresos de Hogares por Rentas de la Propiedad en un 99,88%.
Viendo la partida Rentas de la Propiedad los expertos del organismo internacional que asesoraron a MIDEPLAN en la chambonada-fraude utilizaron coeficientes de ajuste irrisorios y cifras falseadas:
a) Un coeficiente de ajuste de 0,028 para el 2003, que de acuerdo a las propias cifras del cuadro 10 debió ser de 1,813, pero como fue aplicado sobre una cifra falsa de $979.988 millones y no sobre la verdadera que informa el Banco Central de $10.506.098 millones, resultó una subvaluación del 99,74% de esa partida. Así fue fácil obtener un ilusorio coeficiente 10/10 de 34,6 veces y no el real que fue de 69 veces.
b) Un coeficiente de ajuste de 0,035 para el 2006 y de acuerdo a las propias cifras del cuadro 10 debió ser de 2,094, pero como fue aplicado sobre una cifra falsa de $1.382.416 millones y no sobre la verdadera que informa provisionalmente el Banco Central de $18.475.904 millones, resultó una subvaluación del 99,88% de la partida (US$ 34.800 millones).
Así fue fácil obtener un ilusorio y 'a la baja' coeficiente 10/10 para familias de 31,3 veces de coeficiente entre las familias que integran el 10% más rico respecto del 10% más pobre. El real fue de 80,2 veces. MIDEPLAN y los medios de prensa y televisión del sistema se cuidaron de no publicitar el 10/10 para individuos, que con sus 52,5 veces resultaba algo ya chocante, pero el real sin cifras falsas y coeficientes de ajuste chambones fue de 133,24 veces.
Para hacer aún más evidente el deshonesto proceder se debe reparar en la nota b/ del cuadro 10 del Documento Metodológico (pág. 58) realizado por la CEPAL, que curiosamente no es posible ubicar en parte alguna de las 96 páginas del documento y que sólo afecta a la partida falsificada de Rentas de la Propiedad.El porque le ha resultado necesario a los ajustadores realizar fraudes cada vez mayores y más burdos lo revela otro índice: el coeficiente 5/5 que mide la extrema concentración en la cúpula. Esa cifra, según el libro sobre el gobierno Lagos del economista Marcel Claude de 2006, era de 120 veces a fines del período Pinochet, de 220 veces a fines del gobierno Frei Ruiz Tagle y había subido a 400 veces a fines del 2006 por la enorme concentración que hubo en el gobierno de Ricardo Lagos. Y el índice va camino a 500 veces con las alzas y la tendencia a la concentración que sigue inalterada.Las cifras de la CASEN 2006, además de implicar un fraude estadístico y una malversación de fondos públicos, ha implicado un engaño a organismos que realizan estadísticas y estudios sociales como el PNUD, que acaba de entregar los índices de Desarrollo Humano de Chile con cifras de pobreza manipuladas e irreales y cifras de desigualdad abiertamente falseadas.
Juan Pablo Moreno
Las pruebas del fraude-falsificación de las rentas de la propiedad -con respecto a los del Banco Central- y de los coeficientes de ajuste chambones de la CASEN 2006 están clarísimos para el que quiera verlos en:
http://www.mideplan.cl/casen/metodologia/2006/metodologia_2006.pdfCuadro 10, página 58y en: http://www.bcentral.cl/publicaciones/estadisticas/actividad-economica-gasto/pdf/CCNN2003-2006.pdfCuadro 1.4 (pág. 24) - Cuadros 2.11 a 2.15 (páginas 74 a 83)
+
+
No hay comentarios:
Publicar un comentario