(Foto: ABI) El terrorista rumano Magyarosi Arpak era integrante de la Comunidad Islámica Húngara y fundador de la Legión Székely, un grupo nacionalista de los húngaros en Rumanía. Fue abatido el jueves pasado junto a Rózsa Flores y el irlandés Michael Dwyer.(Vistas: 7. Tamaño: 36.39 KB)
Rózsa Flores, articulador de un grupo de 17 terroristas internacionales y abatido el jueves por la Policía boliviana, desveló que su misión en Bolivia era promover, por la vía armada, la secesión de Santa Cruz y la constitución de un nuevo Estado, durante una entrevista concedida en octubre a un periodista croata, en la que también confirmó la existencia de organizadores y financiadores locales del movimiento separatista.
Miércoles, 22 de Abr de 2009. 10:50 am
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Patricia Rivas
Imagen: AFP
Por Sebastián Ochoa
Desde Santa Cruz
“He sido llamado para organizar la defensa de Santa Cruz. Entendemos que habrá una ofensiva del gobierno central con el despliegue de las fuerzas armadas e indígenas”, dijo el boliviano, croata y húngaro Eduardo Rózsa Flores a la televisión húngara en lo que fue su “última voluntad”: dar una entrevista a un famoso presentador que sólo se difundiría cuando volviera a Budapest o muriera. El gobierno boliviano preguntó a sus opositores si esta grabación era prueba suficiente de la existencia de una célula terrorista en el país, como muchos dudan. “Declararemos la independencia y crearemos un nuevo país”, advirtió el cruceño meses antes de morir. Sostuvo que lo había “mandado” un tal Consejo Departamental de Santa Cruz.
“No me lanzaría a la selva boliviana para jugar a ser el Che Guevara. No voy allá para atacar o ayudar a una organización para que lance una ofensiva contra la capital, La Paz, o persiga al presidente. No tengo nada que ver con La Paz como piensa. Tenemos que organizar la defensa”, dijo el veterano de la guerra de los Balcanes a András Kepes. Rózsa, que grabó la entrevista el 8 de septiembre de 2008, había pedido al entrevistador resguardar la conversación hasta este momento.
“El Consejo Departamental de Santa Cruz ha votado la creación del cuerpo de seguridad regional. Pasaré de Brasil a Bolivia y comenzaré a organizar una milicia. Si el gobierno (de Evo Morales) no permite la autonomía de Santa Cruz, Santa Cruz está dispuesto separarse de Bolivia. Los organizadores proveerán el financiamiento y las armas, que se obtendrán al margen de la ley. Desde Brasil probablemente”, detalló quien fuera periodista, poeta, actor y comandante en la guerra de separación de la ex Yugoslavia.
“No marcharemos con banderas o con varas de bambú, lo haremos con armamento. Sospecho que el gobierno boliviano sabe de mis planes, pero confío en escabullirme por el amplio territorio cruceño”, dijo Rózsa.
El 15 de abril pasado, una bomba estalló en la puerta de la casa del cardenal Julio Terrazas, opositor público de Morales. Al día siguiente, de madrugada, grupos especiales de la policía subieron al cuarto piso del hotel Las Américas, en esta ciudad, y comenzaron una balacera de media hora. Allí murieron Rózsa; Magyarosi Arpád (rumano de origen húngaro), militar; y Michael Martin Dwyer (irlandés), ingeniero. Fueron detenidos Mario Tadic Astorga (boliviano y croata), militar retirado; y Elód Tóasó (húngaro), ingeniero informático. El Ministerio de Gobierno indicó que los sobrevivientes habrían confesado que realizaron el atentado contra el cardenal para atribuirlo al gobierno nacional.
Después de pasar por el hotel, los uniformados allanaron el stand de la cooperativa de teléfonos cruceña (Cotas) en la Feria de Exposición de Santa Cruz (Fexpocruz). Allí encontraron varias armas y explosivo C-4. Cotas es una de las instituciones cruceñas opositoras a Morales. El martes, 25 instituciones, el Comité Pro Santa Cruz y la Prefectura manifestaron que el gobierno nacional montó un show para manchar el buen nombre de los líderes del departamento.
“A aquellos que días atrás hablaban de shows, de montajes, de mentiras, los conminamos a manifestarse públicamente si defenderán la integridad de la patria contra este tipo de ataques terroristas. O si, por el contrario, apoyarán y encubrirán a quienes han intentado y a quienes intenten dividir la sagrada unión de la patria boliviana”, dijo el presidente en ejercicio, Alvaro García Linera, sobre la entrevista a Rózsa.
Croacia, Hungría e Irlanda piden a Bolivia información sobre la muerte de sus ciudadanos. Pero el Ministerio Público mantiene la investigación en reserva hasta el miércoles próximo. Entonces se sabrá si son ciertos los nexos entre la banda de Rózsa y ex carapintadas de Argentina. “Van surgiendo datos, una serie de revelaciones, pero preferimos no especular hasta que no concluyan las investigaciones. Puede haber conexiones”, dijo un funcionario del Ministerio de Gobierno que optó por no difundir su nombre.
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BOLIVIA LE PIDIO A LA ARGENTINA COLABORACION PARA ENCONTRAR A LOS ACTIVISTAS QUE INTENTAN DESESTABILIZAR A MORALES
Tras la pista de la red de amigos argentinos
El ex carapintada Jorge Mones Ruiz acaba de volver de Bolivia y está en la mira de los investigadores.
Tras el desbaratamiento de la banda que habría intentado un magnicidio, el gobierno de Evo Morales está investigando los vínculos con ex militares carapintadas vinculados con la ultraderecha de ese país. Identifican a un represor prófugo.
Por Nora Veiras
El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, se comunicó con el embajador argentino en la Paz, Horacio Macedo, para pedirle colaboración en el control de los pasos fronterizos “por la eventual presencia de activistas argentinos en distintas regiones de Bolivia”. Página/12 pudo saber que el gobierno de Evo Morales está investigando los vínculos de la presunta estructura terrorista internacional con ex militares carapintadas, entre ellos un prófugo por delitos de lesa humanidad. El jueves pasado, la Policía Nacional de Bolivia irrumpió en el cuarto piso del Hotel América para atrapar a la banda. Un boliviano asimilado al Ejército de Croacia, un húngaro y un irlandés fueron muertos. Hubo dos detenidos y otros dos se escaparon. Morales pidió colaboración internacional para develar la trama de lo que denunció como un intento de magnicidio (ver aparte).
Hace varios meses que las autoridades de ambos países sospechan de las incursiones de ex carapintadas relacionados con las facciones de ultraderecha de Santa Cruz de la Sierra, Pando y Cochabamba. El ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, mano derecha de Morales, estuvo en contacto con el embajador Macedo, quien le garantizó ayuda para detectar a los sospechosos.
El diario El debate de Santa Cruz de la Sierra, en su edición del domingo, da cuenta de que “los prófugos son de nacionalidad húngara, en tanto que los sospechosos de tener vínculos con el grupo son dos argentinos y uno que proviene de Hungría, aunque posee pasaporte de un país africano” y abunda en que “según las referidas fuentes, en el caso de los argentinos se trata de dos ex militares que forman parte de los ‘carapintadas’. Uno de ellos tuvo contactos directos, semanas antes de la desarticulación de la supuesta célula terrorista con Eduardo Rózsa, señalado como el cabecilla del grupo”.
Buenos muchachos
A principios de abril, el ex carapintada Jorge Mones Ruiz, que encontró un nuevo conchabo como delegado argentino de UnaAmérica –una organización de ultraderecha que pretende ser la contracara de Unasur–, viajó a Bolivia y se habría contactado con Rózsa. El ingeniero venezolano Alejandro Peña Esclusa, acérrimo opositor al gobierno de Hugo Chávez, es quien preside UnaAmérica, la cruzada por denunciar a los gobiernos “izquierdistas” de América Latina. Bolivia y Venezuela encabezan las “preocupaciones” de la organización que recluta “fieles” y financiamiento en la derecha de Colombia.
Mones Ruiz estuvo destinado como oficial de inteligencia del Ejército argentino en Bolivia durante un tramo de la última dictadura y suele jactarse del conocimiento de sus camaradas y ex camaradas bolivianos. En la comitiva argentina también viajó Liliana Raffo de Fernández Cutiellos, viuda del teniente coronel Horacio Fernández Cutiellos, muerto durante el intento de copamiento del Regimiento de La Tablada por parte del Movimiento Todos por la Patria (MTP). La mujer visitó en prisión al ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández, acusado de conspirar contra el gobierno de Morales. La mujer y el mayor de Caballería, que se levantó en armas para impedir los juicios por delitos de lesa humanidad junto a Aldo Rico, habrían conseguido credenciales de corresponsales del diario Estrella de Oriente.
Entre los objetivos del viaje habría estado reunirse con otro camarada del betún, prófugo por delitos de lesa humanidad y radicado en Santa Cruz de la Sierra: Luis Enrique Baraldini. El juez federal Daniel Rafecas le dictó hace meses el pedido de captura internacional. El diario La Arena de La Pampa reveló que Baraldini estaba en Bolivia, lo cual habría activado ahora la búsqueda por parte de Interpol. El oficial que actuó como represor en La Pampa, donde se desempeñó como jefe de policía, se fugó en el 2003 apenas se reactivó la investigación judicial. Consiguió rápida contención en Santa Cruz de la Sierra: en 2005 el Círculo de Oficiales del Ejército lo condecoró con la Gran Cruz por su vocación de servicio. Para protegerse el carapintada fraguó su identidad y se hacía llamar Luis Pelliegre –Pellegri es su apellido materno–. Con ese nombre figuraba en el 2006 al frente de su escuela de equinoterapia el “Centro Ecuestre Especial”.
Los retirados alineados con Mones Ruiz están activos en sus movimientos para ampliar sus redes. En los últimos meses recorrieron asambleas ruralistas para azuzar los reclamos del sector y la semana pasada aportaron concurrencia a la charla del ex presidente Eduardo Duhalde, quien anunció su deseo de volver a conducir el peronismo. En el local de Deán Funes al 800 del barrio de San Cristóbal, el ex comité de los carapintadas del Modin se recicló en un bunker de Daniel “Chicho” Basile. Hasta allí llegaron varias de las esposas de los represores presos en Marcos Paz acusados de delitos de lesa humanidad.
Atracción croata
En Santa Cruz de la Sierra, los carapintadas hicieron empatía con las facciones lideradas por Branco Marincovic, el empresario sojero líder del comité secesionista de ese departamento boliviano caracterizado por las consignas racistas contra Morales. Marincovic es de origen croata y fueron varios los carapintadas que recalaron en la guerra de los Balcanes, entre ellos el oficial Rodolfo Barros, otro de los camaradas de Mones Ruiz y Baraldini. El señalado como cabecilla de la banda desbaratada en Bolivia, Eduardo Rózsa, había sido reconocido como “héroe de la guerra de los Blacones”, a donde había llegado como periodista y terminó enrolado en las fuerzas croatas ultranacionalistas. Uno de los dos sobrevivientes detenido por la Policía Nacional en el Hotel América: el militar boliviano retirado Mario Francisco Tadic Astorga habría combatido a las órdenes de Rózsa.
La investigación que avanza en los tribunales bolivianos también le pidió un informe a la Dirección Departamental de Migración. Se quiere establecer en qué condición ingresaron al país. Según el director de Migración, Dionisio Rivas, la banda burló los controles de los organismos de seguridad. El pedido de colaboración del gobierno de Morales a sus pares argentinos apunta a encontrar los tentáculos de las facciones que actúan en forma encubierta en Bolivia.
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