Fundación Cesal e.V Berlín/Alemania solidariza con el Pueblo Mapuche
¡SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO MAPUCHE!
¡LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLITICOS MAPUCHES!
¡LIBERTAD PARA LA ACADEMICA Y DOCUMENTALISTA ELENA VARELA!
“No existe tiranía más atroz que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo los colores de la justicia”. Barón Charles Montesquieu.
La Fundación Cesal e.V Berlín/Alemania hace llegar su total solidaridad al querido y admirado Pueblo Mapuche, el Pueblo de Lautaro- el prometeo de la raíz etnologica del “Chile para todos” del General Bernardo O´higgins Riquelme, del Jurista Coronel Manuel Rodríguez Erdoiza, de Gabriela Mistral, de Vicente Huidobro, de Pablo Neruda, del inolvidable Presidente Dr. Salvador Allende Gossens-, ante la acción genocida que realiza el régimen chileno a través de sus aparatos represivos y de seguridad- continuadores de la DINA-CNI, y aplicando a raja tabla “el decreto ley antiterrorista de la dictadura militar fascista que tiene como único objetivo exterminar a este heroico y digno Pueblo indígena….
En el marco del relativismo, determinismo y pragmatismo reinante en el Chile de “la alegría”, del oráculo mercurial, de la amnesia colectiva y la indigencia cultural y educacional; un inefable vocero del régimen concertacionistas que administra la herencia de la dictadura terrorista de marras, afirmó: “en estricto sentido no hay genocidio alguno en Chile. Perseguimos a terroristas que atentan contra la propiedad privada”. Nosotros les contestamos: El genocidio empieza por criminalizar a los dirigentes de un Pueblo que lucha por sus derechos conculcados. ¡Basta ya, de eufemismos!. En la represión genocida contra los dirigentes del Pueblo Mapuche, que se hace extensiva a mujeres, ancianos y niños, hay crímenes de lesa humanidad, torturas, detenciones ilegales bajo la lógica del genocidio. Cuando la represión se hace en escala magna y persigue la destrucción de todos los valores espirituales y culturales de un pueblo, como medio eficaz de aniquilamiento de su espíritu y paso previo para su mejor dominio, enajenación, y explotación, la agresión destructiva se convierte en el factor más brutal y perverso de todos los que constituyen el genocidio. El régimen de la concertación con el beneplácito de la plutocracia empresarial reaccionaria, utiliza actualmente esta forma monstruosa de intento de destrucción total de los valores milenarios, culturales del Pueblo Mapuche, sobrepasando considerablemente a todo lo reconocido en la historia de la Humanidad en este terreno.
La agresión genocida al Pueblo Mapuche empieza con el bárbaro colonialista español- éste pretendió cambiarles el nombre a los hijos de este Pueblo y los motejó “indios Araucanos”-, la continuaron los terratenientes y sus regimenes reaccionarios y la llamaron patéticamente “pacificación de la Araucanía” que será la antesala de la brutal y criminal represión de la dictadura militar terrorista de Pinochet que desemboca en la actual y brutal del régimen concertacionista.
En todo el mundo se observa que los crímenes masivos, los genocidios y los asesinatos políticos raramente llegan a la justicia y es frecuente que los gobiernos de “transición democrática en la medida de lo posible”, expidan leyes de amnistía, de borrón y cuenta nueva cuyo efecto exime a los culpables políticos criminales y militares, pero no logran conciliar a las comunidades nacionales. Así ocurrió con la España de la dictadura fascista de Franco con la Sudáfrica del Apartei y con el Chile de la dictadura militar fascista de Pinochet. Se abandona el autoritarismo militar pero sin que se haga justicia – verdad y reparación digna-, sin que se atiendan las demandas de los agraviados por la dictadura militar. En Chile, el régimen concertacionista y su mefistofélico oráculo mercurial con un criminal montaje pretenden presentar a los hijos del Pueblo Mapuche que luchan por su tierra y su cultura como terroristas, para tapar la imagen racista del país ante la opinión pública mundial.
Nuestra Fundación ha denunciado el genocidio, como arma de la impotencia y desesperación del capitalismo salvaje agónico frente a su incapacidad para resolver su crisis congénita…
Lautaro, el prometeo Mapuche con su lucha –“luchar es vivir”. Dr. W Goethe-, señaló con claridad meridiana que la lucha por su tierra y su cultura era un arma de lucha, frente al combate, y en la gran batalla de la resistencia contra el invasor colonialista español. Para el era preferible tener delante de los ojos la noche más cerrada, que contemplar a su querido pueblo mutilado, sumido en la desdicha, esclavizado. Estas bandera por siglos han sido levantadas con dignidad y consecuencia por los hijos del Pueblo Mapuche.
Desde la Patria del Prof. Alexander von Humboldt- primer defensor de la dignidad y los derechos Humanos de los Pueblos indígenas de la Patria Continente, Latinoamerica-, del Dr. W. Goethe, del Dr. Karl Marx, pedimos a todos los creadores de la cultura, a todos los seres humanos de buena voluntad que multipliquen sus esfuerzos, su espíritu combativo, para corresponder, aunque sea en proporción mínima, por los creadores de la cultura, por la defensa de la dignidad y los Derechos Humanos realizan día tras día, al precio de heroísmos tan grandes como sus esfuerzos y sufrimientos, las mujeres, los ancianos, los niños, los jóvenes, los hombres del Pueblo Mapuche. Ellos a través de la historia nos han señalado que en la lucha por la vida, sólo hay dos posibilidades, “ser yunque o martillo”, ser libre o esclavo. El genio universal el Dr. W. Goethe les dio la razón “Sólo son dignos de la vida y de la libertad quien cada día la conquista”.
http://www.mapuexpress.net/?act=publications&id=2086
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