Viernes 24 de octubre de 2008
/ La Nación / Agencias
Empleados estatales se sumaron a las manifestaciones de indígenas, cocaleros y cortadores de caña
Ola de protestas acosan al Presidente Álvaro Uribe
Tras los confusos incidentes con la policía, que dejaron dos muertos el miércoles, miles de aborígenes decidieron continuar su marcha hacia Cali para exigir la devolución de tierras ancestrales. Mientras, en Bogotá estallaron seis artefactos simultáneamente -hiriendo a cerca de 16 personas- y la misma cantidad fue desactivada en la Panamericana.
La situación interna de Colombia se está tornando cada vez más difícil para el Presidente Álvaro Uribe. En los últimos días las protestas han arreciado en el país, llegando a tal punto que ayer los empleados estatales se sumaron a las manifestaciones en contra de la política del Gobierno e iniciaron un paro de 24 horas. Paralelamente, alrededor de 20 mil indígenas reanudaron una marcha hacia Cali (sur) para protestar por los crímenes contra las minorías étnicas y para reclamar tierras ancestrales. Así las cosas, el Ejecutivo tiene que lidiar con diversos frentes que parecieran no ceder a los ofrecimientos gubernamentales y que, por el contrario, amenazan con llegar hasta las últimas consecuencias para exigir sus derechos y prerrogativas.
La agitación social también incluye un paro de los cortadores de caña iniciado el 15 de septiembre y el cese de actividades de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). Asimismo, en los últimos meses hubo igualmente protestas de desplazados por la violencia y de cultivadores de hoja de coca, que denunciaron el incumplimiento de acuerdos firmados con el Gobierno de Uribe en 2004.
El paro de ayer fue convocado por la Central Unitaria de Trabajadores, cuyos miembros suman 550.000, entre empleados del magisterio, la salud, de la DIAN, la Registraduría (órgano electoral) y del Instituto de Bienestar Familiar, entre otros. Al llamado también acudieron una asociación de camioneros, taxistas, funcionarios de la estatal Ecopetrol, y estudiantes universitarios, afirmó ayer el presidente de la CUT, Tarsicio Mora.
Según el dirigente, los trabajadores rechazan la "criminalización de la protesta social" por parte del Ejecutivo, deploran las "agresiones" a los aborígenes, el cierre de hospitales y el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Los grandes ausentes de las manifestaciones de ayer fueron los funcionarios del Ministerio de Justicia, dado que el jueves de la semana pasada alcanzaron un acuerdo con el Ejecutivo y levantaron la huelga, que duró 43 días, en reclamo de mejoras salariales.
Quienes también declinaron protestar en diversos puntos de Bogotá fueron los trabajadores de la Registraduría Nacional del Estado Civil, pues bajaron el paro ayer luego de que el Consejo Nacional Electoral reconociera que 2008 sí es un año electoral, y que pagará las gratificaciones que corresponden, informó RCN.
ALTERCADOS Y BOMBAS
Los primeros y confusos enfrentamientos entre indígenas y la policía se registraron apenas iniciada la marcha, los que terminaron con tres manifestantes muertos y un centenar de heridos, incluido un agente policial cuyas manos fueron mutiladas.
Los organizadores de la caminata atribuyen las muertes a la policía, acusación que el Presidente Uribe negó, pese a que reconoció que efectivos utilizaron sus armas de servicio.
El miércoles, en tanto, se produjeron fuertes choques en El Dorado, una de las principales arterias de Bogotá, entre estudiantes y policías.
También en la capital colombiana, ayer estallaron simultáneamente seis artefactos, hiriendo a alrededor de 16 personas, mientras que en la Carretera Panamericana, por donde marchan los indígenas hacia Cali, a donde llegarían hoy, la olicía también desactivó seis cargas explosivas.
“Fuimos claros con el Gobierno”
En lo que representa un abierto desafío al Presidente Álvaro Uribe, las organizaciones indígenas que marchan hacia Cali rechazaron ayer las condiciones para la instauración del diálogo propuestas por el Ejecutivo, las que incluían la realización del encuentro el domingo -no el sábado-, a puertas cerradas y en la localidad de Popayán, a unos 100 kilómetros de la ciudad y a 600 de Bogotá. “Fuimos claros con la gente, con el Gobierno, que cualquier reunión la realizaremos con todo el pueblo en un debate público en Cali”, declaró Feliciano Valencia, dirigente del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). Gilberto Yafué, de la comisión política de la CRIC, fue más allá y aseguró que la propuesta demuestra que el Mandatario tiene la intención de “desmontar” la marcha antes de que arribe a Cali y “callar a la gente”.
Renuncia jefa de inteligencia
La directora del servicio colombiano de inteligencia (DAS), María del Pilar Hurtado, renunció tras denuncias de que el Gobierno ordenó a miembros de ese organismo que hicieran seguimiento a líderes opositores, según informó ayer una fuente oficial. Hurtado dimitió ante el Presidente Álvaro Uribe, a cuyo despacho está adscrito el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), dijo una fuente de ese organismo. Previamente, Hurtado relevó al coordinador de inteligencia política y social de la entidad, Jaime Ovalle, quien firmó las órdenes para espiar al senador Gustavo Petro y otros dirigentes del Partido de izquierda Polo Democrático Alternativo (PDA). Hurtado, que asumió la responsabilidad política por el escándalo, fue nombrada por Uribe el 23 de agosto de 2007.
Morales no asistirá a concentración en Cali
Horas después de que dirigentes indígenas anunciaran que el Presidente boliviano Evo Morales asistiría a la concentración programada para el sábado en Cali, afirmación que el Gobierno de Bolivia negó. Esto, pues el Mandatario ya tiene su agenda copada de actividades en su país, muchas de las cuales también incluyen el tema de los derechos de pueblos originarios de América. Sin ir más lejos, Morales asistió ayer a un encuentro internacional de indígenas de una veintena de países -incluido Chile- que se reúnen en el departamento boliviano de Santa Cruz para darle su respaldo político y debatir sobre sus derechos a la igualdad, y sobre las luchas contra el racismo. El proceso boliviano encabezado por Morales “marca el camino en Abiayala (antiguo nombre de América) frente al racismo y la discriminación”, afirmó el indígena peruano Javier Gora.
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