miércoles, 30 de septiembre de 2009

CRIMINALES DE ESTADO URUGEAYOS EN PUGNA CON TERRORISTAS DE ESTADO CHILENO 30-09-09

Uruguayos en pugna con ex agentes

Por Jorge Escalante / La Nación

Los tres coroneles (R) de la inteligencia de ese país reconocieron que el 15 de noviembre de 1992 llegaron al cuartel policial de Parque del Plata donde el químico se había refugiado tras huir de sus custodios chilenos.


Miércoles 30 de septiembre de 2009 País

Fotos

El ex agente de la contrainteligencia uruguaya, coronel (R) Wellington Sarli, quien no vio ayer con buenos ojos ser fotografiado.

Una pugna entre militares retirados de la inteligencia uruguaya y ex agentes de la inteligencia del Ejército chileno y la CNI quedó ayer de manifiesto con las declaraciones prestadas ante el juez Alejandro Madrid por los tres coroneles (R) uruguayos en el proceso por el crimen del químico de la DINA, Eugenio Berríos.
En una extensa jornada en la que incluso uno de los uruguayos se trabó a veces en disputas verbales con el juez, interrumpiéndolo cuando éste le hablaba, los oficiales extranjeros dejaron claro con sus declaraciones que los ex agentes chilenos que participaron en el operativo con el que terminaron asesinando a Berríos rompieron un pacto de honor y silencio involucrándolos en algunos episodios del caso.
Hasta ahora, los coroneles (R) Tomás Casella Santos, Eduardo Radae-lli Coppola y Wellington Sarli Pose, niegan todo vínculo con el secuestro y la ejecución de Berríos, reconociendo que sólo “ayudaron” a los agentes chilenos sin saber quién era realmente el químico y por qué la Dirección de Inteligencia del Ejército chileno (DINE) lo había sacado de Chile.

Sin embargo, Sarli reconoció que respecto del caso Berríos “su salida de Chile y el real objetivo de ella, estuvo reservada a las altas esferas chilenas y uruguayas”.
Los tres negaron haber mantenido un vínculo o contacto con los agentes de la DINE que en Montevideo custodiaban, o según ellos, “acompañaban” a Berríos. Porque para los militares uruguayos, Berríos jamás estuvo secuestrado en su país.
Con esa negativa, desmintieron a los ex agentes chilenos que en el proceso han reconocido que el contacto de ellos en Uruguay, durante el tiempo que Berríos se mantuvo vivo, fue el entonces capitán Eduardo Radaelli. “Yo nunca llamé a ninguno, ni tampoco recibí llamadas de ellos”, dijo Radaelli al juez.

Los tres militares eran en octubre de 1991, cuando la DINE sacó a Berríos de Chile, oficiales del Departamento de Contrainteligencia del Ejército uruguayo en servicio activo.

TESTIMONOS

Radaelli dijo al juez que “fue Casella quien me pidió la casa de Parque del Plata para llevar a Berríos por unos días. Él no me dijo quién era Berríos, a quien yo no conocía, entonces yo confié en Casella (que era un oficial superior a él) porque me dijo que Berríos, a quien nombraban como Tulio Orellana, y otro chileno a quién conocí como Carlos Ramírez, eran conocidos suyos”.
A su vez, Wellington Sarli desmintió al ex agente chileno Arturo Sanhueza, quien afirmó en el proceso que el día de la huida de Berríos, se reunieron en las casas vecinas de Sarli y Radaelli en Parque del Plata, estos dos militares uruguayos con los agentes chilenos de la DINE, Arturo Silva y Jaime Torres, para discutir acerca de cómo pudo Berríos llegar a refugiarse en el cuartel policial del lugar.
Sarli habló muy mal de Sanhueza, y aunque no lo trató de traidor, contó detalles de cómo lo ayudó con alojamiento y alimentación “a él y a toda su familia” en su casa del balneario.
Sanhueza, ex agente de la CNI, fue otro de los que la DINE sacó de Chile en 1991 para evitar que declararan en causas por violaciones de los derechos humanos.
Los tres en el cuartel
Fue de la casa de Radaelli en Parque del Plata, a una hora y media de Montevideo, desde donde el 15 de noviembre de 1992 Berríos eludió la custodia de los agentes de la DINE, para refugiarse en la comisaría del lugar.
Llegó diciendo que lo querían matar por orden del dictador Augusto Pinochet. Allí llegaron los tres uruguayos para rescatar a Berríos del cuartel, aunque ellos dijeron ayer que su presencia en ese cuartel ese mediodía, fue una coincidencia y no existió una concertación para ello.
la Nación.


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30 de Septiembre de 2009

Militares uruguayos en pugna con ex agentes

Los tres coroneles (R) de la inteligencia de ese país reconocieron que el 15 de noviembre de 1992 llegaron al cuartel policial de Parque del Plata donde el químico se había refugiado tras huir de sus custodios chilenos.

Los ex oficiales uruguayos que permanecen bajo arraigo en Chile por el crimen del químico de la DINA Eugenio Berríos negaron las declaraciones que los involucran en la muerte del profesional en 1992.
Los coroneles retirados de la contra inteligencia uruguaya Tomás Casella Santos, Eduardo Radaelli Coppola y Wellington Sarli Pose negaron haber tomado parte en algunos episodios de esta operación y dijeron que solo prestaron "ayuda" a los agentes de la inteligencia del Ejército chileno, sin saber quién era realmente Berríos.
Los uruguayos que fueron extraditados a Chile en 2006 y procesados por el delito de asociación ilícita se encuentran en libertad provisional, pero sujetos a una orden de arraigo que les impide abandonar el territorio chileno a solicitud del abogado defensor Carlos Neira.
"La salida de Chile de Berríos y el real objetivo de ella solo estuvo reservada a las altas esferas chilenas y uruguayas", dijo Sarli ante el juez Alejandro Madrid, que instruye el proceso por el secuestro y posterior asesinato de Berríos en Uruguay.En agosto pasado ex agentes de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), cuya Unidad de Operaciones Especiales sacó en octubre de 1991 al químico clandestinamente de Chile a Argentina y luego a Uruguay, declararon en el proceso que el contacto que llevaban para operar en Montevideo con respecto a Berríos era el entonces capitán Eduardo Radaelli.
"Yo nunca llamé a ninguno de ellos, ni ellos me llamaron a mí durante todo ese tiempo", afirmó Radaelli al magistrado, aunque reconoció que fue por orden de Casella que sacó a Berríos de Montevideo y lo llevó a su casa de veraneo en el balneario Parque del Plata, a una hora y media de la capital uruguaya."Pero yo nunca supe quién era realmente Berríos, y más aun, lo conocí como Tulio Orellana. Yo lo llevé porque Casella me dijo que él y otro chileno a quien conocí como Carlos Ramírez eran conocidos suyos", manifestó Radaelli.Sin embargo, los tres uruguayos reconocieron que el 15 de noviembre de 1992, día en el que Berríos eludió a sus custodios de la DINE y fue a refugiarse en el cuartel policial de Parque del Plata diciendo que lo querían matar por orden del dictador Augusto Pinochet, ellos llegaron para sacarlo.
Dijeron que la presencia de los tres ese día al cuartel policial fue solo una "coincidencia" y que no se concertaron para ello.Esa fue la última vez que al químico de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), el organismo represivo creado por Pinochet, se le vio con vida.
El coronel (R) Wellington Sarli también desmintió al ex agente Arturo Sanhueza, quien declaró en la causa que el día de la fuga de Berríos en la casa de Parque del Plata se reunieron Radaelli, Sarli y los agentes chilenos Arturo Silva y Jaime Torres para recriminarse por lo sucedido con Berríos.
Sarli mantenía a Sanhueza y su familia alojado en su casa de veraneo de Parque del Plata, vecina a la de Radaelli.Sanhueza también fue sacado en 1991 de Chile por la inteligencia del Ejército para, al igual que Berríos, evitar que declarara en procesos que se habían abierto por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.Tanto los tres militares uruguayos como los otros 16 ex agentes chilenos procesados y formalmente acusados por el juez Madrid, arriesgan altas penas de cárcel por el crimen de Berríos.Se espera que la sentencia sea dictada antes de que finalice 2009.
EFE

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