Querella Familiares y Amigos.
En Lo Principal: Deduce Querella Criminal. Primero Otrosí: Exención de Fianza de Calumnia. Segundo Otrosí: Diligencias. Tercero Otrosí: Documentos Cuarto Otrosí: Acumulación Quinto Otrosí: Patrocinio y Poder
S. M. V.
DON JUAN GUZMÁN TAPIA
Lucía Angélica Sepúlveda Ruiz, periodista, Eva María Carmona Sepúlveda, antropóloga; Viviana Elena Uribe Tamblay, Investigadora; Sara Duque Duque, labores de casa; Nelly Berenguer Rodríguez, Jefe de estudios U. de Chile; Raquel Inés Espinoza Townsed, labores de casa; Luciana Andrea Peña Soto, Terapeuta Corporal, y Daniela Alejandra Peña Soto, Antropóloga; Aldo Patricio Flores Durán, empleado; Silvia Mónica Gana Valladares, asistente social, y don Alan Bruce Gana, ingeniero ambiental; Hilda Saldívar Olivares, labores de casa; María Isabel Ortega Fuentes, asistente social; Tamara José Roxana Lagos Castro, estudiante; María Cristina Chacaltana Pizarro, secretaria; Haydée Del Carmen Palma Donoso, Médico; Pedro Alejandro Férnandez Lembach, asesor de publicidad; Eliana Galindo Ramírez, labores de casa; María Cristina González Benedetti, secretaria; María Luz Encina Silva, Labores de casa; Marialina González Esquivel, labores de casa; Erika Hennings Cepeda, educadora, y Natalia Chanfreau Hennings, estudiante; Eliana Del Carmen Zamorano Rojas, labores de casa; Silvia Vera Sommers, profesora; Mónica Pilquil Lizama, asistente social; Felicia Rodríguez Meza, comerciante; Inés Chamorro Cáceres, labores de casa. Margarita Marchi Badilla, técnico en artes; Juan Humberto Campos Cifuentes, empleado; Eduardo Miguel Ziede Martínez, estudiante; Doris Meniconi Lorca, labores de casa; Fedora Machuca González, artesana; Carmen Rosa Briceño Martínez, labores de casa; Hilda Elena Espinoza Figueroa, empleada; Blanca Carrasco Oñate, paisajista; Raúl Enrique Flores Castillo, relator de capacitación; Carmen Gloria Díaz Rodríguez, diseñadora de comunicaciones; Clara de las Mercedes Maldonado Herrera, terapeuta; Carlos Sandoval Ambiado, profesor; Juana Aguilera Jaramillo, profesora; Ronald Quinteros Manzano, cineasta; Carlos Humberto Cortés Mazzalin, comerciante; Silvana Verónica Fuentes Cienfuegos, asistente audiovisual; Manuel Elías Padilla Ballesteros, Antropólogo; Agueda Saez Fick, periodista; José Miguel Moya, transportistas escolar; Amelia Odette Negrín Larre, relatora de informática; Carlos Enrique Liberona Vergara, educador; Amanda De Negri Quintana, abogado; María Cristina Chacaltana Pizarro, secretaria; Patricia Zalaquett Daher, comerciante; Ulises Fernando Gallardo Acevedo, vendedor; Patricio Bustos Streeter, médico; Martín Hernández Vasquez, psicólogo; Mónica Gabriela Velasco Munita, educadora de párvulos; Hernán Rodrigo Ahumada Munita, profesor; Andrés Eliseo Vera Quiroz, egresado de trabajo social; y Moisés Fernando Coello Godoy, procurador judicial; Manuel Cabieses Donoso, periodista; Nilda Bórquez L, empleada; Santiago Morales Inostroza, empleado; Marcela Nuñez Saéz, empleada; Juan Aguilera Morales, empleado; Marcos Muñoz Briones, técnico gráfico; Antonio Lobos Sandoval, empleado; Norma Yurich Castagliola, labores de casa; Alejandra Carmona, empleada; Teresa Izquierdo Huneuss, empleada; Juan Luis Paredes Paredes, empleado; Rosita Ayress Moreno, empleada; Ximena Del Pilar De La Maza De La Maza, empleada; Jorge Radrigán Plaza, profesor de estado; Jorge Ayala, empleado; Hugo Ernesto Salinas Farfáa, empleado; Alicia Salinas Farfán, profesora; Lucía Magaly Gonzalez Perez, asistente social; Carlos Lafferte C., emplado; Luis Silva Saldívar, empleado; Paula Orta Camus, estudiante; Patricia Jorquera h, empleada; Juan Alberto Sanhueza Jara, empledo, Eduardo Benitez Lueya, empleado; Francisco Gedda Ortiz, cineasta; Eugenia Rodríguez, labores de casa; Patricia Bravo Berli, empleada; Carolina Cortés Valenzuela, estudiante; Gabriela Valenzuela Latorre, labores de casa; Agueda Moya Sáez, estudiante; Javiera Herrera Zalaquett, estudiante; Nestor Catilao D. Estudiante; Humberto Trujillo Zamorano, contratista; Esteban Luis García Segovia, técnico terapeuta; Gloria Elqueta Pinto, empleada; Darbil Astete Castro, empleado; Gabriela Humeres B., Cocinera; Pablo Castells Humeres, empleado; RAúL PERALTA SALAZAR, empleado; Juan Rodo R., empleado; Juan Carlos Chavez Pilquil, estudiante; Margarita Leblanc. , empleada ; Mauricio Esteban Ahumada Pardo, sociólogo; Elba Erika Blamey Vásquez, vendedora; Luis Nur G., empleado; Gabriel Nuñez Gallegillos, empleado; Sergio Betancourt, empleado; Alejandro Nuñez Soto, ejecutivo comercial; Patricia Guillén, empleada; Jorge Rigero, empleado; María Luz Encina Silva, labores de casa; Victor Gonzalez Valenzuela, empleado y Roberto Aguirre Urrutia, periodista, en autos criminales, rol 2182-98, a US.I. con respeto decimos :
Interponemos querella criminal en contra de AUGUSTO PINOCHET UGARTE, y de todos aquellos que aparezcan como responsables en el curso de la investigación por los delitos de Asociación ilícita genocida, secuestro, Aplicación de Tormentos y homicidio calificado en relación con los artículos 1 y 2 de la Convención para la prevención y sanción del delito de genocidio de 1947 , publicado como Ley de la República en Noviembre de 1953 cometidos de las personas de nuestros familiares y presentar denuncia por esos mismos delitos cometidos contra los terceros que se mencionan en el cuerpo principal del escrito, en razón de los siguientes antecedentes de hecho y fundamentos de Derecho.
LOS HECHOS:
El 11 de Septiembre de 1973 es derrocado el gobierno constitucional del Dr. Salvador Allende, abriéndose paso una larga Situación de anormalidad política, jurídica y social , de la que fueron víctimas gran cantidad de chilenos.
A pretexto de una situación de guerra se produjeron hechos de sevicia inhumana constitutivos de graves violaciones a los derechos más fundamentales de la persona humana establecidos en tratados internacionales vigentes, en la Constitución y en las leyes sobre los que pesa obligación de castigarlos por parte de los órganos del Estado Chileno. Uno de los más crueles corresponde al exterminio de Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) partido fundado en 1965, y que, si bien separado por diferencias ideológicas y tácticas no participó en el gobierno de la Unidad Popular, fue parte del Movimiento Social que le sirvió de Base de Apoyo y expresó una clara vocación de enfrentar, primero, la sedición de los partidos de Derecha contra el gobierno del Dr. Salvador Allende y luego de resistir al régimen dictatorial. Sus Políticas.
El costo que pagó por su posición política fue feroz, el Régimen militar desató una feroz cacería que cobró sobre 560 victimas fatales y llegó a tales extremos, que a principios del año 1975, menos de veinticinco miembros del grupo habían logrado escapar sin perder la vida, la libertad o sin tener que salir al exilio.
Los períodos que podemos reconocer en esta campaña de exterminio de grupo humano MIR son los siguientes:
Primer Periodo: 11 de Septiembre de 1973 a enero de 1974
Es el período en que se produjo el shock represivo más fuerte cuyo saldo describe muy bien la intensidad de la represión, El MIR sufre en este periodo:
104 muertos y 73 detenidos desaparecidos
Los métodos más utilizados son :
1. muertes en consejos de guerra irregulares,
2. muertos por ley de fuga
3. Desapariciones forzadas
4. arrestos masivos, seguidos de torturas
La represión golpea fundamentalmente al conjunto del movimiento social, influido por el MIR: Frente de Trabajadores Revolucionarios (FTR), Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER), Movimiento Universitario de Izquierda (MUI), Movimiento de Pobladores Revolucionarios (MPR), Movimiento Campesino Revolucionario (MCR) cuyos dirigentes, altos, medios y de base y muchos de sus miembros simples son perseguidos y victimados sistemáticamente .
Asimismo se aplica una rigurosa persecución a los llamados cordones industriales , en especial a los de Vicuña Mackenna y Cerrillos Ð Maipú, que tiene un costo alto en vidas.
Además se golpea a las estructuras políticas del MIR, especialmente grave es su descabezamiento, así, por ejemplo, las ejecuciones de las Direcciones Regionales del Sur de Chile, en septiembre a Octubre de 1973 (Valdivia, Puerto Montt, Osorno y Temuco) De todos ellos sólo quedó vivo un miembro de la Dirección en Temuco, Gustavo Marín.
En esa época los más activos gestores de esta política son: El Ejército, la Aviación, la Armada, Carabineros e Investigaciones.
Listado particularizado de Víctimas:
11 de septiembre 1973
Manuel OJEDA DISSELKOEN, quien muere el propio 11 de Septiembre de 1973, de 30 años, Ingeniero, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y miembro del GAP.
El día indicado, por la mañana, se dirigió hasta la industria mencionada. Días después sus familiares pudieron reconocerlo en el Instituto Médico Legal, como producto de su búsqueda en distintos lugares. El certificado de defunción establece como causa de la muerte, herida a bala.
Enrique Antonio MAZA CARVAJAL, 22 años, ejecutado por agentes del estado
Juan Carlos CARRASCO AYALA, ejecutado
Nicanor CHAMORRO ACOSTA, 24 años, ejecutado
12 de septiembre 1973,
Es detenido por una patrulla naval en el sector alto del Cerro La Cruz Yanctong Orlando JUANTOK GUZMAN, 26 años, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Presidente del Centro Alumnos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile, sede Valparaíso.
Se ha acreditado que después de su arresto fue recluido en el 'Maipo', donde fue visto hasta el 14 de septiembre, fecha en que un contingente naval lo trasladó a un lugar desconocido. En el proceso por presunta desgracia seguido en el 3º Juzgado del Crimen de Valparaíso, Rol Nº 91.896, la autoridad naval informó, con fecha 4 de julio de 1974, que Juantok se encontraba a disposición del Servicio de Inteligencia de la Primera Zona Naval. Posteriormente, la misma autoridad se desdijo de esa información.
Desde el momento en que fue sacado del Maipo, no se ha vuelto a saber de él. Consultados los organismos pertinentes, no registra trámite oficial alguno desde el momento de su desaparición, ni otro antecedente que permita suponer que se encuentra con vida.
13 de septiembre de 1973
EDUARDO ALEJANDRO ALBERTO CAMPOS BARRA Rut : 2.627.553, 29 años a la fecha de la detención, domiciliado en Sotomayor 238, Depto. 1, Santiago en septiembre de 1973, casado, técnico automotriz, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR.
Eduardo Alejandro Campos Barra, fue detenido el 13 de septiembre de 1973, en circunstancias que se ignoran. Ese día, se le vio salir de un inmueble ubicado en la población Roosevelt, comuna Las Barrancas hoy Pudahuel en compañía de un Teniente de Carabineros de apellido Quijada y de otros dos policías de esa Institución. A las 20 horas del 13 de septiembre, llamó por teléfono a su hermana Silvia Adriana diciéndole que se encontraba transitoriamente en San Bernardo.
Esa fue la última comunicación que tuvo con su familia. A fines de septiembre de ese año, dos detectives se apersonaron a la casa de la esposa manifestando que a Eduardo Campos lo habían fusilado en la Escuela de Infantería de San Bernardo. Su familia ha realizado innumerables diligencias ante las autoridades que aparecen como responsables del hecho, pero estas se han negado a contribuir a su esclarecimiento. Es más, solicitada información por parte de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Gobierno Militar, el año 1974, informó a dicho organismo que Eduardo Alejandro Campos Barra "no tiene existencia legal". Ello, pese a que su nacimiento se encuentra debidamente registrado en el Registro Civil, como asimismo su matrimonio. Su familia aún desconoce la suerte que corrió en manos de sus captores.
Es detenido en la Plaza de Paine Pedro León VARGAS BARRIENTOS, 23 años, soltero, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Lo aprehendieron efectivos de Carabineros y civiles que ante numerosos testigos lo golpearon e insultaron, para luego trasladarlo hasta el Retén de Paine. Desde entonces sus familiares no han tenido noticias de él.
Jaime Emilio ELTIT SPLIELMAN
Rut 153.692 de Temuco, 27 años de edad a la fecha de su detención, Domiciliado en Porvenir 705 de Temuco, casado, abogado, fue detenido en la ciudad de Santiago el día 13 de septiembre de 1973 por los integrantes de una patrulla militar y trasladado al Regimiento Tacna. La aprehensión se produjo en la vía pública en la intersección de las calles San Ignacio y Avenida Matta. Al día siguiente, el afectado fue conducido a un edificio de departamentos ubicado en calle San Ignacio 1121, segundo piso, donde se le mantuvo detenido, sin custodia aparente, bajo palabra de honor. Incluso en ese lugar se le permitió comunicarse telefónicamente con el Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, don Arnaldo Toro Leiva, quien a su vez comunicó el hecho a la familia. Ante esta situación, un hermano de la víctima, Ricardo Eltit, se trasladó a Santiago y lo visitó en el departamento señalado en compañía de otras dos personas. Allí la víctima le contó que había sido interrogado en varias oportunidades en el Regimiento Tacna. Esta permanencia en el departamento de calle San Ignacio se prolongó hasta el día 6 de octubre de 1973, fecha en la cual el detenido fue trasladado por tren hasta la ciudad de Temuco custodiado por personal militar vestido de civil. El detenido y sus guardianes arribaron a ésa aproximadamente a las siete de la mañana del día 7 de octubre, siendo trasladado de inmediato al Regimiento de Tucapel, desde donde desapareció seis días después.
En el intertanto, su familia había contratado los servicios profesionales del abogado señor Teodoro Rivera Beinett, a quien se le comunicó de inmediato el arribo de Jaime Eltit. Ante esta noticia el abogado se apersonó en la Fiscalía Militar, entrevistándose con el Fiscal Militar, Mayor de Ejército, Luis Jofré quien le manifestó que Jaime Eltit sería interrogado el día 8 de octubre y que posteriormente sería dejado en libertad. Sin embargo este anuncio no se cumplió y el afectado continuó detenido en el cuartel del Regimiento Tucapel. A su familia se le permitió llevarle alimentos y efectos personales, lo que hicieron diariamente, por intermedio de su hermano Ricardo. El día 12 de octubre, éste y su amigo, el abogado Fouse Jamarne, pudieron divisar al afectado en una sala contigua a la Guardia del Regimiento, alcanzando a intercambiar señas, pero sin poder hablarse. El día 13 de octubre, volvió Ricardo Eltit al Regimiento donde se le manifestó que su hermano Jaime había sido puesto en libertad.
Hasta la fecha el afectado permanece desaparecido, desconociéndose la suerte que corrió en manos de sus captores.
Cabe hacer presente que el abogado Jaime Eltit se había destacado por ser abogado defensor de algunos casos con repercusión política, como el de algunos militantes del MIR que fueron procesados por supuesta infracción de la Ley de Control de Armas en julio de 1973, como asimismo participaba en la defensa de Miguel Enríquez y Carlos Altamirano en un proceso relacionado con la Armada.
Doña Rosa Elena Toro Saldivia, periodista, cuyo cónyuge permaneció detenido e incomunicado en la ciudad de Temuco hasta mediados de octubre de 1973, señala en declaración jurada prestada ante Notario: "...a principios de octubre e 1973 (no recuerdo el día exacto), acudí al Regimiento Tucapel de Temuco donde funcionaba la Fiscalía Militar, para solicitarle una autorización e ingresar a la Cárcel para que mi cónyuge me firmara los documentos para la venta de nuestra casa. Ese día llegué a la puerta del Regimiento y se me permitió ingresar a la Fiscalía Militar, que quedaba a unos 50 metros de la puerta de la entrada principal. A continuación de la entrada y a mano derecha, se encontraban 3 o 4 salas donde funcionaban la guardia y se hacía esperar a algunas personas. Dejo constancia que yo había acudido algunas veces antes de esa fecha al Regimiento Tucapel en mi calidad de periodista, a entrevistar autoridades militares.
Inmediatamente después de pasar la entrada, mi mirada se desvió hacia esas salas, dándome cuenta que, en la última de ellas, se encontraba Jaime Eltit Spielman, parado a unos dos metros de la puerta y encañonado por dos Suboficiales, según deduje por la vestimenta que llevaban. Me di cuenta que vestía un ambo, no recuerdo si gris o café, y en la mano tenía algo como una parka o abrigo. Estaba a unos 5 metros de mí y nos miramos fijamente hasta perderse en el muro de madera. Mi trámite duró alrededor de media hora y al salir, siempre acompañada de un soldado, me fue imposible mirar hacia atrás y saber si Jaime Eltit aún permanecía allí..." Cabe señalar que un cuñado de la víctima, el doctor Arturo Hillerns Larrañaga fue detenido en su domicilio de la ciudad de Temuco el día 15 de septiembre de 1973 por Carabineros que irrumpieron en el inmueble preguntando por el paradero de Jaime Eltit. El doctor Hillerns desapareció en manos de sus captores, ignorándose hasta la fecha su suerte o paradero al igual que el de su cuñado Jaime Eltit que desaparece desde el Regimiento Tucapel de Temuco aproximadamente el 13 de octubre de 1973.
Santos Víctor ROMEO GONZÁLEZ, 33 años, casado, contador. Murió el 18 de septiembre a las 06:30 hrs, en la vía pública en Santiago, por heridas de bala torácico abdominales, (IML)
Según familiares, fue detenido alrededor del 15 de septiembre en la población El Almendral en un operativo realizado en el sector, y trasladado a una Comisaría, donde fue duramente golpeado hasta ser dejado en estado de inconciencia. Otro detenido con él, que fue detenido posteriormente, narró lo ocurrido a la familia.
Luego de una intensa búsqueda, los familiares concurrieron al IML. Allí les informaron que su pariente estaba sepultado en el Cementerio General, hecho que verificaron posteriormente.
Francisco MILLAHUINCA ARAYA, 18 años, soltero, estudiante. Murió el día 13 de septiembre a las 22:00 hrs, en la Posta Central por traumatismo cráneo encefálico, según certificado del IML.
Según testigo presencial, en horas de toque de queda, Francisco se encontraba tras la reja de ingreso al pasaje donde se ubicaba su domicilio, en calle San Camilo, conversando con un vecino; de improviso apareció una patrulla militar, que comenzó a dispararles sin advertencia, siendo apoyados en esta acción por funcionarios de Carabineros. Su vecino sobrevivió a pesar de ser herido de gravedad.
Rafael Augusto CRUZ AGUAYO, 28 años, ingeniero agrónomo, es muerto por el Tte de Carabineros Juan Barrientos en Purranque
José Félix GARCÍA FRANCO, 31 años, estudiante medicina U de Chile, es detenido por Carabineros de la 2º Comisaría de Temuco. Desde entonces está desaparecido.
María de la Luz FRANKOVICH PÉREZ, 46 años, dueña de casa. Murió el 13 de septiembre a las 18:10 hrs. en la Posta Central por una herida a bala glúteo pélvico hipogástrica complicada y anemia aguda, según el Certificado de Defunción.
Ese día, caminaba por la calle Rogelio Ugarte junto con otras 3 mujeres. En esos momentos irrumpieron en el lugar funcionarios de Carabineros, quienes dispararon durante algunos minutos y luego se retiraron, dejando herida a María de la Luz.
Su marido y su hijo que presenciaron lo sucedido la trasladaron a la Posta Central, donde murió
entre el 13 de septiembre de 1973 y el 17 del mismo mes
En las localidades de Laja y San Rosendo 19 personas fueron detenidas por carabineros de Laja, entre ellos Manuel Mario Becerra Avello, 18 años de edad, simpatizante del MIR, estudiaba en la Escuela Industrial de Curacautín y había viajado por razones familiares a Laja. El día 14 de septiembre, cuando se disponía a regresar a Curacautín, encontrándose en la Estación del Ferrocarril, a las 8 de la mañana, y en los instantes mismos en que se aprestaba a abordar el tren, fue detenido por cinco carabineros de la Tenencia de Laja, al mando del Sargento Pedro Rodríguez Ceballos.
La detención fue presenciada por la madre de Manuel, doña María Avello, su hermano José Eleazar, su prima Berta y su abuela Griselda Espinoza, quienes lo habían ido a despedir. En el acto los funcionarios policiales subieron a Manuel a un jeep de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones el que utilizaban para movilizarse y en el lo trasladaron hasta la Tenencia de Laja.
Informado el padre de Manuel, de inmediato se trasladó hasta las oficinas de Transporte Cóndor, lugar donde laboraba, para solicitar a su jefe, el Sr. Jaime Stocker, que intercediera ante Carabineros para que pusieran en libertad a su hijo. Este concurrió hasta la Tenencia, pero allí le informaron que no podían ponerlo en libertad debido a que ya habían registrado su detención en los libros correspondientes.
Desde el mismo día 14 hasta el 17 de septiembre, Manuel fue visitado regularmente por sus familiares en el recinto de la Tenencia. Allí pudieron comprobar que lo habían castigado mucho y que le azuzaban los perros, a consecuencia de lo cual su condición física estaba muy precaria y hablaba poco.
Entre los recluidos en la Tenencia según recuerdan los familiares de Manuel Becerra , estaban, entre otros, Alfonsín Hernández, único sobreviviente del grupo; Jack Gutiérrez, Alfonso Macaya y Wuilzon Muñoz.
A don Mario Becerra, padre de Manuel, le informaron funcionarios policiales que su hijo "militaba con los miristas". Manuel Becerra había sido detenido con anterioridad al 11 de septiembre, durante la campaña para las elecciones parlamentarias de 1973, por pintar junto a otros amigos consignas del MIR en Laja.
El día 18 de septiembre, cuando una de sus hermanas fue hasta la Tenencia para llevarle el desayuno, se impuso que Manuel y 19 otros detenidos en ese recinto, Juan Acuña Concha, Luis Araneda Reyes, Rubén Campos López, Dagoberto Garfias Gatica, Fernando Grandón Gálvez, Jack Gutiérrez Rodríguez, Juan Jara Herrera, Mario Jara Jara, Jorge Lamana Abarzúa, Alfonso Macaya Barrales, Heraldo Muñoz Muñoz, Wuilzon Muñoz Rodríguez, Federico Riquelme Concha, Luis Sáez Espinoza, Oscar Sanhueza Contreras, Luis Ulloa Valenzuela, Raúl Urra Parada, Juan Villarroel Espinoza y Jorge Zorrilla Rubio, habían sido trasladados a la ciudad de Los Angeles. En ésa recorrieron diversos lugares de detención sin que lograran ubicar a la víctima.
Por comentarios de los vecinos de la Tenencia se supo que, en horas de la madrugada, los detenidos fueron trasladados con destino desconocido a bordo de una o dos micros pertenecientes a la Papelera.
Sus familiares lo buscaron por más de 6 años y recién en 1979, mediante una investigación judicial, pudieron dar sepultura a la víctima, esclarecer que los 20 detenidos fueron ejecutados por sus captores en el Fundo San Juan, ubicado entre Laja y Yumbel, enterrados clandestinamente en dicho predio. Lugareños descubrieron la matanza y dieron aviso al juez de la localidad, éste no hizo nada. Ellos no conocían la identidad de las víctimas. Carabineros de Yumbel levantaron 19 de los cuerpos y los enterraron al margen de la ley en la fosa común del Cementerio de Yumbel.
El 14 de septiembre de 1973
Es fusilado José Eusebio RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ de 24 años, obrero, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Según versiones de prensa, fue juzgado por un Consejo de Guerra y fusilado por militares en cumplimiento de la sentencia emanada de esta. Se le acusó de ser el lugarteniente del "Mickey", nombre con el que era conocido un alto dirigente del MIR.
No se ha obtenido copia del supuesto Consejo de Guerra, a pesar de las peticiones realizadas a las autoridades correspondientes. Su certificado de defunción señala como fecha de la muerte el 14 de Septiembre de 1973 y como causa de la misma "heridas múltiples a bala".
Eduardo GONZALEZ GALENO, 31 años, médico, Director del Hospital de Cunco y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido en su lugar de trabajo por efectivos de la Fuerza Aérea. Lo aprehendieron junto a su cónyuge, también médico y de la misma militancia, siendo trasladados a la Tenencia de Carabineros de Cunco y desde allí en un helicóptero de la Fuerza Aérea a la Base de Maquehua. Testigos que declararon ante esta Comisión acreditan su presencia en este recinto, sin embargo las autoridades negaron ante sus familiares su detención. Hasta la fecha Eduardo González permanece desaparecido. parte de agentes del Estado, responsables de su detención y posterior desaparición
José Eugenio CASTRO ÁLVAREZ, de 22 años de edad, zapatero y Ernesto MARDONES SOTO, estudiante universitario, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fueron detenidos por efectivos de Carabineros de Hualpencillo en la casa del primero de ellos y conducidos a la unidad policial. Las familias realizaron innumerables gestiones, sin obtener información respecto de sus paraderos. Dos meses más tarde, el cuerpo sin vida de Ernesto Mardones Soto fue encontrado en las riberas del río Bío-Bío, con huellas de impactos de bala. José Castro ÁLVAREZ, se encuentra desaparecido hasta la fecha.
Ese mismo día, un grupo de alrededor de veinte personas, viajaban hacia la pre-cordillera en un microbús, intentando eludir la acción de las fuerzas policiales y militares
Al día siguiente, dos de sus integrantes, José Fernando ROMERO LAGOS, 22 años, estudiante de enseñanza media y Rubén VARAS ALEUY, ambos militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y se separaron del grupo, con el objeto de tomar contacto con campesinos de la zona, pero no regresaron. Por testimonios verosímiles se ha podido establecer que ambos fueron detenidos por Carabineros y que fueron ejecutados el 15 de Septiembre de 1973 en el Retén de Niblinto. Hasta ahora permanecen en calidad de desaparecidos. Otros testimonios afirman que sus cuerpos habrían sido encontrados por campesinos y enterrados por éstos
De todos estos hechos no se entregó versión oficial a la época. Las defunciones de Solís y Carrasco están inscritas señalándose como causa de la muerte: "perforaciones balísticas, anemia aguda" y como lugar de la defunción: la vía pública en Niblinto. Las detenciones de Romero y Varas no fueron reconocidas por la autoridad.
Luis Nelson Cádiz Molina, 28 años, soltero, comerciante, sin militancia política, simpatizante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido el día 14 de septiembre de 1973. Permaneció recluido en la Subcomisaría de Paine. Su detención no fue reconocida por autoridad competente permaneciendo hasta el día de hoy en calidad de detenido-desaparecido.
Luis Nelson Cádiz Molina vivía con su abuela materna doña Gumercinda Taibo y su tía Rosa Molina. El temía ser detenido debido a que era de público conocimiento su amistad con un grupo de jóvenes de Paine que realizaban actividades de propaganda para el Movimiento de Izquierda Revolucionaria.(MIR). Por tal motivo decidió ausentarse de su domicilio, solicitando la noche del 13 de septiembre alojamiento en casa de un compañero de trabajo llamado Alejandro Moraga Avaria. Este último accedió a alojarlo en su domicilio. A la mañana siguiente muy temprano Alejandro Moraga A. se dirigió a la casa de Jorge Adolfo Verdugo Rojas al cual Cádiz Molina y él le trabajaban en su predio agrícola. No existiendo claridad respecto a cómo se sucedieron los hechos de la detención, o el por qué Cadiz Molina concurrió a la Unidad Policial, éste fue trasladado hasta las cercanías de la Subcomisaría de Paine en un vehículo de propiedad de Adolfo Verdugo Rojas. El joven Luis Nelson Cádiz Molina ingresó a la Subcomisaría, quedando detenido; desde allí, no se sabe qué día, fue sacado con destino desconocido.
La detención y desaparecimiento de Luis Nelson Cádiz Molina se enmarca en lo que fue la represión en Paine en 1973.
Ernesto Alfonso PÉREZ NAVARRETE, Nacido el 08/11/36, 25 años, soltero, estudiante universitario. Murió ese día a las 22:00 hrs, en agustinas con Maturana por dos heridas de bala toráxicas con salida de proyectiles y heridas por armas de fuego en la región sacra, según certificado del IML.
Fue detenido por una patrulla militar antes del inicio del toque de queda, cerca de su domicilio, junto con su amigo Carlos Bustamante Mancilla, con quien había ido a comprar pan. Vecinos que presenciaron los hechos informaron a la familia que militares, luego de detenerlos en la vía pública, procedieron a ejecutarlos en el lugar. Sus cuerpos permanecieron en la vía pública hasta el día siguiente
Fernando Albino CARRASCO PEREIRA, 24 años, ejecutado por Carabineros en el Retén Niblinto, Chillán, en un supuesto enfrentamiento
Luis Carlos DE ALMEIDA, Brasileño, casado, profesor universitario, detenido desaparecido el 14 de septiembre de 1973 en Santiago. Fue detenido ese día por efectivos de Carabineros y trasladado al Estadio nacional y desde esa fecha permanece desaparecido.
De acuerdo al testimonio de un sobreviviente, ambos, exiliados políticos y simpatizantes del MIR, fueron detenidos por Carabineros en su domicilio, ubicado entonces en la comuna de Barrancas, y conducidos a la Comisaría del sector. Durante la noche los trasladaron al Estadio Nacional, donde se les interrogó bajo torturas. Luego, acompañados de un tercero, también extranjero y quien no ha podido ser identificado, fueron trasladados por una patrulla militar hasta una de las riberas del río Mapocho. Allí los militares los obligaron a adentrarse en las aguas mientras los ametrallaban por la espalda.
15 de septiembre de 1973
Es muerta Blanca Marina de la Luz CARRASCO PEÑA, 27 años, estudiante de Artes Plásticas, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y dirigente estudiantil en la Universidad Técnica del Estado (UTE).
Ese día la afectada salió de su domicilio con el fin de concurrir a la Posta Central a ver a un compañero de estudios que se hallaba herido. En el trayecto fue detenida, aparentemente por Carabineros, toda vez que hubo testigos que la vieron luego en la Tenencia Macúl de ese cuerpo policial. Ese mismo día es sacada en un camión, al parecer para ser trasladada al Estadio Nacional.
Días después, su cónyuge encuentra su nombre en una lista del Instituto Médico Legal, lugar al que había ingresado como N.N. Según el certificado respectivo, su muerte había ocurrido el 15 de Septiembre de 1973 a las 23:00 horas, - escasos minutos después de que fuera retirada del cuartel policial- por "heridas de bala toraxo-abdominales complicadas" y el cuerpo había sido encontrado en la vía pública y remitido por la Tenencia Grecia de Carabineros.
Son ejecutados por soldados del Regimiento Antofagasta, en el camino entre esa ciudad y la Base Aérea de Cerro Moreno: Nenad TEODOROVIC SERTIC, 24 años, austríaco, estudiante de la Universidad del Norte, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); Elizabeth CABRERA BALARRIZ, 23 años, cónyuge del anterior, Asistente Social, Jefa del Departamento de Bienestar de la misma Universidad, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); y Luis MUÑOZ BRAVO, 28 años, estudiante de la Universidad del Norte, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Las tres personas mencionadas fueron detenidas entre el 14 y el 15 de septiembre. Conforme al comunicado oficial las víctimas fueron ultimadas por personal militar cuando eran trasladadas desde Antofagasta a la Base de Cerro Moreno: "el hecho se produjo a las 20:30 horas cuando eran conducidos en un vehículo que sufrió un desperfecto eléctrico. El vehículo se detuvo, lo que fue aprovechado por los detenidos para huir en medio de la oscuridad", hecho que motivó sus ejecuciones.
Desaparece Arturo HILLERNS LARRAñAGA, 29 años, médico de la Dirección Zonal del Servicio Nacional de Salud y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Fue detenido por efectivos de carabineros de la 2ª Comisaría de Temuco, en su domicilio, durante el toque de queda. Al día siguiente, fue publicado el Bando Nº 1 de la Comandancia de Guarnición de Temuco, donde se señaló que: "el Dr. Arturo Hillerns Larrañaga, se dio a la fuga el 15 de septiembre de 1973, a las 03.00 horas de la madrugada, en circunstancias que era trasladado desde su domicilio, al Grupo Nº3 de Helicópteros, con el objeto de obtener antecedentes de grupos extremistas. Dicho ciudadano se encuentra prófugo y ha sido encargado a las patrullas militares y de carabineros, las que tienen orden de abrir fuego ante cualquier resistencia".
Juan Andrés BLANCO CASTILLO, Dominicano, 25 años, soltero, estudiante ingeniería comercial U de Chile. Juan Andrés vivía en una residencial de estudiantes de calle Domeyko en Santiago. Fue visto por última vez detenido en un barco de la Armada durante septiembre de 1973.
Según información proporcionada a la familia por un testigo presencial que fue detenido junto con Juan Blanco, ambos fueron trasladados desde Santiago a la ciudad de Valparaíso, donde permanecieron recluídos en un barco de la Armada.
Según información recopilada por Investigaciones, Juan Blanco ingresó al país en enero de 1973 proveniente de la Universidad Patricio Lumumba de la URSS.
LUIS CARLOS JIMENEZ CORTES, Rut 4.779.937 de Santiago, 25 años de edad a la fecha de su detención, casado, dos hijos, dibujante técnico, miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) permanece en calidad de detenido desaparecido a partir del 15 de septiembre de 1973, luego de salir de su domicilio ubicado en el sector de Bellavista, calle Salvador Donoso 137, Santiago, en horas de toque de queda.
A partir de esa fecha, su madre doña Olga Cortés Bruna, realizó innumerables gestiones tendientes a dar con su paradero todas sin resultados positivos. Es así como recorrió cárceles, penitenciarías, fiscalías militares, Estadio Nacional, Estadio Chile, la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos (SENDET), comisarías, etc. Doña Olga Cortés fue detenida con fecha 28 de diciembre de 1974 y salió en libertad en mayo de 1975.
Luego de muchos años sin tener antecedentes respecto de las circunstancias del desaparecimiento del afectado, un dirigente del MIR de esa época, Patricio Rivas, ha declarado haber conocido a Luis Carlos Jiménez Cortés en la Brigada Universitaria del MIR de la U. de Chile, y que a partir de 1971 el afectado se incorporó a trabajar activamente en esa organización política, en la zona norte de la capital. Agrega el testigo que el día 11 de septiembre de 1973, alrededor de las 17 horas, recibió un llamado telefónico de parte del afectado. El 12 de septiembre, Patricio Rivas le envió una nota por intermedio de Diana Aron Svigilsky, desaparecida después de haber sido detenida el 18 de noviembre de 1974. Con fecha 13 de septiembre de 1973, el declarante recibió la respuesta del afectado.
Patricio Rivas señaló que en el mes de diciembre de 1973 y luego de la detención de Bautista Van Schouwen Vasey, (detenido desaparecido desde el 13 de diciembre de 1973), se efectuó por parte de la dirigencia del MIR, una evaluación de los sucesos ocurridos en el país a partir del Golpe de Estado. En dicha oportunidad, y en relación al desaparecimiento de Luis Carlos Jiménez Cortés, se informó que desapareció luego de salir de su casa del barrio Bellavista, en circunstancias en que se dirigía a un punto de encuentro con otro militante. Patricio Rivas señala recordar que, al parecer por intermedio de Anselmo Radrigán Plaza, (detenido desaparecido a partir del 12 de diciembre de 1974) que era el jefe de una estructura del MIR, se informó que el afectado no llegó al lugar de encuentro prefijado.
Luis Carlos Jiménez Cortés se encuentra desaparecido desde el 15 de septiembre de 1973.
16 de septiembre 1973
Luis Jorge Almonacid Dumenes, 22 años a la fecha de la detención, estudiante de la Universidad de Chile, Sede Temuco, militante del MIR, fue detenido el 16 de septiembre de 1973 en el domicilio de un amigo ubicado en la localidad de Padre las Casas de Temuco, por efectivos de Carabineros que lo trasladaron a la Comisaría de la Institución de esa localidad. En el recinto policial fue torturado y se le mantuvo con los pies descalzos y sin comida. El 19 de septiembre fue trasladado al Regimiento Tucapel de Temuco, en donde fue nuevamente torturado, esta vez con aplicación de corriente eléctrica. Al día siguiente, fue trasladado a la Cárcel de Temuco permaneciendo allí hasta el 24 de septiembre, fecha en que fue sacado por una patrulla de Carabineros, entre los cuales se encontraba el Teniente Eduardo Riquelme Rodríguez y el Comandante Enrique Arias González. Desde entonces, se encuentra desaparecido.
La familia de la víctima realizó numerosas gestiones y diligencias con el fin de dar con su paradero, pero todas ellas resultaron infructuosas y aún desconocen la suerte que corrió el afectado luego que fuera sacado desde la Cárcel de Temuco por efectivos de Carabineros. En el informe de la Comisión Verdad y Reconciliación, consta que la autoridad de la Cárcel de Temuco, informó a esa Comisión que Luis Jorge Almonacid ingresó a ese Penal el día 19 de septiembre de 1973 y que egresó el día 25 de septiembre por orden de Fiscalía, orden de libertad Nº 21.
Cabe señalar, que situación similar a la de Luis Almonacid, afectó a José Muñoz Concha, quien fuera detenido y llevado el 24 de septiembre a la Cárcel de Temuco. La autoridad penitenciaría también informó que el detenido egresó el 25 de septiembre en virtud de una supuesta orden de libertad de la Fiscalía de Ejército de Temuco Nº 24.
Saúl Sebastián Cárcamo Rojas, 20 años de edad, estudiante secundario, militante del MIR y Ricardo Carrasco Barrios, 19 años de edad, estudiante secundario, militante del MIR, habitantes de la localidad de Paine, fueron detenidos en un operativo amplio, practicado por civiles de la zona y por efectivos de Carabineros de la Sub Comisaría de Paine, a cargo del Sargento Manuel Reyes, y ejecutados el día 16 de septiembre de 1973. Dada las condiciones imperantes, las defunciones de estas personas no quedaron inscritas en Registro Civil. Por motivos evidentemente humanitarios, sus familiares procedieron a la sepultación de los restos abandonados en la vía pública. Esta situación no pudo regularizarse.
Dado el temor que se había impuesto en la localidad por detenciones masivas ocurridas en los días anteriores, y dada la activa participación pública como militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, ambos jóvenes habían dejado sus respectivos domicilios para cobijarse en el de la familia de Patricio Araya, también perteneciente a la misma organización política. Así entonces, el día de los hechos, se encontraban en ese domicilio en el Asentamiento Santa Rosa las siguientes personas: doña Alejandrina Muñoz y sus hijos Valericio y José Sánchez Muñoz, José Oscar Carvajal Sánchez, todos familiares de la dueña de casa. Además se encontraban pernoctando en la vivienda, Patricio Araya Sánchez (nieto de la dueña de casa), Gustavo González, Saúl Sebastián Cárcamo Rojas y Ricardo Carrasco Barrios, los tres últimos, militantes del MIR. La madrugada del 16 de septiembre de 1973 el domicilio fue objeto de un allanamiento violento con uso de armas de fuego como paso inicial. Todos los moradores fueron sacados al exterior, salvo la dueña de casa y Saúl Sebastián Cárcamo Rojas, quien alcanzó a huir. Los detenidos fueron tirados al suelo, golpeados con puntapiés y culatazos por los civiles acompañantes y por los carabineros, especialmente Ricardo Carrasco quien fue identificado por un civil como "el chiricuto".
Patricio Araya, Gustavo González y Ricardo Carrasco fueron subidos a una misma camioneta que mantenía sus focos encendidos. A Ricardo Carrasco se le dijo: "si eres valiente, empieza a correr", indicándosele el camino por delante. Lo hizo. Y cuando se alejaba, a unos 25 metros de la camioneta, se escucharon gritos "se está arrancando" y le dispararon desde varios puntos. El cuerpo fue tomado y lanzado a una acequia al lado del camino. Los otros dos jóvenes fueron mantenidos en la camioneta.
Enseguida el grupo se dirigió a la casa de Saúl Sebastián Cárcamo Rojas, distante a unos tres kilómetros. Este había llegado poco rato antes y había comentado a su madre la situación que afectaba a sus compañeros, añadiendo su intención de abandonar el domicilio en busca de un lugar más seguro. Cuando lo hacía, llegó el grupo aprehensor, por lo que intentó huir nuevamente hacia la parte posterior del sitio.
En 1991 se logró regularizar la situación de ambos jóvenes, sus cuerpos después de ser exhumados fueron identificados por el Instituto Médico Legal y así se pudo inscribir la defunción. La detención y ejecución de ambos jóvenes se enmarca en lo que fue la represión en Paine en 1973.
Es detenido Walter Carlos SCHNEVER XUBERO, 21 años, estudiante, militante del Frente de Estudiantes de Revolucionarios (FER-MIR).
Según relata su familia, ese día el afectado les contó que estaba siendo perseguido. Salió de su casa y fue detenido en la vía pública por Carabineros.
Con posterioridad, la familia encontró su cadáver en el Instituto Médico Legal. Cuando solicitaron la entrega de los restos, se les informó que ya habían sido inhumados en el patio 29 del Cementerio General. Tiempo después la familia practicó su exhumación.
En este caso, como en varios otros en la Región Metropolitana, el certificado de defunción da una fecha anterior de la muerte a aquella que los múltiples y concordantes testimonios que se han recibido en relación a la fecha de detención. El certificado de defunción afirma que la víctima muere el 11 de Septiembre de 1973, por causa: "herida de bala cráneo encefálica.
La autopsia se realizó 26 de Septiembre, y la inscripción de la defunción es de fecha 4 de Octubre de 1973.
17 de septiembre de 1973,
Fueron detenidos frente a testigos, los hermanos: Paulino Ernesto ORDENES SIMON, 21 años , campesino, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y Juan Miguel ORDENES SIMON, 21 años, campesino, 20 años.
La detención es llevada a cabo en un asentamiento de Lampa, por personal del Ejército del Regimiento de Paracaidistas y Fuerzas Especiales de Peldehue.
En el mismo operativo fue detenido, Victor Joaquín MALDONADO GATICA, 21 años, estudiante, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Su detención se produjo en el Asentamiento Campesino 'El Esfuerzo', en Lampa. En este allanamiento fueron detenidas también otras personas, entre ellas un hermano suyo que después de un tiempo de permanecer privado de su libertad, es liberado. Al día siguiente, es detenido y llevado también al recinto de Peldehue su padre Manuel Maldonado Miranda.
Los detenidos fueron llevados a Peldehue, donde se les maltrató. El día 18 en la noche, son trasladados al Estadio Nacional, lugar en donde son sometidos a interrogatorios, según testigos verosímiles.
El testimonio de un sobrevivente al hecho, relata que fueron sacados del Estadio Nacional junto a otras personas, el día 19 de septiembre de 1973 y ejecutados en la rotonda de Grecia, en horas del toque de queda.
Las causas de las muertes según los respectivos certificados de defunción son: Paulino Ordenes muere por "Heridas de bala (2) de tórax con salida de proyectil"; Juan Miguel Ordenes muere por "Heridas a bala torácica abdominales"; Víctor Maldonado Gatica muere por "Herida a bala torácico abdominal y cráneo encefálica.
Cabe señalar que los certificados de defunción de los hermanos Ordenes, consignan como fecha de muerte el 16 de septiembre de 1973, uno a las 16:00 hrs. y el otro a las 22:00 hrs. La fecha en que fueron inscritos es el 1º de Octubre para ambos casos. Estos datos son contradictorios con los múltiples testigos que presenciaron la detención y otros que estuvieron detenidos con las víctimas, que dan información concordante en el sentido que ello ocurrió en fecha posteriores. El certificado de defunción de Maldonado, en cambio, señala como fecha de muerte el 19 de septiembre de 1973, a las 23:00 horas, en la esquina de Avenida Grecia y Américo Vespucio, lo que concuerda con el relato.
18 de septiembre de 1973
Es ejecutado Jorge AVILA PIZARRO, 27 años, médico, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
El afectado quedó detenido el 17 de septiembre, en la 9ª Comisaría de Carabineros, donde se presentó cumpliendo una citación dejada en su lugar de trabajo, el Hospital Psiquiátrico. Ese mismo día, alrededor de las 16:00 horas, llegó a su casa acompañado de dos oficiales de Carabineros, quienes allanan e incautan algunos libros. Nuevamente fue trasladado a la 9º Comisaría, esta vez acompañado por su cónyuge, a la que le indicaron que Jorge Avila sería trasladado al Estadio Nacional. La esposa regresó a su hogar, y al poco rato recibió un llamado telefónico de su marido confirmándole que sería trasladado, sin embargo, al día siguiente cuando la cónyuge fue al Estadio Nacional a ver a Avila, se le negó que se encontrara allí. En la 9ª Comisaría, en cambio, se le insistió en que el traslado había sido hecho.
Sólo el 20 de diciembre de 1973 la familia logró averiguar que Jorge Avila Pizarro se encontraba muerto desde el 18 de Septiembre de 1973 y enterrado en el Patio 29 del Cementerio General.
De acuerdo al informe de autopsia, el cuerpo fue remitido al Instituto Médico Legal como 'desconocido' por la Fiscalía Militar, señalando que se ignoraba el lugar del deceso. El cadáver fue identificado por el Gabinete de Identificación y la causa de la muerte fue "herida de arma de fuego facio-cráneo-encefálica y herida de bala torácica izquierda
Son detenidos, desde su domicilio en el campamento "Trabajadores al Poder": Juan Guillermo FUENTES RAVANAL, 24 años, obrero y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Según testimonios verosímiles y concordantes, las tres personas mencionadas fueron detenidas y trasladadas por militares al Regimiento, y desde ese Recinto al sector Quilmo donde se les ejecutó en un recinto militar. Posteriormente, sus familias encontraron los cuerpos en la morgue loca
El certificado de defunción de Juan Fuentes señala: "perforación balística transfixiante toráxica, acción contingente uniformado". La fecha: 18 de septiembre, 19:30 horas
José Gabriel Campos Morales, casado, padre de 4 hijos, sufría de úlcera y sangramientos de nariz, fue detenido a las 08:00 de la mañana del 18 de septiembre de 1973, por Militares del Regimiento Escuela de Artillería de Linares, en su domicilio y en presencia de testigos. De inmediato fue conducido a la Cárcel Pública -en donde le informaron posteriormente a la familia que había salido en libertad el 5 de octubre de 1973- para después ser trasladado a la Comisaría Judicial de Investigaciones de Constitución. Desde este lugar fue sacado por efectivos militares y llevado al Regimiento Escuela de Artillería de Linares, en donde, según antecedentes que obran en la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, fue sometido a un simulacro de fusilamiento. En este recinto militar fue visto por varios testigos. En una oportunidad se le divisó en un pasillo, junto al Capitán Claudio Lecaros Carrasco, quien estaba al mando del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) que operaba en el Regimiento de Linares.
María Elizabeth Campos Rojas, cónyuge de la víctima, quien al momento de los hechos se encontraba embarazada de seis meses, recuerda que ese día los militares llegaron a su casa en el Fundo San Gabriel, procediendo a detener a su marido y diciéndole a ella, que no se preocupara puesto que lo traerían de vuelta "enseguida". Como José Gabriel Campos no retornara a su hogar, al día siguiente, 19 de septiembre, María Elizabeth se dirigió a la Escuela de Artillería de Linares. En este recinto militar, un Capitán de apellido Romero le informó que se dirigiera a la Cárcel Pública de dicha ciudad puesto que ahí se encontraba preso su esposo. En el recinto penal, un militar le señaló que Campos Morales estaba incomunicado y que cualquier información debía pedirla en el Regimiento.
Comenzó entonces un constante ir y venir desde la Cárcel a la Escuela de Artillería y, desde aquí, a la Cárcel. Cuando la testigo volvió a su domicilio para cuidar de sus tres niños, Teresa Rojas -tía política de la víctima- siguió adelante con las gestiones. Al tercer día avisó que José Gabriel podría ser visitado y que había que llevarle ropa interior y una frazada. María Elizabeth preparó un paquete para su marido y se dirigió a la Cárcel. Sin embargo, aquí le dijeron que él continuaba incomunicado, recibiéndole la ropa. Después, la declarante llevó una vianda para Campos Morales, la que también fue recibida. Sin embargo, al poco rato se la devolvieron intacta.
Frente a esta situación, María Elizabeth Campos viajó incluso a Santiago, solicitando una entrevista con el General Augusto Pinochet, la que no fructificó, debiendo conformarse con las promesas que le hizo un Teniente de Ejército quien le dijo que volviera a Linares porque "todo se va a solucionar".
Alrededor de 8 días después de la detención, José Gabriel Campos fue conducido a su domicilio por casi 20 efectivos militares, desde donde sacó una frazada y una chaqueta. Al preguntarle su cónyuge por lo que estaba sucediendo, la víctima se limitó a contestarle que debía dirigirse al Teniente que encabezaba el grupo y que no había recibido los paquetes que le enviaron. Por su parte, el Teniente le señaló que no se preocupara ya que al día siguiente podría verlo. Pero, aquello nunca se cumplió.
Miguel Sabater del Fierro -en septiembre de 1973 era Subinspector de Investigaciones en Constitución- vio al afectado recluido en este recinto con posterioridad al 20 de septiembre de ese año. El testigo relató que en la misma noche del 11 de septiembre de 1973, llegaron a Constitución efectivos Militares provenientes de Linares, al mando del Capitán Juan Morales Salgado, e integrado ente otros por el Teniente Leonardo Marchant Rocha y los subtenientes Mauricio Salas Coccolo y Alejandro Herrera López. El día 12 de septiembre, los efectivos de Investigaciones recibieron la orden de presentarse en Linares, desde donde fueron enviados a Talca. Sabater del Fierro regresó a Constitución alrededor del 20 de septiembre de 1973. Constató entonces que funcionaban como centros de detención, la Cárcel Pública, recintos policiales y de Investigaciones y que no se llevaba registro de ingreso de los detenidos. Aunque no recuerda la fecha exacta, señala que fue después del 20 de septiembre, vio en un calabozo de Investigaciones a José Campos Morales. Estaba solo, muy debilitado y hacía días que no comía. El afectado le dijo al testigo que estaba seguro lo iban a matar por haber sido dirigente campesino y haber participado en la toma del fundo "El Cristal" de Longaví, cuya dueña era tía del Capitán Juan Morales Salgado. Un día, cerca de la 1.30 de la madrugada, la víctima fue sacada por una patrulla militar con destino desconocido. El testigo no volvió a verlo, nunca más.
Por su parte, Silvia Inés Sepúlveda Bueno, expone en declaración jurada que fue detenida el 22 de septiembre de 1973 después de presentarse voluntariamente ante las religiosas del Buen Pastor de Linares; se encontraba embarazada y había sido llamada por Bando militar. Agrega que allí fue retirada por Militares y conducida al Regimiento Escuela de Artillería de Linares, en donde la recibió el detective Héctor Torres. La testigo permaneció incomunicada durante 58 días, siendo violentamente torturada no obstante su estado.
Entre sus interrogadores estaban, además de Torres, dos detectives de apellidos Neves y Acevedo que provenían de San Javier, así como un Teniente de Carabineros de apellido Gallardo. Pero, de quien la testigo recibió mayores malos tratos fue del Capitán Claudio Lecaros Carrasco, el que la amenazaba con hacerla perder su guagua.
En octubre de 1973, Silvia Inés Sepúlveda vio de lejos en la Escuela de Artillería a José Campos Morales, a quien conocía como "El Chupalla Campos". Lo trasladaban el Capitán Claudio Lecaros, el detective Héctor Torres y otro militar a quien la testigo no reconoció.
Jorge Rodrigo MUÑOZ MELLA, 18 años, detenido en Bascuñan 620, Stgo por Carabineros. Desde entonces se encuentra desaparecido.
19 de septiembre de 1973
desaparecen Jorge YÁÑEZ OLAVE de 29 años de edad, Periodista, Jefe local del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Estaba trabajando en la conformación del Sindicato de Celulosa Constitución,(CELCO) y Jaime TORRES SALAZAR de 21 años de edad, Obrero, Dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Con ocasión de los sucesos del 11 de septiembre de 1973, decidieron abandonar dicha localidad. Habiéndose dispuesto su captura, fueron detenidos por efectivos de Carabineros e Investigaciones en Cauquenes, el día 16 de septiembre. Mediante el parte Nº 10 de la Comisaría de Investigaciones de Cauquenes, se acredita el ingreso de ambos a ese recinto policial.
Al día siguiente de su detención, fueron trasladados por una patrulla militar al local de la Gobernación de Constitución, por petición del Gobernador militar. Desde ese recinto se pierde su rastro. La autoridad informó que habían quedado en libertad, en razón de que los funcionarios de Investigaciones que debían interrogarlos, habían sido destinados a la ciudad de Talca. A pesar de ello, el día 23 de septiembre se ordena a la unidades policiales del país la captura de ambos.
José LLANCUMAN MALDONADO, 25 años, obrero, fusilado por Carabineros en Puerto Montt
Otto LICHSTSCHEILD BAZAES, 22 años, ejecutado
Manuel Segundo MALDONADO MIRANDA 43 años, obrero agrícola, fusilado junto a su hijo mayor en Peldehue, Stgo, por efectivos del Ejército
Raúl BIDAGAIN GREISSING, 25 años, ejecutado
Los días 15, 17 y 19 de septiembre de 1973 se llevaron a cabo tres operativos militares al interior del Hospital San Juan de Dios. Efectivos militares pertenecientes a un Batallón del Regimiento Yungay de San Felipe que se encontraba apostado en la Quinta Normal y en el Instituto Diego Barros Arana, detuvieron a numerosas personas, cinco fueron ejecutadas y dos permanecen hasta la fecha desaparecidas. Uno de ellos es Joan ALSINA HURTOS, español, 31 años, sacerdote católico, quien ejercía su ministerio en la Parroquia San Ignacio de San Bernardo y se desempeñaba como Jefe de Personal del Hospital San Juan de Dios, fue ejecutado el 19 de septiembre.
Fue detenido en los subterráneos del Hospital por efectivos del Regimiento Yungay de San Felipe. Luego fue llevado al patio del Hospital donde permanece largo rato. Conducido al Instituto Diego Barros Arana y luego al Río Mapocho donde es ejecutado el mismo día. El día 27 es encontrado su cuerpo en el Instituto Médico Legal; es sepultado al día siguiente en el Cementerio Parroquial de San Bernardo. El certificado de defunción consigna como lugar de la muerte el puente Bulnes sobre el río Mapocho, e indica como causa de la misma: "múltiples heridas de bala" y "lesiones apergaminadas en la cara".
Carabineros pertenecientes a la Cuarta Comisaría de Concepción detuvieron en su domicilio a Héctor Roberto RODRÍGUEZ CÁRCAMO, 25 años, estudiante de filosofía de la Universidad de Concepción. Su arresto fue reconocido por carta de 12 de Noviembre de 1973 de la III División del Ejército, dirigida a su familia, señalando que había sido careado con otros detenidos del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y dejado en libertad al día subsiguiente de su arresto. Las acciones judiciales intentadas por la familia no arrojaron resultados. Hasta la fecha se encuentra desaparecido y se desconoce su suerte final.
Entre los días 19, 20 y 21 de septiembre de l973, en la empresa AIROLITE S.A. ubicada en Panamericana Norte, comuna de Conchalí, se procedió a detener a varias personas de las cuales tres fueron ejecutadas, uno de ellos es Ernesto VASQUEZ GODOY, 22 años, obrero, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Fue detenido por efectivos de Carabineros de la 5ª Comisaría, al interior de la empresa, el día 19 de septiembre de 1973. Ese mismo día en la tarde personal de Carabineros allanó su domicilio. Su familia lo buscó infructuosamente por distintos recintos de detención, hasta que el día 26 de septiembre encontraron su cuerpo en el Instituto Médico Legal. El certificado de defunción señala como causa: "Heridas múltiples a bala" (el protocolo de autopsia acredita 16 impactos).
20 de septiembre 1973
Enrique del Angel Carreño González, soltero, estudiante universitario, militante del MIR, detenido en su domicilio en presencia de su madre y de su hermana menor el 20 de septiembre de 1973, alrededor de las 20:00 hrs., por efectivos Militares y de Carabineros, quienes lo golpearon y procedieron a amarrarlo a un árbol antes de llevárselo detenido. Momentos antes, otros miembros de esta patrulla habían concurrido al domicilio de Oscar Saldías Daza y, al no encontrarlo, detuvieron a su madre Isabel Daza, a quien trasladaron en una camioneta hasta el domicilio de Enrique Carreño. Aquí, ella fue cambiada a un Jeep, donde también introdujeron al afectado, trasladándolos a ambos a la Comisaría de Carabineros. En seguida fueron a buscar a Oscar Saldías a casa de un tío siendo también detenido y conducido al recinto policial. La madre de Saldías señala que a su hijo lo ingresaron a patadas, culatazos y golpes y que después -no recuerda la hora- fue sacado junto con Enrique Carreño, ambos esposados. Esa misma noche ella fue dejada en libertad.
Carreño y Saldías fueron conducidos a la Cárcel de Parral, en este recinto fueron vistos por el detenido Juan Fuentes Gatica, quien fuera dejado en libertad con posterioridad. Fuentes fue incomunicado el 22 de septiembre, pero no perdió contacto con otros presos y fue así como supo que Oscar Saldías y los detenidos Hugo Soto Campos, Luis Aguayo Fernández y Claudio Escanilla Escobar fueron sacados de la Cárcel por patrullas Militares y de Carabineros el 26 de septiembre. Todos ellos se encuentran desaparecidos desde entonces. Se supo que Enrique Carreño fue trasladado a la Escuela de Artillería de Linares y posteriormente a la Cárcel de esa ciudad, donde existe constancia de su ingreso el 4 de enero de 1974. Según esta constancia, el afectado fue dejado en "libertad provisional" el 9 de enero de ese mismo año; sin embargo, su madre indica que lo visitó hasta el 5 de febrero en este Penal, a la semana siguiente le informaron que había sido liberado. Desde ese momento no supo más de su suerte o paradero.
En la Cárcel de Linares Enrique Carreño fue visto por otro preso, Nelson Castillo, quien certifica que lo recuerda especialmente, ya que era constantemente interrogado y regresaba en muy mal estado físico. Agrega que Carreño manifestaba su temor de morir en las torturas. Agrega en su testimonio que el 5 de febrero de 1974 el afectado fue llamado a presentarse ante la Guardia Interna donde le comunicaron que quedaba en libertad y expresó a sus compañeros de prisión su miedo de que se tratara de una falsa libertad. No regresó al Penal ni fue visto con posterioridad.
Los interrogatorios se desarrollaban en un sector de la Escuela de Artillería hasta donde llevaban a los prisioneros y en ellos participaban efectivos Militares, de Carabineros y de Investigaciones. Nelson Castillo recuerda al Capitán Claudio Lecaros e indica que los presos le tenían especial temor por su crueldad. De los encargados del recinto militar recuerda al Comandante Cabezas, a Jorge Sincke Quiroz, a los Coroneles Carlos Morales Retamal y Sergio PÉREZ Hormazábal y al Fiscal Militar Mayor Romero.
Según recuerda la madre de Oscar Saldías entre los carabineros que lo detuvieron se encuentran el Sargento Luis Hidalgo, los carabineros Valenzuela, Toledo, Morales y Duarte. Los familiares de Carreño también identifican otro carabinero de apellido Vásquez y al Teniente de Ejército Luis Cerda. Entre los militares que participaban en el traslado de detenidos desde la Cárcel de Parral a la Escuela de Artillería se encontraban los Cabos Raúl Ugalde y Manuel Moya y los Tenientes Dodge y Sáenz, todos de la dotación de ese Instituto Militar, según recuerdan detenidos que luego recobraron su libertad.
A pesar de que Enrique Carreño González durante casi cuatro meses fue visto por familiares y otros detenidos y pudo identificarse a muchos de los militares y carabineros que lo detuvieron, interrogaron y custodiaron, no ha sido posible establecer su suerte desde que fuera sacado del Penal de Linares los primeros días de enero de 1974.
El día 22 de septiembre de 1973
Gabriel Valentín LARA ESPINOZA, 18 años, estudiante de enseñanza media y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido en su domicilio por un grupo de civiles armados y efectivos de Carabineros y posteriormente llevado a la 2ª Comisaría. Las autoridades policiales señalaron a la familia que había sido trasladado al Regimiento de Los Angeles, sin embargo, en este recinto no se reconoció la detención.
Posteriormente en virtud del recurso de Amparo interpuesto por la familia, la 2ª Comisaría informó a la Corte que: "al ocurrir los hechos del 11 de septiembre de l973, el afectado se dio a la fuga de esa localidad por estar vinculado al MIR, por consiguiente no puede registrar detención en esta Unidad ni en la fecha señalada ni en ninguna otra'.
Ambrosio Eduardo Badilla Vasey, casado, dos hijos, empleado del Banco del Estado, comentarista de un programa radial del MIR en Radio Cooperativa de Temuco, miembro del Comité Central del MIR, fue detenido el 21 de septiembre de 1973 en el domicilio de un amigo en la ciudad de Temuco, por efectivos de la Fuerza Aérea de Chile, FACH, pertenecientes al Grupo Nº3 de Helicópteros. Fue trasladado al Regimiento Tucapel de Temuco en donde se le vio con la vista vendada, el pelo rapado, y con claras evidencias de haber sido torturado. Ante una consulta realizada por su familia, la autoridad respectiva informó que había sido dejado en libertad por falta de méritos, lo que claramente no se ajusta a la verdad, por cuanto Ambrosio Badilla se encuentra desaparecido hasta la fecha al igual que otros militantes del MIR detenidos en septiembre de 1973 en la ciudad de Temuco. Luego del 11 de septiembre de 1973, su nombre figuró en los bandos a través de los cuales la autoridad militar requería a las personas que debían presentarse en el Regimiento Tucapel.
De la permanencia de Ambrosio Badilla Vasey en la Unidad Militar mencionada, da cuenta el testimonio del abogado Gastón Holzapfel Cross, quien expuso haber sido detenido el 21 de septiembre de 1973 en la ciudad de Temuco y trasladado ese mismo día al Regimiento Tucapel en donde fue introducido en una pieza pequeña cercana a la guardia. A los pocos minutos de encontrarse allí, llegó en calidad de detenido Ambrosio Badilla Vasey, a quien conocía con anterioridad por haber sido atendido por el afectado en la Sección Agrícola del Banco del Estado. De la conversación que sostuvo con Badilla Vasey, pudo percatarse que había sido detenido recién al igual que él, y en esos momentos se encontraba en buenas condiciones físicas y anímicas. Posteriormente, el testigo fue trasladado a otra dependencia del Regimiento y luego fue incomunicado en la Cárcel de Temuco, sin que haya vuelto a ver a Ambrosio Eduardo. Finalmente, el testigo agrega que su cónyuge, doña María Eugenia Gottschalk, vio al detenido desaparecido el 22 de septiembre, en el patio del Regimiento Tucapel de Temuco, cuando ella concurrió a ese lugar a fin de preguntar por él.
Cabe señalar, que el afectado es primo hermano de Bautista Van Schouwen Vasey, miembro del Comité Central del MIR, detenido en Santiago en septiembre de 1973 encontrándose desde entonces desaparecido.
Rafael Alonso DÍAZ MEZA, 23 años, obrero agrícola, detenido por Investigaciones en Parral, desde entonces se encuentra desaparecido
Juan Manuel REYES JARA, Nacido el 25/07/53, 30 años, empleado, muerto por efectivos del Ejército en la Pobl. Pablo Neruda, Conchalí, Stgo
Fidel Alonso BRAVO ÁLVAREZ, 22 años, obrero, ajusticiado por aplicación ley de fuga (bando 26) en Atalaya camino a Navidad, San Antonio por agentes del Ejército bajo las órdenes de Manuel Contreras
23 de septiembre de 1973
Es ejecutado Jaime ARAYA PALOMINOS, 26 años, estudiante de Topografía de la Universidad de Concepción y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Había sido requerido por Bando el día 11 de septiembre y detenido el 22 de ese mes junto a otras personas. Trasladados al Regimiento de Los Angeles, fue fusilado en ese recinto el día 23 de septiembre. La comunicación oficial publicada en la prensa el día 6 de octubre señala, que fue dado de baja por haber atentado en contra de los centinelas encargados de su custodia y haber intentado su fuga. Su cuerpo se encuentra sepultado en el cementerio de Los Angeles.
Son detenidos por carabineros dos personas: Luis Antonio IBARRA DURAN, obrero de la Industria Azucarera Nacional (IANSA) y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y otra persona de apellido López
Consta que los dos fueron llevados a la Segunda Comisaría de Chillán. El 24 de septiembre la familia fue informada que López había sido trasladado a otro lugar, sin señalar cuál; y el 26 del mismo mes se le comunicó a los parientes de Ibarra que había quedado en libertad el día anterior. Desde esa época se ignora el paradero de las víctimas. Otra persona, Juan Poblete Tropa, fue detenido el mismo día por los mismos agentes y llevado al mismo recinto. Su cadáver apareció en el puente El Ala, sobre el río ñuble. En ese mismo lugar se encontraron otros cuerpos que no fueron identificados.
24 de septiembre 1973
Humberto SALAS SALAS, casado, dos hijos, agricultor, militante del MIR, se presentó voluntariamente en la 3» Comisaría de Carabineros de Rahue, en la ciudad de Osorno, el día lunes 24 de septiembre de 1973, cerca de las 14:00 horas. Hasta el recinto policial concurrió acompañado de su esposa, Blanca Mella. El hogar de ambos había sido allanado violentamente en diversas oportunidades por Carabineros con posterioridad al Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, lo que motivó al afectado a concurrir hasta el lugar con el fin de resolver la situación que afectaba a su familia.
Según declaración jurada de Blanca Mella: "Entre los funcionarios de Carabineros de la Tercera Comisaría de Rahue que efectuaron los allanamientos reconocí al Sargento Eliseo Aguilar, al Sargento Nelson Rosas, el carabinero José Melián Carrasco, y el carabinero jubilado Sergio Conejeros, quien vestía de civil. En una de esas ocasiones en que se allanó la morada intervinieron miembros del Ejército, pertenecientes al Regimiento Arauco de Osorno y entre los cuales sólo reconocí a un uniformado que llamaban "Colipán" y que tenía el grado de Sargento".
En la oportunidad en que el afectado se presentó en la Comisaría, la Guardia fue cerrada y su esposa obligada a permanecer en la calle. Transcurrieron dos horas y el afectado no salió del recinto. Según declara la señora Blanca Mella: "Ante la demora volví a preguntar al Carabinero de la puerta y éste me dijo que fuera al día siguiente al Regimiento, ya que lo habían trasladado allá y que en la Comisaría no había presos políticos". Ella concurrió durante cinco días seguidos hasta la Comisaría donde recibía la misma respuesta de los funcionarios de guardia. En el Regimiento mencionado la respuesta era "aquí no hay presos políticos". Se le indicaba además que su esposo podía estar en la Cárcel Pública, Estadio Español o en el local de FELCO, que sirvieron de recintos de detención con posterioridad al 11 de septiembre de 1973. Blanca Mella concurrió a todos los lugares señalados sin poder obtener información de su marido.
Concurrió, entonces, hasta la Fiscalía Militar de Osorno, donde unos oficiales de Carabineros le prometieron que realizarían averiguaciones. Transcurrida una semana desde la detención del afectado, un Teniente de Ejército de apellido PÉREZ le indicó a la señora Blanca Mella que él había llamado a la 3» Comisaría de Carabineros de Rahue, donde le dijeron, según señalara, que efectivamente Humberto Salas se había presentado en dicho recinto el 24 de septiembre de 1973 y que había sido puesto en libertad el 25 de septiembre de 1973 -al día siguiente- "por falta de méritos". Lo cierto es que el afectado no regresó a su domicilio.
Algunos días después, cerca del 30 de septiembre de 1973, la señora Blanca Mella se encontró con un vecino de Bahía Mansa. Relata en su declaración jurada su encuentro con Agustín Segundo Oliva: "quien el mismo día que Humberto Salas se había también presentado a Carabineros de Rahue. Oliva me contó que estuvo detenido en dicha Comisaría, en una misma celda con mi esposo (Humberto Salas) y muchas otras personas; que el día viernes 28 de septiembre de 1973, a eso de las 5 de la madrugada, los Carabineros sacaron de la celda al afectado y otros dos individuos y se los llevaron no sabe dónde; agrega que cuando lo sacaron iba en muy malas condiciones físicas debido a los golpes y torturas de que había sido objeto". El testigo de la reclusión del afectado fue liberado ese mismo día por los Carabineros.
Posteriormente la esposa del afectado siguió realizando gestiones a fin de encontrarlo, presentó inclusive una denuncia en Investigaciones, la que habría dado origen a un proceso en el 1er. Juzgado del Crimen de Osorno, sin que conste los resultados de dicha investigación.
Humberto Salas Salas continúa hasta la fecha en calidad de detenido desaparecido sin que las autoridades administrativas de la época o el Cuerpo de Carabineros, se responsabilicen de su detención y posterior desaparecimiento.
26 de septiembre 1973
Alejandro Ancao Paine, viudo, padre de una hija, dirigente campesino y miembro del Movimiento Campesino Revolucionario, (M.C.R.), fue detenido el 26 de septiembre de 1973, alrededor de las 13:30 horas, por efectivos de Carabineros en circunstancias que se encontraba en el interior del Banco del Estado de Cunco. La víctima había concurrido al Banco una hora antes de su detención con el fin de cobrar dineros destinados al pago de remuneraciones de los miembros del Asentamiento "Luciano Cruz" (hoy Chile Arauco). El agente de la sucursal bancaria le indicó que volviera más tarde, lo que hizo aproximadamente a las 13:30 horas, siendo en esta oportunidad detenido por Carabineros de Cunco, quienes lo golpearon duramente. Fue subido a un furgón de la Institución y trasladado a la Tenencia de Carabineros del lugar. Entre los aprehensores se encontraba el Sargento Julio Cayupán Maliqueo, y un carabinero de nombre Manelo Soto.
El 28 de septiembre de ese año, su madre, doña Marcelina Paine Catrilaf, concurrió a la Tenencia de Cunco, en donde los policías de guardia le indicaron que su hijo había sido trasladado a Temuco el día anterior, es decir, el 27 de septiembre. Posteriormente, su hermana María Ancao Paine viajó a la ciudad de Temuco, en donde realizó indagaciones en la Cárcel Pública y otros lugares de reclusión de prisioneros políticos, recibiendo en todos ellos respuestas negativas.
Es ejecutado en el predio de una unidad policial Manuel Jesús ARANCIBIA ARANCIBIA, 29 años, comerciante ambulante.
La versión oficial de los hechos señala que habría participado en el ataque a una ambulancia de Carabineros que había concurrido a la población La Legua el día 11 de septiembre de 1973. En este ataque, según la información entregada por la prensa, murió el Sargento 1º José Humberto Wettlyn y otros tres carabineros. El día 15 de septiembre de ese año, funcionarios de la Fuerza Aérea detuvieron a los inculpados Lobos y Ríos en la población La Legua y el día 16 en su domicilio de la misma población a Arancibia. Este último fue trasladado al Estadio Nacional y de allí nada más se sabe hasta que aparece su cuerpo en el Instituto Médico Legal.
La información de prensa citada señala que los tres afectados fueron sometidos a un Consejo de Guerra, condenados a muerte y fusilados en una unidad policial ubicada en calle Las Perdices, comuna de la Reina.
La autopsia de los cadáveres señala que los cuerpos fueron enviados al Instituto Médico Legal por el Centro de Prefectura de Sub-oficiales de Carabineros, ubicado en La Reina y la causa de la muerte : 'herida de bala cráneo-encefálica con salida de proyectil' en el caso de Ríos Pradenas; ' heridas de bala con salida de proyectil cráneo-encefálica y cervical' en el de Lobos Urbina; 'heridas de bala con salida de proyectil, una toráxica y otra tóraco-abdominal' en el caso de Arancibia Arancibia.
Desaparecen desde la Cárcel de Parral cuatro personas que se encontraban detenidas en ese recinto. De acuerdo a lo expresado en el libro de Novedades de la Cárcel Pública de Parral, el día 26 de Septiembre de 1973, "Por orden verbal del Sr. Gobernador Departamental, fueron entregados al personal del Ejército cinco detenidos, Enrique Carreño González, Eladio Saldías Daza, Hugo Soto Campos, Luis Aguayo Fernández y Aurelio Peñailillo." Tan sólo Enrique Carreño volvió al recinto carcelario. Las otras personas permanecen hasta la fecha desaparecidas.
Aurelio Clodomiro PEÑAILILLO SEPÚLVEDA, 32 años de edad, jubilado por invalidez. Fue detenido por Carabineros de la localidad de Copihue el día 16 de septiembre, y trasladado a la Cárcel de Parral al día siguiente.
El 28 de septiembre de 1973
Es muerto en el Fuerte Borgoño Ricardo Antonio BARRA MARTÍNEZ, 24 años, obrero de FIAP TOME y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Fue detenido el día anterior junto a Miguel Angel Catalán Febrero, Tránsito del Carmen Cabrera Ortiz y Héctor Lepe Moraga, quienes posteriormente fueron sometidos a Consejo de Guerra y luego ejecutados bajo pretexto de una supuesta fuga. Sus aprehensores fueron carabineros de la Comisaría de Tomé, que los condujeron a ese cuartel policial. Declaraciones de testigos señalan que allí fue interrogado y torturado, para luego ser trasladado en mal estado al Fuerte Borgoño, donde fallece, a consecuencia de las torturas, el día 28 de Septiembre
Su cadáver fue inhumado en el Cementerio de Talcahuano. Su familia, que posteriormente lo exhumó, afirma que el cuerpo estaba violáceo en la espalda y orejas, y entero ensangrentado.
Es detenido Jorge Patricio NARVAEZ SALAMANCA, 15 años, estudiante de enseñanza media y militante del Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER-MIR). Fue aprehendido por civiles armados en su domicilio y llevado presumiblemente a la Comisaría de Mulchén. Se desconoce su paradero y suerte. La autoridad policial y militar negó haber arrestado o mandado arrestar al afectado y la Comisaría de Mulchén, ante un requerimiento judicial, señaló que Narvaez había huido hacia Argentina, de acuerdo con otros 'extremistas'.
30 de septiembre de 1973
Es ejecutado, tras ser detenido ese mismo día en su domicilio por personal de la Fuerza Aérea, Mario Emiliano STAPPUNG LOPEZ, 30 años, operario, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
El afectado era un activo militante y según su familia tenía estrecho contacto con Miguel Enríquez. Después de la detención sus familiares le buscan sin obtener resultados positivos, hasta que se les informa en el Instituto Médico Legal que la víctima se encontraba sepultada en el patio 29 del Cementerio General. El protocolo de autopsia señala que la causa de la muerte fueron "múltiples heridas a bala" y la data, la misma de la detención.
Mario Gabriel SALAS RIQUELME, 24 años, obrero, detenido en allanamiento al campamento Stgo Pino, acusado de atacar patrulla militar, fusilado por personal del Ejército en el mismo campamento
El 1º de octubre de 1973
El 20 de septiembre de 1973 una patrulla compuesta por Militares y Carabineros allanó el domicilio de Eduardo Segundo Crisóstomo Salgado, estudiante de Agronomía, militante del MIR, y su esposa Teresa del Rosario Cartes Molina, los que en esa oportunidad no estaban en su hogar, siendo alertados posteriormente por una cuñada que vivía en la casa colindante.
El afectado en conocimiento que era a él a quien buscaban, decidió entregarse voluntariamente. Por tal motivo tomó contacto con su primo Raúl Rojas Crisóstomo, Teniente de la Aviación Civil, de profesión profesor, quien llegó a su domicilio en auto durante las horas del toque de queda. En el lugar, Eduardo Crisóstomo conversó con él en el interior del automóvil.
Esta conversación lo convenció a entregarse, ya que no tenía nada que ocultar. Decisión que comunicó a su esposa esa misma noche del 30 de septiembre de 1973.
El 1º de octubre a las 8:00 horas su primo Raúl llegó a buscarlo para acompañarlo al Regimiento Nº9 "Chillán". Al despedirse de su esposa le pidió que lo fuese a ver si no regresaba antes del mediodía. Ella al ver que eran las 12:30 horas y que el afectado no volvía se dirigió al Recinto Militar, donde le informaron que no se encontraba su nombre en el listado de detenidos, pero que volviera después de las 17:00 horas, ya que si estuviera declarando, su nombre se ingresaría después de dicha diligencia. Al regresar a la Unidad Militar no encontró a su esposo en el listado mencionado y tampoco pudo averiguar donde estaría detenido.
El día 2 de octubre, al terminar el toque de queda, llegaron al domicilio de la suegra del afectado 2 personas que preguntaron si ahí vivía Eduardo Crisóstomo. Al serles consultado por el motivo de su visita, ellos señalaron que la noche anterior habían sido detenidos por infringir el toque de queda, siendo llevados a la 2a. Comisaría de Carabineros de Chillán, donde vieron al afectado quien les solicitó que informaran en esa dirección de su situación.
Su esposa al enterarse se dirigió inmediatamente a la Comisaría; aproximadamente a las 10:00 horas estando al lado de afuera de la Guardia, vio que la víctima era sacada hasta el lugar donde estaba ella. Entonces un Oficial reprendió al funcionario policial, indicándole que ese no era el detenido que requería y por tanto que lo devolviera inmediatamente al calabozo.
Al devolverse pasó al lado de su esposa momento en el que el afectado intentó hablarle, siendo impedido de hacerlo por el carabinero que lo custodiaba.
Ella, al insistir en que su esposo estaba detenido en el lugar ya que lo había visto, fue objeto de burlas por parte de los policías quienes negaron la permanencia del afectado. Uno de los uniformados, compadeciéndose de su angustia, le recibió alimentos y frazadas para intentar entregárselos al detenido, no logrando su objetivo por lo que le devolvió todo.
Asimismo, una hermana de la víctima inquirió por su paradero en la Comisaría señalada. Allí los funcionarios de guardia le dijeron que Eduardo había sido llevado al Regimiento. Motivo por el cual fueron al Recinto Militar, donde les señalaron que Carabineros no había entregado a nadie en calidad de detenido. Desde ese mediodía del 2 de octubre de 1973 la familia de Eduardo Crisóstomo Salgado no ha vuelto a saber de él, a pesar de haberlo buscado en todos los recintos carcelarios de la región. En la cárcel local el oficial Eduardo Torrealba siempre trató de alentar a la esposa del afectado, esperanzándola con que podría llegar trasladado desde otro recinto, cuestión que jamás ocurrió.
Desaparece, Ricardo TRONCOSO LEON, 30 años, fotógrafo y director teatral, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Según declara la familia, pudo ver su nombre en el libro de registro de los detenidos. Sin embargo, el 3 del mismo mes se le rechazó la ropa que le llevaban y se les indicó que había sido trasladado al Regimiento, donde se les negó que estuviese detenido allí. Desde esa época se desconoce su paradero y suerte.
Es ejecutado Luis BRUNA SANTIBAÑEZ
2 de octubre 1973
Guillermo CAPDEVILLA ARRATE, ejecutado
Guido Raúl TRONCOSO PÉREZ, 21 años, mecánico automóviles, fusilado en el Rgto Tucapel, Temuco, por personal del Ejército
El 3 de octubre de 1973
Roberto Iván Avila Sepúlveda, de 22 años de edad, estudiante de la Escuela Normal de Chillán bajo régimen de internado fue detenido en el patio de ese establecimiento educacional el 3 de octubre de 1973, alrededor de las 17:00 horas, por cuatro funcionarios del Servicio de Investigaciones de Chillán los que se movilizaban en un automóvil blanco, Peugeot o Fiat 125, ante testigos. Según antecedentes que obran en la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, en el Cuartel de la Policía de Investigaciones de Chillán, la víctima fue entregada a un miembro del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), que funcionaba al interior del Regimiento de dicha ciudad.
Los hechos fueron comunicados a la madre de Roberto Iván señora Dora Sepúlveda Salazar mediante un telegrama firmado por un compañero de estudios del afectado. Ella residente en Tomé viajó a Chillán el 4 de octubre de 1973, enterándose de las circunstancias de la detención de su hijo. Le contaron que en ésta habían participado detectives de Chillán, los que actuando con violencia, separaron a los alumnos que en esos momentos conversaban con la víctima y mostraron una placa al afectado. Según señalaron algunos de los jóvenes, Roberto Iván Avila les preguntó "Ày por qué a mí?"; sin contestarle, fue introducido en el vehículo y llevado con rumbo desconocido. Sótero Hernández Torres compañero de estudios del afectado y que declarara ante el Tribunal el 9 de septiembre de 1975 expuso que en el mes de octubre de 1973 se encontraba en el patio de la Escuela Normal, conversando con Avila Sepúlveda, cuando se presentaron cuatro civiles que bajaron de un automóvil blanco, Fiat 125 o Peugeot, los que, después de hablar con la víctima, procedieron a detenerlo.
Con estos antecedentes, la señora Dora Avila se dirigió a Investigaciones de Chillán, en donde unos funcionarios a raíz de su insistencia le dijeron que el Sargento Fuentealba del Regimiento de Chillán tenía un informe completo acerca de la situación de su hijo. Al conversar con dicho militar, éste le manifestó textualmente "por qué Investigaciones me echa la culpa a mí no más por el caso de este cabro?". Sin obtener mayores respuestas, ella retornó a Tomé después de haber recorrido la Cárcel, Comisarías de Carabineros y Regimiento.
En su incesante búsqueda, en el mes de noviembre de 1980, y encontrándose en Chillán, Dora Sepúlveda conoció a una señora de apellido Pradenas, la que le dijo que ella tenía conocimiento del lugar en que estaban enterrados los cadáveres de las personas que habían sido lanzadas al río. Le contó que había, por lo menos, unos 15 cuerpos, entre ellos, el de Arturo Prat Martí (actualmente detenido desaparecido), el de un joven de apellido Retamal de la localidad de Coelemu, y también probablemente el de su hijo. El lugar estaba ubicado en el Cementerio Nuevo de Chillán, doblando a la derecha al final de un camino largo.
Lo cierto es que hasta la fecha se desconoce la suerte corrida por Roberto Avila Sepúlveda en poder de sus captores.
Dixon RETAMAL CORNEJO, 24 años, estudiante de Construcción Civil en la Universidad Técnica del Estado, sede Temuco, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido en Temuco en la Pensión en que residía, por efectivos de la Fuerza Aérea. Desde allí fue trasladado a la Base de Maquehua, cuyo personal -según afirman sus familiares- les habría reconocido que había estado detenido en ese lugar y luego entregado a Carabineros. En ningún recinto de Carabineros pudo ser ubicado, permaneciendo hasta la fecha desaparecido.
Los días 3 y 4 de octubre de 1973,
Son ejecutados en cumplimiento de una sentencia del Consejo de Guerra de Valdivia, las siguientes personas, militantes del MIR-MCR (Movimiento Campesino Revolucionario), todos acusados de asaltar el Retén de Carabineros de Neltume el día 12 de septiembre de 1973: Pedro Purísimo BARRIA ORDOñEZ, 22 años, estudiante; José René BARRIENTOS WARNER, 29 años, estudiante de Filosofía, músico de la Orquesta de Cámara de la Universidad Austral; Sergio Jaime BRAVO AGUILERA, 21 años, obrero maderero; Santiago Segundo GARCIA MORALES, 26 años, obrero maderero; Luis Enrique del Carmen GUZMAN SOTO, 21 años, obrero maderero; Fernando KRAUSS ITURRA, 24 años, estudiante universitario, Secretario Regional MIR; José Gregorio LIENDO VERA, 28 años, ex-estudiante de agronomía, líder del Movimiento Campesino Revolucionario (MCR) del Complejo Maderero y Forestal Panguipulli, también conocido como ÁComandante Pepe"; Luis Hernán PEZO JARA, 29 años, obrero maderero, Víctor Eugenio RUDOLF REYES, 32 años, obrero maderero; Rudemir SAAVEDRA BAHAMONDES, obrero maderero; Víctor Segundo SAAVEDRA MUÑOZ, 19 años, obrero maderero; y Luis Mario VALENZUELA FERRADA, 20 años, obrero maderero.
Múltiples versiones de prensa de la época hacen referencia a la tramitación de este Consejo de Guerra. Una comunicación oficial de sus ejecuciones señala que se les habría acusado de varios delitos, entre ellos, el asalto al Retén de Neltume, en esta causa que se tramita ante VSI se ha podido establecer que fueron victimas , las primeras, de la llamada "Caravana de la Muerte" de Arellano Stark .
Se aplicó a los reos un procedimiento y una penalidad de tiempo de guerra, que a la época del ataque del que se les acusó, el 12 de septiembre de 1973, no se encontraba decretado en el país, que lo fue por el DL Nº 5, publicado el 22 de ese mes
El 4 de octubre de 1973,
Desaparece Rubén Eduardo MORALES JARA, 29 años, profesor de la Universidad de Chile, sede Temuco y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Morales se encontraba detenido en la Cárcel de Temuco al 11 de Septiembre de l973, acusado de infracción a la Ley de Control de Armas. Desde esa fecha sus familiares no lo volvieron a ver.
La autoridad del recinto carcelario mencionado, informó que el detenido egresó: con fecha 4 de octubre de 1973 por haberse fugado desde la Guardia del Regimiento de Temuco". Sin embargo, en el informe de Investigaciones de Temuco, se expresa que Morales Jara, 'en los momentos en que era trasladado por personal del Ejército, en la noche, se fugó lanzándose a la aguas del río Cautín, sin haberse localizado posteriormente'.
René Daniel VALLEJOS PARRA, 24 años, fotógrafo, detenido en la Villa Alemania, Antofagasta por Carabineros. Desde entonces se encuentra desaparecido
Carlos LARA GARRIDO, 26 años, ejecutado
Ernesto René TORRES GUZMÁN, Rut 173.910 Chillán, 22 años a la fecha de su detención, soltero, obrero de la Fábrica de Casas Prefabricadas "Hogar de Cristo" de Chillán, fue detenido el 4 de octubre de 1973, aproximadamente a la 1:00 de la madrugada, en su domicilio de Avda. O'Higgins N°2015 interior, en la ciudad de Chillán, por una patrulla de Carabineros y Militares que se movilizaban en 2 jeeps marca ARO de color verde. Los uniformados preguntaron insistentemente por Manuel Morales, trabajador de la Fábrica de Casas del "Hogar de Cristo". Al ver que no estaba, ya que no vivía ahí, le ordenaron a Ernesto Torres Guzmán que se vistiera. Luego lo sacaron de la casa y a la fuerza lo hicieron subir a uno de los vehículos. Las personas que se encontraban en el lugar pudieron ver que en uno de los jeeps había otros detenidos, compañeros de trabajo del afectado.
Posteriormente entraron a la casa y sacaron a la esposa de Manuel Morales subiéndola al otro vehículo. Entonces el chofer del vehículo en que llevaban a Ernesto Torres y sus compañeros de trabajo le dijo a los otros carabineros que se reunirían luego ya que ellos "darían una vuelta por Chillán Viejo".
Al día siguiente la madre de José Acuña, compañero de labores del afectado y también detenido, vio a éste, a Luis Muñoz, a José Padilla y a José Acuña en el interior de la Tenencia de Carreteras del Puente Ñuble.
En diciembre del mismo año su madre, Adriana Guzmán Hernández, fue interrogada por el Oficial de Ejército en el Regimiento N°9 "Chillán", el que le mostró una serie de fotos con el fin de que reconociera a alguien, como ella no logró ver a nadie conocido para ellos, el Oficial le dijo que su hijo "había andado con un tal Morales y por eso estaba pagando las consecuencias". La citó para el día siguiente; cuando ella volvió, le señaló que no tenía noticias de su hijo. Nunca más volvió a saber de su hijo, quien se encuentra actualmente desaparecido.
Armando Edelmiro MORALES MORALES, Rut 6.530.487, soltero, 19 años de edad, estudiante de Enseñanza Media, fue detenido el 4 de octubre de 1973, pasadas las 19:00 horas, cuando se presentó voluntariamente en la Comisaría de Carabineros de Parral. Horas antes, una patrulla al mando del Sargento Luis Hidalgo había concurrido a su domicilio preguntando a su madre por el joven, que se encontraba en esos momentos en clases en el Liceo, quedando citado para que se presentara en el recinto policial.
Esa misma tarde fue trasladado a la Cárcel Pública local, donde la familia le llevaba diariamente alimentos y ropas, aunque no podían verlo. En el penal permaneció hasta el 11 de ese mes, fecha en que su madre fue informada por el funcionario Luis Moya que su hijo ya no se encontraba allí y que no le llevara más comida. Desde entonces no han vuelto a saber de su paradero ni a tener noticias suyas.
En la Cárcel existe constancia de su ingreso el día 4 de octubre por orden del Gobernador, en esa época el Capitán Hugo Cardemil, perteneciente a la Escuela de Artillería del Ejército. Su salida se registra el 11 de ese mes, entregado a la Fiscalía Militar.
En esa época fue detenido otro estudiante de 4to. Medio del Liceo de Hombres de Parral, Víctor Vivanco, quien se encuentra también desaparecido desde el 12 de octubre de ese año, luego que permaneciera cuatro días en la Comisaría de esa ciudad.
El día 5 de octubre de 1973
Jorge Ernesto Carrión Castro, casado, dos hijos, obrero, dirigente poblacional, militante del MIR, fue detenido en su domicilio de Casas Viejas de Puente Alto por efectivos Militares dependientes del Regimiento de Ingenieros de esa localidad. Según diversos testimonios, ese día 5 de octubre de 1973 se efectuó un vasto operativo militar en las Poblaciones Vista Hermosa y 12 de mayo del sector Casas Viejas de Puente Alto, en el cual fueron detenidas alrededor de 60 personas.
Aproximadamente a las 08:00 horas se produjo la detención del afectado, el que permaneció hasta las 11:00 horas en la Población junto a otros detenidos. Luego estos fueron introducidos a unos camiones militares y trasladados hasta dependencias del Regimiento de Ingenieros. En la tarde de ese día el afectado fue llevado nuevamente por sus captores a la población y obligado a meterse a un canal con sogas, aparentemente buscando algo. En seguida fue devuelto al Regimiento de Puente Alto. En esta Unidad Militar se le informó a la familia que el detenido había sido trasladado al Estadio Nacional, lugar que fue usado como recinto de detención con posterioridad al Golpe Militar, pero allí no fue reconocida su detención y no figuraba en las listas oficiales de detenidos.
La familia fue informada por testigos fidedignos, entre ellos dos jóvenes que permanecieron detenidos junto al afectado, que éste fue ejecutado la misma noche de su detención. Sin embargo, no existe constancia oficial de su muerte y su cuerpo no ha sido encontrado.
Desaparecen a manos de efectivos del Ejército las siguientes personas: Florindo Alex VIDAL HINOJOSA, 25 años, trabajador de vialidad de San Antonio y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido por una patrulla militar el 27 de Septiembre de 1973, junto a otras personas, y trasladado al Campamento de Prisioneros Nº2 "Tejas Verdes". Su cuerpo apareció en las aguas del río Rapel.
Ceferino del Carmen SANTIS QUIJADA, 31 años, dirigente sindical, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido el día 12 de septiembre de 1973.
Gustavo Manuel FARIAS VARGAS, 23 años, recaudador de Obras Sanitarias de San Antonio, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria(MIR), se había presentado voluntariamente a las autoridades ante el llamado de un bando militar.
Estas personas, con posterioridad a su detención o presentación voluntaria, fueron trasladadas al Campamento Nº2, donde fueron mantenidas en régimen de incomunicación absoluta. Todas ellas, la noche del 5 de octubre de 1973, fueron subidas a una camioneta del tipo frigorífico conducida por militares. Nunca regresaron al Campamento de Prisioneros.
Gustavo Manuel Farías Vargas, soltero, recaudador de Obras Sanitarias de San Antonio, militante del MIR, fue detenido por una patrulla militar en el domicilio de su hermana Isabel Farías Vargas ubicado en la población Santa Luisa de Quilicura, Santiago, el 24 de septiembre de 1973. El y sus hermanos Francisco Antonio, Carlos Vicente y Arturo Florencio, habían sido llamados por Bando militar para que se presentaran en el Regimiento Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes el mismo 11 de septiembre de 1973. A la fecha de la detención de la víctima, sus hermanos ya se encontraban recluidos.
Gustavo Farías fue visto por numerosos testigos en el Regimiento de Tejas Verdes, cuyo Comandante era el entonces Coronel Manuel Contreras Sepúlveda, desde donde desapareció el 5 de octubre de 1973 junto a otros cinco detenidos: Víctor Fernando Mesina Araya, Jorge Luis Ojeda Jara, Ceferino Santis Quijada, Luis Fernando Norambuena Fernandois y Florindo Alex Vidal Hinojosa.
El cadáver de este último fue encontrado el 17 de octubre de 1973 en la desembocadura del río Rapel, siendo el único reconocido y entregado a sus familiares. Días antes, el 6 de octubre, también en el río Rapel, fueron encontrados los cuerpos de Víctor Mesina y Jorge Luis Ojeda, a los que se les dio sepultura en el Cementerio Parroquial de San Antonio por orden judicial y sin conocimiento de sus respectivas familias. En relación a Gustavo Farías Vargas, el Coronel de Ejército, Manuel de la Fuente Borge, en 1974, Jefe de la Zona en Estado de Sitio de los Departamentos de San Antonio y Melipilla, informó oficialmente a la Corte de Apelaciones de Santiago, que éste se encontraba registrado en el Archivo de la Fiscalía Militar de Tejas Verdes como detenido el 22 de septiembre de 1973 y puesto en libertad el 8 de octubre del mismo año, (15 de abril de 1974).
María Victoria Farías Vargas hermana de la víctima declaró en 1991 ante el 1er. Juzgado del Crimen de San Antonio. Ella expuso que su hermano, desde el momento en que fuera detenido, permaneció siempre en el Regimiento de Tejas Verdes, al borde del río Maipo, en donde le recibieron enseres y alimentos hasta el 8 de octubre de 1973, fecha en que le dijeron que el afectado ya no se encontraba allí. Un Suboficial de apellido Carranca le dijo a la declarante que Gustavo había quedado en libertad y que "nunca le habían comprobado nada". Agregó que ninguno de los familiares pudo conversar con su hermano, puesto que éste se encontraba en el sector F, que eran unos nichos en los que se mantenía a los presos completamente incomunicados. Este antecedente se vio corroborado por las declaraciones de la joven de 17 años de edad, Ana Graciela Becerra Arce, quien a la fecha también se encontraba recluida en el Regimiento de Tejas Verdes.
La testigo declaró que en el mes de septiembre de 1973, fue autorizada por sus captores para llevarle comida a los detenidos que se encontraban incomunicados en los "containers". Por esta razón los pudo ver y conversar con ellos. Ahí estaba Gustavo Farías Vargas a quien llamaban "Pochocho" y ella conocía, junto a Florindo Alex Vidal, Ceferino Santis, Víctor Mesina, Amador Aguila, Miguel Sánchez y un médico de apellido Pereda. Logró conversar con el afectado, el que se encontraba en malas condiciones físicas y quien le dijo "no aguanté más y entregué tu participación en la venta de diarios en las pesqueras, lo tuve que largar, perdóname".
Por su parte, Hernán Becerra Madrid también fue testigo de la permanencia del afectado en Tejas Verdes. El declarante fue detenido el 15 de septiembre de 1973 y conducido a dicho recinto militar, entre otros. Fue en ese recinto a su ingreso cuando se hizo presente Manuel Contreras Sepúlveda, a la sazón Comandante del Regimiento a quien el testigo conocía personalmente desde épocas anteriores. Más aún, antes del 11 de septiembre de 1973, Hernán Becerra y Manuel Contreras se habían encontrado en actividades sociales en el Instituto Chileno Soviético de Cultura de San Antonio, se dirigió a él en forma violenta y amenazante, le dijo "al fin te tengo mirista...", profiriendo insulto tras insulto.
Hernán Becerra señaló que los detenidos permanecían en una especie de barracones cabañas de madera, prefabricadas en los que normalmente había entre 6 a 7 personas. No tenían ventanas, no había literas ni camas ni tampoco luz eléctrica. Al llegar a Tejas Verdes, a los detenidos se les asignaba un número, el que debían llevar colgado al cuello, escrito con tiza en un trozo de cartón o cholguán. Al testigo le correspondió el número 425. El Coronel Manuel Contreras Sepúlveda, solía visitar el sector donde se encontraban los prisioneros, aprovechando esas oportunidades para lanzar arengas en tono amenazante, haciendo sentir su condición de jefe máximo del recinto. Fue en ese lugar de reclusión donde Hernán Becerra Madrid vio a los hermanos Gustavo y Carlos Farías Vargas, a quienes conocía de antes.
Otro testigo sobreviviente, Amador Arturo Aguila Maturana, detenido el 27 de septiembre de 1973 por efectivos de Investigaciones de San Antonio y por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y conducido al Regimiento de Tejas Verdes, en donde fue sometido a diversas torturas, mantenido encerrado en unos containers metálicos que habían llegado en un barco alemán, declara que una noche, durante los primeros días de octubre de 1973, cuando era traído de una sesión de interrogatorio en el subterráneo del Casino de Oficiales, los militares lo condujeron a una suerte de comedor. Allí vio a un grupo de detenidos que estaba separado del resto. Los militares señalaron que esos presos iban a quedar en libertad, razón por la que prohibieron hablar con ellos. El grupo estaba compuesto por Gustavo Farías Vargas, Luis Norambuena Fernandois Ceferino Santis Quijada Florindo Alex Vidal Hinojosa, Víctor Fernando Mesina Araya y Jorge Luis Ojeda Jara.
Al día siguiente, ninguno de los detenidos integrantes de ese grupo se encontraba en el Regimiento. Al resto de los presos les llamó la atención que la ropa de Gustavo Farías aún permanecía allí. Entonces el Suboficial de apellido Carriel dijo que la botaran. Como los recluidos se negaron a hacerlo, pidió que la entregaran en la guardia por si alguien venía a buscarla.
Luis Alberto Sepúlveda Carvajal, quien en 1973 era funcionario del Instituto Médico Legal de San Antonio, desempeñándose como Auxiliar del Médico Legista, doctor Julio Berdichesky, declaró ante la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación y ante el 1er Juzgado del Crimen de San Antonio, en 1990 y 1991 respectivamente. Expuso que el 23 de septiembre de 1973 lo requirieron desde la Morgue, ubicada en el Hospital local. Al presentarse en su lugar de trabajo, vio seis cuerpos en el suelo, uno encima del otro, entre los que estaban los restos de cuatro dirigentes marítimos del Sindicato de Estibadores de San Antonio (Héctor Rojo Alfaro, Samuel Núñez González, Armando Jiménez Machuca y Guillermo ÁLVAREZ Cañas), de un dirigente socialista, Raúl Enrique Bacciarini Zorrilla, y de Fidel Alonso Bravo ÁLVAREZ, (todos ellos habían sido vistos en malas condiciones físicas, recluidos, entre otros recintos, en el Regimiento de Tejas Verdes). Los cadáveres, según lo constató el testigo, estaban casi destrozados por heridas de arma blanca y los impactos de bala que presentaban, por su trayectoria, inequívocamente habían sido hechos post mortem y con los cuerpos en el suelo. Dado la situación, el doctor Berdichesky se comunicó telefónicamente con el Regimiento Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, en donde se le señaló que sólo les interesaba legalizar las defunciones, que no practicara autopsia, que la data de muerte era el 22 de septiembre de 1973, a dos kilómetros al sur del Retén Atalaya, y que los cuerpos debían salir directamente al Cementerio, con un intervalo de una hora cada uno y con un acompañamiento no superior a tres personas por cadáver. Oficialmente se informó que los detenidos habían tratado de fugarse cuando eran trasladados a Bucalemu.
Al día siguiente, el doctor Berdichesky le contó al testigo que había sido llevado al Regimiento, obligándolo a cambiar el informe médico, borrando la parte relativa a las heridas con arma blanca y debiendo poner en su lugar "heridas por balas de guerra".
El 27 de septiembre de 1973, el auxiliar del médico legista Luis Alberto Sepúlveda fue detenido por Militares y conducido a Tejas Verdes. El testigo fue sometido a violentas torturas y el Fiscal Miranda le dijo a su cónyuge que lo habían detenido por "falsear informes de autopsia". Mientras permanecía en Tejas Verdes, Luis Alberto Sepúlveda vio, entre otros, a Gustavo Farías, a Florindo Alex Vidal y a Ceferino Santis, metidos en unos nichos que se hacían con estructuras metálicas. En los primeros días de octubre, en la noche, el testigo fue subido a una camioneta a la que también subieron a Luis Fernando Norambuena Fernandois, a Ceferino Santis Quijada, a Florindo Alex Vidal y a Gustavo Farías Vargas. El vehículo pertenecía a la Pesquera Arauco e iban otras personas cuyos nombres el declarante no recuerda. Cuando la camioneta se ponía en marcha, los militares bajaron a Sepúlveda y le dijeron "por el bien tuyo y por el nuestro, tú no has visto nunca esta camioneta".
Por su parte, Arturo Florencio Farías Varas hermano del afectado fue detenido el 15 de septiembre de 1973, cuando se presentó en la Fiscalía Militar que funcionaba al interior del Regimiento Escuela de Ingenieros Militares, después de haber sido llamado por Bando. De inmediato fue interrogado por el Fiscal David Miranda y por personal del Servicio de Inteligencia Militar. Sus hermanos Carlos y Francisco Farías Vargas, ya se encontraban detenidos. Después de permanecer incomunicado en la Cárcel de San Antonio, Arturo Farías, fue llevado a interrogatorio al Regimiento de Tejas Verdes, en los primeros días de octubre de 1973. Después de ser sometido a torturas (dos detenidos debían sostenerlo puesto que no podía mantenerse en pie) fue sacado al patio donde se estacionaban los vehículos. Era ya de madrugada. Allí había dos grupos de detenidos, siendo llevado el testigo hacia uno de ellos, integrado por unas cinco personas. En esos momentos un Sargento dijo a quienes lo llevaban "el detenido no va con el Comandante", de modo que Arturo Farías fue llevado hasta el segundo grupo. Sin embargo pudo darse cuenta que en el primer grupo de detenidos estaba su hermano, Gustavo, de quien no sabía que se encontraba arrestado y el que le hizo un gesto de saludo. Vestía pantalones azules y llevaba puesto un vestón grueso oscuro. Se veía agotado, al igual que el resto de las otras personas. Junto al afectado estaban Luis Norambuena, Ceferino Santis, Florindo Alex Vidal y Jorge Ojeda Jara, (también iba en el grupo, aunque el testigo no lo menciona, Víctor Mesina Araya). Ninguno de ellos retornó al Regimiento.
Es detenido por efectivos militares en su lugar de trabajo, Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE), organismo dependiente de la ONU, Fernando de la Cruz OLIVARES MORI, 27 años, funcionario administrativo
Versiones de los testigos señalan que fue trasladado al Ministerio de Defensa. En este recinto, se dijo a sus familiares que sería trasladado al Estadio Nacional, lugar en el que nunca fue reconocida su detención.
Es ejecutado Manuel MELO DONANI, 22 años
Luis Enrique RIVERA COFRÉ, Rut 7.279.413-3, 21 años a la fecha de la detención, casado, 2 hijos, obrero, fue detenido en su domicilio en Parral el día 5 de octubre de 1973, por una patrulla militar que llegó al lugar alrededor de las 23:30 horas preguntando por él. Presenciaron el arresto su esposa, Lucinda Ordenes Niño, y su suegro Aniceto Ordenes. Rivera fue trasladado a la Comisaría de Carabineros, donde la familia concurrió al día siguiente llevándole ropas y alimentos, pero le fueron devueltos porque dijeron que él no quería recibir nada.
El 9 de octubre, su cuñada fue nuevamente a dejarle cosas y habló con un militar de apellido Homero, quien le señaló que el afectado ya no estaba allí y que había firmado su orden de libertad. Sin embargo, ella se dirigió a Linares, a la Escuela de Artillería del Ejército, donde reconocieron su permanencia en dicho lugar y le recibieron ropa. Dos meses después informaron que en realidad Rivera no estaba detenido allí, que se había tratado de un lamentable error, ya que lo habían confundido con otro preso de apellido Riveros. Desde entonces, nada han sabido de la víctima ni sobre su paradero.
Al momento de ser detenido, su esposa se encontraba embarazada y dos meses después nació su segundo hijo.
MARCELO DEL CARMEN GUTIERREZ GOMEZ, 21 años a la fecha de la detención, casado, 1 hijo, obrero de la construcción, salió de su domicilio en la ciudad de Osorno con destino a Bahía Mansa, a llevarle alimentos a su hermanastro Edgar Eugenio Cárdenas Gómez, militante socialista y muy buscado en la zona con posterioridad al 11 de septiembre de 1973. Testigos presenciales relataron a la familia que fue obligado a descender del microbús en que viajaba por carabineros que lo detuvieron y llevaron con rumbo desconocido. Hasta la fecha se ignora la suerte corrida por el afectado.
El hermanastro de la víctima, Edgar Cárdenas Goméz fue ejecutado por Carabineros el 5 de octubre de 1973 junto a Jorge Aguilar Cubillos, funcionario de la Corporación de Reforma Agraria (CORA), militante radical y María Ester Bustamante Llancamil militante socialista. Los tres habían ido a refugiarse a una choza de pescadores cuando carabineros de la 3a. Comisaría de Rahue y del Retén de Bahía Mansa irrumpieron en el lugar dándoles muerte de inmediato.
La versión oficial de las autoridades de la época fue que tres extremistas resultaron muertos cuando un grupo llevó a cabo una acción terrorista contra el Retén de Bahía Mansa, la misma versión agregaba que había habido enfrentamiento y que las víctimas estaban involucradas en un plan subversivo contra las Fuerzas Armadas y que en su poder se había encontrado gran cantidad de armamento y explosivos. La Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación se formó la convicción que la versión oficial de la época fue falsa y que estas tres víctimas fueron ejecutadas al margen de toda norma legal. También se forma convicción que la desaparición de Marcelo Gutiérrez Gómez es de responsabilidad de personal de la Comisaría de Rahue, quienes lo detienen entre Osorno y Bahía Mansa cuando este iba a entregar alimentos a su hermanastro.
6 de octubre 1973
Javier Antonio PACHECO MONSALVE, 31 años, mueblista, escolta presidencial (GAP), es detenido el 5 de octubre de 1973 en su casa por personal militar de la Escuela de Infantería de San Bernardo, donde es ejecutado. Su esposa, María Isabel Beltrán Sánchez se encuentra desaparecida
Alejandro Antonio MACARELO PÉREZ, 20 años, estudiante normalista, muerto por torturas en Chamiza - Base Aérea El Tepual, Puerto Montt. Alejandro MACARELO es torturado primero en Investigaciones, los que luego lo entregan al Servicio de Inteligencia de la FACH. Su cuerpo está enterrado en Quellón
El 7 de octubre de 1973
fueron ejecutados en Tocopilla: René PAREDES CORTINEZ, de 21 años de edad, comerciante, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y; Lino Fidel VALDES MORENO, de 24 años de edad.
Ambos afectados fueron detenidos por detectives el 7 de Octubre en el domicilio de Paredes y trasladados al Cuartel de Investigaciones, donde amigos les llevaron ropa y comida, la que fue recibida por funcionarios de dicho cuartel. Ese mismo día se informó por la radio que ambos habían sido ejecutados por intentar fugarse. Los cuerpos fueron entregados a la Morgue local, donde fueron reconocidos por familiares de René Paredes.
Los certificados de defunción indican como causa de la muerte, "heridas producto de impactos de bala", y en cuanto al lugar del fallecimiento señala la "vía pública", en Tocopilla en el caso de René Paredes y en María Elena en el de Lino Valdés. Esto último carece de veracidad, toda vez que todos los antecedentes confirman que ambos fueron ejecutados en la misma oportunidad y lugar. Así lo comprueban la detención conjunta; la fecha de la muerte; la entrega de los dos cadáveres en la morgue, la correlación numérica de los certificados de defunción y la versión radial oficial dando como explicación de las ejecuciones el intento de fuga de ambos prisioneros.
Además, se ha podido establecer que el último lugar donde permanecieron ambas víctimas fue el Cuartel de la Policía de Investigaciones de Tocopilla.
8 de octubre 1973
José DELGADO SANHUEZA, ejecutado
Entre los días 3 y 8 de octubre de 1973 fueron detenidas cinco personas en las comunas de Pudahuel y Quinta Normal, siendo todas trasladadas a la Casa de la Cultura de Pudahuel (Barrancas). Estas detenciones se habrían producido como consecuencia de los allanamientos efectuados en distintas poblaciones de las comunas mencionadas, por militares acantonados en dicho recinto. Los cinco detenidos fueron encontrados muertos en la vía pública según sus certificados de defunción, entre los días 4 y 9 de Octubre de 1973, y en todos los casos la causa de la muerte es "múltiples heridas de bala, tóraco abdominales y cérvico craneanas.
Entre ellos figura Alberto Toribio SOTO VALDES, 20 años, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido por militares, el día 8 de Octubre de 1973, en la población Manuel Larraín, junto con José Quezada y ambos trasladados a la Casa de la Cultura de Pudahuel. Su muerte se produce -según el certificado de defunción- el día 9 de Octubre, en la vía pública a las 07:30 horas.
Ese mismo día en la Casa de la Cultura, a los familiares se les informó que había sido trasladado al Estadio Nacional, a pesar que ya se encontraba muerto.
Víctor Julio VIVANCO VASQUEZ, 19 años, estudiante de enseñanza media, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Fue detenido el 8 de Octubre por una patrulla militar, trasladado al Cuartel de Investigaciones de Parral y luego a la Comisaría de Carabineros de la misma ciudad. Existen testigos que lo vieron detenido en este recinto. Desde allí se pierde su rastro desde entonces hasta esta fecha.
El 9 de octubre de 1973
En el lugar llamado Paso Hondo, cerca de la ciudad de Tomé, fueron muertos tres militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR): Tránsito del Carmen CABRERA ORTIZ, 28 años, obrero textil de FIAP-TOME; Miguel Angel CATALAN FEBRERO, 22 años, estudiante universitario; Héctor Manuel LEPE MORAGA, 29 años, estudiante de la Universidad Técnica del Estado, Concepción.
Los tres afectados fueron detenidos por Carabineros el día 27 de Septiembre de 1973, junto a Ricardo Barra Martínez, muerto por torturas, y puestos a disposición del Servicio de Inteligencia de la Armada. Sometidos a Consejo de Guerra el 6 de octubre de 1973, (rol Ancla-1), Cabrera fue condenado a 15 años y un día de presidio mayor y 5 años de presidio menor; Catalán a 15 años y un día de presidio mayor, 10 años y un día de presidio mayor, 20 años de presidio mayor y 10 años de extrañamiento mayor; y Lepe a 15 años de presidio mayor, 5 años y un día de presidio mayor y 3 años y un día de presidio menor.
Según la versión oficial, la patrulla naval a cargo de la custodia de los detenidos fue atacada por dos o tres individuos con escopetas de caza y artefactos de fabricación casera, ocasión que los presos habrían aprovechado para intentar una fuga. Uno de los integrantes de la patrulla les disparó, dándoles muerte inmediata
10 de octubre 1973
Ricardo Guillermo PARDO TOBAR, Nacido el 23/02/45, 28 años a la fecha de detención, ex instructor boina negra y empleado, muerto en Maipú, Santiago por Agentes del estado
Juan Segundo ESPINOZA VALENZUELA, 27 años, obrero agrícola, detenido en el Fundo Nehuente, Carahue, IX Región por personal del Ejército. Desde entonces se encuentra desaparecido
Jorge Ricardo SOLAR MIRANDA, Nacido el 01/06/50, 23 años a la fecha de detención, rondín, ejecutado en la Escuela de Infantería, San Bernardo, Stgo, por miembros del Ejército
Jean Eduardo ROJAS ARCE, 23 años, empleado, dirigente estudiantil, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), es fusilado por militares acusado de colocar carga de dinamita en la vía férrea. Ejecución Bando Nº.14.
Jean Rojas es detenido el 02-10-73 en Quillota en casa de su novia por Carabineros, y luego sacado de la Comisaría de La Calera por militares
Con fecha 10 de octubre de 1973, entre las 21:00 y las 23:00 horas, fueron detenidas en el sector de Liquiñe, dentro del Complejo Maderero y Forestal Panguipulli, las siguientes personas: Luis Alfredo Rivera Catricheo, obrero maderero, sin militancia política conocida; Eliseo Maximiliano Tracanao Pincheira, obrero maderero, vinculado al Movimiento Campesino Revolucionario (M.C.R.); Miguel José Tracanao Pincheira, obrero maderero, vinculado al Movimiento Campesino Revolucionario (M.C.R.); Alejandro Antonio Tracanao Pincheira, obrero maderero, vinculado al Movimiento Campesino Revolucionario (M.C.R.); Salvador Alamos Rubilar, Industrial maderero, militante del Partido Socialista; José Héctor Bórquez Levicán, obrero maderero, jefe de faenas del fundo Trafún, militante del Movimiento Campesino Revolucionario (M.C.R.), Alberto Segundo Reinante Rapón, obrero maderero, militante del Movimiento Campesino Revolucionario (M.C.R.); Ernesto Reinante Rapón, obrero maderero, militante del Movimiento Campesino Revolucionario; Modesto Juan Reinante Rapón, obrero maderero, militante del Movimiento Campesino Revolucionario (M.C.R.); Luis Armando Lagos Torres, obrero maderero; Carlos Segundo Figueroa Zapata, obrero maderero, consejero por el Fundo Paimún ante el Sindicato del Complejo Maderero y Forestal Panguipulli, militante del Partido Socialista; Mauricio Segundo Curiñanco Reyes, artesano carpintero, militante del Partido Socialista; Isaías José Fuentealba Calderón, Jefe de Area en el Fundo Trafún, del Complejo Maderero y Forestal Panguipulli, miembro del Movimiento Campesino Revolucionario (M.C.R.); Daniel Antonio Castro López, comerciante, corresponsal del diario "El Clarín" en Temuco.
Por su parte el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación incluye formando parte de esta misma situación represiva los nombres de las siguientes víctimas: Carlos Alberto Cayumán Cayumán; y a la profesora de Puerto Fuy, de 27 años de edad, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, Bernarda Rosalba Vera Contardo.
Las detenciones fueron practicadas por personal uniformado quienes portaban una lista con los nombres de los detenidos. El grupo aprehensor estaba compuesto por efectivos militares que vestían uniforme de combate y que pertenecían al Grupo Nº3 de Helicópteros Maquehua de la ciudad de Temuco, de la Fuerza Aérea de Chile; algunos funcionarios de Carabineros de la dotación del Retén de Liquiñe y civiles del sector.
Se movilizaban en vehículos de particulares, una camioneta del Servicio Agrícola y Ganadero (S.A.G.), un vehículo policial, una ambulancia del Retén de Liquiñe y contaron también con el apoyo de un helicóptero de la FACH. Los aprehensores actuaron divididos en varios grupos, que se juntaron en el cruce de Coñaripe, cercano a todos los lugares en que se practicaron las detenciones. Allí tomaron el camino a Villarrica, y alrededor de las 2:00 horas del día 11 de octubre de 1973, en el puente sobre el río Toltén procedieron a darles muerte y a arrojar sus cuerpos a las aguas.
Algunos de los cadáveres fueron encontrados días después, por un grupo de personas que efectuaban trabajos en las orillas del río Toltén. Los cuerpos estaban metidos en sacos con piedras a fin de que no flotaran; no obstante ello, algunos cadáveres salieron a la superficie. De esta situación se dio aviso de inmediato a Carabineros, los cuales por orden del jefe de turno procedieron a empujar los cuerpos a la corriente del río.
El 11 de octubre de 1973
en el Destacamento de Infantería de Marina "Fuerte Borgoño de Talcahuano", fueron fusilados sin que se les sometiera a proceso: Hugo del Rosario CANDIA NUÑEZ, 19 años, empleado de SIGDO KOOPERS y; Máximo Segundo NEIRA SALAS, 34 años, empleado de SIGDO KOOPERS, dirigente sindical y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Ambos fueron detenidos en su lugar de trabajo por efectivos de la Armada, quienes procedieron a trasladarlos al "Fuerte Borgoño" donde fueron fusilados.
Sus cuerpos fueron entregados a los familiares en urnas selladas, impidiéndoseles efectuar el reconocimiento correspondiente.
Mediante el Bando Nº 82, del 11 de octubre de 1973, el Jefe de Zona de Estado de Sitio de la Provincia de Tarapacá y Comandante en Jefe de la Sexta División de Ejército, informó de la ejecución de cinco personas en el Campamento de Prisioneros de Pisagua. Señala el referido documento que en esa localidad se constituyó un Consejo de Guerra el día 10 de octubre de 1973, con el fin de juzgar a diversos reos, condenándose a cinco de ellos a la pena de muerte. Una de las personas condenadas fue Humberto LIZARDI FLORES, 26 años, Profesor de Inglés en la Universidad de Chile, sede Iquique y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Detenido el ll de septiembre de l973 en el Instituto Comercial de Iquique.
Un nuevo Bando referido a las personas recién aludidas fue publicado en el diario El Tarapacá, del 26 de octubre de 1973, en el que se informaba que todos ellos "fueron condenados por estar confesos y ser autores de los delitos de traición a la patria y espionaje ... y, por infracción a la Ley de Seguridad del Estado, al participar activamente en planes subversivos y de infiltración en las Fuerzas Armadas cumpliendo misiones que les fueron asignadas.
Según la versión de personas que en ese momento estaban detenidas en el Campo de Prisioneros de Pisagua, no se llevaron a cabo en esta ocasión los procedimientos que posteriormente se observaron cada vez que se realizaba un Consejo: en general, se hacía salir a los prisioneros a la cancha que quedaba en frente del penal y se les daba a conocer el hecho de haberse constituido el Consejo, nombrándose los acusados y agrupándoseles según la pena solicitada para cada uno de ellos. Luego se les presentaba al abogado que los defendería. Ninguno de estos procedimientos ocurrieron en esta fecha. Además, no se ha tenido conocimiento de ninguna defensa efectuada, por algún abogado, en este supuesto primer Consejo de Guerra.
Un testigo, también detenido en ese Campo, pudo observar el momento en que los cinco prisioneros fueron traídos al final del cementerio de Pisagua, fueron ejecutados, ensacados e introducidos en una fosa.
Los cuerpos de las víctimas jamás fueron entregados a sus familiares. Todos ellos fueron encontrados el año, 1990, en la fosa de Pisagua.
Juan bautista AVILA VELÁSQUEZ, 24 años, detenido por Carabineros. Desde entonces se encuentra desaparecido
12 de octubre de 1973
Desaparece Waldemar Segundo MONSALVEZ TOLEDO, 26 años, obrero de la Fábrica Politec, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y dirigente de la población Nueva La Habana.
Ese día fue detenido, en su lugar de trabajo, por una patrulla de Carabineros de la 13ª Comisaría. Desde entonces no se ha vuelto a saber de él.
José Hernán RIVEROS CHAVEZ, 27 años, obrero de la construcción. Había sido detenido en su domicilio, el 12 de Octubre por efectivos de carabineros de Parral, y trasladado a la Comisaría de esa ciudad, donde es visto por múltiples testigos. A pesar de estos testimonios, Carabineros negó a su familia la detención de la víctima. Se ignora su paradero hasta la fecha.
13 de octubre de 1973
Manuel Antonio CERDA MEZA, casado, tres hijos, dirigente poblacional, militante del MIR, fue detenido el 13 de octubre de 1973, alrededor de las 19:00 horas, por personal de la Fuerza Aérea de Chile, FACH, en el Campamento Carlos Cortés de San Bernardo.
Según relata su cónyuge, doña Beatriz Marina González, el día 13 de octubre de 1973, Manuel Antonio Cerda Meza salió de su domicilio, calle Mamiña 8725 de la Población Millalemu de Santiago, en atención a que tuvo conocimiento que se efectuaría un allanamiento en el sector en busca de gente con militancia en partidos de izquierda. Se dirigió a la casa de unos parientes de su cónyuge, domiciliado en el ex campamento Carlos Cortés de la comuna de San Bernardo, quien, continúa relatando la Sra. Beatriz Marina González, no pudo recibirlo en su casa. En efecto, a los 15 minutos de irse Manuel Antonio Cerda Meza, personal de la FACH allanó la casa del Sr. Eduardo Pizarro Pizarro, golpeándolo a él y a su cónyuge, Sra. Elvira Romaní Gallardo e inquiriendo si tenían armas.
Terminada esta acción, los uniformados hicieron entrar a Manuel A. Cerda Meza, quien, según el Oficial a cargo del operativo, era un "pez gordo". Interrogaron al dueño de casa sobre su relación con el detenido y luego se lo llevaron amarrado, lanzándolo dentro de un jeep.
Su cónyuge declara al Tribunal que un amigo de su esposo a quien ella conocía con el nombre de "Miguel" le contó a su vuelta de estar preso durante ocho meses en el Campamento de Chacabuco al norte del país, "que el 13 de octubre de 1973 cuando él fue detenido fue subido a un camión de la Fuerza Aérea en el que iba Manuel Cerda muerto, con varios impactos de bala en el pecho, le agregó que iba vestido con un beatle blanco, con vestón a cuadros blanco con negro y pantalón color marengo", ropa que correspondía a la que él usaba el día de la detención. A pesar de las numerosas diligencias que la esposa del afectado realizó, ninguna dio resultados positivos sobre la suerte corrida por Manuel Antonio Cerda Meza.
Luis Alberto YÁÑEZ VASQUEZ, 23 años, campesino. Fue detenido en su domicilio el 13 de Octubre de 1973, por efectivos de Carabineros de Parral y trasladado a la Comisaría de esa ciudad. A su familia se le informó posteriormente, que había sido trasladado a Linares, ignorándose su actual paradero. Existen testimonios verosímiles de personas que vieron el momento en que el detenido era sacado de la Comisaría por efectivos de Carabineros, el día 14 de Octubre. Estas son las últimas noticias que se tienen de él.
El 16 de octubre de 1973
Quince personas que permanecían prisioneras en la Cárcel de La Serena fueron fusiladas en el Regimiento "Arica", de esa ciudad, entre ellos: Roberto GUZMAN SANTA CRUZ, 35 años, abogado, asesor de la Compañía Minera Santa Fé y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). El l4 de septiembre se presenta voluntariamente al Retén de Incahuasi luego de informarse que había sido requerido por las autoridades de La Serena. Es detenido y desde allí conducido a la Cárcel de La Serena. Procesado por infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado. En Consejo de Guerra del 27 de septiembre es condenado a la pena de presidio por 5 años. El 26 de junio de 1975, cuando ya había sido ejecutado, por decisión del Comandante en Jefe, se modificó la sentencia y su condena fue rebajada a 541 días.
La Jefatura de Plaza, a través de la Prensa, entregó un comunicado oficial en el cual señala:
"Se informa a la ciudadanía que hoy 16 de octubre a las 16:00 horas fueron ejecutadas las siguientes personas conforme a lo dispuesto por los Tribunales Militares en tiempos de Guerra..."
Respecto de Roberto Guzmán, se dijo que su ejecución fue: "por incitar a los mineros del Campamento de Desvío Norte y sus alrededores a apoderarse de los polvorines y oponer resistencia armada a la Junta de Gobierno".
Los cuerpos no fueron entregados a las familias para su sepultación.
Mario Armando GHO ALARCîN, 19 años, ejecutado por efectivos del Ejército
El 17 de octubre de 1973
Desaparece José Miguel MUÑOZ BIZAMA, 21 años, estudiante, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), tras ser detenido en su domicilio ubicado en la comuna de San Ramón.
Fue trasladado a la Escuela de Paracaidismo de Colina, donde se le mantuvo detenido y fue visto por testigos. Desde entonces no se ha vuelto a saber de él, a pesar de las múltiples gestiones realizadas por sus familiares para dar con su paradero.
En Copiapó, en las primeras horas de la madrugada, fueron ejecutadas trece personas que se encontraban detenidas, entre ellas: Manuel Roberto CORTAZAR HERNÁNDEZ, 20 años, estudiante secundario, dirigente estudiantil y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Se presentó ante las autoridades militares luego de ser requerido mediante un Bando, el l7 de septiembre de 1973. Quedó detenido en la Cárcel de Copiapó, lugar desde el cual fue trasladado al Regimiento de esa misma localidad, el 2 de octubre del mismo año.
Raúl Leopoldo de Jesús LARRAVIDE LOPEZ, 21 años, estudiante de Ingeniería en Minas en la Universidad Técnica del Estado, sede Copiapó y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Fue detenido el 12 de septiembre de l973 al interior de la Universidad y conducido al Regimiento de Copiapó. A fines de septiembre se le trasladó al Presidio de la misma ciudad.
Edwin Ricardo MANCILLA HESS, 21 años, estudiante de Pedagogía en la Escuela Normal, presidente del Centro de Alumnos y Secretario Regional del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). El 15 de octubre fue detenido por efectivos de Carabineros e Investigaciones en su domicilio, conducido al Presidio de Copiapó y desde allí trasladado al Regimiento de esa ciudad.
Adolfo Mario PALLERAS NORAMBUENA, 27 años, comerciante, dirigente poblacional y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Requerido por las autoridades a través de un Bando militar, decidió no presentarse. Fue detenido el l5 de octubre por efectivos de Carabineros, conducido al Regimiento de Copiapó y trasladado posteriormente al Presidio de esa ciudad.
Atilio Ernesto UGARTE GUTIERREZ, 24 años, estudiante de Ingeniería en Minas en la Universidad Técnica del Estado, sede Copiapó y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Fue detenido el 14 de octubre en la residencial donde vivía y conducido al Regimiento de Copiapó
Respecto de varias de las personas antes mencionadas, se ha podido acreditar que fueron sometidos a torturas y otros apremios ilegítimos.
A través de un comunicado oficial publicado en el diario "Atacama" del 18 de octubre de 1973, el Jefe de la Zona en Estado de Sitio informó de la muerte de las trece personas antes individualizadas, aduciendo que se había detectado un plan de fuga entre los prisioneros del Presidio de Copiapó. La Fiscalía Militar había procedido, en atención a la poca seguridad y a la sobrepoblación penal existente, a "remitir a un grupo de los procesados más peligrosos de la Justicia Militar a la Cárcel presidio de La Serena. El comunicado oficial continuaba relatando que habían sido trasladados en un camión del Regimiento, el cual había sufrido una panne eléctrica casi al llegar a la cumbre de la cuesta Cardones. "Aprovechando que el conductor y ayudante se encontraban preocupados de solucionar el desperfecto, sorpresivamente los detenidos aprovechándose del descuido de uno de los centinelas, saltaron a tierra dándose a la fuga hacia la pampa. Pese a que los centinelas les gritaron "alto!, varias veces e incluso dispararon al aire para amedrentarlos, no se detuvieron. En vista de esta situación, continúa el mismo informe, procedieron a disparar en contra de los fugitivos, hiriendo a trece de ellos que fallecieron en el lugar.
Son ejecutados Hernaldo AGUILERA SALAS, 28 años, y Leomeres MONROY SEGUEL, 25 años, ambos agricultores, y miembros de la directiva del Asentamiento El Roble. Ese día se presentó en el referido Asentamiento, una patrulla compuesta por cuatro Carabineros, la que allanó las casas y procedió a golpear en presencia de los demás asentados, a las personas ya individualizadas. Acto seguido fueron amarrados al jeep en que se movilizaban los efectivos policiales y arrastrados por el camino. Aproximadamente a 1 km. del lugar, la patrulla se detuvo y procedió a ejecutarlos. Sus cadáveres fueron conducidos a la morgue de Temuco.
Mediante Bando Nº 93, la Intendencia Militar de Cautín comunicó a la ciudadanía que: "el día 17 de octubre, en circunstancias que personal de la Tenencia de Carabineros de Freire conducía detenidos hacia esa Unidad, a los activistas Leomeres Monroy Seguel y Hernaldo Aguilera Salas, para ser puestos a disposición del Cuarto Juzgado Militar de Valdivia, por estar implicados en un plan destinado al asalto de Cuarteles de Carabineros y asesinato de su personal, aproximadamente a 4 kms. al Oriente de Freire, trataron de arrebatarle la carabina a un funcionario, dándose a la fuga, no obedeciendo la orden de detención, ante lo cual el personal hizo uso de sus armas de fuego dándoles de baja".
Oscar Héctor BUGALLO CELUZI, Nacido el 07/10/49, 24 años, es muerto en la vía pública Templo Maipú, Stgo
Beatriz Elena DÍAZ AGUERO, 26 años, es fusilada, ametrallada por personal del Ejército en el Túnel Lo Prado, Stgo
18 de octubre de 1973,
Es muerto en el camino entre Puerto Montt y Pelluco, Adolfo Omar ARISMENDI PEREZ, 19 años, estudiante
Según la versión oficial del Jefe de Zona en Estado de Sitio de la Provincia de Llanquihue y Chiloé, que consta en el Bando Nº 46, una patrulla de Carabineros sorprendió, en el camino entre Puerto Montt y el balneario de Pelluco, a seis individuos "quienes al intimárseles detención, no obedecieron la orden y por el contrario trataron de agredir al personal policial, al tiempo que lo injuriaban y amenazaban. Por tal motivo, y acorde con las disposiciones vigentes, dichos individuos, cuyos nombres han sido dado a la publicidad, fueron eliminados en el mismo lugar. Posteriormente se constató que la totalidad de éstos eran delincuentes habituales con nutrido prontuario penal.
A pesar de ser presentadas las muertes como ocurridas a raíz de un intento de agresión a las fuerzas policiales, la Comisión Rettig se formó convicción que en el caso existió una violación a los derechos humanos de responsabilidad de agentes del Estado que ejecutaron a los afectados al margen de toda legalidad; en mérito de las siguientes circunstancias:
El que se haya podido verificar que varias de las víctimas estaban previamente detenidas en la Tenencia Antonio Varas, de Puerto Montt, por lo cual no resulta verosímil el hecho que estuvieran deambulando por las calles, en horas de toque de queda;
La muerte inmediata de todos los afectados, en condiciones que estaban desarmados y bajo fuerte vigilancia militar en horas de toque de queda;
Existencia de testimonios que acreditan que no se trató de una agresión a personal policial, sino de una ejecución.
Los antecedentes recogidos de propios funcionarios policiales que permiten llegar a la convicción que se trató de una ejecución
19 de octubre de 1973
José Gregorio SAAVEDRA GONZALEZ, de 18 años de edad, dirigente estudiantil de enseñanza media, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); quien fue detenido el 24 de septiembre, sin tenerse noticias de su paradero hasta el día 29, fecha en que es llevado a la Fiscalía Militar. Tras ser procesado por un Consejo de Guerra, es condenado a seis años de relegación al sur de paralelo 38, acusado de participar en reuniones prohibidas en tiempos de guerra en Antofagasta,
El día 20 de octubre de 1973 se dio a conocer por medio de la prensa una información oficial emanada del Jefe de Plaza, que señalaba que 26 detenidos de la Cárcel de Calama habían sido muertos por el personal militar que les transportaba a la Cárcel de Antofagasta, cuando aquellos intentaron huir aprovechando un desperfecto eléctrico del vehículo en el que eran trasladados.
Idéntica versión se dio a los familiares directos de los ejecutados, a quienes además no se les hizo entrega de sus restos, sino solo de certificados de defunción que indicaban como lugar de la muerte, Calama, y como causa, fusilamiento. Respecto de los cuerpos, existió un compromiso de la autoridad militar de la época en orden a entregarlos al cabo de un año, compromiso que no obstante constar en documentos entregados a las familias, jamás se cumplió. A pesar de las sucesivas investigaciones para lograr dar con el paradero de los cuerpos, sólo durante 1990 se logró hallar el lugar en el que al menos durante un tiempo estuvieron ilegalmente inhumados y desde donde fueron retirados o explosionados en alguna ocasión. A pesar de ello, pudo identificarse pericialmente restos de Aroldo Cabrera
Son ejecutados por sentencia del Consejo de Guerra Rol Nº 11-73 de la Fiscalía Militar en Tiempo de Guerra, acusados de intentar asaltar la Tenencia de Carabineros de Fresia y asaltar el 12 de septiembre de 1973 el Retén de Carabineros de Neltume: Francisco del Carmen AVENDAÑO BORQUEZ, 20 años, Profesor normalista y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria(MIR); José Antonio BARRIA BARRIA, 23 años, Obrero agrícola, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); José Mario CÁRCAMO GARAY, 26 años, Técnico agrícola, militante del MIR; José Luis FELMER KLENNER, 20 años, Empleado, estudiante de Agronomía, militante del MIR
Mario César TORRES VELÁSQUEZ, 32 años, linotipista, fusilado por consejo de guerra, acusado de organizar grupo paramilitar, intento asalto tenencia de Fresia y asalto y ataque a Retén Neltume por efectivos de la FACH en Chamiza, Base El Tepual, Puerto Montt
El 20 de octubre de 1973
Es muerto Javier Segundo ALVEAR ESPINOZA, 32 años, Obrero, Dirigente poblacional y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Según ha señalado su familia, el día 15 de octubre éste había pasado a la clandestinidad, siendo la última oportunidad en que lo vieron con vida. Días después se enteraron que había muerto. La noticia explicaba que había existido un enfrentamiento con militares.
La versión oficial de los hechos, publicada en un medio de prensa dice: "El Gobierno anunció hoy la ejecución de un mecánico...". Agrega la prensa: " ...El mecánico ejecutado fue identificado como Javier Alvear Espinoza, de 32 años de edad, a quien se acusó de agredir a una patrulla policial en Pelarco, pequeño pueblo de la provincia agrícola de Talca. Se dijo que al ser detenido por una patrulla militar tenía planos de caminos y cuarteles, armas y municiones.
El 25 de octubre de 1973
Son ejecutados en la ciudad de Valdivia por personal de Carabineros y probablemente del Ejército, tres jóvenes: Los hermanos Fierro PÉREZ y José Inostroza Ñanco
Los hermanos Fierro PÉREZ fueron detenidos el 20 de octubre de 1973 en su domicilio, por efectivos de Carabineros y militares, y llevados a la Tenencia Gil de Castro. José Víctor Inostroza Ñanco, 19 años, electricista, lo fue el día 21 de octubre de 1973, en la Feria Libre de Valdivia, por la misma clase de efectivos. Los tres fueron ejecutados en circunstancias no precisadas el día 25 de octubre de 1973, indicando los certificados de defunción como lugar la "vía pública". Los cuerpos pudieron ser sepultados por sus familiares.
26 de octubre 1973
José Enrique ESPINOZA SANTIC, 24 años, Cabo 2º FACH, muerto en ejecución sumaria en la Academia Politécnica Aeronáutica, Stgo
30 0ctubre 1973
Germán Simón CÁRCAMO CARRASCO, 24 años, empleado de SOCOAGRO, ajusticiado por aplicación de ley de fuga en Porvenir por Carabineros
10 de noviembre 1973
MARDONES JOFRÉ PEDRO JORGE JUAN, 26 años, estudiante, ejecutado en el Regimiento Tucapel, Temuco, acusado asalto a polvorín, se le aplicó ley de fuga. El cuerpo presentaba maltratos y tortura
22 noviembre 1973
Luis Alberto LEAL ARRATIA, viudo, 4 hijos, 55 años a la fecha de la detención, agricultor, activo participante del proceso de Reforma Agraria en la región, fue detenido por primera vez el 9 de octubre de 1973, por Carabineros de la Tenencia Padre las Casas, siendo trasladado a la Cárcel Pública de Temuco y quedando a disposición de la Fiscalía Militar de Cautín. El 17 de octubre fue sobreseído en la causa N°12-B iniciada en su contra, siendo dejado en libertad. Sin embargo, el 22 de noviembre de 1973, en circunstancias que se encontraba de visita en el domicilio de su hija María Eugenia Leal Carrasco, ubicado en calle Andrés Bello 591, Temuco, fue detenido por tres civiles, quienes llegaron en un automóvil Fiat 600 alrededor de las 22 horas, y sin dar mayores antecedentes ni identificarse, procedieron a arrestarlo, no permitiendo que ninguno de los familiares presente, su hija, su yerno, y la madre de éste, lo acompañara al Regimiento Tucapel, lugar que señalaron como destino del afectado. Al día siguiente, su yerno Agustín Bravo Fuentealba, se dirigió al Regimiento indicado, encontrándose con uno de los civiles aprehensores, pero esta vez vestía uniforme de Oficial de Ejército. Al interpelarlo, el Oficial negó absolutamente haber detenido a su suegro y negó que se encontrara detenido en el Regimiento. Ante esta negativa, consultó en diversos lugares, tales como Comisaría, Cárcel Pública, Investigaciones y otros centros de detención de la época, y en todos ellos manifestaron no tener antecedente alguno. En diciembre de ese año, su hijo Luis Leal Leal, concurrió al Ministerio del Interior en donde le entregaron una tarjeta y lo enviaron a una oficina de ubicación de detenidos (SENDET) que funcionaba en la ex sede del Congreso Nacional. En esa oficina buscó el nombre de la víctima en la lista de detenidos de los diferentes campos de prisioneros del país, no figurando en ninguno de ellos.
27 de noviembre 1973
Juan Domingo ARIAS QUEZADA, 17 años, estudiante Enseñanza Media, muerto por ajusticiamiento en El Arrayán, Santiago. Fue detenido el 27 - 11- 73 en Santiago por militares, recluido en el Rgto Tacna y encontrado muerto en El Arrayán con una herida a bala en el cráneo
8 de diciembre 1973
Anselmo Antonio Cancino Aravena, casado, 1 hijo póstumo, obrero agrícola, dirigente sindical, militante del MIR, fue detenido el 8 de diciembre de 1973, en las circunstancias que se expresan a continuación: debido a las condiciones que se vivieron después del Golpe Militar de 1973, Anselmo Cancino, y su novia Silvia Sepúlveda Bueno decidieron abandonar momentáneamente la mediagua que habitaban en el Campamento "Luciano Cruz", localizado junto al estadio de Linares. El 14 de septiembre de 1973 ambos fueron llamados a presentarse ante las autoridades por el Bando Nº14, el cual fue difundido por los diarios de la zona y por las radios de Linares, San Javier y Parral.
Anselmo Cancino propuso a Silvia Sepúlveda que se entregara, ya que ella se encontraba embarazada de dos meses. Silvia Sepúlveda decidió finalmente hacerlo ya que "habían tomado detenidos como rehenes a sus padres y a los padres y a una hermana menor de Anselmo".
Efectivamente, el 13 de septiembre de 1973 en la noche, Militares armados detuvieron a José del Carmen Cancino Yáñez y Clotilde Aravena Aravena, padres de Anselmo Cancino, así como a Eunice Cancino Aravena, su hermana de 14 años. El matrimonio estuvo 19 días detenido en la Cárcel, en tanto la niña permaneció privada de libertad, también en la Cárcel de Linares, un mes y medio. Silvia Sepúlveda se presentó a la Madre Superiora de la Casa Correccional de Mujeres del Buen Pastor, en Linares, el 22 de septiembre de 1973; la religiosa decidió llamar al Obispo de esa ciudad para que la presentara a las autoridades.
Silvia Sepúlveda permaneció 58 días incomunicada en la Escuela de Artillería de Linares y luego más de un año y medio recluida en el Buen Pastor. Durante el período de incomunicación fue intensamente torturada y la amenazaron frecuentemente con que iban a matar a su hijo, quien nació el 11 de abril de 1974.
Entre tanto, Anselmo Cancino buscó refugio en distintas casas de amigos y simpatizantes del gobierno depuesto, todos los cuales fueron ulteriormente detenidos por haberlo ayudado. Entre ellos se encuentra Viviana Montecinos, Elsa Arcoverde, Olivia de Rodríguez, César Bravo y la hija menor de esa María Inés Bravo.
César Bravo tuvo al fugitivo en su hogar y luego lo trasladó hasta un aserradero en Cauquenes, donde fue detenido el 8 de diciembre de 1973. En su detención participó el detective Héctor Torres Guajardo, quien también tomó parte en los interrogatorios y apremios a que fue sometida Silvia Sepúlveda.
Esta última expresó que Anselmo Cancino fue visto en el Regimiento o Escuela de Artillería de Linares por numerosas personas, entre otras Viviana Montecinos, Norma Montecinos y Norma Rodríguez. También lo vio y habló con él el profesor de Educación Física Alejandro Robinson Méndez Morales, quien, años más tarde, entregaría su testimonio ante el Tribunal que investigó la desaparición del afectado.
Silvia Sepúlveda identificó a la persona que más la torturó como el Capitán Claudio Lecaros Carrasco, el cual también es señalado por otros testigos como el principal interrogador de Anselmo Cancino. Cuando comparecieron a la presencia judicial, tanto el detective Torres como el Oficial Lecaros negaron su participación en los hechos.
Representantes de la Cruz Roja Internacional visitaron a Anselmo Cancino cuando estaba incomunicado en el Regimiento de Artillería linarense y, más tarde, requeridos judicialmente, dejaron constancia de este hecho. Igualmente, visitaron a Silvia Sepúlveda, quien les preguntó por él, respondiéndole los representantes que habían estado con Cancino, que se encontraba incomunicado pero en buen estado, que él preguntaba, a su vez, por ella y que la incomunicación le iba a ser levantada.
Por su parte, Viviana Montecinos Parra declaró bajo juramento que, desde el 14 de diciembre de 1973 vio en el Regimiento de Artillería a Anselmo Cancino por espacio de cinco días: "permanecía sentado en el suelo y estaba en muy malas condiciones físicas, una sola vez lo vi intentar pararse, sólo logrando hacerlo lo suficiente para sentarse en una banca".
En 1974, un efectivo de la Escuela de Artillería informó a la familia que Anselmo Cancino había sido sacado de noche de la misma escuela junto a Guillermo del Canto, María Isabel Beltrán Sánchez, Alejandro Mella Flores, Hernán Contreras Cabrera y José Gabriel Campos Morales, todos actualmente desaparecidos. Desde esa fecha, se desconoce el paradero de Anselmo Cancino Aravena.
Héctor Hernán Contreras Cabrera, 21 años de edad, funcionario de CORA, militante del MIR, fue detenido el 8 de diciembre de 1973, a las 5 de la mañana aproximadamente, en Santa Corina 0173, Paradero 17 y ½ de la Gran Avenida, Santiago. Los aprehensores fueron 12 militares armados, que allanaron la casa y se llevaron al afectado.
El día anterior había sido detenida una de sus hermanas, en la ciudad de Parral, ciudad en la cual habitualmente residía Contreras y donde era dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Mediante tormentos lograron averiguar las direcciones de los familiares en Santiago y así pudieron ubicar a Hernán Contreras.
A partir del 11 de septiembre de 1973 Contreras fue buscado por uniformados en la zona de Parral y Linares. Por este motivo se trasladó a Santiago, a casa de otra de sus hermanas.
Después de su detención Hernán Contreras fue trasladado a Linares y allí fue visto detenido en la Escuela de Artillería de Linares. Estuvo detenido junto con María Isabel Beltrán Sánchez, Alejandro Mella Flores y Anselmo Cancino Aravena, todos ellos miembros del MIR y detenidos desaparecidos en diciembre de 1973 y enero de 1974.
Nelson Castillo Gómez, quien estuvo detenido en el Regimiento de Artillería de Linares, desde octubre de 1973 a enero de 1974, en declaración jurada sostiene: "En una oportunidad en que... era llevado a interrogatorio, vio a un joven de 19 o 20 años, de apellido Contreras, estudiante secundario, pertenecía al MIR y recordaba que su familia vivía en Retiro. Contreras caminaba con dificultad ya que iba engrillado en los pies junto a otro preso de apellido Velozo... Se enteró posteriormente que a Contreras lo involucraban en la toma del fundo San Blas, de Retiro, acontecimiento muy conocido en la zona porque hubo enfrentamiento armado y el fundo fue retomado por el sector patronal".
"A Contreras no lo vio más y habría desaparecido; recuerda que era alto, trigueño, de buena presencia".
Por su parte, el transportista Efraín Adrián Sepúlveda Ceroni, quien estuviera detenido en la mencionada Escuela, declara que cuando era conducido a la sala de torturas "En ese momento supe que estaba detenido Hernán Contreras (del MIR también), que era uno de los jefes del MIR en Linares." Y agrega más adelante: "Hernán Contreras, lo vi como he señalado, sé que está desaparecido..."
En los primeros días de enero de 1974, dos conscriptos llegaron a la casa de la familia de Contreras, en Parral, e informaron que Héctor Contreras estaba en la Escuela de Artillería de Linares y que había pedido que lo fueran a ver.
La madre del afectado fue al mencionado Regimiento llevándole ropa y otros elementos, pero le informaron que recibirían el paquete por si acaso estuviera allí. Una semana después, la ropa fue devuelta, en parte, a otros familiares.
El 7 de diciembre de 1973, allanaron la casa de sus padres en Parral y detuvieron a dos de sus hermanas, las que permanecieron recluidas durante seis días en la Cárcel del Buen Pastor de Linares, la madre también fue detenida brevemente.
Héctor Contreras Cabrera permanece desaparecido desde que se le vio detenido en la Escuela de Artillería de Linares.
El 13 de diciembre de 1973,
Fueron detenidos, encontrándose desde esa época en calidad de desaparecidos, en la Iglesia de Los Capuchinos en Santiago, las siguientes personas: Bautista VAN SCHOWEN VASEY, 30 años, casado, médico cirujano, miembro de la Comisión Política del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y Patricio MUNITA CASTILLO, 22 años, estudiante de Derecho.
Los nombrados, además de un sacerdote de la Iglesia de Los Capuchinos, y otra persona cuya identidad se ignora, fueron detenidas en horas de la tarde del día 13 de diciembre de 1973, desde el interior de la Iglesia señalada, por un contingente de efectivos de carabineros y personal de civil, en presencia de testigos.
Según se logró acreditar mediante testimonios presenciales del arresto, los detenidos no opusieron resistencia, y fueron subidos por sus captores a un bus de Carabineros, en el cual se les trasladó a un lugar que se ignora. El sacerdote fue liberado después de ocho días de detención.
Van Schowen, Munita y el tercero cuya identidad se ignora, habían llegado a comienzos del mes de diciembre a la mencionada Iglesia, donde se encontraban temporalmente alojados.
Bautista Van Schowen era un conocido dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que había sido públicamente requerido desde el 11 de septiembre de ese año para presentarse ante las autoridades militares, informándose en la prensa de la época que la Junta de Gobierno ofrecía una recompensa de Eº 500.000.- a la persona "que proporcionara antecedentes que permitan ubicar y detener por la fuerza pública" a algunas de las personas que se mencionaban en una lista, entre las que se encontraba el afectado.
Por otra parte, el diario 'El Mercurio' de Santiago informó en su edición del día 21 de agosto 1974, que "...por graves delitos, que están suficientemente configurados en el proceso que se le sigue a Bautista Van Schowen Vasey en la Primera Fiscalía Militar de Santiago, este elemento extremista fue detenido el 13 de diciembre de 1973, poco después del Pronunciamiento Militar del 11 de septiembre pasado. Actualmente...se encuentra recluido en un recinto carcelario del país".
Similar información fue entregada el mismo mes por el Ministerio del Interior en la investigación judicial por su desaparición, al afirmar que 'Bautista Van Schowen se encuentra a disposición de la Primera Fiscalía Militar de Santiago', lo que el mismo Ministerio desmintió al mes siguiente, al señalar que 'se incurrió en un involuntario error de hecho, toda vez que quien efectivamente se encontraba arrestado en la Cárcel Pública de Santiago......era Roberto Fernando Van Schowen Vasey, y no su hermano Bautista'.
Finalmente, la Junta Militar en febrero de 1978, ante una solicitud de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) respondió que Van Schowen '.. viajó a Cuba el 2 de Febrero de 1973 con pasaporte chileno Nº 2743 sin que exista constancia de que haya reingresado al territorio nacional'
En otros informes ante los Tribunales de Justicia, las autoridades de la época negaron que Bautista Van Schowen hubiese sido detenido, o que se encontrara a disposición de algún Tribunal.
En relación a Patricio Munita, su cuerpo sin vida fue encontrado en Américo Vespucio a la altura del 3.600 el día 14 de diciembre, y posteriormente inhumado en el patio 29 del Cementerio General por orden de efectivos militares que se hicieron presentes en ese camposanto, según se acreditó mediante testigos presenciales del hecho. Dos meses después, su familia logró la exhumación de su cuerpo y la identificación del mismo.
El 13 de diciembre de 1973
Personal del Ejército dio muerte en San Felipe a otras dos personas, uno de ellos, Rigoberto del Carmen ACHU LIENDO, 31 años, Jefe de Desarrollo Social de San Felipe. Fue detenido el 12 de septiembre en casa de un familiar por efectivos militares del Regimiento de Infantería Nº3 "Yungay", luego de haber sido llamado por un bando militar. Se le recluyó en la Cárcel de San Felipe, desde donde era sacado regularmente para ser interrogado en el Cuartel de Investigaciones, por personal de dicha Repartición.
19 de diciembre 1973
Ernesto Domingo MARDONES ROMÁN, Nacido el 29/07/54, 19 años, estudiante universitario, ejecutado por personal del Ejército en la Plaza Chacabuco, Stgo
El 23 de diciembre de 1973
Fueron ejecutados por carabineros en el sector de Molco, Choshuenco, en el Complejo Panguipulli, dos personas: Hugo Rivol VASQUEZ MARTÍNEZ, 21 años, estudiante universitario, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR); Mario Edmundo SUPERBY JELDRES, 23 años.
Ambos se encontraban internados en la montaña, en el sector de Choshuenco, desde donde bajaban al pueblo esporádicamente a alimentarse. Según información de prensa de la época, "dos extremistas fueron muertos durante el transcurso de un operativo que hicieron a las 23,45 horas funcionarios de Choshuenco al lugar denominado Molco. En momentos que Carabineros patrullaba el sector fueron atacados con disparos de armas por los extremistas, repeliendo de inmediato el ataque. Durante la balacera fue muerto con impactos en el tórax Hugo Rivol Vásquez Martínez, 21 años, el que portaba un rifle marca Winchester de repetición. Andaba con otro sujeto apodado "El Braulio", quién fue herido en las piernas y mientras era conducido al Hospital de Panguipulli dejó de existir en el camino".
Entre diciembre de 1973 y enero de 1974
Ocurren cuatro casos de desaparición forzada de personas desde la Escuela de Artillería de Linares que afectan a militantes del MIR: Maria Isabel Beltrán Sánchez nació el 2 de mayo de 1952, en Santiago compañera de militante del Mir y ex miembro del GAP, Javier Pacheco Monsalves quien fuera detenido el día 6 de octubre de 1973, y fusilado en Chena esa misma noche; Alejandro MELLA FLORES, 19 años, estudiante, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Detenido el 19 de septiembre por efectivos de Investigaciones de Linares, llevado al Cuartel Central de ese organismo y posteriormente a la Escuela de Artillería, donde quedó a disposición del Servicio de Inteligencia Militar. El 31 de octubre fue trasladado a la Cárcel Pública de Linares, registrando egreso el 26 de diciembre de 1973, bajo "libertad condicional". En la investigación judicial por su desaparición, Investigaciones señaló que Mella Flores había quedado en libertad el 26 de diciembre, "para visitar a sus familiares, bajo palabra de regresar, cosa que no hizo, estando considerado (sic) en la actualidad como prófugo, presumiéndose que abandonó el país por un paso no controlado". No se explica en dicho informe, los motivos por los cuales se presume el abandono del país ni por qué se afirma que éste se llevó a cabo por "un paso no controlado". La Dirección de la Escuela de Artillería de Linares, en Julio de 1976 informó al Tribunal que investigaba su desaparición, que la víctima no registra detención en esa unidad militar. Se ignora hasta la fecha la suerte o paradero de Alejandro Mella Flores.
El 2 de enero de 1974
Guillermo Del Canto Ramírez, casado, funcionario de la Corporación de Reforma Agraria (CORA), militante del MIR, a quien el Servicio de Inteligencia del Ejército buscaba desde noviembre de 1973, fue detenido el 2 de enero de 1974, en un domicilio de familiares en Santiago, por efectivos del Servicio de Inteligencia Militar de Linares (SIM) y funcionarios del Servicio de Investigaciones de esa misma ciudad, quienes lo trasladaron a la Escuela Militar de Santiago y, desde allí, al Regimiento Escuela de Artillería de Linares, desde donde desapareció aproximadamente el 15 de enero de 1974. En su aprehensión participó el Capitán de Ejército Claudio Lecaros, agente del SIM.
Ese día, como a las 00:30 horas, Guillermo del Canto y su cónyuge, Marianela Méndez Soto, se encontraban en el domicilio de unos primos del afectado, Félix Ignacio Valenzuela Tello y María Antonieta Romo Ferrer, ubicado en calle Santa Clara 560, La Cisterna, Santiago. También estaban presentes familiares del Matrimonio Valenzuela Romo. Pasada la medianoche, varios sujetos ingresaron violentamente al hogar identificándose como Militares del Regimiento de Linares. El que comandaba el grupo según lo declaró María Antonieta Romo, al parecer era un Mayor de Ejército. Los uniformados iban acompañados por tres civiles que dijeron ser de Investigaciones y, por sus actos, no cupo duda de que conocían a la víctima.
De inmediato se procedió a la detención de Guillermo del Canto y de Félix Valenzuela, siendo ambos conducidos a la Escuela Militar. En este recinto, los amarraron con alambres a un sillón, comenzando el interrogatorio. A Félix Valenzuela le preguntaron su nombre y sus actividades laborales, sin insistir mayormente. En cuanto a la víctima, fue golpeada en varias oportunidades.
Al día siguiente, a las 15:00 horas, Félix Valenzuela quedó en libertad mientras, según supo, a Guillermo del Canto, lo trasladaron a Linares.
Juan Carlos del Canto Ramírez -hermano de la víctima y quien más tarde se asiló en la Embajada de Francia- fue detenido en Santiago en el mes de octubre de 1973, junto a otro hermano, Ricardo del Canto. Trasladado al Regimiento Escuela de Artillería de Linares, vio recluido allí a Guillermo, el 6 de enero de 1974, alrededor de las 10:00 de la mañana, cuando el testigo era trasladado a Temuco. En esta ciudad, Juan Carlos del Canto fue ingresado al Regimiento Tucapel, en donde lo interrogó un Teniente de apellido Ubilla, quien, entre otros temas, le preguntó por su hermano Guillermo del Canto. Al responder el declarante que lo había visto detenido en la Escuela de Artillería de Linares, el Oficial se comunicó por radio con dicho recinto militar, en donde negaron la permanencia allí de la víctima.
Por su parte, Mariano del Canto Romo -padre del afectado- denunció al Ministro del Interior, el 31 de agosto de 1978, que al momento de ser detenido, a su hijo le habían requisado dos vehículos de su propiedad: un Fiat 600 color rojo (no devuelto a esa fecha) y una citroneta que posteriormente le fue entregada a Marianela Méndez Soto. En otras declaraciones, Mariano del Canto señaló que su hijo permaneció en la Escuela de Artillería hasta el 15 de enero de 1974 fecha en que, según lo informó la Comandancia de Linares, fue devuelto a Santiago.
Como ya se mencionaba, Guillermo del Canto estaba siendo buscado desde antes de su detención. El 24 de octubre de 1979, Investigaciones señaló al Tribunal, que en los archivos de la Sección Inform"tica Policial constaba que, por radiograma de fecha 5 de noviembre de 1973 proveniente de Talca, la autoridad militar de Linares encargaba la ubicación y detención del afectado. Esta información se vio corroborada en un Oficio que el entonces Ministro del Interior, Sergio Fernández Fernández, envió al mismo Tribunal, en noviembre de 1980, comunicando que la detención de Guillermo del Canto había sido solicitada por la Autoridad Militar de Linares.
3 de enero 1974
José Miguel Mario Manuel RIVAS RACHITOFF, casado, 4 hijos, Periodista, ex funcionario de INDAP, fue detenido el 3 de enero de 1974, pasado el mediodía, en las inmediaciones de la Plaza de la Constitución, Santiago, por agentes de las Fuerza Aérea de Chile, los que vestían de civil. En la misma oportunidad, y en momentos distintos, fueron detenidos Rebeca María Espinoza Sepúlveda, ex funcionaria de INDAP y actualmente detenida-desaparecida, dos hijos y una nieta de pocos meses de esta última (saldrían en libertad horas más tarde desde la Base Aérea de El Bosque); José Leonardo PÉREZ Hermosilla, ex funcionario de INDAP, actualmente detenido-desaparecido; Julio Hernán Parraguez Acevedo (saldría en libertad dos meses después desde el Regimiento de Tejas Verdes), y José Medina Garcés, ex funcionario de INDAP, posteriormente liberado.
José Miguel Rivas -al igual que el resto de los detenidos- fue conducido a la Academia Politécnica Aeronáutica de El Bosque, en donde permaneció tres días. Al cabo de este tiempo, se le trasladó al Regimiento Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes, desapareciendo desde este recinto. También desaparecieron desde aquí Rebeca María Espinoza y José Leonardo PÉREZ Hermosilla.
La detención de la víctima está expresamente reconocida en un Oficio que el General de Aviación Mario Vivero Avila -Comandante de la Guarnición General Aérea de Santiago- envió al 2¡ Juzgado del Crimen de Santiago, en donde se investigaba la presunta desgracia del afectado, el 17 de febrero de 1975. En dicho Oficio, el General Vivero Avila señalaba que José Miguel Rivas había sido detenido el 3 de enero de 1974 por orden emanada de la Guarnición Aérea El Bosque, por tener antecedentes de actividades extremistas. Junto a él -se agregaba- fueron detenidos Julio Parraguez, José PÉREZ Hermosilla, Rebeca Espinoza Sepúlveda y José Medina Garcés. Posteriormente, los detenidos fueron entregados a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
Julio Hernán Parraguez recuerda que ese día, a la hora de almuerzo, pasó por la Plaza de la Constitución, rumbo al Ministerio de Agricultura. Allí se encontró con el afectado, con Rebeca Espinoza, con José PÉREZ Hermosilla y con José Medina. Después de conversar unos minutos, el declarante se retiró del lugar, para volver a pasar por ahí mismo una media hora más tarde. Entonces constató que el grupo ya no estaba. Continuó hacia Teatinos, en donde un civil se le acercó, lo amenazó con un arma, lo puso contra una de las murallas de La Moneda, le ató las manos a la espalda y lo introdujo en un vehículo, conduciéndolo a la Academia Politécnica Aeronáutica de El Bosque.
En este recinto de la FACH, fue introducido a una sala grande en la que ya estaban el afectado, Rebeca Espinoza, José Leonardo PÉREZ, José Medina y otras personas a quienes el testigo no conocía. Allí fueron interrogados por separado sobre sus respectivas actividades políticas y laborales, en especial sobre una supuesta "reunión" que habrían sostenido en la Plaza de la Constitución. Al término de los interrogatorios, les retiraron todos los papeles y documentos personales, los llevaron a otra pieza y aquí los ataron y vendaron. En esta pieza había unas 10 personas más. Durante el resto del tiempo, los siguieron sacando de a uno para ser interrogados. El testigo no sufrió malos tratos, pero algunos de los otros detenidos retornaban de los interrogatorios con evidentes signos de dolor.
Al cabo de tres días, fueron subidos a un camión para ser conducidos al Regimiento Escuela de Ingenieros Militares de Tejas Verdes. En dicho recinto militar, Julio Hernán Parraguez quedó en una misma cabaña que José Miguel Rivas y José PÉREZ Hermosilla, además de unos estudiantes universitarios cuyos nombres no recuerda. Cuatro o cinco días después, el afectado y PÉREZ Hermosilla fueron sacados de la cabaña, supuestamente para ser llevados a interrogatorios, y no fueron devueltos. A su vez, el testigo fue llevado al sector en el que estaban los detenidos que no se encontraban incomunicados entre sí. Allí permaneció con José Medina y desde lejos, en el sector de mujeres, divisó todos los días a Rebeca Espinoza.
Un día -Parraguez no recuerda la fecha- Rivas Rachitoff fue devuelto a las cabañas en las que se encontraba el testigo. Estaba en muy mal estado físico y el resto de los presos debían sostenerlo para conducirlo al baño porque no podía hacerlo por sí mismo. Botaba sangre por la boca. El afectado permaneció en ese sector durante varios días, hasta que fue sacado sin que se supiera a dónde. Nunca retornó y en el Campamento se comentaba que había sido llevado al Hospital de San Antonio.
Julio Hernán Parraguez permaneció en Tejas Verdes durante casi cuatro meses, siendo llevado en varias oportunidades a interrogatorios al subterráneo del Casino de Oficiales, escuchando allí los gritos de Rebeca Espinosa cuando era torturada. El testigo salió en libertad el 19 de abril de 1974, cuando fue sacado de Tejas Verdes en un camión de mudanzas que lo dejó en Cerrillos.
Manuel José Salinas Letelier también es testigo de la permanencia de la víctima en Tejas Verdes. El declarante fue detenido el 16 de enero de 1974 y conducido, entre otros recintos, al Regimiento Escuela de Ingenieros Militares, en donde fue sometido a intensas torturas. En el subterráneo del Casino de Oficiales -en medio de los interrogatorios Salinas Letelier escuchaba los sones de un piano- fue desnudado, encapuchado, golpeado, colgado, recibiendo aplicaciones de corriente eléctrica. Incluso, sus torturadores debieron hacerle masajes al corazón para recuperarlo de un fuerte desmayo. Fue en este recinto militar en el que vio a José Miguel Rivas, en malas condiciones físicas. En una oportunidad, sacaron al afectado a interrogatorios y no volvió a saber de él. El testigo permaneció en Tejas Verdes durante dos meses.
Por su parte, Gines Emilio Rojas Gómez, autor del libro "Tejas Verdes, mis primeros cinco minutos", testimonió sobre la reclusión de la víctima en el Regimiento Escuela de Ingenieros Militares, tanto a través de una declaración jurada al respecto como ante el 1er. Juzgado del Crimen de San Antonio, durante la investigación realizada en relación a José Leonardo PÉREZ (1991). El declarante fue detenido el 23 de enero de 1974, cuando se encontraba en las dependencias de Televisión Nacional. Llevado, entre otros recintos, al Regimiento de Tejas Verdes, en donde estuvo hasta aproximadamente el 15 de febrero de 1974. A los pocos días de haber sido ingresado a dicho recinto, se le acercó un detenido y le dijo "Rivas te busca". Efectivamente encontró al afectado en una de las cabañas de madera, el que ya llevaba casi un mes allí. Lo vio en pésimas condiciones físicas producto de las torturas a que había sido sometido. Tiritaba constantemente, tenía los brazos prácticamente inmóviles y botaba sangre al orinar.
En el corto tiempo en que estuvieron juntos, Rivas le dio consejos para que pudiera defenderse cuando fuera interrogado. Le contó además que lo habían tenido toda una noche colgando de un fierro, atado de pies y manos, por lo que quedó con los músculos descontrolados. El afectado agregó que había sido detenido cuando venía de una imprenta y se encontró con unos amigos en la calle. Rivas le dijo al testigo que sabía que no iba a salir vivo de allí. Esa misma noche, el afectado fue sacado nuevamente a interrogatorio y, de amanecida, los militares llamaron a otros detenidos para que ayudaran a trasladarlo. La víctima pidió que la llevaran al baño -que era un pozo lleno de gusanos- en donde botó sólo sangre. En la cabaña, los presos lo abrigaron como pudieron y, al día siguiente, las enfermeras que acudían rutinariamente a constatar el estado de los detenidos, informaron de la situación a los militares. Rivas Rachitoff estaba en grave estado de salud, con fiebre y deshidratado. Fue sacado, por los militares en una camilla, según el testigo, para ser trasladado al Hospital de San Antonio.
Posteriormente, en 1990, Ginés Emilio Rojas, cuando visitó San Antonio con ocasión del lanzamiento de su libro, supo por la persona que en 1974 era enfermera Jefe del Hospital de ese puerto, que efectivamente José Miguel Rivas había ingresado a dicho centro de salud, en estado grave. Pero, que al día siguiente había sido retirado del Hospital por los mismos militares que lo habían llevado.
El testigo también vio en Tejas Verdes a José Leonardo PÉREZ y a Rebeca Espinoza.
Mientras la víctima desaparecía del Regimiento de Tejas Verdes, su familia realizaba distintas gestiones tendientes a dar con su paradero. Su madre, Olga Rachitoff, de nacionalidad peruana y aquejada de graves problemas emocionales producto de la detención de la víctima, debió regresar a su país. María Isabel Rivas -tía del afectado- continuó con los trámites. Las diligencias al respecto fueron numerosas y, en junio de 1974, en la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos (SENDET), informaron a María Isabel Rivas y a la cónyuge del afectado, que Rivas Rachitoff estaba en una lista de detenidos, sin cargo y a disposición de la DINA, razón por la cual carecían de mayores antecedentes.
El 4 de enero de 1974
Es detenido Juan Ismael SUIL FAUNDEZ, militante del MIR, en el centro de Santiago, por personal uniformado de la FACH, junto con su cuñado, quien más tarde fue dejado en libertad.
El detenido fue llevado por sus aprehensores a la base aérea El Bosque, desde donde desapareció.
7 de enero 1974
Sergio Eduardo CIENFUEGOS CAVIERES, soltero, estudiante universitario, fue detenido el 7 de enero de 1974, alrededor de las 11:45 horas por efectivos de Carabineros que vestían de civil, en su lugar de trabajo, División de Matrículas de la Oficina de Selección y Admisión de Alumnos de la Universidad de Chile, ubicada en calle Valentín Letelier 1330. Dos de los agentes ingresaron a estas dependencias y se dirigieron directamente al afectado, manifestando que lo arrestaban "por órdenes superiores". También se entrevistaron con el Jefe de la víctima, Hugo S"ez, a quien le exhibieron sus credenciales y luego procedieron a allanar el escritorio de Sergio Cienfuegos, requiriendo información respecto del trabajo que desempeñaba y el tipo de información que él manejaba de los alumnos.
Los policías indicaron que lo llevarían en Tránsito a la 1a. Comisaría de Carabineros, y que su destino final lo desconocían. Alrededor de las 12:20 horas fue sacado de la oficina y subido a una camioneta amarilla doble cabina, donde se sumó otro civil que los esperaba en la entrada de la oficina, alejándose del lugar.
Hugo Sáez llamó por teléfono diez minutos después a la 1a. Comisaría, donde le respondieron que el detenido había estado breves instantes allí y ya lo habían trasladado a otro lugar. Antes de retirarse, los agentes hicieron un llamado telefónico, luego del cual llegó el vehículo a buscarlos. Al momento de su detención se encontraban también presentes otros funcionarios, entre ellos, el Jefe de la División Técnica Fernando Aranda y Nancy González Cavada, quien era novia de la víctima.
Nancy González se dirigió de inmediato a la 1a. Comisaría, donde sólo le informaron que el personal que había detenido al afectado estaba en comisión de servicio ante las "fuerzas militares".
Días después, el 12 de enero, se recibió una llamada telefónica anónima en la que se informaba que Sergio Cienfuegos se encontraba en Tejas Verdes, en poder del S.I.M. y que sus aprehensores pertenecían a la DINA.
El 19 de febrero de 1974 se denunciaron estos hechos al Juez Militar de Santiago, General Sergio Arellano Stark, el que anotó con su puño y letra que el afectado había sido detenido el 7 de enero de 1974, que se le había investigado y no se habían comprobado cargos en su contra por lo que fue dejado en libertad el 11 de enero del mismo año. Firmó y timbró.
También reconoció verbalmente su detención a sus familiares el Comandante Correa del SENDET, quien les señaló que había un decreto de arresto, pero no indicó el lugar donde permanecía recluido.
Sin embargo, Sergio Cienfuegos Cavieres se encuentra desaparecido hasta la fecha.
15 de enero de 1974
Victoriano MATUS HERMOSILLA, de 39 años, era obrero del Complejo Maderero y Forestal Panguipulli. Sin tener militancia política, había estado vinculado con algunos miembros del Movimiento Campesino Revolucionario (MCR) y con militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR. Fue detenido con posterioridad al 11 de septiembre de 1973, recuperando días después su libertad. Según testimonios recibidos, el 15 de enero de 1974, fue nuevamente detenido por Carabineros de Panguipulli. Al cabo de algunos días, su familia fue informada de su traslado a Valdivia, adonde nunca llegó, pues resultó muerto en el camino en circunstancias que no se han podido determinar.
El día 18 de enero de 1974,
Seis destacados dirigentes de Quillota fueron ejecutados por personal de la Escuela de Caballería de dicha ciudad, entre ellos: Osvaldo Mario MANZANO CORTEZ, 32 años, obrero textil, Presidente del Sindicato de Rayon Said, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria(MIR), fue detenido el 17 de septiembre en su lugar de trabajo por efectivos militares de una de las Unidades acantonadas en Quillota
Angel Mario DÍAZ CASTRO, Chileno, 41 años, obrero agrícola, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria fue detenido el 12-09-73 en Quillota, llevado al Buque Lebu y luego a la Cárcel de Quillota, desde donde lo sacan efectivos de la Escuela de Ingenieros de San Antonio, haciendo parecer su muerte como un presunto enfrentamiento
Segundo Periodo: Enero de 1974 a 1978
Período que reconoce su punto más álgido entre 1974 y 1975, es en este período en donde la represión asume la característica de cacería selectiva al aparato, y tiene por fundamentales protagonistas a la DINA recién creada, a la SIFA, posterior embrión del Comando Conjunto, aunque también actúan Investigaciones y Carabineros. En esta etapa los métodos más usados corresponden a la desaparición forzada de personas, y el arresto arbitrario seguido de la aplicación de tormentos, aunque también hay caso de ejecuciones en falsos enfrentamientos y muertes por despliegue irracional de violencia.
Instituciones de la Represión:
LA DINA: El Decreto Ley 521, de junio de 1974, crea la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). En uno de sus tres artículos secretos este D.L. señala que la DINA será la continuadora de la Comisión denominada con la misma sigla, y organizada en noviembre de 1973.
En este Decreto Ley la DINA es calificada como "organismo militar de carácter técnico profesional, dependiente directamente de la Junta de Gobierno y cuya misión ser" la de reunir toda la información a nivel nacional, proveniente de los diferentes campos de acción, con el propósito de producir la inteligencia que se requiera para la formación de políticas, planificación y para la adopción de medidas que procuren el resguardo de la seguridad nacional y el desarrollo del país".
Pese a los primeros desmentidos de la época, se le entregó facultades operativas por medio de un artículo secreto del texto que lo crea. Empero, esta facultades operativas legalmente imputaba fueron largamente desbordadas por su práctica absolutamente ilegal, bajo esa forma jurídica, se reclutó a un grupo de fanáticos militares anticomunistas, de civiles procedentes en su mayoría de la organización de ultraderechista Patria y Libertad
El Informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación de marzo de 1991, describe así este fenómenos: "Cabe advertir, sin embargo, (...), aún ese conjunto de normas, que entregaba a las fuerzas de seguridad una extraordinaria latitud de acción, eran sobrepasadas en la práctica, por la DINA y por otros organismos. La legalidad formal en esta materia, no sometió a la DINA a la ley sino que facilitó, en ciertos aspectos, la acción de un organismo que estuvo, en la práctica, por encima de la ley."
"(...) Aunque no se pueda afirmar que la DINA fue expresamente creada con fines de represión ilícita, en los hechos fue una organización ilícita. Entre otras funciones más vastas de inteligencia, la DINA se ocupó de reprimir a quienes se percibían como enemigos políticos" (p"g. 629). ....Por ello, debe caracterizarse a la DINA como un organismo con facultades prácticamente omnímodas, lo que le permitía afectar los derechos básicos de la persona e incluso emplear su poder para ocultar sus actuaciones y asegurar su impunidad."
Al mando de la DINA estaba el entonces Coronel Manuel Contreras Sepúlveda como delegado de Pinochet , de hecho en el llamado caso Letelier, Manuel Contreras reclamó siempre que el no era el Director de la Dina sino su segundo mando elípticamente señalando la existencia de un responsable superior bajo su dependencia se encontraba una gran cantidad de oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas, en comisión extra institucional, y un conjunto de empleados civiles considerados funcionarios también de dicho organismo a actuar en la Escuela Militar desde el mismo 11 de septiembre de 1973 (y quizás, embrionariamente, con anterioridad, en el Regimiento de Ingenieros Militares de Tejas Verdes), y que luego se prolongó en la comisión DINA y ésta en la DINA propiamente tal, según ya se dijo y según se estudiar" con mayor detalle en el Capítulo II "Visión General 1974-agosto 1977", de la tercera parte de este Informe.
Este grupo demostró desde un primer momento una gran cohesión y audacia de algunos de sus miembros prominentes, como se podrá apreciar en el capítulo arriba mencionado, cuando estudiemos los viajes realizados al sur y al norte del país, entre septiembre y octubre de 1973, por una comitiva militar del más alto nivel, en cuya estela fue quedando un elevado número de ejecuciones clandestinas, inmisericordes, y enteramente ilegítimas e injustificadas.
Descritas ya las características generales de este grupo -que son las mismas de toda la contrainsurgencia extrema y perversa de Latinoamérica, con la cual comparte origen-, y antes de abordar sus relaciones con el resto de las Fuerzas Armadas, conviene dilucidar un problema previo: ¿ tuvo el grupo DINA características más específicas suyas, y una doctrina política?
Esta doble pregunta puede responderse así:
*El grupo DINA mostró la habilidad, que su historia posterior comprueba, delimitar y al mismo tiempo extremar su acción. La delimitó, en cuanto se puso por tarea fundamental de liquidar a la que él consideraba ultraizquierda, el MIR especialmente, y otros grupos o personas que se vinculaban con éste. Así demarcado el "enemigo", el grupo se propuso destruirlo por completo, identificado, ubicando y dando muerte a sus equipos directivos, militantes considerados particularmente peligrosos;
*El grupo, hasta donde se sabe, no parece haber tenido mayor doctrina política, salvo un anticomunismo de excepcional virulencia (lo cual, una vez más, lo vincula a la contrainsurgencia continental). La Comisión ha podido comprobar, y así se dir" más adelante, hechos que apuntan hacia una conexión entre la DINA y equipos de extrema derecha, terroristas abiertos, de otros países. Pero no hay antecedentes que permitan ver en ello, de parte de la DINA, algo más que una comodidad de operación, para sus propios fines.
Nos referiremos ahora al tema de las relaciones entre la Fuerzas Armadas y de Orden, y el grupo DINA.
No cabe duda de que la posibilidad principal en cuanto a neutralizar el grupo, residía en dichas Fuerzas, tanto por que el grupo formaba parte de ellas, como porque ellas eran o constituían el régimen, según se explica más arriba. Pero no lo hicieron. ¿Por qué?
Una respuesta posible sería que estaban de acuerdo con el grupo, que compartían la doctrina y prácticas de la contrainsurgencia extrema. Si bien la adhesión a ella, vimos, no fue exclusiva de los oficiales del grupo, la Comisión sabe que ni éste, ni sus actividades, ni sus justificaciones fueron aceptadas por un número importante de oficiales, los años 1973 y 1974 por lo menos, rechazo que en oportunidades varias, verbalmente y también por escrito, se manifestó a la superioridad. Sin embargo, el grupo prevaleció. La explicación obedece a un conjunto de variadas razones:
a) El grupo era experto en el secreto, la compartimentación y la desinformación, de modo que es posible que siempre un elevado número de oficiales (sobre todo en los niveles medios e inferiores) haya ignorado o tenido un conocimiento sólo parcial del problema y de su magnitud.
b) Probablemente había una zona intermedia en la oficialidad que, sin aprobar al grupo, pensaba que la ultraizquierda recibía de él sólo "su merecido", siendo las muertes de militantes izquierdistas el fruto de enfrentamientos reales, aunque en éstos el cumplimiento de la ley, incluso de las leyes de guerra, hubiese sido a lo más mediocre.
Adviértase que el aislamiento social en que vivía la oficialidad, según se ha señalado arriba, la hacía más vulnerable a la desinformación o a versiones parcializadas de los hechos.
c) La autojustificación de encontrarse las Fuerzas Armadas y de Orden "en guerra" tuvo también, los primeros meses, quizás hasta fines de 1974, una importancia real. Y esto no solamente ni principalmente referido a la "guerra hipócrita y constante" que proclamaba la doctrina de la contrainsurgencia. Además -antes del 11 de septiembre de 1973- la propaganda civil, de uno y otro bando, había convencido a los uniformados (porque así lo repetía sin cesar) de que estaban listos para el enfrentamiento poderoso y bien adiestrados ejércitos paralelos, con abundante armamento. Desde el 11 de septiembre, y por meses, las Fuerzas Armadas y de Orden vivieron sumidas en una mentalidad y clima, con su común (aunque equivocada) minusvaloración de los "excesos", pudieron contribuir a consolidar el grupo DINA como "mal necesario".
d) Debemos también mencionar el temor a que enfrentar la realidad del grupo y de su creciente violación de derechos fundamentales, significara el desprestigio institucional y, peor todavía, perjudicara la "imagen de Chile". Ello cuando la acción militar, sin resistencia interna, había tenido -por distintos motivos, que sería largo de analizar, pero uno de los cuales era justamente el de los derechos humanos- una respuesta exterior tan borrascosa como negativa.
e) La Comisión ha verificado que no existía en la oficialidad -presuntamente "en guerra" con el extremismo- un conocimiento adecuado de las leyes y moral bélicas, por ejemplo en cuanto a tratamiento de los prisioneros, torturas, interrogatorios, ejecuciones, procesos de tiempo de guerra, etc. Ello, por una parte, denota en esa época estudios insuficientes sobre tales temas, y por otra pudo hacer que no se enfocase de nera adecuada la acción del grupo y, en un orden más amplio, todo lo concerniente a derechos humanos.
f) Otro temor que también jugó su papel en la consolidación e impunidad del grupo, fue su alta eficacia para maniobrar dentro de los institutos militares, y en particular del Ejército, paralizando o cortando las carreras profesionales de quienes se le oponían (y a los cuales calificaba de "blandos"). Paralelamente, se veía que altos oficiales "blandos" eran convocados de manera perentoria, sumariados, destituidos en sus mandos, e incluso sufrían vejaciones y perdían sus carreras. Por meses, sobre todo en provincias, los oficiales de inteligencia adquirieron un poder desproporcionado e independiente de su rango, que los llevó a supeditar aun a sus superiores jerárquicos dentro de la misma unidad. No olvidemos, por fin, que ahora los ascensos -vale decir, la carrera profesional- dependía exclusivamente de la superioridad militar, pues no había ya en ellos ninguna intervención de un poder civil, como antes la del Senado.
La Comisión no formula las consideraciones que preceden para exculpar a las Fuerzas Armadas y de Orden por la persistencia en su seno del que hemos llamado grupo DINA, ni para inculparlas por ese hecho, sino para tratar de explicárselo, en el contexto del estudio sobre violaciones de derechos humanos que es su cometido.
DEPARTAMENTO EXTERIOR DE LA DINA Y LA REPRESIÓN POLÍTICA FUERA DE CHILE
Durante este período, las acciones de represión política cometidas fuera de Chile, en contra de chilenos o de personas vinculados con chilenos, son de responsabilidad de la DINA, específicamente de su Departamento Exterior.
1. Origen y Formación del Departamento Exterior de la DINA
El origen del aparato exterior de la DINA parece remontarse a abril o mayo de 1974. Por esa época el Gobierno habría decidido, a propuesta de la DINA, que se hacía necesaria una suerte de neutralización o contraataque de las acciones en contra del Gobierno chileno que se llevaban a cabo en el exterior. Esto suponía no sólo tareas de inteligencia y de contra propaganda, sino acciones en contra del llamado enemigo chileno que residía en el extranjero, equivalentes a las que se conducían en Chile en contra de los militantes de partidos en la clandestinidad. Para entonces, la DINA ya había mostrado pujanza y una capacidad operativa que le había deparado ciertos logros en Chile, lo que facilitó que se aceptara que asumiera ese nuevo rol.
Como resultado, se creó el Departamento Exterior, directamente dependiente del Director Nacional de la DINA. A este departamento se destinaron oficiales de las tres ramas militares, que contaban con experiencia y formación en tareas de inteligencia. La mayoría ya se encontraba en la DINA, colaborando con su Comando General que apoyaba al Director Nacional. No se sabe de personal de Carabineros en este departamento. Pero desde un comienzo se incorporó al mismo tiempo a civiles provenientes de grupos nacionalistas o de extrema derecha.
A partir de mediados de 1974, la DINA desarrolló cada vez más una "capacidad extraterritorial", que incluía fuerzas operativas en varios países. Estas contaban con personal propio y eran también fortalecidas con la colaboración con otros servicios y organizaciones en el exterior, en algunos países. Además logró montar un sistema de comunicaciones internas e internacionales, a través de radio, télex y sistemas computacionales.
2. Funciones del Departamento Exterior
Al parecer una de las principales funciones del Departamento Exterior consistía en tareas de inteligencia y contra inteligencia estratégicas. Otra tarea consistía en un cierto control de la red exterior oficial: Ministerio de Relaciones Exteriores, representaciones diplomáticas, consulados y agregadurías militares. La DINA tempranamente colocó a personal suyo en reparticiones del servicio exterior para asegurarse un flujo de información directa, y control de la burocracia estatal, que estaba en gran parte integrada por personal civil. Surgieron no pocas rivalidades entre el personal estrictamente diplomático y el que cumplía labores de seguridad.
Aunque lo anterior entrega importantes referencias de contexto, para los fines de este Informe interesa más directamente lo que se refiere a la capacidad operativa extraterritorial de la DINA, esto es sus funciones de represión política, a través de "operaciones" y misiones en el exterior, y su coordinación con otros organismos y grupos extranjeros para estos efectos. Se trata de funciones que a través del Departamento Exterior se realizaron y coordinaron, en especial, pero no únicamente, en la República Argentina, con el objetivo de conocer, controlar, detener y aún eliminar a opositores chilenos asilados o que vivían en el exterior y realizaban allí actividades estimadas peligrosas para el gobierno militar.
El trabajo en Argentina constituyó desde un comienzo un desafío especial para la inteligencia chilena, no sólo porque este país tiene una extensa frontera con Chile, con múltiples pasos cordilleranos, sino que además reunía el mayor número de exiliados chilenos en un país extranjero. El propio general (R) Carlos Prat, ex Comandante en Jefe del Ejército y de cuyo asesinato, junto al de su señora, se habla más adelante en este informe, se encontraba residiendo en dicho país. A más abundamiento, Argentina entre 1973 y marzo de 1976, cuando los militares tomaron el poder en ese país, pasaba por un período de grandes tensiones internas, en medida importante agitadas por movimientos guerrilleros de considerable fuerza y militancia, los cuales tenían vínculos con los partidos de extrema izquierda chilenos. Frente a esta situación la DINA decidió actuar en contra de las personas definidas como enemigos o como peligrosas para la seguridad nacional.
Las operaciones exteriores de la DINA, inicialmente más concentradas en Argentina, se extendieron después a otras latitudes. Algunos de los resultados y efectos de estas actuaciones, organizadas como operativos de inteligencia implicaron gravísimas violaciones a los derechos humanos de múltiples personas que en su mayoría habían adquirido la condición de refugiados o asilados políticos en los países donde los alcanzó la mano de la DINA. La Comisión tomó conocimiento de estos hechos por muchas fuentes, entre ellas investigaciones judiciales realizadas en los países en que se cometieron estos graves atentados, y las corroboró y complementó con documentación recibidos directamente por esta Comisión.
3. Coordinación con Servicios de Seguridad y Grupos Políticos Extranjeros
La DINA también buscó y logró establecer formas de coordinación con otros organismos y grupos en el exterior, tanto con servicios con similares funciones de seguridad interior en sus respectivos países, como con grupos políticos que podían prestarle utilidad en términos generales o para operaciones específicas. Dicha coordinación respondía a necesidades operativas y guardaba, además, consonancia con el carácter del enemigo, tal como había sido definido: el enemigo era la subversión marxista, la cual, aunque tuviera una expresión nacional, respondía a una causa de carácter internacional y establecía alianzas de carácter subversivo, regionales e internacionales.
3.a) Relaciones con instituciones foráneas afines
Al parecer, en Argentina la DINA logró primero establecer o mejorar convenios con organismos afines, en especial el SIDE y la Policía Federal. Esta colaboración le permitió incluso trasladar clandestinamente detenidos desde Argentina a Chile, y después del golpe de Estado que tuvo lugar en Argentina, en marza de 1974, logró una mayor concentración que le permitió realizar sus propios operativos en dicho país, en colaboración y coordinación con servicios de seguridad argentinos.
Con miras a estos mismos objetivos de represión política en el exterior, la DINA se dio a la tarea de crear una coordinación de servicios de inteligencia en el Cono Sur, que parece haber involucrado, además de Chile, al menos a servicios de seguridad y/o grupos afines de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. Tal agrupación, aparentemente coordinada por la DINA, recibió el nombre de Cóndor, aunque otros piensan que el apelativo se aplica no a la agrupación o comunidad misma sino más bien a un conjunto de operaciones coordinadas que emprendieran.
La DINA también mantuvo relaciones con distintos servicios de inteligencia extranjeros, incluyendo a la CIA y a servicios de otros países.
3.b) Relaciones con grupos políticos extranjeros
La DINA otorgó apoyo y refugio en Chile a varios agentes y dirigentes de estos grupos políticos extranjeros, de corte extremista, muchos de los cuales propiciaban o habían participado directamente en actos de terrorismo.
Miembros de grupos de cubanos nacionalistas, incluyendo a quienes eran buscados por la justicia en varios países, visitaron o encontraron escondite en Chile, y recibieron ayuda de la DINA. Algunos de ellos fueron utilizados para operaciones de la DINA en el exterior, en México y en Estados Unidos. Un ejemplo de esta cooperación es el asesinato de Orlando Letelier y Ronnie Moffit, en Washington D.C., del que se da cuenta más adelante en este informe. La DINA tuvo también relación con diversas organizaciones nacionalistas argentinas, incluso con personas vinculadas a la llamada Alianza Anticomunista Argentina, conocida como "Triple A".
La DINA proporcionó, a al menos algunos de estos grupos, recursos económicos, armas y otras facilidades, así como la posibilidad de refugiarse en Chile. A cambio obtuvo su cooperación en algunos atentados cometidos en el exterior y en los planes para cometer otros que no se llegaron a consumar.
3.c) Medios y recursos que facilitaron la labor del Departamento Exterior
La DINA exterior tenía capacidad de control de entrada y salida de todas las personas al territorio de Chile. Esto incluía también a los extranjeros que entraban y salían de Chile, y las personas que tomaban contacto con éstos. Contaba además con personal propio en los principales aeropuertos de Chile, en Estados Unidos, y con algunos informantes en aeropuertos de importancia en Europa y en América Latina.
Ya se ha dicho que la DINA contaba con personal o colaboradores en el servicio exterior chileno. Sus miembros en el exterior, también ocupaban puestos claves o contaban con colaboradores en agencias del Banco del Estado y/o de LAN Chile, en sudamérica, los Estados Unidos y Europa. Se sabe que algunos pilotos de LAN Chile cumplieron encargos de la DINA.
La Dina bajo la inspiración del General Contreras y su subordinado, Espinoza, se había transformado en una policía política que convencida de estar en guerra con el marxismo había desplegado una sistemática campaña destinada a desmantelar a la oposición al régimen militar por la vía de arrestar , detener, dar muerte o desaparecer por vías legales e ilegales a los opositores políticos, usando métodos de clandestinidad y violencia como lo señala el ministro en su sentencia en el considerando.....
El Ministerio del Interior de la época consignó en la causa Rol 10.262 del 4tº Juzgado del Crimen PAC, que revelar a la justicia la actividad e identidad de agentes de la Dina, significaría un peligro para "las condiciones absolutamente secretas en que trabajan los servicios de seguridad:
En el mismo proceso se han establecido 2 hechos centrales:
a. La Dina cumplía labores operativas, muchas, casi todas ilegales.
b. operó en el extranjero, en acciones que requería como condición previa, de la intervención personal de contreras.
Así esta acreditado en el expediente las siguientes operaciones:
-En Argentina: en las operaciones contra Prats y la llamada Operación Colombo que realizan agentes como Arancibia Clavel y Willike. (cuaderno de documentos acompañados por Mónica Gonzalez)
En Europa: se llevan a cabo el atentado contra Bernardo Leighton y su señora, o los seguimientos al ex Presidente Aylwin.
En Panamá: con la constitución de sociedades financieras extrañas de conjunto con políticos de derecha de ese país.
(Está también acreditado que para sus operaciones exteriores estableció contactos en el extranjero tanto con grupos de terroristas de derecha como con los servicios de inteligencia de otros países.
En lo que respecta a lo primero, constan sus relaciones operativas y su estrecha alianza con italianos neofascistas, con los terroristas argentinos del GRUPO MILICIA y otros, y cubanos anticastristas, principalmente del Movimiento Nacionalista Cubano.
La llamada Operación Cóndor fue el resultado de los lazos de cooperación establecidos entre los servicios de inteligencia de los países del Cono Sur, en especial con los de Argentina y Paraguay.
Asimismo se ha establecido que la DINA desarrolló una formidable infraestructura, económica y pre-operativa que contaba con:
a) Recintos de detención y tortura como Tejas Verdes, Cuatro Alamos, Villa Grimaldi, Londres 38, José Domingo Cañas, entre otros.
b) Una clínica propia ubicada en calle Santa Lucía No. 120.
c) Centro de recreación y espionaje, como dos departamentos, ubicados en calle San Antonio y Diagonal Paraguay en Santiago, destinados a proporcionar favores a personas que la DINA quería adular y sonsacar información.
d) Oficinas administrativas, siendo la principal la de Belgrado 11, donde funcionaba el Cuartel General.
e) Infraestructura económica que le permitía disponer de empresas de fachada, cuentas corrientes, empresas productivas como las pesqueras Chile y Arauco, etc.
5.-Tenía una singular estructura militar que incluía militares provenientes de las diferentes ramas de las FF.AA. y de Orden, y civiles.
Este organismo estaba compuesto, según el propio Contreras , por más de dos mil hombres y más de 50.000 informantes que se encontraban dispersos en todo el aparato del Estado -como en el Ministerio de Relaciones Exteriores, las Municipalidades, Lan Chile, etc.- a través de los cuales obtenían colaboración: facilidades de actuación, cobertura a sus acciones, documentos falsos, enviaban documentos y elementos explosivos al exterior sin ser sometidos a control aduanero alguno, etc.
En cuanto a los métodos utilizados por la DINA, nos referiremos a ellos sólo de manera muy somera, puesto que en cada caso individual estos ya se encuentran descritos. En los primeros meses de 1974, dicho organismo represivo solía detener a sus víctimas en sus domicilios y ante numerosos testigos. Incluso se aprehendía a familiares y amigos de los afectados, los que, una vez liberados, daban cuenta de los hechos. Con el tiempo, la DINA comenzó a detener en la vía pública, sin testigos y con un trabajo de detección previo, lo que permitía hacer una cuidadosa selección del modo, hora y lugar en que habría de producirse la detención. Los afectados, vendados, eran conducidos a los recintos secretos de detención y tortura ("Londres 38", casa de calle José Domingo Cañas, "Venda Sexy", "Villa Grimaldi") en donde eran sometidos a continuas sesiones de interrogatorios, mantenidos en estricta incomunicación con el exterior y en inhumanas y degradantes condiciones físicas. Los innumerables testimonios que existen al respecto así lo comprueban. Muchas veces, los afectados eran sacados por sus captores para -según los términos usados por Orlando José Manzo Durán ante el Ministro en Visita- ser "usados como vulgares cebos" en la aprehensión de otras víctimas. Las formas de torturas consistían principalmente en aplicación de corriente eléctrica en genitales, boca, oídos, lengua, heridas, prótesis metálicas, etc.; colgamientos, golpes de puños, pies, cadenazos y de otros elementos contundentes; sumergimientos en recipientes con agua hasta el punto de la asfixia; violaciones y vejámenes sexuales; falta de alimentación; encierro en verdaderos cajones en los que la persona debía permanecer de pie o encuclillada durante días; simulacros de fusilamiento; presión sicológica derivada especialmente de amenazas contra familiares del afectado y de obligar a éste a presenciar las torturas de otros detenidos e incluso de sus hijos o de sus padres. En fin, el objetivo era o quebrar la resistencia del arrestado logrando con ello un efecto de demostración, o bien obtener mayor información de la víctima, aunque en más de alguna oportunidad se torturó sólo por atormentar a la víctima.
Los agentes -siempre fuertemente armados- solían ingresar a los domicilios sin exhibir orden alguna, identificándose como pertenecientes a otros Servicios de Seguridad, amedrentando, allanando, montando "ratoneras" (las detenciones de dirigentes comunistas en calle Conferencia en el año 1976 son un buen ejemplo de una "ratonera"), apropiándose de los bienes de sus víctimas, interrogando incluso a los niños. Movilizados en vehículos particulares, con o sin patente, se aseguraban la impunidad. A este respecto, el Coronel de Ejército Juan Orlando Saldías Stappung, quien en 1976 se desempeñaba como Subdirector Logístico de la DINA, declaró con fecha 12 de noviembre de 1979 -en la investigación judicial por la desaparición de José Santos Hinojosa Araos- que para los vehículos de la DINA se solicitaban patentes de gracia, cuyos padrones quedaban inscritos en el Conservador de Vehículos Motorizados bajo la sigla "DINAR" que significaba Dirección Nacional de Rehabilitación. El General Manuel Contreras Sepúlveda reconoció este hecho ante el Ministro en Visita Servando Jordán, en enero de 1980. Por su parte, la Contraloría General de la República, en febrero de 1980, ofició diciendo que no registraba antecedentes sobre un servicio denominado "DINAR". Por su parte el Alcalde de Renca, Sebastián PÉREZ Campino, refiriéndose al mismo tema, en septiembre de 1979 ofició al Ministro en Visita diciendo que en los casos de patentes entregadas a la DINA, por tratarse ésta de una Institución de Seguridad, no quedaban archivadas ni en el Departamento del Tránsito ni en la Oficina de Partes.
Sin embargo, dentro de toda la infraestructura de la DINA, quizá lo más importante hayan sido sus centros de reclusión secretos, verdaderos territorios inviolables inexpugnables, vedados para la Justicia Ordinaria, en los que funcionaban las distintas Unidades y Agrupaciones y en los que se mantenía a las víctimas ocultas del mundo exterior, mientras que las autoridades de la época al ser requeridos negaban sistemáticamente tanto las detenciones como la existencia de dichos recintos.
Recintos:
1.- Londres 38: ubicado en pleno centro de Santiago, a metros de la Iglesia San Francisco, funcionó desde fines de 1973 y hasta septiembre de 1974. El inmueble pertenecía hasta antes del 11 de septiembre de 1973, al Partido Socialista. Allí permaneció una gran cantidad de detenidos, muchos de los cuales desaparecieron desde dicho recinto.
Heddy Olenka Navarro Harris, quien declaró ante el Ministro en Visita en octubre de 1979, dijo que fue detenida el 15 de agosto de 1974 por agentes de la DINA entre los cuales iban Luz Arce y Osvaldo Romo Mena. Fue conducida a Londres 38 en donde calculó que, por lo menos, había unas 80 personas detenidas, todas las cuales eran sometidas a violentas torturas. Unos 5 días después de su llegada, un agente dijo que el recinto debía ser desocupado y dividió a los afectados en grupos. La testigo fue trasladada a la casa de calle José Domingo Cañas. De otras víctimas, no volvió a saberse (Martín Elgueta desapareció en esa oportunidad). En las declaraciones que Marcia Alejandra Merino efectuó ante el 11º Juzgado del Crimen, también señaló haber permanecido en Londres 38 hasta septiembre de 1974, fecha en que fue llevada a José Domingo Cañas. Además, Sandra Machuca Contreras, en declaraciones juradas anexadas a distintos procesos tramitados en la Justicia Ordinaria -y que también fueron investigados por el Ministro Jordán- declaró que fue detenida el 4 de agosto de 1974 y llevada a Londres 38. Allí, después que se le retiraran todas sus pertenencias, fue ingresada a una pieza grande en donde había muchas personas. La testigo fue interrogada por Osvaldo Romo Mena y coincidió con otros testimonios en señalar que a fines de agosto de 1974 los recluidos en dicho recinto fueron divididos en grupos y mientras a algunos se les trasladó a otros lugares de reclusión, varios afectados desaparecieron en esa fecha.
Por su parte, Ramón Osvaldo Barceló Olave, quien declaró ante el Ministro en Visita en junio de 1979, expuso que en Londres 38 -en donde estuvo detenido- se sometía a los afectados a "la parrilla" (catre metálico donde se ataba a la víctima desnuda para proceder a aplicarle corriente eléctrica) y se violaba a las mujeres. Oscar Armando Alfaro Córdova señaló que estando prisionero en Londres 38, en el mes de julio de 1974, fue sometido a torturas consistentes en golpes de puños y pies y aplicación de electricidad en testículos, pene, ano y boca. Como consecuencia de estos apremios, perdió casi todos sus dientes, sufrió fractura de la nariz, hundimiento de cuatro costillas y se le produjeron úlceras estomacales, debiendo ser operado al recuperar su libertad. Tamara Valdés Valenzuela, tanto en declaraciones juradas como ante la Visita, expuso que "habíamos allí entre 70 y 90 personas, en una habitación infecta, sin aire, sin luz natural, sin alimentación, escuchando día y noche -cuando no nos torturaban a nosotros- como torturaban a las otras personas allí detenidas".
El 22 de junio de 1979, el Ministro Servando Jordán se constituyó en las dependencias de Londres 38, constatando que la distribución interna del recinto coincidía con las descripciones entregadas en las declaraciones de testigos, muchos de los cuales habían señalado incluso, que allí no existía agua potable. En efecto, se dejó constancia de que en todos los baños los artefactos sanitarios se encontraban en pésimas condiciones y que estaban repletos de excrementos humanos secos, los que incluso estaban pegados al suelo. Junto con inspeccionar un tablero de luz con 11 circuitos, el Ministro observó que en una habitación del entrepiso había un somier con patas de madera y malla metálica, cubierto con pedazos de cartón, algunos de los cuales presentaban, al parecer, vestigios de sangre humana (peritajes posteriores dieron resultados negativos). Este cuarto, por su ubicación, se encontraba totalmente aislado y en su muro sur había un cable eléctrico de más o menos un metro de largo que se hallaba conectado a una caja de distribución eléctrica adosada a la pared. El Tribunal dejó constancia que llamaba la atención que dicho cable se hallaba colgando y no correspondía al resto de la instalación eléctrica, la que estaba incorporada en tubos metálicos. Se advirtió también que en las murallas de las grandes piezas del primer piso y hasta una altura de 50 centímetros medidos desde el suelo, habían huellas manifiestas de apoyo sobre estos muros, los que se veían ennegrecidos. Los testigos habían señalado que eran ingresados a piezas grandes del primer piso en donde permanecían sentados en el suelo afirmándose en las murallas o bien simplemente tirados en el piso.
Junto con otros detalles de esta visita ocular, el Ministro también dejó constancia de que una florista que trabajaba en la vereda oriente de calle Londres les informó que dos meses antes de la inspección del Ministro en Visita, llegaron dos camiones con personal militar, los que procedieron a limpiar el inmueble.
En este punto, cabe reiterar que las autoridades de la época sistemáticamente negaron la existencia de Londres 38. El Ministro del Interior, Sergio Fernández Fernández, informó el 16 de junio de 1978, que ese inmueble no figuraba como dependencia de la CNI. El 24 de enero de 1978, Juan Ignacio García Rodríguez, Subsecretario del Ministerio del Interior Subrogante, señaló que Londres 38 no pertenecía a ese Ministerio ni a ningún organismo dependiente del mismo y que no existía constancia de que hubiese pertenecido a algún organismo de seguridad. El 14 de junio de 1979, en un Oficio al Ministro en Visita, el Teniente General y Ministro de Defensa Nacional Raúl Benavides Escobar, comunicó que "la propiedad ubicada en calle Londres Nº38 no pertenece a las Fuerzas Armadas ni de Orden". Pero, el 19 de enero de 1980, ante el Ministro Jordán, Manuel Contreras Sepúlveda dijo que efectivamente Londres 38 había sido un local de la DINA destinado al fichaje de los detenidos en Tránsito no en reclusión. Por su parte, Marcelo Moren Brito, también ante el Ministro en Visita, declaró que esa dependencia era sólo un lugar de tránsito de detenidos, reconociendo su propia permanencia en dicho recinto (Investigación por el desaparecimiento de Alan Bruce Catalán).
En cuanto al dominio del inmueble, Manuel Contreras Sepúlveda expuso que a la fecha de disolución de la DINA (agosto de 1977), sus archivos y bienes fueron incorporados a la recién creada CNI, puesto que ambos hechos (disolución y creación) constituyeron un solo acto. Incluso el General Contreras expuso que él continuó a cargo de la CNI hasta noviembre de 1977, fecha en que hizo entrega de la Dirección al General Odlanier Mena Salinas ante la presencia del Ministro del Interior General de División, Raúl Benavides Escobar.
2.- "Venda Sexy" o "La Discoteque": ubicado en el sector de Quilín, en la calle Irán Nº3037, al llegar a la calle Los Plátanos, funcionó a partir de comienzos del verano de 1975 y hasta mediados de ese mismo año, en forma paralela a Villa Grimaldi. Posiblemente haya sido utilizada por un equipo operativo distinto a los que funcionaban en la Villa, puesto que se advierten diferencias en las formas de operar y en los métodos de torturas aplicados, los que hacían énfasis en vej"menes de tipo sexual mientras la música permanecía a todo volumen para que los gritos de las víctimas no se escucharan en las casas vecinas.
Una testigo relató, ante el 11º Juzgado del Crimen, que a fines de diciembre de 1974 fue conducida a este recinto. Fue llevada al subterráneo en donde la hicieron desnudarse y le vendaron la vista. Entre cuatro o cinco interrogadores, comenzaron a toquetearla y a lanzársela de unos a otros. La golpearon fuertemente en el estómago y la tiraron al suelo en donde procedieron a aplicarle corriente eléctrica en la vagina. También fue llevada al 2º piso de la casa, en donde la violó un hombre al que llamaban "El Jefe", y de quien las detenidas decían que sufría de una enfermedad venérea. Un testigo varón declaró en el proceso en el que se investigaba la desaparición de Marta Neira Muñoz, que en este recinto había sido violada por un perro especialmente amaestrado para tales deleznables actos y que mantenían los agentes en el subterráneo del inmueble.
Como solía ocurrir, las autoridades negaron la existencia de "Venda Sexy", hasta que Manuel Contreras Sepúlveda expuso ante el Ministro Jordán López que dicha propiedad era un cuartel de la DINA y no un centro de detención, (19 de enero de 1980). El Ministro del Interior, Sergio Fernández Fernández, en noviembre de 1979, había oficiado a la Visita diciendo que la tenencia del inmueble ubicado en el sector de Quilín no había podido ser constatada puesto que su propiedad no figuraba en el acta de entrega de la DINA. Manuel Contreras dijo en marzo de 1980 que como la disolución de la DINA y la creación de la CNI constituyeron un solo acto, no fue necesario levantar un acta de entrega.
3.- José Domingo Cañas Nº1367: Ubicado en la comuna de ÑUÑOA, funcionó aproximadamente entre los meses de agosto y noviembre de 1974. Aquí se mantuvo a un número variable de detenidos, los que eran interrogados y torturados según los métodos que se hicieron tradicionales de la DINA. Este recinto es especialmente reconocido porque se comprobó que aquí murió Lumi Videla, producto de las torturas sufridas, cuyo cuerpo fue lanzado posteriormente al interior de la Embajada de Italia en Santiago.
Una testigo declaró ante el Ministro en Visita, en octubre de 1979, que en este recinto fue desnudada y torturada por Osvaldo Romo Mena. Ella señaló que cuando se encontraba desnuda en "la parrilla", Romo la toqueteaba y le pellizcaba las cicatrices de una ces"rea, diciéndole que "estaba muy echada a perder". También Marcia Alejandra Merino Vega expuso ante el juez del 11º Juzgado del Crimen que ella había permanecido en este centro de reclusión.
Negado en un comienzo, también dicho recinto debió ser reconocido por las autoridades de la época. En agosto de 1979, el Ministro del Interior Sergio Fernández Fernández informó al Ministro Jordán que el referido inmueble era efectivamente una dependencia de la CNI y que se trataba "de un recinto militar". También en agosto de 1979, el General Contreras Sepúlveda informó a la Visita que la casa de calle José Domingo Cañas había sido un cuartel de la DINA, negando su condición de lugar de reclusión. Miguel Krassnoff Martchenko también reconoció la existencia de dicho recinto y dijo que se trataba de un cuartel de la DINA en el cual también había estado.
4.- Clínica de calle Santa Lucía: Este recinto, ubicado frente al Cerro Santa Lucía e individualizado rápidamente por los afectados que allí permanecieron por el característico sonido del "cañonazo de las 12", también fue utilizado por la DINA como centro de recuperación de las víctimas heridas y como centro de interrogatorio. Iris Magaly Guzmán Uribe, quien declaró ante el 11º Juzgado del Crimen de Santiago en agosto de 1978, expuso que había sido detenida en noviembre de 1974 por 8 efectivos de la DINA.
Conducida a Villa Grimaldi, fue sometida a violentas y continuas sesiones de tortura. Producto de ello sufrió una fuerte hemorragia que la hizo perder el conocimiento. Cuando recuperó la conciencia, se encontró acostada, desnuda y atada, en una cama de este recinto. Había allí más personas heridas, entre ellas, la actualmente detenida desaparecida Ida Vera Almarza. Hasta esta clínica concurrió Osvaldo Romo Mena para interrogar a la testigo, incluso la llevaron a los pisos inferiores del inmueble, en donde, no obstante su estado de salud, se le aplicó corriente eléctrica. Además, señaló la declarante, tanto el personal médico como paramédico, la presionaban continuamente para que hablara.
El 9 de junio de 1980, el Fiscal Militar Gonzalo Salazar Swett, cumpliendo una diligencia ordenada en el proceso que investigaba la desaparición de Ida Vera Almarza, se constituyó en el recinto de Santa Lucía. Dijo haber constatado que dicho inmueble correspondía a un domicilio sin moradores, cuya única puerta de acceso estaba permanentemente cerrada. La propiedad estaba ubicada al lado del Instituto Chileno-Británico de Cultura y en su puerta se encontraban avisos para la enseñanza de karate. Informó haber comprobado que allí no existía clínica alguna. Por su parte, el Coronel de Ejército Fernando Arancibia Reyes, Vice Director Nacional de la CNI, ofició el 14 de julio de 1980 diciendo que ese inmueble era de propiedad fiscal y que había sido destinado a la DINA el 10 de marzo de 1977, que a la fecha (1980) se encontraba en poder de la CNI y que de las averiguaciones practicadas se pudo constatar que nunca fue destinado al funcionamiento de una clínica.
El 25 de septiembre de 1985, ante la 2a. Fiscalía Militar, el General (R) Manuel Contreras Sepúlveda informó que el inmueble de calle Santa Lucía había sido efectivamente una clínica usada para la atención médica de los funcionarios de la DINA y para los detenidos que requerían de ese servicio.
5.- Villa Grimaldi: fue el recinto secreto de detención y tortura más importante de la DINA. Ubicado en Avenida José Arrieta a la altura del 8.200, comuna de La Reina, se le conoció como "Cuartel Terranova". Posiblemente los primeros detenidos hayan llegado a mediados de 1974, aunque el gran número de prisioneros comenzó a ingresar allí a principios de diciembre de ese mismo año. Ya durante el año 1974, Villa Grimaldi era la sede de la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM) y de sus equipos operativos encargados de detener, interrogar y torturar, contando para ello con instrumentos y lugares especialmente dispuestos para ese objetivo.
Villa Grimaldi poseía un extenso terreno y sus edificaciones -actualmente demolidas- se fueron ampliando para dar cabida a las distintas funciones que allí cumplían, (a fines de 1975 se le hicieron arreglos). Los sectores más característicos de este recinto y que fueron descritos casi en detalle en cientos de testimonios, todos coincidentes, eran: a) "La Torre", construcción que asemejaba un molino y en cuyo interior había unas 10 "cajoneras" a las que introducían a los detenidos por una puerta, por la que era necesario entrar de rodillas. Se solía mantener aquí a una o dos personas en un régimen de absoluto encierro. También existía en "La Torre" una sala de torturas. Muchos detenidos desaparecieron desde aquí. b) las "Casas-Chile", construcciones de madera destinadas al aislamiento individual de los detenidos que parecían verdaderos closets en donde la persona permanecía de pie o encuclillada, a oscuras, durante varios días; c) las "Casas Corvi", pequeñas piezas de madera construidas en el interior de una pieza más grande, en las que se ubicaban camarotes de dos pisos. Aquí permanecían los detenidos que estaban siendo sometidos al régimen más intenso de interrogación y tortura. Además estaban las salas grandes en que permanecían entre 30 y 50 personas, un baño, el patio y las habitaciones especialmente dispuestas para torturar.
Luis Alfredo Muñoz González, en declaración jurada anexada a distintos procesos llevados a la Justicia Ordinaria, señaló que había sido detenido en diciembre de 1974 por 16 agentes de la DINA, fuertemente armados, movilizados en 4 vehículos particulares, y entre los que iban Osvaldo Romo Mena y Miguel Krassnoff Martchenko. Lo condujeron a Villa Grimaldi en donde permaneció hasta febrero de 1975. Apenas ingresado, le colgaron un número al cuello, correspondiéndole el 676; cuando salió de allí, el último número asignado a un prisionero era el 1.050. Una testigo que permaneció recluida en Villa Grimaldi, junto a su hijo de 17 años y a su hija de 16, fue desnudada y torturada en presencia de ellos. Le aplicaron corriente en los senos, vagina y dientes, y la amenazaron con violar a la niña. También los dos jóvenes fueron torturados en su presencia. En Villa Grimaldi la testigo reconoció a Osvaldo Romo Mena y a Miguel Krassnoff Martchenko.
Juana Vicencio Hidalgo declaró ante el Ministro Jordán en marzo de 1980, señalando que fue detenida el 13 de agosto de 1976 y conducida a Villa Grimaldi. En este recinto presenció las torturas del actualmente detenido desaparecido Julio Roberto Vega, al que vio desnudo atado a un catre metálico y al que aplicaban corriente eléctrica en distintas partes del cuerpo. También la testigo sufrió un similar castigo y permaneció encerrada en el sector de "La Torre".
Los testimonios relativos al trato que recibían las víctimas en Villa Grimaldi y a los numerosos detenidos desaparecidos que por dicho recinto pasaron, son incontables. En los casos individuales contenidos en estos volúmenes se entrega mayor información al respecto.
No obstante esa realidad, en un comienzo -y al igual como recurrentemente aconteció- la existencia de Villa Grimaldi fue negada. En 1976, en la causa rol Nº1483-76 por detención ilegal de Mario Jaime Zamorano Donoso, seguido en la Justicia Militar, Manuel Contreras Sepúlveda expresó que el único Campamento de Detenidos dependiente de la DINA era Cuatro Alamos y que "la supuesta Villa Grimaldi es una invención del marxismo, estratagema usada con el fin de desprestigiar a los Servicios de Seguridad del Gobierno". Tres años después, en agosto de 1979, el mismo Contreras Sepúlveda -y ante el Ministro en Visita- expresó que efectivamente Villa Grimaldi era un inmueble dependiente de la DINA, pero que sólo se trataba de un lugar de Tránsito donde se interrogaba y fichaba a los detenidos, los que o eran dejados en libertad o puestos a disposición del Ministerio del Interior. Marcelo Moren Brito, en octubre de 1979 y ante el mismo Tribunal, repitió iguales términos. Miguel Krassnoff Martchenko también reconoció la existencia de dicho centro de reclusión, insistiendo que sólo era un lugar de Tránsito de detenidos. A su vez, Rolf Wenderoth Pozo, en abril de 1980, declaró ante el Ministro Jordán que Grimaldi era una propiedad que había sido ocupada por diversas Unidades de Inteligencia de la DINA, pero cuya pertenencia desconocía.
Por su parte las autoridades de la época, de manera casi simultánea a las declaraciones anteriores, y a través de distintos Oficios a la Justicia Ordinaria, intentaban ocultar los hechos. En mayo de 1978, el Ministro del Interior Sergio Fernández Fernández ofició al 3er. Juzgado del Crimen de Santiago diciendo que "no existe un lugar de detención denominado Villa Grimaldi". También en mayo de ese mismo año, el Fiscal Militar Gonzalo Salazar Swett señaló al Tribunal que investigaba la desaparición de Oscar Orlando Ramos Garrido que, al constituirse en dicho recinto, constató que allí no permanecía detenido alguno y la inexistencia de libros u otro tipo de documentos. El Teniente General Carlos Forestier Haensgen, Ministro de Defensa Nacional Subrogante, informó al Ministro Jordán, en octubre de 1979, que la CNI había tomado posesión de este inmueble desocupado, sin personal a cargo y sin documentación, desconociéndose la identidad de quiénes lo ocupaban. Respuestas de este tenor pueden contarse por cientos.
Cuando el Ministro Servando Jordán intentó recuperar los archivos y documentos de Villa Grimaldi, tampoco fue posible lograrlo. El Ministro del Interior Sergio Fernández Fernández, en junio de 1980, ofició diciendo que en relación a los registros y fichajes de personas que habrían sido llevadas para tales efectos a Villa Grimaldi, no existía antecedente alguno. El Teniente General Raúl Benavides Escobar, Ministro de Defensa Nacional, había informado a la Visita Extraordinaria, en junio de 1979, que no existía documento en el que constara qué personal había tenido a cargo Villa Grimaldi, la que fue recibida por la CNI de parte de la DINA, desocupada y sin personal. Por último, en septiembre de 1985, y ante la 2a. Fiscalía Militar, el mismo Manuel Contreras Sepúlveda zanjó la cuestión al declarar que en Villa Grimaldi no se llevaba ningún libro en el que se inscribiera la entrada o salida de detenidos y que los ficheros de arrestados los llevaba el SENDET (Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos).
También, y como resultado de las numerosas exposiciones entregadas ante los Tribunales Ordinarios de Justicia, fue posible individualizar a algunos de los agentes que tenían en este recinto su base de operaciones. Todos ellos están mencionados en este relato al referirse al funcionamiento de la BIM, cuya sede era precisamente Villa Grimaldi.
Por último -y en relación a este recinto- es necesario consignar que el 18 de julio de 1978 se constituyó en el inmueble el Grupo de Trabajo Ad-hoc de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Estuvieron también presentes en este acto, el General Odlanier Mena Salinas (Director de la CNI), el Coronel Jerónimo Pantoja Henríquez (Vice-director de la CNI), Miguel Schweitzer Walter (designado por el Gobierno junto a Sergio Diez Urzúa como coordinador con el Grupo de Trabajo) y dos testigos que habían permanecido recluidos en dicho recinto en los años 75 y 78 respectivamente. Fueron ellos los que reconocieron el lugar: escaleras, azulejos azules, baldosas, patios, "La Torre", la cocina, el baño, una infinidad de detalles cuya existencia era imposible conocer al menos que realmente se hubiese estado en el lugar. Sin embargo, lo más importante en esa oportunidad fue el reconocimiento de dos agentes: Alexis Figueroa (quien le llevó agua a uno de los detenidos) y Basclay Humberto Zapata Reyes, "El Troglo". Respecto a este último, Miguel Schweitzer declaró ante el Ministro de Visita, el 7 de enero de 1980, que en el mes de enero de 1978 había sido llamado por el Gobierno para prestar asesoría en el caso del ex-ministro Orlando Letelier. En dicha ocasión el Ministerio del Interior le asignó un automóvil y un chofer, al que reconoció en "El Troglo", pero cuyo nombre y apellido dijo no recordar. Por su parte, el Ministro del Interior, Sergio Fernández, ofició al Ministro Jordán diciendo que en la relación de personal de la CNI no aparecía ningún funcionario de nombre Alexis Figueroa.
Volviendo a la constitución del Grupo de Trabajo Ad-hoc en Villa Grimaldi, "El Troglo" les informó que efectivamente era funcionario de la CNI en calidad de chofer. Como resultado de estos hechos, el Grupo de Naciones Unidas concluyó "que Villa Grimaldi fue en realidad utilizada como lugar de detención por la CNI en 1978 y por la DINA en 1975".
6.- Cuatro Alamos: fue el único lugar de detención e incomunicación reconocido por la DINA y se mantuvo prácticamente durante todo el período de funcionamiento de ese organismo. Consistía en 12 celdas pequeñas, una celda grande y oficinas, todas formando parte de un conjunto que se encontraba al interior de Tres Alamos -Avenida Departamental al llegar a Vicuña Mackenna- el que era administrado por Carabineros. Los detenidos que aquí llegaban generalmente lo hacían provenientes de otros recintos de la DINA y en forma habitual no eran sometidos a torturas, aunque muchos de ellos desaparecieron desde este lugar.
Orlando José Manzo Durán, Teniente 1º de Gendarmería, declaró ante el Ministro Jordán y ante distintos Juzgados del Crimen. Señaló que en abril o mayo de 1974 había sido enviado en comisión de servicio a la DINA, organismo que lo designó Comandante del Campamento de Cuatro Alamos, lugar donde se mantuvo hasta marzo de 1977. Dijo que cuando dejó el cargo llegaron interventores cuyos nombres desconoce, los que revisaron toda la documentación y levantaron un acta. Dicha documentación consistía principalmente en un libro de registro de ingresos y egresos de detenidos que él llevaba personalmente, incluso de manera manuscrita. Agregó que a cada detenido se le abría una ficha en la que se consignaba los datos personales de éste y las pertenencias con las que llegaba, esta ficha era firmada por el detenido al momento de egresar del recinto.
En cuanto a los afectados, Manzo Durán señaló que durante el período en que estuvo a cargo de Cuatro Alamos pasaron allí unas 500 personas, las que eran llevadas por funcionarios de la DINA en camionetas con toldo. El régimen era de incomunicación y -de acuerdo a lo informado por este agente- sólo había tres clases de egresos desde dicho recinto: a) por Decreto de Libertad dictado por el Ministerio del Interior; b) por enfermedad o dolencia del detenido que no pudiera ser tratada en el mismo Campamento; y c) lo que denominó "egresos transitorios", que se producían cuando el afectado era sacado por efectivos de la DINA para ser "vulgarmente empleado como cebo" en la detención de otras personas o bien para ser llevados a reconocer lugares.
Manzo Durán dijo no recordar los nombres del personal de Cuatro Alamos, el que estaba integrado por funcionarios de las cuatro ramas de la Defensa Nacional. Señaló que el personal rotaba continuamente y que, dada la naturaleza de sus funciones, no se utilizaban los nombres verdaderos.
El 24 de septiembre de 1979, el Ministro en Visita se constituyó en Cuatro Alamos, dejando constancia que, según las informaciones obtenidas, los libros y archivos fueron incinerados y que, al disolverse la DINA, el local fue entregado a Gendarmería. A esa fecha se encontraba refaccionado y con pintura nueva, con lo que no hubo posibilidad de investigar rastros o huellas que pudieran haber quedado. En febrero de 1980, el General de Brigada Odlanier Mena Salinas, Director de la CNI, informó a la Visita que todos esos Libros fueron destruidos dando cumplimiento a disposiciones permanentes de este organismo que establecen la eliminación de la documentación "que ha perdido su vigencia y utilidad".
Además, el Ministro Servando Jordán López tomó declaraciones en distintas oportunidades a Manuel Contreras Sepúlveda, Marcelo Moren Brito, Miguel Krassnoff Martchenko y Rolf Wenderoth Pozo. Lo expuesto por esos agentes ha sido ya mencionado anteriormente. Sólo queda por consignar algunos detalles como aquel relacionado con Marcelo Moren Brito, conocido como "El Ronco" por numerosos afectados. Entre ellos, por Angeles Alvarez Cárdenas, quien, ante el 8º Juzgado del Crimen de Santiago y durante el proceso que se tramitaba en relación al desaparecimiento de su marido, Gilberto Urbina Chamorro, declaró que también ella había sido detenida en enero de 1975 y conducida a Villa Grimaldi, en donde permaneció 9 días y en donde fue obligada a presenciar las torturas a que era sometido su cónyuge. Dijo que al llegar a dicho recinto, la desnudaron completamente y le revisaron hasta la boca. Luego, la hicieron vestirse y un individuo "con voz ronca" comenzó a interrogarla. Cuando en octubre de 1979, Marcelo Moren declaró ante la Visita, el Ministro Jordán dejó constancia por escrito "que el declarante Marcelo Moren tiene una característica voz ronca".
Miguel Krassnoff Martchenko, "Capitán Miguel", de origen austríaco, nacionalizado chileno, también depuso ante la Visita Extraordinaria. Dijo que había ingresado a la DINA en 1974, en donde se desempeñó hasta fines de 1977, y que dependía directamente de Manuel Contreras, formando parte de una Unidad de Inteligencia por lo que le correspondía actuar en detenciones. Agregó que estuvo destinado a Villa Grimaldi, casa de calle José Domingo Cañas y Cuartel General. También Manuel Contreras dijo al Ministro en Visita en 1979 que Krassnoff era Comandante de una de las Unidades de Inteligencia, razón por la que actuaba en arrestos y detenciones. Sin embargo, el mismo Miguel Krassnoff en su comparecencia a la 2a. Fiscalía Militar, el 24 de agosto de 1989, declaró que su desempeño en la DINA fue en un puesto de analista de documentación política y que nunca participó en la detención de personas.
Por su parte, Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo declaró por exhorto ante el Ministro en Visita en abril de 1980, cuando ya era Teniente Coronel y Gobernador Provincial de Osorno. Informó que había prestado servicios a la DINA desde diciembre de 1974 y hasta noviembre de 1977, fecha en que esta última ya se había transformado en CNI. Cumplió distintas funciones, siendo Comandante de la Unidad de Análisis de Inteligencia e integrante del Cuartel General, tanto de la DINA como de la CNI, asesorando al Mando en relación a la situación interna del país, en el área privada y pública.
Por último, constan las declaraciones del General (R) Manuel Contreras Sepúlveda Máximo y único Jefe de la DINA. En todas sus exposiciones fue reiterativo en señalar que ni Marcelo Moren, ni Miguel Krassnoff, ni Rolf Wenderoth estuvieron a cargo de los archivos del organismo que él dirigía. Tampoco se acordó de los nombres de aquellos que pudieron haberlo estado. Agregó, en marzo de 1980, que respecto a esos archivos y demás bienes de la DINA había que tener presente que la disolución de ésta y la creación de la CNI constituyeron un solo acto y que él mismo había continuado a cargo de la CNI hasta noviembre de 1977, circunstancia en que hizo entrega del cargo al General Odlanier Mena en presencia del Ministro del Interior, General Raúl Benavides Escobar. En febrero de 1980, el Ministro en Visita solicitó al General de Brigada Odlanier Mena Salinas, Director de la CNI, que informara si los archivos completos de la DINA relativos a detenciones, documentación general e individualización de vehículos y propiedades, se hallaban efectivamente en poder del organismo que él presidía. La respuesta fue evasiva. El General Mena Salinas señaló que la CNI era la continuadora legal de la ex-DINA "para el sólo efecto patrimonial", agregando que "en estas circunstancias por el sólo Ministerio de la Ley la CNI debió hacerse cargo del patrimonio de la ex-DINA existente a esa época".
Todos los antecedentes referidos a la Visita del Ministro Jordán se encuentran contenidos en cuatro tomos, los que a su vez fueron tenidos a la vista por la 2a. Fiscalía Militar de Santiago en el mes de enero de 1983 y para los cuales solicitó el sobreseimiento total y definitivo
Es preciso dejar consignado que Luz Arce Sandoval, al declarar ante el Tribunal, entregó antecedentes pormenorizados respecto a la estructura con que funcionaba la DINA. Ellos sirvieron de base para ordenar diligencias relacionadas con inculpados y se reproducen a continuación: "En esa época en Londres 38 existían tres grupos operativos dependientes de la Unidad Caupolicán que a su vez dependía de la Brigada de Inteligencia Metropolitana BIM, como jefe en ese momento vi a Moren Brito, Mayor de Ejército de la época, a él lo reemplazaba a veces Pedro Espinoza Bravo, y queda como Comandante de la BIM en noviembre del 74, estas destinaciones eran por decretos del Ejército, a su vez Caupolicán era comandado por Moren y estaba sub dividido en tres agrupaciones llamadas Aguila, Halcón y Tucán.
El grupo Aguila, era comandado por el Teniente de Ejército Miguel Krassnoff, de él dependía Osvaldo Romo, Basclay Zapata, alias el "Troglo" , del Ejército, y el Negro Paz, alias el "Pulgar"; estos son nombres reales de las personas y actualmente trabajan para el Ejército. El Grupo Halcón, era comandado por el Teniente de Carabineros Ricardo Lawrence; Tucán, era comandado por el Subteniente de Carabineros Gerardo Godoy, alias el Capitán Marcos o Capitán Manuel y otros apodos.
Purén era otra organización dentro de los mismos, dependiente de la BIM, comandado por Eduardo Iturriaga Neuman; la persona que me detiene por segunda vez, era del grupo Purén, todas las personas que estaban de guardia en la época en el Hospital Militar eran de Purén. A mí me interrogó varias veces el Mayor de Ejército, Gerardo Ulrich.
El grupo o Unidad Caupolicán, se dedicaba a las personas de izquierda, y la Unidad Purén a la D.C. Gremios y empresas, ellos investigaban en esos grupos.
No obstante tener toda su gente "ocupada", Caupolicán pedía la gente prestada a Purén.
Posteriormente Caupolicán se dedicaba sólo a la gente del MIR, pasando la izquierda al Purén.
Siempre como Director de DINA, estuvo el Coronel Manuel Contreras Sepúlveda y como su ayudante el Capitán de Ejército y Arma de Caballería, Alejandro Burgos y, como segundo ayudante, el Teniente "Cacho Acevedo".
A pesar de las múltiples acciones judiciales y administrativas y de reiteradas denuncias a organismos nacionales e internacionales, Alfonso René Chanfreau Oyarce permanece en calidad de desaparecido desde que fuera detenido por la DINA en julio de 1974.
En los últimos días de noviembre de 1974 comienza a funcionar como principal centro de detención, interrogatorio y tortura el recinto secreto de Villa Grimaldi, cuartel general de la Brigada de Inteligencia Metropolitana (BIM). A ese lugar son trasladados los detenidos que permanecían en José Domingo Cañas y en los meses siguientes serán llevados allí una gran cantidad de detenidos en la acción dirigida a reprimir al MIR.
Es durante el verano de 1975 que se produce la última arremetida fuerte de la DINA contra el MIR, ya muy mermado por la represión sufrida durante 1974. En esos meses caen importantes grupos de dirigentes y militantes que arrastran consigo al grueso de la estructura clandestina.
En diciembre de 1974, y enero y febrero de 1975 fueron detenidos gran parte de los integrantes de la llamada Fuerza Central del MIR, asimismo algunos miembros del Comité Central, la mayor parte de la estructura de la zona de Valparaíso y la mayor parte de los Grupos Político Militares (GPM) y otras estructuras que seguían funcionando en Santiago.
Es posible afirmar que en ese verano la DINA termina definitivamente con la estructura clandestina del MIR que provenía del paso a la clandestinidad de la masa de los militantes en los primeros meses posteriores al 11 de septiembre de 1973.
Uno de los hechos que representa bien la derrota sufrida por el MIR es la declaración televisada que cuatro importantes dirigentes del movimiento hacen desde Villa Grimaldi, seguida de una conferencia de prensa en la que los mismos dirigentes conversan con periodistas de varios medios informativos. La declaración en cuestión reconocía la derrota del MIR frente a los organismos de seguridad, dando cuenta detallada de la desastrosa situación de los diversos organismos y grupos del partido y llamaba a asumir esta derrota, abandonando los intentos de continuar la acción contra el Gobierno.
La declaración fue hecha efectivamente por los dirigentes y en general parecía obedecer a la visión realista que ellos llegaron a tener sobre los acontecimientos. Sin perjuicio de ello, hay que hacer presente que se encontraban presos, en pésimas condiciones, habiendo sido previamente víctimas de intensas torturas y sin que pudieran tener ninguna garantía ni claridad sobre las consecuencias de sus acciones, lo cual se evidencia por la muerte posterior de dos de ellos, que será tratada más adelante. También hay que aclarar que los datos que los detenidos entregan sobre la situación del movimiento y de algunos militantes, provienen de un documento elaborado por ellos sobre la base de la información que poseían. Sin embargo, agentes de la DINA los obligaron a introducir algunos datos falsos, por los cuales se daba como prófugos o viviendo fuera del país a personas que previamente habían desaparecido por acción de la DINA.
La DINA implementara una operación de inteligencia para ocultar la desaparición Forzada, la Llamada operación Colombo, por medio de la cual Publican en dos diario, uno brasileño O'dia y otro argentino, Lea, ambos apócrifos y creado ad hoc, listas de Chilenos desaparecidos sobre los cuales se entregaba un versión falsa, es el llamado caso de los 119,
VICTIMAS DEL MIR de Responsabilidad de la DINA
La primera prioridad de la acción represiva de la DINA durante el año 1974 fue la desarticulación del MIR. Esta continuó siendo una prioridad durante 1975. Durante estos dos años se produce el mayor número de víctimas fatales atribuibles a este organismo.
La mayoría de estas víctimas desaparecieron en manos de la DINA. Sin embargo, también existen casos de personas ejecutadas o muertas por torturas cuyos cuerpos fueron recuperados por sus familiares.
Excepcionalmente han sido consideradas dentro de esta sección víctimas que no militaban en el MIR, o que fallecieron en manos de agentes estatales que no pertenecían a la DINA, o cuya afiliación institucional la Comisión no pudo afirmar con certeza, cuando ello es indispensable para mantener la ilación del relato o una correcta visión cronológica de lo sucedido.
El primer semestre de 1974: las primeras víctimas de la DINA
Durante los meses de abril, mayo y junio de 1974 aparecen las primeras evidencias del empleo más sistemático del método de desapariciones forzadas por parte de la DINA en contra del MIR, así como una mayor precisión de la DINA en la selección de a quienes detiene. En esta época la DINA empleaba el recinto secreto de detención y tortura de Londres Nº 38.
Opera también en este Periodo la SIFA, que trasforma su sede del AGA en un centro de torturas y exterminio del MIR, y logra infiltrar" a uno de sus colaboradores a la Seguridad del MIR el "Barba" Schnneider
Listado particularizado de Víctimas
15 de marzo 1974
Ogan Esteban Lagos Marín, 21 años de edad, estudiante de Agronomía, militante del MIR, fue detenido en las siguientes circunstancias: La noche del jueves 14 de marzo de 1974 el afectado se juntó con su hermano Ernesto en casa de su cuñada Marta Contreras. El motivo del encuentro era conversar respecto de su interés de volver a la Universidad para terminar su carrera. Por lo tarde decidieron quedarse a dormir en la casa en que estaban.
Aproximadamente a las 2:30 hrs. del día 15, mientras dormían, un Comando con personal de las Fuerzas Armadas todos de civil, allanó el domicilio. El grupo de 8 miembros lo componían, entre otros, el Cabo de Carabineros Nindo Palavecinos (quien vivía frente a la casa del afectado), el Sargento de Carabineros Francisco Opazo, el carabinero Márquez Riquelme y uno de apellido Alarcón, el Teniente de Carabineros Patricio Fuentes, un boina negra de apellido "Quezada", un detective de apellido Aguilera y un Capitán de Ejército. Este grupo había realizado diversos allanamientos llevando a dos detenidos que estaban recluidos en el Regimiento Nº9 "Chillán", Iván Flores y Sergio Fuentealba.
Durante el allanamiento estaban en la casa los hijos de la cuñada del afectado. Los aprehensores luego de identificar a Ogan Lagos y su hermano Ernesto los subieron a una camioneta verde que era conducida por el detective Aguilera, de ahí los llevaron al Cuartel de Investigaciones de Chillán, donde se les indicó que quedaban incomunicados hasta el lunes 17 de marzo. Sin embargo, el sábado por la tarde Ogan Lagos fue sacado del recinto por el carabinero Alarcón y el boina negra Quezada, indicando que lo interrogarían en el Regimiento. Cerca de las 19 hrs. lo trajeron de vuelta. El lunes 18 los llevaron con la vista vendada al Regimiento en un furgón verde que era conducido por el detective
Aguilera y acompañado por el carabinero Alarcón. En el recinto militar los detenidos fueron torturados durante el interrogatorio, incluso les aplicaron corriente. Posteriormente sacaron los otros detenidos y dejaron aislado a Ogan. Su hermano Ernesto quedó en una sala con unas 8 personas más entre los que estaba Sergio Fuentealba.
El 26 de marzo Ernesto Lagos es dejado en libertad y el miércoles 27 Ogan es trasladado a la Cárcel Pública quedando en libre plática; en dicho lugar su familia pudo visitarlo en varias oportunidades. Allí era sacado periódicamente para ser interrogado en el Regimiento, de donde volvía muy maltrecho, incluso debió permanecer algunos días en la enfermería del penal ya que le enyesaron el brazo derecho debido a los golpes recibidos.
El 25 de abril de 1974 cuando el afectado fue llamado desde la Guardia, todos pensaron que se debía al tratamiento fisioterápico en que estaba, por el que concurría 3 veces por semana al Hospital Regional, producto de los golpes. Al salir, en la Guardia Interna los Gendarmes le dijeron que sería llevado al Regimiento para ser interrogado, lo que alcanzó a avisar a otros detenidos.
Su madre concurrió ese mismo día 25 al recinto carcelario y al preguntar por Ogan los gendarmes le dijeron que habría quedado en libertad, no obstante que todas sus pertenencias habían quedado en la Cárcel. Por tal motivo la señora Margarita Marín se dirigió a Investigaciones, a la Prefectura de Carabineros y al Regimiento en busca de información. En este último lugar un uniformado le señaló que su hijo estaba ahí pero no podía verlo ni entregarle nada.
Cabe señalar que ya a esa fecha el Juez del Tercer Juzgado de Chillán había identificado un cadáver N.N. muerto por balas como Ogan Lagos Marín.
En efecto dos días más tarde de que fuera sacado de la Cárcel de Chillán, el 27 de abril de 1974, el campesino Segundo Benavides Rodríguez encontró el cuerpo sin vida de Ogan Lagos Marín a unos 200 metros de la casa de Manuel Matus Salas ubicada en el Fundo La Dehesa de Tanilvoro. El cuerpo estaba sólo con calzoncillos y presentaba 4 perforaciones de bala.
Posteriormente el Juez del 3er. Juzgado del Crimen de Chillán ordenó levantar el cadáver para su autopsia en el Hospital Regional de Chillán, ingresando como N.N.
El 7 de febrero de 1975 fue detenido por la DINA en Santiago su hermano Sergio Humberto Lagos Marín, permaneciendo desaparecido desde esa fecha.
Otro hermano Nelson Ernesto Lagos Marín falleció el 23.09.85 producto de la detonación de un artefacto explosivo en la vivienda que ocupaba en la ciudad de Chillán.
25 de marzo 1974
Samuel Eduardo SILVA CONTRERAS, 28 Años, casado, empleado, DD en Osorno, militante del MIR y dirigente sindical, desapareció en el sector Las Gaviotas del Lago Rupanco, cuando se aprestaba a cruzar la frontera hacia Argentina. Desde esa fecha se desconoce su paradero.
Samuel Silva fue arrestado por primera vez el 11 de septiembre de 1973, permaneciendo un mes en el Estadio Nacional. Al salir en libertad se encontraba en malas condiciones físicas y psíquicas y temía por su seguridad. Fue citado a declarar a una Fiscalía Militar, pero decidió no presentarse y viajó a Osorno, donde llegó el 16 de marzo de 1974. Se puso en contacto con un arriero para que lo llevara al límite con Argentina, este lo dejó en el sector Las Gaviotas, Lago Rupanco.
De acuerdo a testimonios, no logró salir del país y probablemente fue detenido en el intento, permaneciendo en calidad de desaparecido.
En abril de 1974 fueron detenidos el arriero y las personas que le dieron alojamiento en Osorno. Todos ellos fueron procesados por la Fiscalía Militar, por "haber prestado ayuda a Samuel Silva". Durante los interrogatorios, los aprehensores dieron detalles de la permanencia de Samuel en un domicilio particular, información que sólo pudieron haber obtenido de él mismo.
El 4 de abril de 1974
Silvio Vicente Pardo Rojas, casado, 1 hijo, estudiante de Derecho de la Universidad Católica de Valparaíso, militante del MIR, fue detenido por funcionarios del Servicio de Inteligencia de la Armada. Los hechos ocurrieron el 4 de abril de 1974, en la vía pública, entre las 19:00 y 22:00 horas, en la ciudad de Valparaíso. Alrededor de las 22:30 horas de ese mismo día, tres civiles que se identificaron como miembros del Servicio de Inteligencia de la Armada, allanaron su domicilio, llevándose una caja con libros, un saco de dormir y una frazada, e informaron a María Elena Zamora Lobos -cónyuge de la víctima- que su esposo se encontraba detenido, sin indicar el lugar.
En los días siguientes del arresto, María Elena Zamora se puso en contacto con la Cruz Roja Internacional con el propósito de obtener alguna noticia acerca del paradero de su marido. A través de este organismo se enteró que Silvio Vicente Pardo estaba recluido en una repartición de la Armada denominada "Orden y Seguridad" ubicada en el Cuartel Silva Palma.
A partir de ese momento, María Elena Zamora logró tomar contacto con el afectado por medio de tarjetas que ambos se intercambiaban a través de la Cruz Roja Internacional. La situación se mantuvo así hasta el 29 de abril de 1974, fecha en que el citado organismo informa a la esposa de Silvio Vicente que éste ha sido trasladado al Campamento de Detenidos de Melinka (Puchuncaví); en este lugar habría estado sólo hasta el 3 de mayo. A mediados de mayo, la Cruz Roja le entregó a María Elena Zamora la última tarjeta de su esposo, la que tenía fecha 1° de mayo.
Fue también a mediados de mayo de 1974, cuando María Elena Zamora concurrió a la Primera Zona Naval, en donde se le dijo que él estaba "en declaración" y que después de terminar ésta, saldría nuevamente en listas y se podría conocer su paradero. A mediados de junio del mismo año, la Cruz Roja Internacional le entregó a María Elena Zamora un cinturón perteneciente al afectado y le informó que había perdido contacto con Silvio Vicente Pardo con fecha 3 de mayo de 1974 cuando él fue sacado del Campamento Melinka. Se ignoraba a dónde podía haber sido conducido, agregando que si hubiese salido en libertad a la Cruz Roja se le hubiese avisado. Desde entonces Silvio Vicente Pardo Rojas permanece en calidad de detenido-desaparecido.
Gonzalo Marcial Toro Garland, casado, 2 hijos, Profesor Universitario, militante del MIR, fue herido y detenido por agentes de la Dirección Nacional de Inteligencia -DINA- el día 4 de abril de 1974, después de las 19:30 horas, en la vía pública, frente a la Casa Central de la Universidad de Chile en Santiago. Fue baleado por la espalda, según constancia médica del Hospital Militar, hasta donde fue trasladado por sus aprehensores, en carácter de detenido. Gonzalo presentaba tres heridas comprometedoras en la espalda y su estado de salud era de extrema gravedad.
Gonzalo Toro fue ingresado al Hospital Militar sin registrar su nombre en Estadística y bajo condiciones de estricta incomunicación, ocultándole el hecho incluso al, en ese entonces, Coronel don Horacio Toro Iturra, primo hermano de la víctima.
En su declaración ante el Tribunal el General de Ejército en Retiro Horacio Toro Iturra afirma: "al saber del desaparecimiento de mi primo, me contacté con el jefe del organismo con el cual se había enfrentado Gonzalo, organismo el cual le había herido, cuyo jefe, en ese tiempo el Coronel Manuel Contreras Sepúlveda, el cual me manifestó que si bien es cierto que había sido detenido e interrogado, posteriormente se le había dejado en libertad.... el Coronel Contreras me señaló que lo haría buscar. Esperando un tiempo prudente solicité informes del desaparecido, los que fueron negativos".
En ese recinto, Gonzalo Marcial permaneció durante algunos meses donde, a pesar de la estricta vigilancia, fue visto y conversó con sus hijos. También pudo ser visto por numerosas personas, entre amigos y familiares, a través de una ventana que da a la calle Providencia, cuando su estado de salud le permitió acercarse a la misma, siendo ésa la última oportunidad en que lo vieron con vida.
El día de su detención, Toro Garland, se había desempeñado normalmente en sus funciones laborales en el Departamento Derechos de Autor de la Universidad de Chile donde, además, se desempeñaba como docente e investigador en la Facultad de Ciencias y Artes Musicales. Por la tarde, después de regresar a su hogar, Gonzalo salió de su domicilio indicando que regresaría en un momento, cuestión que no ocurrió.
Gonzalo Toro Fernández, hijo de Gonzalo Toro Garland, al momento de la detención de su padre, se encontraba cumpliendo con el Servicio Militar, siendo relevado del mismo al informársele que su padre había sido herido en un enfrentamiento. Enterada de esta situación, la esposa de Toro Garland, doña Maite Nicole Daiber Vuillemin, recorrió postas, hospitales, el Instituto Médico Legal, la Secretaría Nacional de Detenidos -SENDET-, los recintos habituales de detención, el Estadio Chile, etc., en el intento de ubicar a su esposo.
Posteriormente, el abogado Francisco Escobar Riffo, quien actuaba por encargo de Fernando Toro Garland (residente en España), en el esclarecimiento de la desaparición de su hermano Gonzalo, se informó que este último se encontraba en las instalaciones del Hospital Militar, bajo las condiciones antes descritas. Esta institución, negó hasta el mes de noviembre que Gonzalo Toro se encontrara en ese recinto, reconociendo posteriormente su hospitalización desde el 4 de abril, hasta el 1° de agosto de 1974, fecha en que habría abandonado "por sus propios medios" el Hospital Militar.
Importantes antecedentes, que complementan lo denunciado por sus familiares, lo constituye la declaración prestada por la ex detenida y posterior colaboradora de la DINA, Luz Arce Sandoval, ante la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación. En ella relata su detención y estadía en el Hospital Militar. En lo que respecta al afectado afirma: "Despierto en una habitación que no era la 303, donde me habían llevado al principio, sino que la siguiente. Me parece que ahí fue cuando llegó Toro Garland, detenido que estaba herido con un balazo... Tenía como 5 balazos; lo único que yo le pregunté era si quería que le mojara los labios y me dijo que sí; le pregunté si podía hacer algo más por él y me dijo 'nunca te olvides de mi nombre'. El debe haber estado en la pieza 304".
5 de abril de 1974
Bernardo del Tránsito CORTÉS CASTRO, Nacido el 08/08/53, 20 años, estudiante pedagogía U de Chile, ejecutado en La Serena por efectivos del Ejército
19 de abril 1974
Rolando Gastón ANGULO MATAMALA, Chileno, 26 años, Asistente Social, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, muerto por ajusticiamiento en las afueras de Linares, por agentes de la DINA y el SIM. Herido por cinco impactos de bala. Encontrado a los pocos meses en San Carlos. Hermano asegura que fue muerto en Fundo de los Smith de San Carlos
27 DE ABRIL 1974
Bartolomé Ambrosio SALAZAR VELIZ, 31 años, ejecutado por militares
1 de mayo 1974
José Sofanor SALDIVIA SALDIVIA, 23 años, soltero, trabajador forestal, ejecutado en el Complejo maderero y Forestal de Panguipulli. Sus restos aún no han sido encontrados ni su defunción registrada.
De acuerdo a declaraciones de testigos que lo conocían, José era instructor de una escuela de guerrillas que el MIR mantenía en el Complejo Maderero de Panguipulli. Trabajaba directamente con José Gregorio Liendo Vera, el "Comandante Pepe", dirigente del MCR, ejecutado en octubre de 1973.
En el proceso seguido por presunta desgraciada, iniciado en 1991, testigos señalaron que José Saldivia participó en el asalto al retén de Carabineros de Neltume, en la madrugada del 12 de septiembre de 1973. Agregaron que fue detenido en medio de un extenso operativo militar, que detuvo a varias personas más. Todos ello fueron conducidos al retén de Carabineros de Liquiñe, y desde ahí al puente Villarrica sobre el río Toltén, donde fueron ejecutados por sus captores. Al día siguiente, lugareños sacaron a tierra algunos cadáveres que flotaban en el agua, sin embargo, por orden de carabineros, debieron tirarlos de nuevo al agua.
En la zona, vecinos vieron llegar camiones conducidos por militares, que venían de localidades ubicadas en la precordillera, como Liquiñe, Neltume, Huife. En horas de la noche y en vigencia del toque de queda, se escucharon descargas de ametralladoras y fusiles, provenientes del puente del río Toltén. Testigos constataron manchas de sangre en las maderas del referido puente.
Carlos MASCAREÑA DíAZ, Nacido el 27/10/51, 22 años, estudiante de la Universidad Técnica de Puerto Montt, ejecutado
02 mayo 1974
Alvaro Modesto VALLEJOS VILLAGRÁN, casado, un hijo, estudiante de Medicina, militante del MIR, fue detenido el 20 de mayo de 1974, alrededor de las 20:30 hrs., en el domicilio de sus padres ubicado en Pasaje Prat 3250, Maipú, por efectivos de la DINA que se identificaron verbalmente como miembros del Servicio de Inteligencia Militar. Los agentes, armados con metralletas, lo buscaban por ser integrante del Comité Central del MIR y por disponer de dólares para el financiamiento de guerrillas. La familia fue bruscamente separada en distintas habitaciones de la casa, siendo todos ellos interrogados. Al afectado lo amenazaban diciéndole que "no soportaría la tortura", considerando su estado físico; era de estatura baja y delgado. En seguida fue esposado y se lo llevaron en una camioneta Chevrolet color blanco, modelo C-10. Se supo que fue conducido al recinto secreto de la DINA ubicado en calle Londres 38.
Días después, el 25 y 27 de mayo, los mismos sujetos concurrieron a su domicilio y lo allanaron, llevándose todo lo que había de valor (una máquina de escribir, dinero, un anillo de oro, etc.).
Un mes después, nuevamente allanaron la vivienda, retirando más especies como maletas y ropa, aduciendo que "todo era robado" o "financiado con dinero extremista".
También en esos días fueron a buscar a su hermana, de solo 14 años, a quien obligaron a que los acompañara hasta el domicilio del afectado.
La familia tuvo contacto con Alvaro Vallejos el día 29 de julio de 1974, fecha en que fue llevado a la casa de sus padres, indicando los efectivos de seguridad que quedaba en libertad y que debía ir a firmar a Carabineros de Maipú cada 3 días. Sin embargo, a los quince minutos, volvieron como 15 agentes, con gran despliegue de vigilancia, los cuales exhibieron a su padre -un Suboficial Mayor del Ejército en servicio activo- las tifas correspondientes y le manifestaron que lo llevaban a firmar y regresaba.
Desde entonces nadie de su familia volvió a verlo.
Alvaro Vallejos fue visto en el recinto secreto de detención de Londres 38 por varios prisioneros que estuvieron con él y recuperaron su libertad posteriormente. Entre ellos, Raimundo Elgueta Pinto, quien se encontraba detenido desde el 6 de mayo de 1974 en ese lugar quien señala que el afectado le contó que había sido torturado. El mismo fue testigo que Vallejos fue llevado tres veces en un mismo día a interrogatorios con largas sesiones de tortura. Dice que la última vez que lo vio fue el 30 de mayo de ese año, en malas condiciones físicas, con sus piernas inmovilizadas producto de la electricidad y los "colgamientos". Lo habían golpeado mucho, no hablaba prácticamente nada y le expresó que de no decir lo que ellos querían saber, lo matarían en el siguiente interrogatorio.
El último sábado de mayo llegó también al recinto de calle Londres, Blanca Troncoso y, pasada la medianoche, fue llevada junto al afectado a la pieza donde interrogaban. Primero entró el joven, mientras ella quedó afuera y escuchó como se quejaba. Estas sesiones eran dirigidas por el agente Osvaldo Romo, el que después de un rato ordenó que ingresara la testigo. Al interior de la habitación sentía aún los quejidos de la víctima al que pudo ver, en un momento en que se le bajó la venda, lo tenían colgado de una barra.
El 5 de junio ella fue trasladada al Estadio Chile. Otra detenida, Eliana Medina, que llegó el 16 de junio de 1974 desde otro recinto ubicado en los subterráneos de la Plaza Bulnes, expresa que Vallejos junto a otros dos presos, Jorge Grez y Agustín Reyes, eran constantemente sacados a interrogatorios y volvían en muy malas condiciones.
Al parecer, hacia fines de junio, Vallejos fue trasladado a Cuatro Alamos y después volvió a la casa de calle Londres. Igual cosa sucedió con Jorge Grez, Agustín Reyes y otro detenido a quien llamaban "lolo", razón por la cual les decían "los 4 Alamitos". Esto lo recuerda Cristián Van Yurick que fue detenido el 12 de julio de 1974 y llevado a Londres 38. Señala Van Yurick que apenas llegó fue interrogado y torturado y más tarde lo ubicaron en la pieza donde estaban los demás detenidos, pero separado del resto. Dice que Vallejos se acercó a él con frazadas y lo tranquilizó. Se conocían con anterioridad.
Algo parecido recuerda Adriana Pino, que también llegó detenida el 12 de julio a la casa de calle Londres. Cuenta que Alvaro Vallejos, a quien también le decían "loro Matías", la acompañaba al baño por orden de los guardias, oportunidad en que le relataba que era torturado en ese mismo baño, donde le introducían la cabeza en un hoyo del piso que contenía al parecer agua con excremento, que luego lo mojaban entero y le aplicaban electricidad.
Graciela Mathieu Loguercio también se acuerda de Alvaro Vallejos durante su reclusión en Londres 38, donde ella llegó detenida la medianoche del 15 de julio. Cuenta que el afectado hablaba mucho e interpelaba a los agentes diciéndoles que eran utilizados. Dice que era uno de los pocos que no demostraba miedo a los aprehensores, lo que le había reportado una suerte de respeto de parte de estos sujetos hacia él.
Esta actitud la recuerda también Patricia Barceló, detenida alrededor del 23 de julio de 1974. Dice que el afectado hacía sonar los tacos, se permitía hacer chistes y caminaba por la pieza, en circunstancias que al resto no se lo permitían.
En el transcurso de la última semana de julio varios detenidos fueron trasladados a Cuatro Alamos y entre ellos también debió serlo Vallejos, ya que muchos dicen haberlo visto nuevamente con posterioridad a esta fecha en este recinto. Entre quienes lo vieron aquí se encuentran Adriana Pino, Francisco Lagos y Lilian Yáñez.
Alvaro Vallejos Villagrán había permanecido muy poco tiempo en Cuatro Alamos, ya que a fines de julio o comienzos de agosto de 1974 fue sacado y llevado a Colonia Dignidad, según lo declaró el ex agente de la DINA, Samuel Fuenzalida Devia, el 30 de octubre de 1979 en Alemania, en el juicio que entablara Colonia Dignidad en contra de Amnesty Internacional.
Fuenzalida expresó que en esa fecha acompañó al Capitán de Ejército llamado Fernando o Fernández a Cuatro Alamos a buscar a un preso que recordaba por su sobrenombre: "Loro Matías", el que era bastante conocido entre los agentes de la DINA. Sabía que era hijo de un Suboficial de Ejército y que estaba destinado a "Puerto Montt", según vio en los kardex de ese organismo. En la DINA se usaba este término para indicar que iban a matar a un preso por tierra. Otro término "La Moneda", se usaba para indicar que lo mismo harían con un preso, pero tIrándolo al mar.
El ex agente contó que Vallejos iba esposado y pidió permiso para llevar sus cosas personales, pero el Capitán le contestó que no las iba a necesitar.
El viaje lo hicieron en una camioneta Chevrolet y antes de iniciarlo, a la víctima le pusieron scotch en los ojos y encima lentes oscuros. A la llegada a Parral, en el Cruce a Catillo, se cruzaron con otra camioneta con civiles con quienes intercambiaron un santo y seña. El Capitán se bajó y cuando quedaron solos, Vallejos le dijo a Samuel Fuenzalida que tenía la impresión que lo llevaban a un lugar donde ya había sido conducido con anterioridad, porque era el mismo camino. Al llegar al recinto de "los alemanes" como llamaban en la DINA a Colonia Dignidad, los esperaba un automóvil Mercedes Benz color celeste con dos alemanes en su interior, uno de ellos, el más viejo, parecía ser el jefe y lo llamaban "El Profesor". El prisionero fue subido a este vehículo y en seguida ingresaron todos al recinto. Fuenzalida no supo a qué sector llevaron a Vallejos, porque él entró a una casa grande y la víctima continuó con "El Profesor" y el Capitán (Fernando o Fernández). El Oficial llegó a los pocos minutos y rato después "El Profesor", el que dijo "fertig" (en alemán: terminado) e hizo un gesto que el testigo entendió que el preso estaba muerto.
Al volver a Santiago notó que la ficha del "Loro Matías" había desaparecido del kardex de detenidos. Cabe señalar que el Oficial hablaba en alemán con "El Profesor".
El nombre de Alvaro Vallejos fue incluido en una nómina que se entregó a los medios de prensa en febrero de 1975, cuando la DINA montó una "Conferencia de Prensa" con cuatro detenido del MIR: Cristián Mallol, Humberto Menanteaux, Hernán González y Hernán Carrasco, los que fueron obligados a decir que el MIR estaba destruido y a la vez entregar públicamente los nombres de numerosos miembros de su Dirección, los que estarían muertos, detenidos, asilados, o fuera del país. Alvaro Vallejos figuraba como "exiliado". Esta "Conferencia" fue de responsabilidad del Mayor Pedro Espinoza Bravo, en esa época Jefe del recinto de la DINA conocido como Villa Grimaldi, y llevada a cabo por el Teniente Miguel Krassnoff y otros Oficiales de la DINA. Los cuatro militantes del MIR obligados a realizar esta operación habían sido detenidos a fines de 1974 y sometidos a interrogatorios y tortura sistemática. Después de participar en este montaje continuaron detenidos y meses después fueron dejados en libertad. Sin embargo, Menanteaux y Carrasco fueron detenidos nuevamente y aparecieron muertos, con sus cuerpos destrozados y claras huellas de tormento en un cerro de Buin.
Las autoridades en un primer momento negaron la detención de Alvaro Vallejos, pero después la reconocieron, por un Decreto Exento del Ministerio del Interior de fecha 10 de junio de 1974, pero al mismo tiempo informaron que había sido dejado en libertad por otro Decreto de fecha 29 de agosto del mismo año.
Su cónyuge debió salir del país por razones de seguridad. Durante largos años tuvo prohibición de ingreso a Chile.
22 de mayo de 1974
Héctor Osvaldo PINEDA INOSTROZA, de 25 años de edad, casado, jornalero de la Compañía Minera Disputada, era militante del MIR. El día 22 de mayo de 1974 falleció en su trabajo. La empresa minera señaló que la causa del accidente fatal fueron unas piedras provenientes de la chimenea que lo alcanzaron y golpearon principalmente en la cabeza. El protocolo de autopsia es concordante con esa versión.
El 23 de mayo de 1974
Jorge Arturo Grez Aburto, soltero, una hija, estudiante universitario, conocido como "el Conejo" entre sus amigos, fue detenido por agentes de la DINA el día 23 de mayo de 1974, a la salida de una galería de arte ubicada entre Mac Iver y Miraflores en la ciudad de Santiago, según relatara él mismo posteriormente a su compañera Guilia Escobar, quien fuera detenida el 20 de mayo de 1974 en un "contacto" callejero en Plaza de Armas.
Entre los aprehensores de Guilia Escobar, se encontraba el agente de la DINA apodado "el Troglo" de nombre verdadero Basclay Zapata, un Suboficial de Carabineros en comisión de servicio en el organismo represivo; luego de detenerla la trasladaron hasta el recinto de calle la Londres Nº38, donde procedieron a interrogarla y preguntarle sobre "El Conejo". En todo momento negó conocerlo, sin embargo, se percató de que los agentes conocían su relación con Jorge Grez, ya que le hicieron saber que ella había sido entregada por su contacto. En su relato ella señala: "(en el interrogatorio) me hicieron sacar la venda y me confrontaron con quien era mi contacto, pudiendo darme cuenta que éste me había tendido una trampa ya que era un infiltrado, un agente de la DINA conocido como 'el Troglo' de aproximadamente 25 años, que usaba una melena 'príncipe valiente' y trabajaba en la unidad de la DINA de Osvaldo 'guatón' Romo".
Por su conversación pudieron establecer que en la detención de él también participó "el Troglo".
A los dos días de la detención del afectado, la casa donde vivió con su ex esposa Carmen Rodríguez fue allanada violentamente por los agentes de la DINA, en momentos en que ella no estaba presente; en la oportunidad los agentes le hicieron saber a los vecinos que Jorge Grez estaba detenido, sin indicar el motivo, ni dónde estaba.
Después de una semana en el recinto de calle Londres, Guilia Escobar es trasladada hasta el Estadio Chile en libre plática. Hasta allí llegó alrededor del 5 de junio de 1974 Jorge Grez, pudiendo mantener al menos contacto visual por unos días, incluso ella le pudo hacer llegar un papel escrito y además enterarse que había sido duramente torturado por sus captores, sin embargo se estaba recuperando, lo que ella pudo apreciar ya que por lo menos se veía bien.
Según el testimonio de Blanca Troncoso Díaz, quien fuera detenida por agentes de la DINA a fines de mayo de 1974 y trasladada hasta el recinto de calle Londres Nº38, ella recuerda que: "durante mi permanencia en Londres, los guardias se referían a otros detenidos como "el Conejo" (Jorge Grez) y "el Gato"... Aproximadamente el 5 de junio fui trasladada junto con varios detenidos, entre ellos Jorge Grez Aburto, al Estadio Chile".
Otro testimonio de su permanencia en calle Londres Nº38 es el que entrega la también detenida por la DINA, Eliana Medina Vásquez: "Posteriormente tuve conocimiento que Alvaro Vallejos Villagrán, Agustín Reyes González y Jorge Grez Aburto, actualmente detenidos desaparecidos, eran conocidos como el 'loro Matías', el 'gato' y el 'conejo Grez', respectivamente. Estos eran sacados permanentemente a interrogatorios y devueltos al término de éstos. Llegaban a la pieza donde estábamos muy adoloridos producto de las torturas a que eran sometidos... El 24 de junio (de 1974) fui trasladada a Tres Alamos donde permanecí hasta marzo de 1975. Al abandonar Londres permanecían allí (entre otros detenidos) Jorge Grez Aburto, de quienes no he vuelto a saber sobre sus paraderos".
Declara Roberto Merino Joquena detenido el 11 de mayo de 1974 quien estuvo recluido en el recinto de Londres Nº38 y posteriormente en el Estadio Chile, allí se comentaba, relata, "que poco tiempo antes había pasado por ahí 'El Conejo' Grez Aburto".
De acuerdo a testimonios entregados por detenidos que permanecieron en el Estadio Chile, aproximadamente la segunda semana de junio de 1974 a través de los parlantes del recinto deportivo se llamó al afectado. En el pasillo lo esperaban los agentes de la DINA, lo iban a buscar para llevarlo nuevamente hasta el recinto de Londres Nº 38. Desde allí se pierde el rastro de Jorge Grez Aborto, quien permanece en la actualidad en calidad de detenido desaparecido.
Con fecha 4 de septiembre de 1974, en virtud de un recurso de amparo presentado ante la Corte de Apelaciones de Santiago, el entonces Ministro del Interior, General de División Raúl Benavides, informó a la Corte de Apelaciones, tres semanas después de la consulta, que "efectivamente Jorge Arturo Grez Aborto se encuentra detenido en cumplimiento a lo que ordena el Decreto Exento Nº179, de este Ministerio, dictado en uso de la facultad que me concede el Decreto Ley Nº 228". A pesar del reconocimiento de la detención del afectado, la autoridad administrativa no entregó información respecto de la fecha de la misma, el lugar en que permanecía privado de libertad y las razones específicas de ello.
27 de mayo de 1974
Agustín Eduardo Reyes González, casado, un hijo, de actividad artesano y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), de nombres políticos "El Gato" y "Aníbal", fue detenido el 27 de mayo de 1974, alrededor de las 16:00 horas en la intersección de las calles Irarrázabal con Macul, por seis agentes de la DINA que se movilizaban en una camioneta Chevrolet C-10, y que lo trasladaron al recinto secreto de ese organismo ubicado en Londres 38, en donde fue sometido a intensos y violentos interrogatorios con aplicación de corriente eléctrica en diversas partes del cuerpo, además de golpes de pies y puños. Posteriormente, fue llevado en tres oportunidades a su domicilio de calle Los Cerezos por sus aprehensores, quienes eran dirigidos por el Agente Osvaldo Romo Mena, alias "El Guatón Romo". La última de estas visitas ocurrió el 15 de junio de 1974, fecha en que su familia lo vio por última vez. Agustín Reyes González permaneció en el centro de torturas de Londres 38 hasta aproximadamente el 24 de junio, perdiéndose desde entonces todo rastro de su persona. Osvaldo Romo conocía a la víctima con anterioridad al 11 de septiembre de 1973, por cuanto éste realizaba sus actividades políticas en el mismo sector poblacional en que el agente de la DINA era dirigente de una Junta de Vecinos.
Acerca de la búsqueda y posterior arresto del afectado por parte de la DINA, dan cuenta los testimonios de sus familiares, algunos de los cuales también fueron detenidos y torturados por ese organismo de seguridad. Tal fue la situación de su cónyuge Atenas Caballero Nadeau, y del hermano de ésta, Juan Carlos Caballero Nadeau. Ambos fueron detenidos el 30 de abril de 1974 en el domicilio de sus padres, ubicado a pocas cuadras de la casa de Agustín Reyes. Los aprehensores fueron alrededor de 8 agentes de la DINA quienes trasladaron a los dos hermanos a Londres 38 en donde fueron acuciosamente interrogados acerca del paradero de Agustín Reyes González. Doña Atenas del Rosario Nadeau Recabarren, suegra de la víctima, señala en sus múltiples testimonios, varios de ellos prestados en el respectivo proceso por el desaparecimiento del afectado, que su hijo Juan Carlos estuvo desaparecido 15 días y luego permaneció 3 meses preso, primero en Londres 38, luego en el Regimiento Tacna, Estadio Chile, y por último en 3 Alamos; su hija Atenas estuvo 4 días en Londres 38, tras lo cual la fueron a arrojar a la casa de su consuegra (calle Los Cerezos), totalmente drogada, con la vista dañada, debiendo ser sometida a posterior tratamiento siquiátrico; finalmente, señala que el marido de otro de sus hijos, Anselmo Radrigán Plaza, se encuentra también desaparecido después de haber sido detenido por la DINA.
En tanto, doña, Carlota Elena González Insunza, madre del joven detenido desaparecido, expone en su testimonio judicial, que 7 días después de ocurrido el arresto, su hijo fue llevado a la casa por agentes que se movilizaban en una camioneta, dos de los cuales se quedaron en el vehículo y otros dos ingresaron al inmueble con el afectado, quien se encontraba en muy mal estado físico; demacrado, con heridas en las muñecas correspondientes a ataduras, los ojos rojos, con sus ropas sucias y maltrechas, presentado además un manifiesto mal olor. Debido a esto último, su hija Mónica, única moradora de la casa junto a la empleada en esos momentos, le pidió al que hacía de jefe de los agentes que le permitieran bañarse y cambiarse de ropa, lo que fue aceptado; su cuerpo presentaba demostraciones de aplicación de corriente eléctrica, su estómago estaba negro. Después del baño, el agente- jefe le dijo: "ya viste a tu familia, entonces te llevamos". Tres días después, encontrándose doña Carlota en casa, nuevamente el afectado fue llevado a la casa por 4 agentes, quienes esta vez iban comandados por Osvaldo Romo, a quien la testigo conocía con anterioridad. Su hijo casi no podía andar, estaba flaquísimo, tenía muy mal olor. Le preguntó a Romo qué estaba tratando de hacer con su hijo, respondiéndole: "lo que estamos tratando de hacer es que su hijo sea inteligente y nos dé la dirección de sus jefes", agregando que Agustín Eduardo era mirista. Con el fin de que su hijo comiera, les sirvió alimentos a todos. Durante la once, los agentes insistieron en que Agustín debía hablar de sus otros compañeros. Se despidieron amablemente y se fueron en la misma camioneta con toldo en que se movilizaban.
Finalmente, volvieron el 15 de junio, eran los mismos agentes de la segunda vez, eran las 7 de la tarde; como la ocasión anterior, la visita fue anunciada previo llamado telefónico. Mandaron a buscar a la esposa del detenido, doña Atenas Caballero, quien vivía cerca de la casa -estaban separados de hecho- cuando ella llegó, al percatarse de la presencia de Osvaldo Romo, trató de huir -había estado detenida en Londres 38- pero luego desistió de ello. Romo le dijo a Agustín Eduardo: "ésta es tu última oportunidad que tienes, después de aquí tú sabrás". Agustín guardó silencio, pero cuando se despidió de su madre, le preguntó, "mamá, ¿qué hago?". Nunca más lo volvieron a ver. La testigo, agrega en su testimonio, que en las visitas a su casa Romo les advirtió que si hablaban de ello, matarían a su hijo; motivo por el cual, no señalaron esta circunstancia en los inicios de la situación represiva. Pasó un tiempo, y en noviembre de 1974, recibió una llamada telefónica de Raúl Gutiérrez Carrié, quien era muy amigo de su hijo; le dijo que iría a su casa y que le tuviera vitaminas y elementos para el "Cucho" (apodo de infancia del afectado) porque éste se encontraba muy mal, y que le escribiera una carta. Gutiérrez llegó en un Fiat 125 acompañado de otro individuo, quien se quedó en el vehículo.
Gutiérrez le señaló que estaba muy cerca de Cucho, que se encontraba muy mal, que le daban una sola alimentación al día. Le entregó los enseres solicitados y le preguntó qué tenía que ver en la situación de su hijo, señalándole, que había "caído" por drogadicto y que lo perdonaban si él les ayudaba en eso y que estaba trabajando con ellos. Gutiérrez se marchó y nunca más volvió a verlo, pese a sus diligencias para ubicarlo. Pasó el tiempo, y doña Carlota, en compañía de su consuegra Atenas Nadeau, se apersonó al domicilio que Osvaldo Romo tenía en la población Lo Hermida, calle Las Torres, esto fue en enero de 1975. Romo las recibió con sorpresa, les señaló que él ya había entregado a su hijo, que estuvo detenido como un mes y que después lo había "entregado", que ahora "puede estar en diez partes, puede estar en alta mar, en una isla, en Temuco, en Puerto Montt", les agregó que él también tenía problemas con sus hijos, por cuanto su hija de 11 años no quería ir al colegio porque le decían "la hija del torturador Romo". También le expresó que había exterminado al grupo al cual pertenecía su hijo, que le faltaba uno sólo del grupo y que ya lo tenía ubicado, habló de Hugo Martínez González, a quien mataron en enero de 1975; Romo indicó que Martínez cayó defendiéndose frente a un hotel en el sector de Estación Central, y que había sido trasladado herido al Hospital Militar. Con respecto a otro joven del grupo de la víctima, Luis Fernando Fuentes Riquelme -detenido desaparecido- Romo dijo que estaba herido y que se encontraba en Temuco.
Con respecto a Raúl Gutiérrez Carrie, consta en declaración judicial de su padre Raúl Gutiérrez Varas, quien compareció al Tribunal en ausencia de su hijo -el que se encontraba en el extranjero- que éste le manifestó que un amigo en común, tanto de él como de Agustín Reyes, era funcionario de la DINA -no recuerda nombre- y fue este agente quien le contó que Agustín se encontraba detenido en uno de los cuarteles de la DINA y que podía llevarle algunas cosas, como alimentos, remedios, alguna ropa, porque se encontraba en muy malas condiciones. Con esta información, decidió llamar a la madre de su amigo y pedirle las cosas solicitadas a fin de hacerla llegar.
De la estadía de Agustín Eduardo Reyes González en Londres 38, dan cuenta los testimonios de ex-prisioneros que sobrevivieron a su estadía en ese recinto. Don Carlos Alberto Silva Valdebenito, expone en su testimonio haber sido detenido el 31 de mayo de 1974 por un numeroso contingente de la DINA que rodearon toda la manzana en donde queda ubicado su domicilio. Fue trasladado, luego de una feroz golpiza, a Londres 38 en donde fue interrogado por un grupo de agentes quienes estaban a cargo de Osvaldo Romo y de "El Coronta" (Marcelo Moren Brito). Permaneció en ese lugar alrededor de 2 semanas y durante los 7 primeros días fue torturado con aplicación de corriente eléctrica en los genitales, lengua, y cabeza, además se le colgó (tortura pau de arara) y se le sumergió en un tambor con agua. A los pocos días de estar detenido, arrestaron a su padre y lo torturaron en su presencia con el sólo fin de presionarlo para que "hablara". Finalmente, el testigo señala que durante su reclusión en Londres 38 conversó con los prisioneros Agustín Reyes González y Jorge Grez Aborto, ambos desaparecidos tras ser arrestados por la DINA. Doña Blanca Flor Troncoso Díaz, también sobreviviente de la DINA, señala en su testimonio que fue detenida el último sábado del mes de mayo de 1974 siendo trasladada a Londres 38. Uno de sus aprehensores fue el agente Osvaldo Romo. En ese recinto pudo percatarse de la presencia de otros detenidos, a quienes los agentes se referían por sus nombres políticos, "El Gato" (Agustín Reyes González), "El Conejo" (Jorge Grez Aborto), y "El Loro Matías" (Alvaro Vallejos Villagrán), todos militantes del MIR y que se encuentran desaparecidos. Los vio hasta el 5 de junio, fecha en que fue trasladada al Estadio Chile. Una hija de la testigo, Marcela Sepúlveda Troncoso, también se encuentra desaparecida después de haber sido detenida por agentes de seguridad.
El 7 de enero de 1975, se presentó una denuncia por secuestro ante el 8° Juzgado del Crimen de Santiago, rol 11.634, en la cual se expone que tras el arresto del afectado, éste fue conducido en 3 oportunidades a su domicilio. La denunciante, doña Carlota González, al concurrir al Tribunal con el fin de ratificar la denuncia, agrega como información la individualización del vehículo en que era transportado su hijo, e individualiza a uno de los agentes como Osvaldo Romo. En la respectiva orden de investigar, diligenciada por el Servicio de Investigaciones, se entrevistó a la denunciante y se estableció que la patente del vehículo investigado pertenecía a la Municipalidad de La Cisterna y que su propietario era DINAR, organismo de fachada de la DINA.
A la fecha del informe de Investigaciones, 12 de agosto de 1975, tanto el Ministerio del Interior como el SENDET habían respondido negativamente los respectivos Oficios remitidos por el Tribunal. Al tenor de lo informado por Investigaciones acerca de los dueños de la camioneta en que se movilizaban los agentes aprehensores de Agustín Eduardo, el señor Juez requirió un nuevo informe al Ministro del Interior a fin informara acerca de la situación del ofendido, haciendo presente al Jefe de Interior la pertenencia de la camioneta C-10 antes indicada. Como el Ministerio del Interior evadió responder derechamente lo requerido por el Tribunal, el magistrado optó oficiar por tercera vez, en forma confidencial y personal al Ministro Raúl Benavides Escobar. Sin embargo, el Titular de Interior, se limitó a informar que Reyes González aparece en la lista publicada en el periódico brasileño "O Novo Dia" el 25 de junio de 1975, que se refiere a un grupo de 59 chilenos que habrían sido muertos en enfrentamientos con la Fuerza Pública de Argentina. Nada dice el señor Ministro que el propio Ministerio de Relaciones Exteriores le restó toda veracidad a dicha publicación, ni mucho menos responde al Tribunal acerca de la camioneta en la cual se movilizaban los agentes que arrestaron al ofendido
El 25 de enero de 1983, el Ministro del Interior, General de Brigada Aérea Enrique Montero Marx, informó a la Fiscalía Militar que esa Secretaría de Estado carece de antecedentes acerca del citado DINAR. En ese mismo mes, la CNI (organismo continuador de la DINA) informó que en ese Servicio no existe ningún funcionario que responda al apodo de el "Troglo". Por su parte Carabineros señaló al señor Fiscal que las diligencias tendientes a encontrar el vehículo encomendado resultaron infructuosas. Investigaciones no tuvo mejor suerte en relación a Osvaldo Romo Mena. El Departamento de Tránsitos y Transportes Público, informó que en relación a la camioneta Chevrolet C-10, año 73, patente HSN-36 del año 74, no existe antecedente alguno acerca de la persona que obtuvo la patente mencionada, y que el vehículo indicado obtuvo permiso de circulación, con fecha 25 de febrero de 1975, correspondiéndole la patente JDK-15 de 1975.
4 de junio de 1974
Carlos Luis Cubillos Gálvez, casado, dos hijos, militante del MIR, dirigente poblacional, fue detenido por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional ÐDINA- el día 4 de junio de 1974, alrededor de las 11:00 horas, en la vía pública, en la intersección de las calles Grecia y Ramón Cruz, en las cercanías a su domicilio, mientras esperaba un bus de la locomoción colectiva con el objeto de dirigirse a sus tareas habituales de vendedor ambulante de artículos de perfumería.
Entre los agentes que participaron en aprehensión de Carlos Luis, se encontraba Osvaldo Romo Mena, alias "El Guatón Romo", a quien la víctima conocía cuando éste vivía en la Población Lo Hermida, en virtud de que ambos, por aquella fecha, eran dirigentes poblacionales.
De inmediato, los agentes trasladaron a Carlos Cubillos hasta el recinto de detención y tortura de la DINA, denominado "Londres 38", ubicado en el centro de Santiago, en la dirección que su nombre indica. Allí fue visto y pudo conversar con otros recluidos en ese recinto, entre los que se cuentan Raimundo Elgueta Pinto y Carlos Alberto Silva Valdebenito, a quienes relató las circunstancias de su detención. Testigos sobrevivientes testimoniaron que, precisamente, cuando se encontraba relatando esos incidentes, el día 5 de junio de 1974, alrededor de las 10 A.M., Carlos Luis Cubillos Gálvez, fue llevado a la sala de torturas e interrogatorios ubicada en el segundo piso del inmueble, siendo devuelto a la habitación donde se encontraban el resto de los detenidos, como a las 19:00 horas, en estado semiagónico, con profundas heridas cortantes en antebrazos y muslos, provocadas con "yatagán". El pecho, los testículos y el pene, quemados. Botaba sangre por boca y narices, deliraba y estaba en estado de inconsciencia. Permaneció en esas condiciones, tirado en el suelo hasta la medianoche de ese día, momento en que fue retirado, sin que se volviera a saber más de él, perdiéndose todo tipo de rastro.
El día 6 de junio, es decir, dos días después que Carlos Luis fuera detenido, se hicieron presentes en su domicilio dos individuos de civil, que se movilizaban en una camioneta marca Chevrolet, de color rojo, patente EM 965, sin que fuera posible distinguir la comuna de pertenencia. Estos se identificaron ante su esposa, Mónica del Carmen Contreras Hidalgo, como Militares y le mostraron unas tarjetas de identificación de color café claro en las que aparecían las fotos respectivas de esas personas. Después de algunas preguntas, le reconocieron que su esposo estaba detenido y le preguntaron por un amigo de él, llamado Luis Gómez, con quien Carlos Luis había estado el día anterior a su detención. Mónica les respondió que no sabía cómo ubicarlo, a lo que ellos le agregaron que tenían interés en hablar con él y, en el caso de que ella lo viera, le dijera que fuera hasta su domicilio cualquier día a las nueve de la noche. Antes de que se retiraran los sujetos, Carmen les preguntó dónde tenían a su marido; a lo que le respondieron que si ella les decía dónde estaba Luis Gómez, ellos le entregarían a su marido. Durante una semana concurrieron hasta el domicilio de Carlos los mismos individuos, con el propósito de ubicar a Luis Gómez. La última vez que "visitaron" a Mónica estos agentes, el día 12 junio de 1974, le dijeron que no sabría más de su marido.
Tanto la esposa como la madre de Carlos Luis, han realizado innumerables gestiones, entre ellas consultas a la Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos SENDET y al Ministerio del Interior, sin resultados positivos.
13 de junio 1974
Alfonso Domingo Díaz Briones, 22 años de edad, Ingeniero de Ejecución, mecánico, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), abandonó el hogar paterno (su residencia habitual), a mediados de junio de 1974, a fin de salvaguardar su vida y su integridad física, debido a que estaba siendo buscado por los organismos de seguridad del Estado. Alcanzó a tener comunicación telefónica con su grupo familiar, con el propósito de mantenerlos debidamente informados acerca de su estado y situación por dos días, en que esta comunicación se vio abruptamente interrumpida, sin ningún tipo de explicación por parte de Domingo, perdiendo sus familiares todo rastro de él hasta la fecha.
Dos días después que Alfonso se ausentara de la casa paterna, llegaron hasta el domicilio de la familia Díaz Briones tres personas de civil, los que se identificaron verbalmente como pertenecientes a la "Policía Política". Ingresaron al domicilio sin anunciarse previamente y preguntaron por Alfonso Díaz, a lo que el dueño de casa (padre de Alfonso) respondió que él era; de inmediato le replicaron que buscaban a Alfonso Díaz Briones, a lo que el padre de éste respondió que llevaba dos noches sin llegar a la casa. De inmediato interrogaron a los miembros de la familia en relación a Alfonso, su paradero, sus actividades y sus amistades.
Acto seguido, los civiles procedieron a allanar, registrando toda la vivienda e incluso hicieron abrir unos sacos de cemento que estaban en el patio, sin que encontraran nada de lo que aparentemente buscaban.
Uno de los individuos era moreno, de baja estatura, pelo entrecano corto, vestía impermeable azul y portaba una metralleta, la que intentaba simular bajo el impermeable. Otro era alto, tez blanca, pelo ondeado y castaño, corpulento, vestía traje de color café y representaba entre 35 y 40 años. El tercer integrante era el más bajo de todos, de aspecto bonachón, tez blanca, pelo castaño. El agente más alto, sacó al patio de la casa a don Aurelio Alfonso Díaz Sánchez, padre de Alfonso, a quien interrogó por separado.
El grupo de civiles se movilizaba en una citroneta de color blanco.
Los agentes, antes de retirarse del domicilio, advirtieron al grupo familiar que, apenas apareciera o se comunicaran con Alfonso Domingo Díaz Briones, le indicaran que se presentara en Investigaciones, puesto que "si no lo hacía y caía en manos de la FACH, le iba a salir pesado".
Con posterioridad a esta visita, la vivienda quedó sometida a una evidente vigilancia por parte de civiles que se turnaban para ello, y los integrantes de la familia quedaron sujetos a un control que, aunque indirecto, era suficientemente apreciable.
Quince días después, otra vez, la familia Díaz Briones fue visitada por otros tres individuos de civil, con los mismos propósitos, es decir, averiguar datos relativos a Alfonso Díaz. En esa oportunidad los civiles se identificaron como pertenecientes al Servicio de Investigaciones, no portaban armas a la vista y se movilizaban en un automóvil marca Peugeot de color rojo.
Alfonso Domingo Díaz Briones, trabajaba hasta el momento de los hechos en un taller de tornería, ubicado en calle Grumete Bustos, Nº861, en el sector Vivaceta de Santiago. En ese taller trabajaba en sociedad junto a Luis Arias Pino, quien fuera muerto por la DINA en un falso enfrentamiento el 19 de febrero de 1975. Ambos laboraban en el taller por lo menos desde el año 1972, fecha en que tuvo lugar una explosión en ese lugar. A consecuencia de lo señalado, en ese tiempo concurrieron funcionarios de Investigaciones hasta el sitio de los hechos, con el objeto de comprobar las causas de la explosión, informando los funcionarios que en dicho taller se encontraban Alfonso Díaz Briones y Luis Arias Pino. Según consta en informe de Investigaciones, la explicación de la explosión de un motor de citroneta no fue considerada veraz por el personal de Investigaciones que concurrió al taller en la época de los hechos.
Con posterioridad a estos acontecimientos, el jueves 23 de junio de 1974, el diario La Tercera de La Hora, publicó una crónica informando que el día 12 de junio de 1974 (el día anterior a que Alfonso abandonara la casa paterna), efectivos de la FACH descubrieron "uno de los más modernos talleres de fabricación de armamentos montado por el proscrito Movimiento de Izquierda Revolucionaria", ubicado "en la populosa calle Grumete Bustos 861, Barrio Vivaceta".
Después de una completa descripción del taller, la crónica señala que sobre una de las murallas se encontraba "el correspondiente certificado que acredita a "Luis Arias Pino y Cía.", como miembro del Registro Nacional de Comerciantes, Pequeños Industriales y Artesanos." Según la crónica, en el taller vivía gente "pero ésta alcanzó a salir del lugar antes que llegaran los efectivos de la FACH."
En la misma fecha (el 12 de junio de 1974) en que la FACH allanó el taller mecánico ubicado en la calle Grumete Bustos, este organismo buscaba a Díaz Briones, según se lo hicieron saber a la familia de este último, el día en que individuos de civil allanaron el domicilio de los Díaz Briones, en busca de Alfonso. Desde esa fecha sus familiares no han vuelto a saber de Alfonso Domingo.
15 de junio de 1974
fue detenido en la vía pública en Santiago por agentes de la DINA, el militante del MIR Eduardo Humberto ZIEDE GOMEZ. Luego fue llevado a su hogar por sus captores. El 26 de junio fue detenida la militante del FER (sección del MIR de estudiantes), Marcela Soledad SEPULVEDA TRONCOSO, quien se vinculaba políticamente con Eduardo Ziede, en su domicilio en Santiago, luego de una persecución a la familia, que incluyó la detención de la madre.
Eduardo Humberto Ziede Gómez, casado, un hijo, militante del MIR, fue detenido en la mañana del día 15 de junio de 1974 en la vía pública, por civiles pertenecientes a la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional).
Horas más tarde, alrededor de las 21:30 horas de ese mismo día, tres individuos de civil, armados, que mostraron credenciales del Ejército de Chile, acudieron a la casa del afectado donde le informaron a su cónyuge que se encontraba detenido sin indicarle los motivos ni el lugar en que se hallaba.
Le hicieron entrega del reloj de su esposo y le pidieron fruta, cigarrillos y ropa. Luego allanaron la vivienda y se fueron, prohibiéndole que informara lo ocurrido.
Entre los agentes ella pudo reconocer a Osvaldo Romo Mena, agente de la DINA que participó en numerosos operativos de detención.
Este mismo agente regresó dos días después, el 17 de junio, aproximadamente a las 19:30 horas acompañado esta vez por un individuo y acusó a la cónyuge de haber avisado de la detención porque habían esperado en vano la llegada de otra persona. Luego, procedieron nuevamente a registrar la casa.
En esos momentos llegó un hermano de Eduardo, menor de 15 años, quien, luego de enterarse de la situación, fue conducido por los agentes hasta una camioneta Chevrolet de color amarillo con toldo y su patente cubierta de barro que estaba estacionada cerca de la casa. Dentro de ella pudo ver a su hermano, con las manos esposadas y custodiado por otro agente.
En días posteriores, el padre de Eduardo recibió llamadas telefónicas de su hijo en tres oportunidades, en las cuales actuaba como intermediario Osvaldo Romo Mena.
En el mes de julio fue allanado el domicilio de los padres del detenido del cual incautaron textos de estudio y literatura; también la vivienda de su hermano Arturo desde donde se llevaron gran cantidad de zapatos, mercadería con la cual la familia iba a instalar un local comercial y que nunca recuperaron.
Eduardo Ziede Gómez permanece hasta hoy en calidad de detenido desaparecido.
Según el testimonio de Eliana Medina Vásquez, quien fue detenida el 11 de junio de 1974 permaneciendo algunos días en el recinto secreto de la DINA, ubicado en calle Londres Nº 38, Eduardo Ziede estuvo también en ese recinto. Ella lo vio en una ocasión y otra detenida le informó que se trataba de un militante del MIR conocido como el "Flaco Santiago"; tiempo después supo que se trataba de Eduardo Ziede. El 24 de junio, Eliana Medina y otras detenidas fueron trasladadas a Tres Alamos, hasta esa fecha el afectado permanecía aún en el recinto antes mencionado.
En julio de 1975 su nombre apareció en una nómina de 119 chilenos fallecidos en el extranjero, en supuestos enfrentamientos con efectivos de seguridad o entre ellos mismos debido a "rencillas internas". Esta nómina fue publicada por el diario "O'Dia" de Curitiba, Brasil y por el semanario "Lea" de Buenos Aires, Argentina; ambas publicaciones aparecieron ese día con el objetivo de dar a conocer esta noticia.
Tanto las autoridades argentinas como brasileñas manifestaron desconocer estos hechos. En tanto, el gobierno chileno tuvo que reconocer que no había constancia de estas supuestas muertes.
Todas las personas aparecidas en la nómina habían sido detenidos por efectivos de seguridad chilenos y se encuentran desaparecidos desde entonces.
Marcela Soledad Sepúlveda Troncoso, estudiante universitaria, militante del MIR, 18 años de edad, fue detenida en la mañana del 26 de junio de 1974 en su domicilio ubicado en Lampa, lugar al que hacía poco tiempo se había trasladado con su padre y una prima.
Hasta la casa llegaron dos individuos de civil, pelo corto, jóvenes, vestidos con impermeables blancos, que se movilizaban en una camioneta de color rojo; le preguntaron a la dueña de casa por Marcela diciendo que eran amigos de ella; al bajar la joven del segundo piso donde se encontraba, uno de los sujetos la saludó tratando de abrazarla gesto que fue rechazado por Marcela. Luego, uno de ellos le pidió ir a su habitación, lugar donde permanecieron ambos durante aproximadamente una hora; el otro sujeto permaneció en la planta baja custodiando la puerta de la casa.
Al bajar la joven y el desconocido, la dueña de casa preguntó a dónde iban, qué le diría al padre de Marcela cuando regresara, los individuos insistieron haciéndose pasar como amigos; como no pudieron conversar en privado, la joven sólo le señaló: "dígale a mi papi que me fui". Marcela llevaba consigo su máquina de escribir.
Desde ese momento se ignora el paradero de Marcela quien permanece en calidad de detenida desaparecida.
Cabe señalar que su madre, Sra. Blanca Troncoso Díaz, se encontraba detenida desde el 29 de mayo. Ese día ella había concurrido al local comercial de propiedad de su esposo ubicado en calle Almirante Acevedo Nº 5220, comuna de Vitacura, donde también funcionaba, en el segundo piso una peluquería atendida por una empleada de la familia, Iris Morales, quien además vivía en el mismo domicilio. En el local se encontraban también, el esposo de la Sra. Blanca, don Juan Sepúlveda, y un hermano de Iris que trabajaba en el almacén.
Alrededor de las 15:00 horas entraron al negocio tres sujetos que se movilizaban en una camioneta blanca, compraron cigarrillos y luego preguntaron si había una peluquería cerca y qué había en el segundo piso; tanto la Sra. Blanca como el joven empleado respondieron negativamente. Los sujetos subieron e hicieron bajar a don Juan Sepúlveda y a Iris que se encontraban allí. Posteriormente, uno de los sujetos informó que llevarían detenida a la Sra. Blanca porque había "alguien que la conocía", este individuo fue identificado posteriormente por la detenida como Osvaldo Romo Mena, agente de la DINA.
Con posterioridad este sujeto regresó en varias ocasiones al local comercial a solicitar cigarrillos y licor para, supuestamente, llevarle a la detenida lo que nunca ocurrió; también se le entregó dinero que, según él, aseguraría su bienestar y aceleraría su libertad.
En una de estas oportunidades, el agente conoció a Marcela a quien preguntó sobre sus actividades y las de su madre y luego la instó a escribirle una nota. Esta situación llevó a don Juan Sepúlveda a decidir trasladarse hasta la casa en Lampa.
Blanca Troncoso fue conducida hasta el recinto ubicado en calle Londres Nº 38 donde fue torturada e interrogada acerca de militantes del MIR; fue sometida a proceso acusada, según Oficio de la DINA, "como maquilladora de los miembros del Comité Regional del MIR. Activista marxista; participación en reuniones clandestinas".
Su madre, el 5 de junio, fue trasladada al Estadio Chile junto con otros detenidos. A los pocos días de estar allí, fue llevada a la oficina del Comandante del recinto donde se encontraban dos de los agentes que participaron en su detención, uno de ellos era el Suboficial de Carabineros Basclay Zapata, conocido como "el Troglo"; éste le llevaba ropa y una nota de su hija que decía: "Mamá, no se preocupe nosotros estamos haciendo gestiones por usted, esté tranquila" firmaban Marcela y Tita, ésta última, sobrina de Blanca que vivía en su casa.
Entre el 20 y 21 de junio la detenida fue trasladada nuevamente, esta vez al Campamento "Tres Alamos"; su hija debía visitarla una semana después pero no llegó.
En marzo de 1975, Blanca Troncoso fue expulsada del país viajando a Costa Rica, acompañada de su esposo. Estando en este país tomó contacto con personas amigas de su hija y con un alto funcionario del Consejo Mundial de Iglesias, quienes le informaron que Marcela había estado en el Campamento "Tres Alamos". También le señalaron que varios de sus compañeros en el trabajo político habían sido detenidos, entre ellos Eduardo Ziede Gómez, quien fue aprehendido el 15 de junio de 1974 y permanece detenido desaparecido y Eduardo Pizarro quien posteriormente salió expulsado del país desde el Campamento "Tres Alamos".
17 de junio de 1974
Albano Fioraso Chau, joven profesor de INCACEA y de un Liceo Industrial, vinculado al MIR, fue detenido el 17 de junio de 1974, alrededor de las 22:30 horas, a escasos metros de su casa ubicada en calle Maruri en el barrio Independencia, junto a su amigo Francisco Javier Urbina Soto. Los aprehensores fueron dos Carabineros pertenecientes a la 9a. Comisaría y un civil, vecino, llamado Luis Eduardo Ortiz Farías, los que se movilizaban en un vehículo Chevrolet station wagon, patente PTS 53 de Algarrobo, de propiedad de este último.
Los jóvenes salieron del domicilio de Urbina, en dirección al hogar de Fioraso, ubicado en la misma calle, con el objeto de mirar un partido del Mundial de Fútbol que transmitían esa noche por televisión. A pocos metros de la vivienda fueron interceptados por los policías y Ortiz, quienes los subieron al interior del vehículo señalado anteriormente y los llevaron hasta un Restaurante ubicado en calle Independencia con Colón, donde los cambiaron a una camioneta tipo Chevrolet C 10, en la que los trasladaron a la 9a. Comisaría de Carabineros.
En el Cuartel policial permanecieron varias horas en la sala de espera donde les tomaron los datos personales. En estas circunstancias vieron que Ortiz se desplazaba al interior del recinto con autoridad, pero tratando de disimular su presencia allí.
Alrededor de las 03:00 o 04:00 horas de la madrugada los ubicaron en un calabozo, el que estaba repleto de detenidos por ebriedad, vagancia y otras faltas. Allí permanecieron hasta las 11:00 horas de la mañana del 18 de junio, ocasión en que fueron llevados en forma separada, al Hospital José Joaquín Aguirre, para que les practicaran un somero chequeo médico y luego los devolvieron al recinto policial.
Alrededor de las 12:30 horas, cuando ya no quedaban más detenidos en el Cuartel, llegaron unos civiles que procedieron a sacar a Albano Fioraso al patio y junto con expresarle que hacía tiempo lo buscaban, comenzaron a golpearlo. Lo acusaban de haber asaltado el polvorín de Renca y de repartir panfletos. Pasado un rato lo llevaron de vuelta al calabozo, donde su amigo lo vio en mal estado físico. Después los sacaron a los dos y comenzaron a golpear nuevamente al afectado, en tanto Urbina fue interrogado en relación a Fioraso. En esta oportunidad se sumó un uniformado a los hechos.
Alrededor de las 14 horas, la víctima fue sacada por tercera vez, pero esta vez lo subieron a un furgón Fiat y se retiraron fuera del recinto, por Avda. La Paz en dirección desconocida.
Francisco Urbina fue dejado en libertad alrededor de las 18 horas. Antes de salir, el Comisario, Mayor Luis Zúñiga le expresó a su madre que tuviera cuidado con las amistades de sus hijos y se enojó con el liberado porque éste trató de rebatir la acusación de "extremista" que hizo el Oficial a su amigo Fioraso.
La madre de la víctima, María Inés Chau, concurrió al día siguiente de la detención hasta la 9a. Comisaría, en horas del mediodía, pudiendo ver cuando los jóvenes eran traídos de vuelta del chequeo médico, ocasión en que le dijeron que volviera en la tarde.
Ella volvió alrededor de las 16 horas y se entrevistó entonces con el Mayor Zúñiga, quien le manifestó que su hijo había sido entregado a las 14 horas al Servicio de Inteligencia Militar (SIM).
La causa de la detención del afectado se había debido a una denuncia que hiciera una vecina, Norma Pajkuric, la que tenía conflictos con la madre de Fioraso, quien la había amenazado con su hijo. A su vez había advertido a los vecinos que no se relacionaran con el joven Fioraso, de lo contrario podría sucederles algo malo. La hija de esta señora tenía amistad con Eduardo Ortiz, el civil que participó en la detención.
En julio de 1975 el nombre de Albano Fioraso Chau apareció incluido en una nómina de 119 chilenos muertos en Argentina, según una noticia publicada en el periódico brasileño O'DIA y la revista argentina LEA, lo que fue ampliamente publicitado por los medios de prensa chilenos. Algunas muertes habrían ocurrido en enfrentamientos con efectivos de seguridad argentinos en tanto otras habían sido producto de rencillas internas del MIR. Tanto las autoridades argentinas como brasileñas informaron a los Tribunales chilenos desconocer estos supuestos enfrentamientos, como también la existencia de estas publicaciones, las que sólo fueron editadas en esa única oportunidad y con el sólo objeto de dar a conocer esta falsedad. Las autoridades del gobierno militar chileno debieron posteriormente reconocer que no había constancia de estas muertes y que las víctimas mencionadas no registraban salida del país. Todos los que componían estas nóminas eran personas que habían sido detenidas por efectivos de seguridad chilenos, y se encuentran desaparecidas al igual que Albano Fioraso Chau.
El 18 de junio de 1974
Es detenido en la vía pública, en el centro de Santiago, el militante del MIR Jorge Enrique ESPINOZA MENDEZ. Ese mismo día, horas más tarde, agentes de civil allanaron el domicilio del detenido.
Jorge Enrique Espinoza fue sido visto por testigos en el recinto de Londres 38 y desapareció en poder de la DINA, sin que se hayan vuelto a tener noticias de él.
En el mes de julio de 1974 se produjo un marcado aumento de ritmo la actividad de la DINA contra el MIR. Durante ese mes se practican numerosas detenciones de personas que se militaban clandestinamente en el MIR. Estas detenciones, seguidas de interrogatorios con torturas, permitieron a la DINA ganar más información sobre el MIR y proceder, sobre esa base, a practicar nuevas detenciones. La intensidad de la escalada represiva que así se genera lleva a que durante los meses de julio y agosto de 1974 el recinto de Londres 38 esté constantemente lleno de detenidos.
Muchos de los que fueron detenidos en estos meses de julio y agosto, desaparecieron. Respecto de la mayoría de ellas hay testimonios de su presencia en Londres 38. Sin embargo, hay también constancia del traslado posterior de varios de estos detenidos a Cuatro Alamos, donde fueron vistos por última vez.
25 de junio 1974
Victor Manuel Villaroel Ganga, 18 años de edad, , fue detenido el 25 de junio de 1974, cerca de la medianoche, en su domicilio ubicado en la Población 26 de mayo, comuna de Ñuñoa.
A la vivienda ingresaron dos civiles armados, uno de ellos entró al dormitorio donde el joven se encontraba durmiendo; fue esposado, amenazado con una pistola y obligado a vestirse. Luego le preguntaron por panfletos y otros documentos; allanaron la casa llevándose algunas revistas, libros, un cuchillo de cocina, fotografías y una agenda perteneciente a su padre, que se encontraba detenido por razones políticas.
La madre preguntó a los aprehensores dónde llevaban a su hijo, a lo que respondieron diciendo que sería conducido a Investigaciones y lo traerían en un lapso de tres días.
Cabe señalar que el mismo día 25 de junio, alrededor del mediodía, los mismos individuos habían ido al domicilio del joven a preguntar por él y en la noche, al proceder a su arresto, iba otro detenido con ellos.
Desde el momento de su detención, Víctor Villarroel permanece detenido desaparecido. Su madre concurrió a diversos lugares para solicitar información acerca del paradero de su hijo, SENDET, Ministerio del Interior, Ministerio de Defensa, Dirección de Investigaciones, Cárcel Pública, campamento de detenidos Tres Alamos, Cruz Roja Internacional, sin lograr resultados positivos.
El mes de julio de 1975, su nombre apareció en una nómina de 60 personas fallecidas en el extranjero, publicada por el semanario "Lea" de Buenos Aires, Argentina, revista que sólo apareció esa oportunidad con el único objetivo de dar a conocer esta noticia. Similar situación ocurrió con otra nómina de 59 chilenos fallecidos publicada por el diario "O'Dia " de Curitiba, Brasil. Como causa de su muerte se señaló supuestos enfrentamientos con fuerzas de seguridad de esos países y entre ellos mismos por "rencillas internas".
Tanto las autoridades de Brasil como de Argentina negaron conocer estos hechos, mientras el gobierno chileno reconoció que no había constancia de esta supuestas muertes.
Todas las personas aparecidas en estos listados fueron detenidas por efectivos de seguridad chilenos y se encuentran desaparecidas desde entonces.
30 de junio 1974
Ruth María Escobar Salinas, 27 años de edad al momento de los hechos, soltera, estudiante de Danza y de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), núcleo de Cerrillos, fue detenida el día 30 de junio de 1974, por funcionarios de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Permaneció recluida en el cuartel secreto a cargo de la DINA ubicado en calle Londres 38, según lo han declarado personas que permanecieron en dicho recinto y la vieron entre los detenidos.
Su paradero posterior se ignora hasta la fecha, permaneciendo en calidad de detenida y desaparecida.
Gabriel Escobar Salinas, hermano de la víctima, domiciliado en ese entonces en la ciudad de Concepción, fue avisado telefónicamente en julio de 1974 que Ruth María había sido detenida. La información se la proporcionó Elvira Peñailillo, meteoróloga de la Fuerza Aérea, amiga de la víctima y con la cual compartía el domicilio. Con posterioridad, el hermano quiso obtener mayores antecedentes acerca de las circunstancias del arresto, pero Elvira Peñailillo se rehusó a ello y hasta la fecha no ha estado dispuesta a colaborar con la investigación del caso.
Sin embargo ha quedado confirmada su permanencia en Londres 38 tras haberlo declarado así Nelly Patricia Doris Barceló Amado y Graciela Scarlett Mathieu Loquercio. Ambas personas militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fueron detenidas por agentes de la DINA e ingresadas a Londres 38 lugar donde vieron arrestada a Ruth María Escobar Salinas, hecho ocurrido durante el mes de julio de 1974. Posteriormente, ambas testigos fueron trasladadas al campo de detenidos de 3 Alamos y expulsadas del país.
Nelly Patricia Doris Barceló Amado de profesión médico fue detenida a fines de junio de 1974 en su lugar de trabajo, consultorio San José de Chuchunco, e inmediatamente ingresada al recinto de Londres 38. A Ruth María la conocía por haber realizado ésta última actividades comunitarias en dicho policlínico el año 1973. En el arresto de Nelly Patricia participó Osvaldo "Guatón" Romo, agente de la DINA. Ella pudo reconocer a otros detenidos que se encontraban en Londres 38 a Máximo Gedda, Sergio Tormen Morales, Martín Elgueta Pinto, Alfonso Chanfreau Oyarce, Juan Ibarra Toledo, Marcos Quiñones Lembach, Germán Moreno Fuenzalida y Zacarías Machuca. Todos ellos permanecen hasta la fecha detenidos desaparecidos.
Graciela Scarlett Mathieu Loguercio, fue detenida el 15 de julio de 1974 y permaneció aproximadamente 10 días recluida en Londres 38. Entre los agentes de la DINA que actuaron como torturadores en su caso reconoció a Osvaldo Romo Mena y otro al que llamaban "Troglo", que era Basclay Zapata, Suboficial de Carabineros, en comisión de servicio en la DINA. Esta detenida también fue testigo de la permanencia de Ruth María Escobar Salinas en el recinto de Londres 38, lugar desde donde desaparece.
El 8 de julio de 1974,
fueron detenidos, en sus respectivos domicilios de la comuna de Ñuñoa, los amigos Héctor Marcial GARAY HERMOSILLA y Miguel Angel ACUÑA CASTILLO, ambos militantes del FER (sección del MIR de estudiantes secundarios), por agentes no identificados, sin que haya antecedentes sobre su posterior paradero.
El 10 de julio de 1974
fueron detenidos en distintos lugares de Santiago los cónyuges Bárbara URIBE TAMBLAY y Edwin Francisco VAN JURICK ALTAMIRANO, junto con un hermano de éste último, Cristián Van Jurick, todos militantes del MIR. Los agentes que los detienen declararon pertenecer a la DINA y realizaron varias visitas a la familia en los días posteriores, en algunas de ellas trayendo consigo a uno de los detenidos.
Edwin Van Yurick Altamirano y su cónyuge Bárbara Gabriela Uribe Tamblay, ambos militantes del MIR, fueron detenidos -con horas de diferencia- el día 10 de julio de 1974 por efectivos de la Dirección de Inteligencia Nacional -DINA- encabezados por Osvaldo Romo Mena, fecha desde la cual se encuentran desaparecidos.
Los afectados vivían en el domicilio de los padres de Edwin en la comuna de ñuñoa, desde donde éste salió alrededor de las 09:00 horas, sin que regresara a almorzar como lo hacía habitualmente. Tampoco concurrió a una cita con su hermano Cristián en el mismo domicilio, no obstante él lo vio caminando por calle Irarrázabal ese día cerca del mediodía. Se presume por tanto que fue detenido en ese sector, en la vía pública poco después que lo divisara su hermano desde un bus de locomoción colectiva.
Bárbara Uribe, en tanto, preocupada por la desaparición de su cónyuge, que tampoco había pasado a buscarla a la oficina como acostumbraba, regresó a la casa cerca de las 19:00 horas. Una hora después, aproximadamente a las 20:00 horas, llegó hasta el domicilio un individuo que dijo llamarse "Titín" y que le traía un recado de su marido. Este individuo estaba acompañado por otros cuatro sujetos, todos los cuales se movilizaban en una camioneta.
Al salir ella a la calle a ver lo que sucedía fue tomada e introducida al vehículo que se retiró de inmediato del lugar.
Horas después, alrededor de la 01:00 de la madrugada ya del día 11 de julio, Bárbara realizó una llamada telefónica a la casa de los suegros, al hermano de su marido, Cristián Van Yurick, quien había abandonado su domicilio al conocer de la detención de su cuñada, lo que confirmaba las sospechas de la de su hermano. Al momento de recibirse esta llamada, donde ella intentó advertir a su cuñado de lo que ocurría, llegaron al lugar donde se encontraba Cristián Van Yurick, ubicado en calle Echenique en la comuna de ñuñoa, un grupo de agentes de la DINA, ante lo cual él intentó escapar, pero los sujetos comenzaron a disparar. Finalmente fue sacado a golpes de la vivienda y fue subido a una de las dos camionetas en que se movilizaban, entonces pudo ver a su hermano en la parte de atrás del vehículo, amarrado y con la vista vendada. A él lo subieron en la segunda camioneta.
De inmediato fueron conducidos al recinto de detención y torturas de la DINA ubicado en calle Londres 38, donde también se encontraba Bárbara. En esta casa comenzaron a interrogarlo bajo crueles tormentos y en un momento llevaron a su cuñada, dejándola parada de espaldas a él, desnuda y comenzaron a amenazarla para que hablara. En estas circunstancias, ella fue violada por uno de los agentes en presencia de su cuñado.
Quienes participaron en éste y otros interrogatorios eran Osvaldo Romo Mena; el Suboficial de Carabineros Basclay Zapata, alias "El Troglo", y Miguel Krassnoff, Teniente de Ejército. También participaba en este tipo de sesiones Marcelo Moren Brito, Capitán de Ejército a quien llamaban "el ronco" o "el oso". Relata Cristián que también fue interrogado y maltratado en conjunto con su hermano Edwin aquí en Londres 38 y en Villa Grimaldi donde fueron trasladados un mes después.
Antes de esto, Edwin y Bárbara fueron sacados de este recinto, pero después volvieron.
Igualmente, a mediados del mes de agosto de ese año, un grupo en el cual se encontraba Edwin fue sacado una noche en un camión regresando horas después. Según él contó a su hermano, los agentes hablaban de "Puerto Montt" y "La Moneda". Cabe señalar que, según declaraciones del ex agente de la DINA, Samuel Fuenzalida Devia, estas denominaciones las usaban para determinar si un prisionero moría lanzado desde el aire o de otra forma. En esta misma fecha fue sacado otro grupo, del cual nunca más se supo.
A fines de ese mes, el 26 o 28 de agosto, llegó un grupo de jefes de la DINA, a raíz de un escándalo que se había armado la noche anterior puesto que alguien había tocado el timbre de la casa. Estos Jefes: Moren Brito, uno que llamaban "Capitán Max" o "Mano Negra" (teniente Vásquez de Carabineros) y el Teniente Miguel Krassnoff, dividieron a los prisioneros en tres grupos, diferenciados por letras. Un grupo que salió no lo volvieron a ver, otros quedaron libres y otros fueron repartidos entre el recinto de detención de Cuatro Alamos y el recinto secreto de José Domingo Cañas.
En José Domingo Cañas, otro de los recintos secretos de la DINA donde se torturaba e interrogaba a los prisioneros, nuevamente Cristián Van Yurick fue interrogado acerca de su hermano Edwin, el cual había sido trasladado a Villa Grimaldi, otro de los centros de detención y tortura del organismo de seguridad. Dice su hermano que la víctima se encontraba aquí en muy mal estado físico, ya que en el patio de este lugar le habían pasado una camioneta por encima de sus pies y tenía una pierna quebrada. Esta herida él pudo verla con principios de gangrena y después supo que se la habían amputado.
Después de septiembre o los primeros días de octubre de 1974, Cristián Van Yurick no supo más de su hermano ni de su cuñada, en tanto él continuó detenido hasta diciembre de 1976, fecha en que fue expulsado del país rumbo a Inglaterra, después de un largo y tortuoso recorrido por todos los centros de tortura y detención que la DINA mantuvo durante esos dos años, y los Campamentos de Prisioneros Tres Alamos, Ritoque y Puchuncaví.
En el recinto de calle Londres, Bárbara Uribe y su marido Edwin Van Yurick fueron vistos por varios otros prisioneros, entre los cuales se encuentran Oscar Alfaro, Beatriz Kettlun Zaluk, Graciela Mathieu, Viola Todorovic, Antonio Osorio. Una hermana de Bárbara, Viviana Uribe, fue detenida por la DINA el 18 de septiembre de ese mismo año, junto a otra hermana, Mónica y llevadas a Cuatro Alamos. A fines de ese mes, ambos hermanos fueron trasladados al recinto secreto ubicado en calle Irán con Los Plátanos, denominada "Venda Sexy", aquí Viviana fue amenazada con que le ocurriría "lo mismo que a su hermana Bárbara y a su cuñado Edwin".
Los agentes de la DINA concurrieron en reiteradas ocasiones a la casa de los padres de Edwin, la primera el 13 de julio, oportunidad en que fue allanada; quien hacía de jefe les indicó que sus hijos se encontraban detenidos, al igual que su nuera Bárbara. Después volvieron un par de veces más llevando a Cristián; con el objeto de presionarlo lo amenazaban con su pequeña hija de sólo meses de edad.
Pese a que las autoridades negaban la detención de los dos hermanos y de Bárbara en el amparo que se interpuso ante la Corte de Apelaciones de Santiago, el Ministerio de Relaciones Exteriores envió una nota a la Embajada de Gran Bretaña, que había consultado por los afectados, en la que se indica que tanto los hermanos Van Yurick, como Bárbara Uribe, según habían informado las autoridades competentes se encontraban "con arresto preventivo para su debida investigación, y su estado de salud es perfectamente normal". En esta corta nota no sólo se reconoce la detención de los afectados, sino también se reconoce de hecho la existencia de recintos secretos de detención. Cabe señalar que la detención de Cristián Van Yurick fue reconocida oficialmente por el Ministerio del Interior recién seis meses después de ocurrida, en enero de 1975, no obstante su familia ya lo visitaba en el Campamento de Prisioneros de Ritoque. Sin embargo, estuvo desaparecido por más de tres meses, sin que se supiera donde se encontraba.
Esta "nota" de la Cancillería fue desmentida por un Oficio del Director de la Secretaría de Derechos Humanos de la misma cartera, Javier Illanes Fernández, enviado a la Corte de Apelaciones de Santiago, en la que señala que esta información "errónea" se debió a una "confusión" de un funcionario.
El mismo "error" o confusión lo cometió el Comandante Antonio Ramírez, quien atendió a la madre de Edwin Van Yurick en las oficinas de la Secretaría Nacional de Detenidos el 20 de abril de 1975, informándole que su hijo y su nuera se encontraban detenidos y registrados como tales en el Kárdex de esa Secretaría, pero "sin decreto que ordenara su detención", indicándole que se encontraban en Tres Alamos. Le manifestó que era necesario oficiar a la DINA, lo que haría a través del Ministerio del Interior, que regresara en un mes y le daría más información. Ella regresó en el tiempo indicado, pero se le señaló que la DINA no había respondido y la pareja se encontraba incomunicada en un recinto que no estaban en condiciones de informar. Ella volvió al día siguiente con un Notario, ocasión en que le negaron la detención de los afectados, entonces ella le insistió al funcionario recordándole que el propio Comandante Ramírez le había encargado a él el trámite, pero éste sólo se limitó a decir que si el Comandante había dicho lo anterior, debió haber sido así, porque había una relación muy antigua en SENDET, agregando que él no tenía más que decir. Este hecho quedó consignado en un Acta levantada por el señor Notario.
Finalmente, el 25 de julio de 1975, poco más de un año después que fueran detenidos, apareció publicada en los periódicos una noticia dada a conocer por el diario brasileño O'DIA, que daba cuenta de la muerte de un grupo de chilenos, en enfrentamientos ocurridos con la policía de la localidad de Salta en Argentina, entre los cuales se mencionan los nombres de Edwin Van Yurick y Bárbara Uribe. Al día siguiente apareció una nueva noticia, esta vez reproducida en una Revista Argentina LEA, que daba cuenta de otras muertes de chilenos las que habían ocurrido producto de "rencillas internas" del MIR. En total, estas listas sumaban 119 ciudadanos chilenos que habían sido detenidos en el territorio nacional por efectivos de seguridad entre el año 1974 y la fecha de publicación de esta falsedad. Cabe agregar que estas publicaciones eran desconocidas en sus países y sólo fueron editadas en ese único número, con el sólo objetivo de dar a conocer esta tenebrosa versión de la suerte corrida por estas personas cuyas detenciones fueron sistemáticamente negadas por las autoridades chilenas. Por último, las autoridades argentinas negaron la veracidad de estos supuestos enfrentamientos y el gobierno militar chileno se vio en la obligación de reconocer ante los Tribunales que ninguno de los afectados según esta fatídica lista registraban salida del país.
El 13 de julio de 1974
JAIME MAURICIO BUZIO LORCA, 21 años de edad, estudiante de Mantención Mecánica en el Instituto Tecnológico de la UTE en Santiago, , fue detenido por efectivos de la DINA el 13 de julio de 1974, alrededor de las 12:00 horas, cuando regresaba de clases a su domicilio ubicado en calle República de Israel en la comuna de ñuñoa. Los aprehensores, todos armados, lo subieron violentamente en uno de los vehículos en que se movilizaban, retirándose de inmediato del lugar. Desde tempranas horas de esa mañana, una camioneta Chevrolet color amarilla, con toldo verde oliva y sin patente había permanecido estacionada frente a su casa, con tres civiles en su interior.
El afectado vivía en casa de doña Amelia Arredondo y sus hijos desde fines del año 1973, después que el marido de ella, Carlos Salazar Contreras, abogado socialista y amigo del ex Presidente Allende, muriera en el Estadio Nacional luego de haber sido detenido en octubre de ese año.
El joven Buzio fue conducido al recinto de la DINA ubicado en calle Londres 38, siendo sometido de inmediato a interrogatorios bajo fuertes y largas sesiones de tortura, las que le provocaron gran daño físico. Además, le rompieron sus lentes ópticos, sin los cuales podía ver muy poco.
En este lugar fue confrontado con otro prisionero, Cristián Van Yurick quien se encontraba detenido desde hacía un par de días al igual que su hermano Edwin y la cónyuge de éste, Bárbara Uribe. Los hermanos Van Yurick eran dirigentes del MIR y, si bien no militaba en ese partido, Buzio era amigo de ellos, con quienes había sido compañero de colegio en el Liceo Manuel de Salas. Al caer detenido Cristián Van Yurick, la DINA identificó un Jeep color naranja que usaban estos hermanos y también Jaime Buzio . Edwin Van Yurick y su cónyuge se encuentran desaparecidos, al igual que el afectado, en tanto su hermano Cristián permaneció varios meses detenido sin que se reconociera su arresto, siendo finalmente expulsado del país dos y medio años después.
Al día siguiente de su arresto, los agentes de la DINA fueron a detener a su amiga Beatriz Kettlun Maluk, ex compañera en la Escuela de Sociología de la Universidad de Chile, Ella también fue llevada a Londres 38, donde fue careada con Jaime sobre los vínculos políticos entre ambos antes y después del Golpe Militar. Según Beatriz, a su amigo lo acusaban de ocupar un alto cargo en el MIR. En un momento que pudieron conversar cuando no eran interrogados, el joven le contó que le imputaban hechos muy graves de los que nada sabía, que había sido sometido a torturas con aplicación de corriente y, previendo que ella sería dejada en libertad antes que él, le pidió le entregara un mensaje a su madre (que se encontraba en Argentina) en la eventualidad de que ella volviera a Chile.
Beatriz Kettlun pudo después identificar como uno de sus aprehensores a Osvaldo Romo Mena, quien dirigió los interrogatorios a que fue sometida y el careo con Buzio. Jaime le contó también que este sujeto había sido amigo suyo y habían trabajado juntos en la población Lo Hermida, antes del Golpe Militar del 11 de septiembre de 1973. Agregó que tenía una actitud doble con él, ya que lo trataba con benevolencia al mismo tiempo que lo torturaba. La testigo fue dejada en libertad tres días después de su arresto y en los días siguientes Osvaldo Romo la llamó por teléfono en varias oportunidades, preguntándole cómo estaba y anunciándole visitas para discutir con ella temas políticos. Cada vez que llamaba, ella le consultaba por Jaime y la última vez que la contactó, a fines del mes de julio de 1974, le respondió que su amigo ya no se encontraba en el lugar donde había estado con él.
Jorge Jaime Flores Durán fue detenido el mismo día que Buzio y también fue llevado a Londres 38. Ambos eran amigos de la infancia y pudieron conversar en los momentos que no eran sometidos a interrogatorios. Flores cuenta que la víctima se encontraba bastante mal físicamente por las torturas a que era sometido, y relata que el 18 de julio Buzio fue llevado durante el día a otro recinto del cual regresó en horas de la noche flagelado a tal punto que le era imposible hablar.
Otro testigo de su reclusión y torturas en este recinto de la DINA fue el ex prisionero Antonio Osorio Olivares, quien señaló que escuchaba los gritos y lamentos del joven Buzio cuando era objeto de tormentos.
Finalmente, también lo vio en ese lugar Oscar Alfaro Córdoba el cual permaneció recluido en Londres 38 durante ocho días. Producto de las torturas a que fue sometido y de la poca y mala alimentación que le suministraban, al joven se le activó una úlcera gástrica que padecía, lo que le provocaba fuertes dolores. Según Antonio Olivares, en una oportunidad Buzio debió ser llevado de urgencia a la Posta por su grave estado de salud.
El 24 de julio de 1974, alrededor de las 11:00 horas, Jaime Buzio fue sacado de esta casa de la DINA junto a otros detenidos. Desde entonces no fue visto nuevamente en ningún otro centro de interrogatorios ni Campamento de Prisioneros, excepto por Cristián Van Yurick que cree haberlo visto en Villa Grimaldi con posterioridad a esta fecha.
Dos días después que fuera detenido, el 15 de julio, Jaime fue conducido por Osvaldo Romo y otros dos agentes de la DINA a su domicilio, los que procedieron a allanar su dormitorio. En la vivienda se encontraba la empleada, María Emérita Navarrete, y el hijo menor de la dueña de casa de sólo 10 años. Jaime le expresó a la señora María que estaba detenido, lo que corroboró Romo agregando que iban a revisar sus cosas.
Uno de los agentes se llevó al niño al patio, en tanto los otros subieron a su pieza. El niño contó que el sujeto que lo custodió en el patio le preguntó si Jaime realizaba reuniones políticas en la casa. El afectado se veía muy mal, sucio, con moretones y despeinado, Romo le permitió cambiarse de ropa y señaló a la señora María que podía darle al joven unos tarros de leche condensada para llevárselos.
Después de permanecer alrededor de media hora en la casa, se retiraron en una camioneta nueva, cerrada. Antes de subirse al vehículo, Jaime alcanzó a decir que se preocuparan de su polola.
En julio de 1975, Jaime Buzio figuró en una nómina de 119 chilenos muertos en Argentina y otros países, algunos en supuestos enfrentamientos con fuerzas de seguridad argentinas y otros entre ellos mismos, debido a rencillas internas del MIR. Esta supuesta noticia fue publicada por el periódico brasilero O'DIA y la revista argentina LEA, ambas desconocidas en sus respectivos países y que fueron editadas sólo una vez, sin duda con el único objetivo de dar a conocer esta falsedad. Esta información fue negada por las autoridades argentinas y brasileñas, las que manifestaron no tener conocimiento de estos hechos. Ante esta evidencia, el gobierno militar chileno debió reconocer oficialmente que no había constancia de estas supuestas muertes, como tampoco que estas personas hubiesen abandonado el país. Los integrantes de esta nómina corresponden a personas detenidas por los servicios de seguridad chilenos, todas las cuales se encuentran desaparecidas desde entonces.
Son detenidos en su lugar de trabajo del centro de Santiago Artemio Segundo GUTIERREZ AVILA y Francisco Javier FUENTEALBA FUENTEALBA, aparentemente vinculados al MIR. Los detenidos desaparecieron y hay antecedentes que indican que habrían permanecido en el recinto de Londres 38.
Artemio Segundo Gutiérrez Avila, joyero, militante del MIR, fue detenido por 4 agentes de la DINA el 13 de julio de 1974, alrededor de las 10:30 horas, junto a su amigo Francisco Eduardo Fuentealba Fuentealba, también militante del MIR. El arresto ocurrió en la Joyería "Platinal" ubicada en calle Santo Domingo No.573, Dpto.33 y en la cual cumplía funciones laborales. El procedimiento fue presenciado por don Enrique Alejandro Trevich, dueño del establecimiento, y por la secretaria de éste. Los dos jóvenes, tras ser arrestados fueron trasladados a Londres 38 en donde fueron vistos por otros detenidos que sobrevivieron luego de su reclusión en dicho recinto.
Don Cristián Esteban Van Jurick Altamirano, expone en su testimonio haber sido detenido el 12 de julio de 1974 siendo trasladado al recinto individualizado. Entre los agentes aprehensores pudo identificar a Osvaldo Romo Mena y a Miguel Krassnoff Martchenko. En Londres 38 se percató de la presencia de Artemio Gutiérrez Avila y de Francisco Fuentealba, siendo confrontado con este último. Agrega en su testimonio, que tanto Artemio Gutiérrez como Francisco Fuentealba caen detenidos directamente vinculados a él, por información que sus captores sustrajeron de su casa; ellos trabajaban en un taller (joyería). Doña Erika Cecilia Hennings Cepeda, ex-detenida de Londres 38, expone en declaración jurada haber sido detenida el 31 de julio de 1974 y que en el recinto señalado se encontró con varias personas detenidas, entre ellas, Artemio Gutiérrez Avila.
Su familia realizó diversas diligencias y averiguaciones a fin de dar con su paradero sin que éstas dieran resultado alguno. Salvo angustiosas situaciones como las consultas realizadas en la Secretaría Nacional de Detenidos, SENDET, en donde en el mes de agosto, le informaron que su hijo se encontraba registrado como detenido, pero posteriormente le indicaron que su nombre ya no figuraba en los registros.
Transcurrido una semana de esto, le manifestaron que se encontraba detenido en 3 Alamos, pero nuevamente su nombre fue borrado de los registros de detenidos. Posteriormente, con fecha 11 de enero de 1975 su nombre figuró en una nómina de 200 detenidos que el gobierno militar expulsaría del país con destino a México, e incluso su nombre aparece en el Decreto reservado Nº528 del Ministerio del Interior de fecha 16 de abril de 1975 en el cual se le notifica que deber" hacer abandono del territorio nacional por constituir un peligro para la seguridad interior del Estado, en virtud de los antecedentes que obran en poder de dicho Ministerio. A estas contradicciones, se agregan las registradas en el recurso de amparo presentado en su favor y en el de Francisco Leiva Campos (nombre por el cual la madre de Artemio Gutiérrez conocía a Francisco Fuentealba), en el cual el Ministerio del Interior reconoce su detención y señala como recinto de reclusión el Campamento de Cuatro Alamos. Sin embargo, pese al reconocimiento oficial de su aprehensión, su familia nunca más volvió a verlo y aún desconocen la suerte que corrió en manos de la DINA.
El 14 de julio de 1974
agentes de la DINA detuvieron en su domicilio de la comuna de La Cisterna al militante del MIR Abundio Alejandro CONTRERAS GONZALEZ. En los días que siguen fueron detenidos otros dos militantes del MIR que se vinculaban con él: Germán Rodolfo MORENO FUENZALIDA y Marcos Esteban QUIÑONES LEMBACH.
Germán Moreno fue detenido el 15 de julio de 1974, en calle Independencia. Dos días más tarde fue conducido a su domicilio por sus aprehensores, donde detuvieron también a Marcos QUIÑONES, quien había acudido a ese lugar.
Hay testigos de la permanencia de los detenidos en Londres 38, desde donde desaparecen.
Abundio Alejandro Contreras González, casado, un hijo, militante del MIR, fue detenido el 14 de julio de 1974, alrededor de las 06:45 horas, por 5 agentes de la DINA armados de metralletas que irrumpieron violentamente en su domicilio ubicado en La Cisterna. Uno de los sujetos, dijo llamarse "julio" y ser su amigo nombrándolo por su apodo de "Jano".
Luego que la vivienda fue allanada, lo sacaron a golpes de puños y pies lo que fue presenciado por su padre y por su cónyuge. Ese mismo día, cerca de las 15 horas, el domicilio de su hermana Julia Amelia Contreras González, ubicado en el Campamento "Fe y Esperanza", fue allanado por los mismos agentes quienes manifestaron buscar un bolso que él habría mandado a guardar. Como no encontraron nada, volvieron al día siguiente, pero esta vez llevaron en calidad de detenido a Contreras González, en esta oportunidad indicaron a su hermana que no comentara los hechos ocurridos y que luego tendrían noticias.
Abundio Contreras González, tras ser detenido fue trasladado al recinto de la DINA de Londres 38 y luego, en la última semana de julio, a 4 Alamos desde donde desaparece, en estos recintos fue visto por testigos que sobrevivieron a su aprehensión. Don Cristián Esteban Van Yurick Altamirano, ex detenido de la DINA, expone en su testimonio haber sido arrestado el 12 de julio de 1974 siendo trasladado a ese recinto de reclusión. Allí fue interrogado y torturado con aplicación de electricidad en diversas partes del cuerpo.
También pudo percatarse de la presencia de otras personas detenidas, entre ellas, Abundio Contreras González, quien era miembro de la estructura del MIR denominada GPM1 y su caída es quizás en relación a Artemio Gutiérrez o Francisco Fuenzalida. Estas dos últimas personas son también detenidos desaparecidos y al igual que la víctima, eran miembros del GPM1 del MIR. Doña Scarlett Mathieu Loguercio, ex detenida de Londres 38, expone en su testimonio haber sido detenida el 15 de julio de 1974 y trasladada al recinto individualizado. Allí se encontraba en calidad de prisionero Abundio Contreras González, quien en una oportunidad le prestó útiles de aseo personal; fue trasladada junto a él a 4 Alamos alrededor del 25 de julio, iban en el mismo furgón en donde le manifestó: "soy el Pablo, me llamo Abundio Alejandro Contreras González"; nombre que ella nunca olvidó.
Su familia realizó diversas diligencias con el fin de dar con su paradero sin que ellas dieran resultado alguno y aún desconocen la suerte que corrió en manos de la DINA. Su cónyuge, doña Victoria Krüger Guajardo, también fue detenida a fines de julio de 1974, siendo dejada en libertad. Poco tiempo después, debió abandonar el país junto a su hija, ante el temor cierto de volver a ser detenida.
Germán Moreno Fuenzalida, casado, un hijo, dirigente de la salud y militante del MIR, fue detenido por la DINA el 15 de julio de 1974, alrededor de las 18:30 horas, luego que descendiera de un bus de pasajeros en calle Independencia con Borgoño, a escasa distancia de su domicilio. Fue trasladado a Londres 38, recinto secreto de la DINA, desde donde, el 17 de julio, fue llevado a su domicilio, lugar en el cual permaneció hasta las 20 horas, oportunidad en que llegó a su casa su amigo Marcos QUIÑONES Lembach, quien también fue detenido. Ambos pertenecían a la misma estructura partidaria junto a Martín Elgueta Pinto y Máximo Gedda Ortiz, quienes también se encuentran en calidad de detenidos desaparecidos. En esta visita obligada a su domicilio, Moreno Fuenzalida alcanzó a dejar una nota dirigida a su cónyuge en la cual le explica que se encuentra en poder de la DINA en calle Londres y que diera aviso a su madre y a su trabajo de esta situación. Los dos militantes del MIR fueron trasladados a Londres 38 desde donde desaparecen alrededor de la segunda quincena de agosto de 1974.
De su estadía forzosa en Londres 38 dan cuenta los testimonios de ex-detenidos de la DINA y que permanecieron prisioneros en ese lugar. Cristián Esteban Van Yurick Altamirano, detenido el 12 de julio de 1974 y trasladado al cuartel señalado, expone en declaración jurada haberse percatado de la presencia de numerosas personas detenidas, entre ellas, Germán Moreno Fuenzalida, sobre quien no está seguro si lo vio en Londres 38 o en la pieza 13 de 4 Alamos; también menciona a Máximo Gedda Ortiz y Martín Elgueta Pinto. Doña Nelly Patricia Doris Barceló, médico, también expone en declaración jurada haber sido detenida por la DINA en el mes de julio de 1974 y trasladada a Londres 38. Allí vio a Marcos QUIÑONES Lembach, a quien conocía antes, del Hospital San Borja, y quien cayó detenido junto a su amigo Germán Moreno Fuenzalida, cuyo nombre escuchó en las listas que pasaban en el lugar. Doña Erika Cecilia Hennings Cepeda, expone en diversos testimonios judiciales, y en declaración jurada, haber sido detenida por la DINA el 31 de julio de 1974 y trasladada al recinto de calle Londres. Allí vio a numerosos detenidos entre los cuales se encontraba Germán Moreno y Marcos QUIÑONES, consignando el 18 de agosto de 1974 como la fecha en que el primero de los nombrados desaparece de ese lugar junto a otros 5 prisioneros.
Su familia realizó numerosas diligencias a fin de dar con su paradero, sin que obtuviera resultado alguno. Salvo el hecho, que en las gestiones judiciales se logró el reconocimiento de su detención. Efectivamente, el Ministro del Interior General Raúl Benavides Escobar, informó al Juez del 2do. Juzgado del Crimen que Germán Rodolfo Moreno Fuenzalida permaneció detenido en 4 Alamos y que con fecha 5 de agosto de 1974 fue dejado en libertad. Sin embargo, la víctima aún continúa desaparecido y su familia desconoce la suerte que corrió en manos de la DINA.
15 de julio 1974
José Caupolicán Villagra Astudillo, casado, 3 hijos, obrero municipal, fue detenido el 15 de julio de 1974, alrededor de las 20:30 horas, por agentes de la DINA que se apersonaron en su domicilio y que se movilizaban en una camioneta Chevrolet C-10, de color celeste y crema, sin patente. Entre los agentes se encontraba Osvaldo Romo Mena. Testigos de los hechos fueron su cónyuge, sus hijos, y varios vecinos. Ese mismo día fue detenido Eduardo Lara Petrovich en su lugar de trabajo, la empresa I.R.T. y trasladado por sus captores a su domicilio ubicado en la Población Villa Francia. Posteriormente, tras el arresto de Villagra Astudillo, los dos fueron trasladados a Londres 38.
Una semana antes había sido detenido en esa misma población Enrique Toro Romero, quien también se encuentra en calidad de detenido-desaparecido. Los tres pertenecían a la Comunidad Cristiana de la población.
En el recurso de amparo interpuesto en favor de la víctima constan las declaraciones del sacerdote Mariano Puga, de doña Juana de las Mercedes Cabezas Pacheco, y de don Patricio Lara Ugas -hijo de Eduardo Lara- todos con domicilio en la población Villa Francia, quienes fueron testigos del operativo de la DINA en esa población y que culminó con el arresto de José Villagra y de Lara Petrovich. La cónyuge de la víctima, doña Rosa Irene Peñailillo Núñez, expone en el recurso de amparo que el día de los hechos, alrededor de las 17:30 horas, llegaron a su domicilio 5 sujetos de civil y preguntaron por su marido, como no se encontraba presente lo esperaron a que llegara, lo que ocurrió cerca de las 20:30 horas; los civiles le manifestaron que lo llevaban detenido para que "conversara con Eduardo Lara Petrovich", vecino de la misma población y quien también se encontraba detenido. Doña Gladys Susana de Los Angeles, domiciliada en la Villa Francia, también da cuenta en declaración jurada de los mismos hechos.
El 23 de julio, es detenido por la DINA el sacerdote Mariano Puga Concha. El párroco de la Parroquia Cristo Liberador de Villa Francia, compareció con fecha 7 de junio de 1979 ante el 8° Juzgado del Crimen, proceso rol No.11.273 instruido por la detención y posterior desaparecimiento de Jaime Buzio Lorca. En su testimonio judicial, expone que tras ser detenido fue trasladado amarrado y con la vista vendada a un lugar que supone se trate de Villa Grimaldi en donde permaneció un día y luego fue trasladado a 4 Alamos permaneciendo incomunicado. Allí lo tuvieron alrededor de 3 días para posteriormente ser llevado a Londres 38, desde donde fue sacado para ser puesto en libertad en casa del Cardenal Raúl Silva Henríquez. En Villa Grimaldi fue interrogado intensamente en relación a 3 detenidos de su comunidad, Enrique Toro Romero, Eduardo Lara y José Villagra Astudillo, querían su interrogadores que les dijera la militancia política de estas personas. En 4 Alamos, uno de los detenidos que allí estaban, le manifestó que en una de las celdas en el marco de la ventana estaba escrito los nombres de 4 personas detenidas, los 3 ya individualizados, y el cuarto corresponde a Ramón Rojas, también de Villa Francia, quien luego de permanecer unos 4 meses detenido salió al exilio.
Doña Rosa Peñailillo realizó numerosas gestiones con el fin de dar con el paradero de su cónyuge. En una de ellas, en carta enviada a la Jefatura de Zona en Estado de Sitio de la Provincia de Santiago, recibió respuesta del Coronel Hernán Ramírez Ramírez, indicándole que gestionó ante la Secretaría Nacional de Detenidos, SENDET, "la solicitud de levantar la incomunicación a su esposo". Y que esa Jefatura no tiene tuición sobre el SENDET. Con este antecedente, concurrió a dicho organismo, lugar en el cual, tanto el Comandante Correa como con el Teniente Cienfuegos, le informaron luego de revisar un fichero delante suyo, que José Caupolicán Villagra Astudillo lo tenía la DINA y que ellos nada podían hacer por cuanto la DINA era un organismo totalmente ajeno y autónomo, que informaban cuando querían y que ellos no podían exigirle que informaran aún a punta de pistola. Pese a estas informaciones, nunca hubo un reconocimiento oficial de la detención y su familia aún desconoce la suerte que corrió en manos de la DINA.
Cabe señalar, que en el testimonio del ex-detenido Oscar Armando Alfaro Córdova, se señala que se percató de la presencia de Lara Petrovich y de Toro Romero en Londres 38.
En julio de 1975, su nombre figuró en una nómina de 119 personas que habrían muerto en la Argentina en enfrentamientos entre grupos de ultraizquierda o en combates con las Fuerzas Armadas Argentinas. Las revistas que publicaron dicha nómina, "LEA" de Argentina y "O'DIA" de Brasil, editaron una sola publicación sin editor responsable y sus direcciones como pie de imprenta resultaron ser falsas. Esta información fue negada por las autoridades argentinas y brasileñas, las que manifestaron no tener conocimiento de los hechos denunciados. Ante esta evidencia el gobierno militar chileno debió reconocer de que no había constancia ni de las muertes ni de que estas personas hubiesen abandonado el país. Los integrantes de esta nómina tienen en común haber sido detenidas por los servicios de seguridad chilenos y en especial la DINA y permanecer en calidad de desaparecidos desde la detención.
El 16 de julio de 1974
Es detenido por agentes de la DINA el dirigente del MIR Máximo Antonio GEDDA ORTIZ, quien desapareció del recinto de la DINA de Londres 38, lugar donde fue visto por testigos.
17 de julio 1974
Jaime del Tránsito Cádiz Norambuena, casado, dos hijos militantes del MIR, fue detenido por efectivos de la DINA el 17 de julio de 1974, alrededor de las 22:30 horas, en el domicilio de su madre doña María Cristina Norambuena Bascuñán, ubicado en calle 5 Sur Nº3936 de la población José María Caro. A la hora señalada, unos seis sujetos armados, movilizados en una camioneta, tocaron la puerta, y uno de ellos, conocido de la víctima, lo llamó para que abriera. Al salir Jaime Cádiz en ropa de dormir, fue de inmediato reducido a golpes de pies y puños. La violencia generada provocó el desmayo de su hermana Patricia Cádiz, testigo presencial de los hechos. Tras la golpiza, fue introducido a la camioneta y trasladado a Londres 38, recinto clandestino de la DINA.
El mismo día de su arresto, habían concurrido al domicilio de su madre, dos civiles que preguntaron por un señor de "apellido Galdamez". Posteriormente, a las 22:30 horas, estos civiles volvieron junto a los demás aprehensores con el fin de detenerlo.
De la estadía de Jaime Cádiz Norambuena en ese recinto, da cuenta el testimonio del ex detenido Oscar Armando Alfaro Córdova, sobreviviente de Londres 38, quien dice haber sido detenido por ese organismo el 9 de julio de 1974, trasladado al recinto individualizado en donde fue torturado mediante golpes de puños, aplicación de corriente eléctrica en distintas partes del cuerpo. Por los dichos de otros detenidos, se enteró que en ese recinto habían otros detenidos, entre ellos Jaime Cádiz Norambuena.
Su cónyuge, Sara Ruth Hormazábal Pastene, expone en declaración jurada, que el 14 de septiembre de 1974, a las 3 de la madrugada, llegaron a su domicilio de la población Carlos Cortés un numeroso grupo de civiles y uniformados, movilizados en vehículos particulares y camionetas militares. Siete de los sujetos de civil la hicieron salir al pasillo y allí le dijeron que venían de parte de su marido, de quien dijeron que se encontraba "físicamente, muy bien, pero moralmente casi muerto". Los civiles le preguntaron por unas armas, que presuntamente habría escondido junto a su cónyuge; la amenazaron recordándole que tenía dos hijos y que ellos tenían una "máquina" con la cual nadie calla, incluso le hicieron sacar una frazada "para llevarla detenida", lo que finalmente no ocurrió. Mientras se encontraba en el pasillo, se percató como los militares entraban a los demás departamentos del edificio y como otros individuos de civil llevaban a una persona encapuchada, con él subieron al cuarto piso, hacia el entretecho; en esos instantes, los agentes volvieron a amenazarla, señalándole que lo pasaría muy mal si encontraban armas. Nada encontraron. El operativo duró hasta las 6 de la mañana. Ella piensa que la persona encapuchada era Jaime Cádiz Norambuena.
Sara Hormazábal Pastene concurrió a Investigaciones, Comisarías de Carabineros, Hospitales y Regimientos, obteniendo sólo respuestas negativas. En la Secretaría Nacional de Detenidos, SENDET, el Comandante Correa le aconsejó estuviera tranquila, diciéndole que si su marido había sido detenido en pijama, seguramente le darían ropa y zapatos, y que Jaime "era para ellos como un limón que había que exprimir hasta la última gota, porque así se obtenían informaciones y seguridad para Chile". Pese a todas las diligencias que realizó en favor de su cónyuge, aún desconoce la suerte que corrió en manos de la DINA.
En la comuna de Providencia, fue detenida por agentes de la DINA, la militante del MIR María Inés ALVARADO BORGEL. Sus captores la condujeron más tarde al domicilio de Martín ELGUETA PINTO, militante del MIR, quien también fue detenido, junto con Juan Rosendo CHACON OLIVARES, asimismo militante del MIR, y con otras personas que fueron después liberadas.
Martín Elgueta Pinto, soltero, estudiante de Ingeniería Comercial de la Universidad de Chile, militante del MIR, fue detenido el 15 de julio de 1974, alrededor de las 19:30 hrs., en el departamento del matrimonio formado por Juan Rosendo Chacón Olivares (detenido el mismo día que el afectado y actualmente desaparecido) y Verónica Martínez Ahumada, ubicado en Antonio Varas Nº 240, Depto. 202, Providencia. En su aprehensión participaron agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), encabezados por Osvaldo Romo Mena y movilizados en varios vehículos, entre éstos, camionetas chevrolet C 10.
Horas antes, alrededor de las 15:00 hrs., había sido detenida, en la vía pública, también por agentes de la DINA, María Inés Alvarado Bórgel (actualmente desaparecida), novia del afectado, en presencia de Verónica Martínez, quien llevaba consigo a su pequeña hija Camila, la que logró escabullirse y dirigirse hacia su domicilio, en donde informó de los hechos a un primo de su marido, Antonio Osorio. Según declaraciones de este último, a partir de entonces se notó un intenso despliegue de personas que evidenciaban ser agentes de seguridad, en torno al edificio.
Alrededor de las 17:30 hrs., unos 10 individuos fuertemente armados, entre ellos Osvaldo Romo, se presentaron en el departamento de la Avenida Antonio Varas, identificándose como funcionarios de la DINA. Estos iban armados y llevaban a María Inés Alvarado, la que se veía muy asustada y sangraba del labio superior. Después de confirmar la dirección, procedieron a llevársela, mientras otros agentes allanaban el departamento. A las 19 hrs. llegó Raúl Chacón Zenteno (padre de Juan Rosendo), y media hora más tarde lo hizo Martín Elgueta, a quien le quitaron un paquete de ropa que llevaba. A las 8 de la noche, concurrió hasta el domicilio Juan Rosendo Chacón (actualmente desaparecido).
Todos ellos fueron detenidos, incluyendo a Verónica Martínez Ahumada y Antonio Osorio, y conducidos, vendados, a Londres 38, recinto secreto de reclusión y tortura de la DINA. Aquí, Martín Elgueta fue visto por varios testigos. Antonio Osorio Olivares señaló que al afectado lo llevaban a interrogatorio tres veces al día. En más de una oportunidad escuchó sus gritos de dolor y quejidos. Por su parte, Ramón Osvaldo Barceló, quien conocía a la víctima desde niño, también lo vio en Londres 38 y en malas condiciones físicas, en la noche del 14 al 15 de agosto de 1974. Incluso, el mismo Martín Elgueta le había dicho con anterioridad a Antonio Osorio, "he sufrido muchas torturas, pero estoy bien de salud. Por más que me torturen, no hablaré, pues nada tengo que decir".
Cinco días más tarde fueron sacados de Londres 38 para ser conducidos al campamento de incomunicados de Cuatro Alamos: Verónica Martínez, Raúl Chacón Zenteno, Antonio Osorio Olivares (todos puestos en libertad posteriormente) y Juan Rosendo Chacón Olivares (quien desapareció desde ese recinto), quedando detenidos en Londres 38 Martín Elgueta y María Inés Alvarado Bórgel, los que desaparecieron desde allí.
También fue visto en este recinto por Cristián Van Yurick, Graciela Scarlett Mathieu y por Nelly Barceló. Durante su reclusión, Martín Elgueta fue sacado del recinto de la DINA en dos oportunidades. El 17 de julio de 1974, alrededor del mediodía, fue llevado hasta el domicilio de María Matilde Cheuquemán Cheuquemán, en la población Buzeta, la que guardaba enseres de la familia Elgueta. El objetivo de la visita fue retirar un par de frazadas. Según María Matilde, el afectado, quien se veía muy sucio y con mal aspecto, se presentó acompañado de un civil de más o menos su misma edad, "amable y rubio", quien, en ningún momento se separó de su lado. La descripción de este agente corresponde a uno de los que allanó el departamento de Antonio Varas y participó en la detención de Martín.
Días después, el 25 de julio de 1974, Martín Elgueta y María Inés Alvarado Bórgel fueron llevados, esta vez por Osvaldo Romo y otros 2 civiles, hasta el domicilio de la madre de ella, Inés Bórgel González, ubicado en la calle Dublé Almeyda en Ñuñoa. Las víctimas mostraban en sus frentes una mancha negra, al parecer de quemadura. En esa ocasión, María Inés dijo a su madre que ambos estaban detenidos y que permanecían en las mismas condiciones. Al cabo de unos 10 minutos, los agentes se llevaron a los jóvenes, subiendo con ellos a una camioneta Chevrolet C 10 nueva.
Posteriormente, en febrero de 1975, en una "conferencia de prensa", realizada por cadena nacional de radio y televisión desde el Edificio Diego Portales, 4 dirigentes del MIR que se encontraban detenidos en poder de la DINA, entregaron públicamente el nombre de Martín Elgueta como uno de los militantes del partido que estaba "exiliado".
Un año después de su detención y desaparecimiento, en julio de 1975 el nombre del afectado apareció en la lista de los 119 chilenos que presuntivamente habían muerto en enfrentamientos en Argentina. Estaba incluido en la nómina de la revista "Lea" que apareció por única vez. La veracidad de este hecho jamás ha podido ser comprobada, más aún, ningún Gobierno, ni siquiera el chileno, lo ratificó oficialmente. El Coronel Jorge Espinoza Ulloa, Secretario Ejecutivo del Servicio Nacional de Detenidos (SENDET), informó al Tribunal, el 23 de septiembre de 1975, que en la Secretaría que él dirigía no se registraban antecedentes de las detenciones o muertes en el extranjero de María Inés Alvarado Bórgel y de Martín Elgueta Pinto.
Poco más de un mes antes de la detención de Martín, agentes de la DINA, encabezados también por Osvaldo Romo, habían detenido a su hermano Raimundo Belarmino Elgueta (mayo de 1974), el que fue violentamente torturado y amenazado de muerte, pasando por distintos centros de reclusión y permaneciendo desaparecido por más de 10 días. Por otra parte, también el domicilio de su familia había sido allanado por Romo, mientras que su padre, Belarmino Elgueta Becker, alto dirigente del partido socialista, se encontraba en el exilio en México. También su madre, Yolanda Pinto ( ya fallecida) y su hermana, fueron víctimas de graves amedrentamientos por Osvaldo Romo en distintas ocasiones.
El 18 de julio de 1974
Es detenido en la vía pública en Santiago, el militante del MIR Daniel Abraham REYES PIÑA. Ese mismo día fue llevado por los captores a su domicilio a buscar unos papeles.
Daniel Abraham Reyes desapareció del recinto de la DINA de Londres 38, lugar donde fue visto por testigos.
El 19 y 20 de julio de 1974
fueron detenidos los amigos y militantes del MIR Pedro Enrique POBLETE CORDOBA y Leopoldo Daniel MUÑOZ ANDRADE, quienes según diversos testimonios fueron llevados al recinto de Londres 38.
El 20 de julio de 1974
agentes de la DINA detuvieron al dirigente del MIR Luis Julio GUAJARDO ZAMORANO, quien se encontraba en un taller de bicicletas en las cercanías del Club Hípico de Santiago. Más tarde los mismos agentes volvieron al lugar para detener al dueño del taller, Sergio Daniel TORMEN MENDEZ y a dos personas más que luego fueron liberadas, entre ellas el hermano de Sergio Tormen, Peter.
Luis Guajardo Zamorano, 22 años de edad, miembro del Club "Centenario" de ciclismo, dirigente del MIR, fue detenido el 20 de julio de 1974 alrededor de las 11 horas, en el Taller Ciclista ubicado en calle San Dionisio 2554, Santiago, por 3 agentes de la DINA movilizados en una camioneta doble cabina, tipo C-10, color rojo, al cual fue introducido. Uno de los aprehensores interrogó a los dueños del taller, a Peter Tormen Méndez, de 14 años de edad, y a Sergio Daniel Tormen Méndez, campeón nacional de ciclismo, acerca de las actividades de Guajardo Zamorano. Luego del interrogatorio, los agentes se marcharon con rumbo desconocido. Sin embargo, media hora después, los sujetos aprehensores de Guajardo volvieron al Taller y preguntaron por un bolso que la víctima habría dejado en ese lugar. Como no obtuvieron respuesta, procedieron a detener a los hermanos Tormen Méndez y tras subirlos a la camioneta, les vendaron la vista y los trasladaron también con rumbo desconocido. Ese mismo día, cerca de las 21 horas, los mismos sujetos se presentaron en el domicilio colindante con el taller ciclista y arrestaron a Juan Andrés Moraga Gutiérrez, entrenador de la Selección de Ciclismo de Chile y lo subieron a una camioneta en cuyo interior se encontraba Sergio Tormen con la vista vendada. Les prohibieron hablar entre sí y a Moraga Gutiérrez le pusieron una venda de scotch en los ojos.
Dos días después, Peter Tormen y Juan Moraga, que habían sido recluidos en Londres 38 tras ser arrestados, fueron sacados de ese recinto secreto de la DINA en un vehículo con la vista vendada y, los dejaron en libertad en Avenida Matta con San Diego. En el Cuartel clandestino les tomaron una declaración y siempre se les mantuvo con la vista vendada. Luis Guajardo Zamorano y Sergio Tormen Méndez quedaron en poder de la DINA y hasta ahora se desconoce la suerte final que corrieron en manos de sus captores.
Pero sí ha sido posible conocer algunas circunstancias que rodearon su permanencia en Londres 38. El 23 de julio de 1974, Luis Guajardo fue sacado del recinto de detención y tortura de la DINA y llevado al sector poniente de la Capital, con la finalidad de que reconociera a sus compañeros de partido (en terminología de la DINA esto se conocía como "porotear"), alrededor de las 11 horas, la víctima logró zafarse de sus torturadores y al llegar corriendo a calle General Velásquez, altura 1890, se lanzó bajo las ruedas de un camión Ford año 1967, cuyo conductor señaló posteriormente, "me enteré en la Comisaría que era una persona al parecer extremista, que se había arrancado y corría para huir". El vehículo alcanzó a maniobrar y sólo le pasó a llevar una pierna. Luis Guajardo quedó tendido a una orilla de la calle y sólo atinó a pedir ayuda y gemir angustiosamente. En el lugar de los hechos se hizo presente el sacerdote Vicente Irarrázabal, quien asistió a Guajardo y lo acompañó en la ambulancia -que alguien solicitó- hasta la Posta Nº3 de la Asistencia Pública. Allí fue atendido por el Doctor Leopoldo Benavides Zamora, quien expresó que efectivamente atendió a la víctima, quien presentaba una contusión y erosión de la cadera, muslo y pierna izquierda, y se quejaba mucho de dolor en los testículos, como estaba consciente y tenía buena presión, le dio una orden para que dentro de 24 horas fuera al Instituto Traumatológico; sin embargo, en esos momentos se le acercaron 2 hombres que le dijeron que el joven estaba detenido; él les manifestó que el enfermo necesitaba atención traumatológica por una posible fractura a la cadera y contusión testicular, entonces los civiles le indicaron que lo llevarían al Hospital Militar, información que él anotó en la ficha del enfermo. Los sujetos también le expresaron al médico que Guajardo Zamorano era un extremista fugado y que por tal razón lo detenían. Posteriormente, practicadas las averiguaciones en el Hospital Militar, se constató que jamás fue ingresado a ese recinto asistencial.
Existen testimonios de víctimas sobrevivientes, que dan cuenta que el afectado fue nuevamente trasladado a Londres 38. Las señoras Erika Hennings de Chanfreau, Patricia Barceló y Scarlett Mathieu Loguercio coinciden en señalar que se encontraba en malas condiciones físicas como consecuencia de las torturas a que había sido sometido. Otro sobreviviente, Cristián Van Yurick Altamirano, señala en una declaración jurada que en Londres 38 vio a Luis Guajardo Zamorano, a quien conocía de antes; se hablaba de él porque intentó escapar en una salida, tenía una pierna quebrada. En este recinto, participaban los agentes Osvaldo Romo, Miguel Krassnoff Martchenko, Basclay Zapata (conocido como "El Troglo"), Marcelo Moren Brito (conocido como "El Ronco" el "Oso" o el "Coronta"), quienes participaban en los interrogatorios, torturas y violaciones.
24 de julio 1974
Sergio Arturo FLORES PONCE, estudiante universitario, militante del P.C.R. fue detenido por agentes de la DINA en la vía pública el 24 de julio de 1974, alrededor de las 17:00 hrs. En los momentos en que junto a otra persona esperaban movilización en Diagonal Paraguay esquina de Portugal en la ciudad de Santiago, se les acercaron los agentes de la DINA, con el objeto de aprehenderlos, ante lo cual, el acompañante del afectado logró escapar, siendo detenido este último.
Según el testimonio de su madre, Lidia Ponce, Sergio Flores salió ese día de su casa a las 15:00 horas aproximadamente. Ella informó además que posteriormente, el 29 del mismo mes, en su casa se recibió una llamada telefónica, por medio de la cual una anónima voz preguntó por el afectado y al informársele que no regresaba desde el 24 de julio, la persona afirmó que se encontraba detenido sin decir nada más.
El 22 de febrero de 1977 a las 06:00 hrs., llegaron hasta el domicilio de una tía del afectado, Inés Flores, en La Reina, dos sujetos que no se identificaron, los que preguntaron por el afectado, respondiéndoles que él se encontraba desaparecido desde su detención en julio de 1974. Uno de los hombres tomó nota de lo señalado por la señora Inés y acto seguido se retiraron.
Informaciones entregadas por personas detenidas por la DINA y que lograron ser reconocidos como detenidos y posteriormente puestos en libertad, han permitido conocer detalles de la situación vivida y lugares de reclusión de un importante número de detenidos desaparecidos que no corrieron igual suerte.
Entre estos importantes testimonios se encuentra el de Cristián Van Yurik Altamirano, detenido por la DINA el 12 de julio de 1974 y recluido en diversos recintos de detención de dicho organismo. El relata que Sergio Flores Ponce estuvo recluido en el cuartel de la DINA, en calle Londres 38, donde también fue llevado Jaime Buzzio Lorca, detenido antes que el afectado, el 13 de julio de 1974, y vinculado políticamente a él. Ambos fueron careados entre sí en el recinto mencionado, los dos permanecen en calidad de detenidos-desaparecidos. Agrega que a mediado de agosto de ese mismo año fueron sacados del recinto mencionado cerca de 20 detenidos y nunca más fueron vueltos a ver.
La familia del afectado realizó numerosas gestiones ante las autoridades administrativas y militares, como es el caso ante el Coronel de Ejército Orlando Ibáñez, Jefe del Estado Mayor de la Zona en Estado de Sitio de la Provincia de Santiago, entre otras presentaciones, sin embargo en todas fue imposible obtener información o reconocimiento de su detención y desaparecimiento.
El 25 de julio de 1974
Son detenidos los militantes del MIR Ramón Osvaldo NÚÑEZ ESPINOZA y Juan Ernesto IBARRA TOLEDO, el primero en su domicilio de la Población San Genaro y el segundo en la vía pública. Ambos fueron llevados al recinto de la DINA de Londres 38 donde fueron vistos por última vez.
El 26 de julio de 1974
Ismael Darío Chávez Lobos, estudiante universitario, 22 años de edad, militante del MIR, fue detenido a las 23:00 horas del 26 de julio de 1974, por tres agentes de la DINA que llegaron hasta su domicilio.
La noche señalada un sujeto de civil llegó hasta la casa del afectado en la comuna de Quinta Normal preguntando por él, su cónyuge Mónica Pilquil, quien lo atendió le explicó que en ese momento Ismael Chavez se encontraba en cama. Ella recuerda que en ese momento pensó que el hombre podía ser amigo de la víctima, por lo que le pidió que se identificara, entonces, señala en su relato "entraron a nuestra casa otros dos hombres vestidos de civil quienes me dijeron que me encerrara en el comedor pues tenían que conversar con mi marido. Momentos después él se me acercó diciéndome que lo llevaban detenido". Los sujetos en ningún momento exhibieron una orden competente, como tampoco indicaron las causas de la detención ni el lugar donde sería llevado el afectado. Al salir los agentes de la DINA dijeron a Mónica que no se preocupara pues él iba a volver luego, después que fuera interrogado. Ella recuerda de ese momento que uno de los aprehensores había sido compañero de curso de la víctima y que al parecer era funcionario de Investigaciones.
A pesar de lo afirmado por los agentes, Ismael Chávez jamás volvió a su hogar puesto que la DINA lo mantiene hasta el día de hoy en calidad de detenido desaparecido. En esos días Ismael Chávez había sido padre de su único hijo.
Posteriormente a la detención, se reprodujo en el Diario "LA SEGUNDA" de Santiago un artículo extraído del apócrifo Diario "O'DIA" de Brasil, que publicó una crónica en la que se señala que 59 chilenos murieron en enfrentamientos con fuerzas de seguridad argentinas en la provincia de Salta. Entre los chilenos de la lista figura el nombre de Ismael Chávez Lobos. Otra lista con nombres apareció en el semanario argentino LEA. El Ministerio de Relaciones Exteriores al ser consultado respecto de la información publicada por el vespertino nacional, señaló que no fue posible confirmar la veracidad de los hechos informados. Todos los nombres de las personas que figuraban en las listas habían sido detenidos por los Servicios de Seguridad y se encontraban desaparecidos desde la detención.
Tiempo después de la detención de Ismael Chávez, su cónyuge y en esa época su pequeño hijo, debieron abandonar el país por razones de seguridad.
El 27 de julio de 1974
agentes de la DINA detuvieron al militante del MIR Juan Bautista BARRIOS BARROS, en la vía pública en Santiago. Tres días más tarde el detenido fue llevado al domicilio del aparentemente también vinculado al MIR, Ofelio de la Cruz LAZO LAZO, en la Villa Manuel Rodríguez, donde éste fue detenido. Luego, ambos fueron llevados al domicilio de Eduardo ALARCON JARA, también vinculado al MIR, en la población Robert Kennedy, al que también detuvieron.
Eduardo Enrique Alarcón Jara, Albañil, casado, tres hijos, militante del MIR, fue detenido el 30 de julio de 1974, a las 02:30 horas de la madrugada, en su domicilio y en presencia de su esposa -María Meneses Saavedra- y de sus hijos. La aprehensión la practicaron agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional, encabezados por Osvaldo Romo Mena, que se movilizaban en una camioneta color rojo, sin patente.
Días antes, el 27 de julio del mismo año, había sido detenido por agentes de la DINA Juan Bautista Barrios Barros, también militante del MIR. Ese día 30 de julio, Barrios Barros fue conducido al domicilio de Ofelio de la Cruz Lazo, quien fue detenido en esos momentos por los agentes de los servicios de seguridad mencionados. Luego, ambos fueron llevados hasta la casa de Eduardo Enrique Alarcón Jara, procediéndose a su detención. Los tres se encuentran actualmente desaparecidos. No existen testigos de la permanencia del afectado, ni de las otras dos víctimas, en recinto de reclusión alguno. Sin embargo, un año más tarde, en julio de 1975, el nombre de Eduardo Enrique Alarcón Jara apareció en la lista de 119 chilenos que presuntivamente habrían muerto en enfrentamientos en Argentina. La veracidad de estos hechos jamás ha podido ser comprobada, más aún, ningún Gobierno, ni siquiera el chileno, lo ratificó oficialmente. Al respecto, el Mayor de Ejército Enrique Cid Coubles, de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, informó al Tribunal, en septiembre de 1975, que "no hay antecedente oficial alguno de que las personas nombradas en dichas nóminas hayan fallecido en el extranjero. Tampoco hay antecedentes de que estas personas hayan salido del país".
También el 27 de julio de 1974
Es detenido en Santiago en la vía pública Jorge Alejandro OLIVARES GRAINDORGE, aparentemente vinculado al MIR. Tres días después, Jorge Olivares fue conducido al domicilio de su amigo Zacarías Antonio MACHUCA MUÑOZ, también vinculado al MIR, quien igualmente fue detenido.
José Manuel Ramírez Rosales, casado, un hijo, 22 años de edad, militante del MIR, fue detenido a la una de la madrugada del 27 de julio de 1974, en su domicilio de la comuna de La Granja, por tres individuos de civil que, haciéndose pasar por funcionarios de Investigaciones, le indicaron al afectado que se lo llevarían a la Comisaría de Investigaciones de La Cisterna para que prestara algunas declaraciones.
Los agentes, entre los que se pudo identificar a Osvaldo Romo Mena, eran de la DINA, y en ningún momento presentaron orden competente ni se identificaron debidamente. Se llevaron al afectado señalándole a su cónyuge, Nelly Berenguer, que fuera a preguntar por él al cuartel indicado anteriormente. De inmediato su familia se dirigió al mencionado recinto, donde negaron cualquier relación con los hechos descritos. A pesar de las gestiones y averiguaciones realizadas, José Ramírez jamás regresó a su hogar.
Días antes de la detención de José Ramírez, precisamente el 20 del mismo mes, habían sido detenidos por agentes de la DINA los ciclistas Luis Guajardo Zamorano y Sergio Tormen Méndez, ambos compañeros de equipo de trabajo en el MIR con el afectado. Incluso, testimonios posteriores señalaron que Juan Ramírez alcanzó a reemplazar a Luis Guajardo en su responsabilidad en el MIR. Además, según han relatado sobrevivientes de la DINA, el afectado y los dos compañeros mencionados fueron vistos por ellos en el recinto de calle Londres Nº38 y luego Villa Grimaldi, perdiéndose su paradero en septiembre de 1974. Los tres detenidos permanecen en calidad de desaparecidos hasta el día de hoy.
A partir de la detención, su familia realizó diversas diligencias que les permitieran conocer la situación y el paradero de José Manuel Ramírez. A sólo dos semanas de los hechos, en los primeros días de agosto de 1974, José Berenguer suegro de la víctima, se encontraba en la calle cuando se le acercó una mujer que, luego de preguntarle si tenía un yerno desaparecido y un nieto de siete meses, le informó que José Ramírez estaba en Londres 38 y que estaba siendo torturado; acto seguido, la mujer se retiró repentinamente del lugar.
Posteriormente Nelly Berenguer presentó una carta al Jefe de la Junta Militar de Chile, General Augusto Pinochet Ugarte, en la que le exponía la situación vivida por su marido, ella y su pequeño hijo de sólo 7 meses a partir de la madrugada del 27 de julio de 1974, le indica en la misiva la irregularidad de la detención y de los procedimientos utilizados por los agentes de la DINA, además le solicitó que, ante gestiones del gobierno de Venezuela, él ordenara la libertad de Juan Ramírez. A pesar de que la carta llegó a su destinatario, el afectado no fue liberado por la DINA, ni a su familia las autoridades le explicaron jamás las razones que tuvo el mencionado organismo de seguridad para secuestrarlo y hacerlo desaparecer.
El 28 de julio de 1974
Son detenidos en Parral, por Carabineros del lugar, los amigos Hernán SARMIENTO SABATER y Arnoldo Vivian LAURIE LUENGO, ambos aparentemente vinculados al MIR. Testigos vieron a los detenidos en la Comisaría de Parral.
Hay antecedentes de que Hernán Sarmiento y Arnoldo Vivian Laurie habrían sido trasladados a Santiago al recinto de Londres 38, lugar donde se perdió su rastro.
29 de julio de 1974,
Luis Armando Valenzuela Figueroa, casado, estudiante, militante del MIR, fue detenido a las 07:00 horas de la mañana del domingo 29 de julio de 1974, en una "ratonera" hecha en su domicilio de calle San Francisco 1917 de la capital, por agentes de la DINA. El operativo represivo comenzó a las 03:00 horas de la madrugada, cuando llegaron a la casa unos 18 agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional, los que se movilizaban en una camioneta Ford de color beige, con la placa patente borrada y un Fiat 600 de color rojo. Los sujetos ingresaron y, junto con realizar un allanamiento del domicilio, procedieron a detener al dueño de casa y padrastro del afectado, Luis Lecaros Munita. A éste le vendaron la vista y lo subieron a la camioneta, en ella un grupo de agentes lo llevaron hasta el recinto de la DINA ubicado en calle Londres Nº38, en el centro de Santiago. En el camino, recuerda el señor Lecaros, fueron detenidas otras personas y a todos se les amenazaba de muerte si intentaban cualquier cosa.
Mientras tanto, otros agentes se quedaron en la casa esperando la llegada del afectado. En el lugar fueron obligados a permanecer en calidad de "retenidos" la madre del afectado, la señora María Eliana Figueroa y siete hijos del matrimonio, todos menores de edad.
Cerca de las 07:00 de la mañana llegaba a su hogar Luis Valenzuela, y en los momentos en que entraba fue amenazado con un arma por uno de los agentes, lo hicieron tenderse en el piso y lo mantuvieron encañonado, en el intertanto uno de los sujetos llamó por teléfono para que los fueran a buscar.
Aproximadamente a las 08:00 de la mañana, llegaron 3 vehículos de la DINA en los que se llevaron al detenido. En ningún momento los agentes presentaron orden competente que los facultara para allanar el domicilio y detener a Luis Lecaros y Luis Valenzuela.
Según el testimonio de Luis Lecaros, ese mismo domingo, horas después de que él llegara, escuchó que alguien pronunciaba en voz alta el nombre completo de su hijastro Luis Valenzuela Figueroa, cuando pasaba lista a los detenidos.
Al día siguiente, en la tarde del lunes 30 de julio de 1974, fueron sacados del recinto de Londres Nº38 algunos detenidos, entre los que se encontraban el afectado y su padrastro. En una camioneta fueron trasladados hasta un lugar ubicado a unos treinta minutos de allí, en el que al ingresar se debe abrir un portón metálico. Ahí los obligaron a permanecer en el segundo piso de una casa, donde Luis Lecaros pudo estar junto al afectado, su hijo, y otros detenidos. Al rato los llamaron a declarar, primero le tocó el turno a él. En un pasillo del recinto un sujeto le preguntó por sus conocidos, relaciones personales, etc. Luego llamaron al afectado, a quien condujeron hasta una sala contigua donde, según declaración de Luis Lecaros, le ordenaban que "hablara y diera nombres. Yo escuchaba sus gritos de dolor, a causa de los golpes y la aplicación de electricidad que recibió.
Adolorido y en mal estado volvió a nuestra pieza. No pudo descansar mucho; horas después fue nuevamente interrogado y torturado en la misma pieza contigua, debiendo por mi parte escuchar y psíquicamente soportar su tormento". Más tarde les permitieron dormir para lo que los agentes les facilitaron unas frazadas, el afectado en muy malas condiciones pudo dormir junto a su padre.
En la mañana del día siguiente, martes 31 de julio de 1974, el afectado fue llamado nuevamente para ser interrogado, oportunidad en que fue duramente castigado por los agentes de la DINA. Mientras tanto, a su padre le informaron que saldría en libertad ese día y que él lo haría en unos dos días más. Al anochecer llamaron a Luis Lecaros y a otros detenidos, éste antes de salir pudo despedirse de su hijo a quien le señaló que pronto estarían juntos nuevamente. Después, aún con la vista vendada, lo subieron a un vehículo pequeño y luego de viajar un rato lo hicieron bajarse en General Gana con ñuble, allí los agentes le indicaron que se sacara la venda luego que ellos se fueran.
A pesar de las numerosas gestiones realizadas, Luis Valenzuela Figueroa permanece en calidad de detenido desaparecido, y los Organismos de Seguridad del Gobierno Militar, como el Ministerio del Interior jamás reconocieron su detención.
El 30 de julio de 1974
ALFONSO RENE CHANFREAU OYARCE , casado, una hija, estudiante y dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional DINA, el día 30 de julio de 1974, aproximadamente a las 23:30 horas, en su domicilio situado en la calle Escanilla Nº661, en la actual comuna de Independencia. Ese día Alfonso Chanfreau se encontraba en su hogar junto a su esposa, Erika Cecilia Hennings Cepeda, y a la pequeña hija de ambos, de nombre Natalia. De súbito, una gran cantidad de agentes armados y vestidos de civil, luego de saltar la reja del edificio, comenzaron a golpear las puertas y ventanas del domicilio de los Chanfreau Hennings. Acto seguido, el jefe del operativo, que se hacía llamar "Capitán Manuel" y también "Capitán Mark" , pero que la investigación judicial del caso ha establecido que se trata del Oficial de Carabineros de nombre Gerardo Ernesto Godoy García, preguntó por "Alfonso René Chanfreau Oyarce" y de inmediato ingresaron alrededor de diez agentes al departamento, allanándolo minuciosamente. Entre estos últimos, Erika Hennings pudo reconocer a Osvaldo Romo Mena, al cual ella le preguntó los motivos del operativo, respondiéndole Romo que su marido era un "carajo". Mientras registraban la vivienda, se hizo salir a Chanfreau por un momento fuera de ella; el Oficial Gerardo Godoy afirmó luego: "efectivamente era el Emilio" (nombre político que usaba Chanfreau al interior del MIR). Aparentemente, el propósito de la salida del detenido a la calle obedeció a que otro detenido, presente en el lugar, lo identificara.
A continuación, los agentes indicaron que llevaban detenido con ellos a Alfonso Chanfreau; éste, sin embargo, les pidió que llevaran a su mujer e hija a la casa de los padres de Erika Hennings, a lo cual los efectivos accedieron, trasladándolas en una camioneta Chevrolet C-10 sin patente.
Una vez en el domicilio de sus padres, Erika Hennings comunicó a su cuñada Denisse Chanfreau la detención de su marido.
Alrededor de las 8 horas del día siguiente, Denisse Chanfreau llegó a la casa de la familia de Erika Hennings, informándole a ésta última que se había comunicado con la Embajada de Francia (Chanfreau ostenta nacionalidad francesa), donde le habían ofrecido ayuda para su familia.
Sin embargo, cerca de las 09:00 horas de la mañana, se presentaron en el domicilio de la familia Hennings un grupo de agentes de la DINA, quienes expresaron que requerían a Erika Hennings para que fuera a su departamento a reconocer algunas cosas. Los agentes la hicieron subir a una camioneta de color blanco, similar al modelo en que la habían trasladado la noche anterior, y la situaron al centro del asiento. Una vez que la camioneta se puso en marcha, le informaron que la llevaban donde estaba Chanfreau, puesto que él no quería cooperar con el interrogatorio. El vehículo enfiló hacia la avenida Independencia y, al llegar a Mapocho, le ordenaron que se agachara y se pusiera cinta adhesiva scotch en los ojos; a continuación le colocaron unos anteojos. El vehículo dobló por el costado de un parque, enseguida dio unas vueltas y, finalmente, llegaron a un lugar donde la hicieron descender.
Una vez adentro del recinto, se enteró por medio de los mismos detenidos en ese lugar que se trataba del local de Londres 38, (inmueble confiscado al Partido Socialista y transformado por sus expropiadores en recinto secreto de detención y tortura). Al ingresar, unas mujeres le tomaron sus datos de identificación personal (nombre, cédula de identidad, estado civil, etc.). Luego, sin retirarle la cinta adhesiva de los ojos, le pusieron una venda. A pesar de ello, al levantar la cabeza, pudo ver a una gran cantidad de detenidos sentados en sillas que estaban dispuestas en hileras. Algunos de ellos tenían frazadas sobre sus hombros.
Erika Hennings fue sentada junto a otras mujeres detenidas. Una de ellas le habló y se identificó como María Inés Alvarado Borgel (actualmente detenida desaparecida). Luego el agente Osvaldo Romo la llevó ante su esposo en los momentos en que éste estaba siendo torturado. Al percibir Chanfreau la presencia de Erika dio gritos de desesperación; en los momentos en que ella era sacada de esa estancia, le hizo saber a su marido en voz alta que se encontraba bien, lo que irritó a Romo hasta el punto de propinarle una golpiza. Después Erika Hennings fue conducida a otra sala, donde fue brutalmente torturada. Más tarde, la condujeron a una sala donde también llevaron a Chanfreau, encontrándose ambos con la vista vendada. Pese a ello, Erika Hennings pudo percibir que su marido estaba esposado y amarrado, pues en un momento éste la abrazó y le pidió perdón por el hecho de encontrarse ella allí.
Ambos cónyuges pudieron conversar en breves intervalos y después los llevaron juntos a otra estancia, donde hablaron un rato, hasta que alguien descubrió que estaban juntos y prorrumpió en insultos.
Erika Hennings permaneció catorce días en ese lugar; durante todos los días en que ambos estuvieron en ese recinto, Chanfreau era diariamente torturado; los agentes de la DINA presumían que era poseedor de una abundante información acerca del MIR, de la que, según su esposa, carecía. Como el detenido no decía nada, llevaban a Erika Hennings a torturarla en su presencia. Después de cada una de esas sesiones, los dejaban juntos en el primer piso o en el subterráneo con el objeto de que ella convenciera a su marido de que hablara.
Encontrándose Chanfreau en Londres 38 se acercó a él Marcia Alejandra Merino Vega , con quien había tenido antes una relación sentimental, pidiéndole perdón por haberse visto obligada a entregarlo, debido a que no había podido soportar la tortura y, a cambio de su vida, debió colaborar con la DINA. En la misma situación se encontraba Luz Arce Sandoval, a quien en una oportunidad sacaron de ese recinto junto a la doctora Patricia Barceló Amado, llevándolas a un lugar donde Chanfreau fue torturado, obligando a ésta última a presenciar la tortura.
En su declaración ante el Tribunal, de fecha 7 de enero de 1990, Luz Arce informó haber sido llevada en varias oportunidades desde Londres 38 hasta la Villa Grimaldi, expresando textualmente: "en cierta ocasión, cuando me llevaban desde Villa Grimaldi a Londres 38, me suben a la camioneta y veo a una persona con las manos y las piernas abiertas tirado al fondo, casi muerto, al menos ese era su aspecto; era Alfonso Chanfreau, que había sido torturado y le habían pasado la camioneta; además, otro tipo de la DINA dice: "Ha quién llevan ahí?" y le contestan: "a Alfonso Chanfreau, le pasaron la camioneta".
Por su parte, el 5 de marzo de 1991, compareció ante el Tribunal Enrique Julio Arce Sandoval, hermano de Luz Arce, informando que durante su cautiverio en manos de la DINA en el local de Londres 38, en el mes de agosto de 1974, tuvo conocimiento de la presencia de Alfonso Chanfreau y su esposa en ese local y expresó lo siguiente: "a mí me consta que Alfonso estuvo detenido, puesto que escuché varias veces cuando lo nombraban para llevarlo a algún lugar o para torturarlo; estábamos todos sentados en la sala de las sillas y una vez nombrado pasaba ante nosotros, se sentía que subía las escalas y luego los gritos; en el silencio y la atmósfera siniestra en que nos sentábamos, se podía palpar muchas cosas que no se podían ver".
El 27 de mayo de 1991 declaró ante el Tribunal Pedro Alejandro Matta Lemoine, detenido por agentes de la DINA el 17 de mayo de 1975. En una de las partes de su declaración se refirió al diálogo que sostuvo con el detenido, Humberto Menanteaux Aceituno, encontrándose ambos en Cuatro Alamos. En aquella oportunidad, Matta le preguntó a Menanteaux la razón de éste para haber afirmado en una conferencia de prensa televisada, en la que había sido obligado a participar, que Alfonso Chanfreau estaba exiliado, respondiéndole literalmente Menanteaux: "flaco, olvídate de Poncho (Alfonso), sé que a Poncho se lo llevaron a Colonia Dignidad... yo pienso que hoy día Poncho está muerto y si no lo está, es como si lo estuviera. No creo que vayas a ver a tu amigo nunca más".
Cabe recordar que Humberto Menanteaux, miembro del Comité Central del MIR, fue detenido a fines de 1974, por la DINA y, encontrándose en esa situación, fue obligado a participar junto a otros tres dirigentes de esa organización en una declaración televisada y una conferencia de prensa, en donde llamaron a sus compañeros a deponer la lucha armada. Luego de haber continuado detenidos algunos meses en la Villa Grimaldi, separados del resto de los detenidos, fueron puestos en libertad en septiembre de 1975. Sin embargo, Menanteaux, al igual que José Carrasco Vásquez, otro de los participantes de la declaración pública, fue nuevamente detenido el 19 de noviembre de 1975. Luego en diciembre de 1975 ambos fueron encontrados muertos en las cercanías de Buin, con signos de haber sido brutalmente torturados antes de dárseles muerte.
Erika Hennings vio por última vez a su marido el martes 13 de agosto de 1974, en el local de Londres 38. En esa oportunidad, hicieron despedirse a los esposos, debido a que Alfonso Chanfreau supuestamente sería trasladado a otro recinto. Desde esa oportunidad, se perdió todo rastro de Alfonso Chanfreau Oyarce, Jorge Olivares Graindorge, Luis Julio Guajardo Zamorano, Iván Ibarra Toledo, Marcos QUIÑONES Lembrach, Zacarías Machuca Muñoz e Iván Moreno Fuenzalida.
Erika Hennings fue trasladada a Cuatro Alamos (recinto administrado por la DINA) el 16 de agosto de 1974 junto a otros detenidos, entre los que se contaba Muriel Dockendorf Navarrete, actualmente detenida desaparecida. El 17 de agosto de ese año se dispuso su traslado a Tres Alamos, donde permaneció hasta el 7 de noviembre de 1974, fecha en que fue expulsada a Francia.
3 de agosto 1974
Juan Aniceto Meneses Reyes, soltero, estudiante de la Universidad de Chile, , fue detenido el día 3 de agosto de 1974, cerca del mediodía en la vía pública por agentes de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional).
Al momento del arresto se encontraba con su amigo Mario Osvaldo Maureira Vásquez, quien, dos años más tarde, el 8 de agosto de 1976, fue también detenido y permanece en calidad de desaparecido hasta la fecha.
Luego de su aprehensión, Juan Meneses fue conducido al recinto secreto que el mencionado organismo de seguridad tenía en calle Londres Nº38 de la capital. Allí fue interrogado y torturado brutalmente; el agente a cargo de su interrogatorio era el Capitán de Ejército Francisco Maximiliano Ferrer, apodado "el Mano Negra".
Según el testimonio de la señora Erika Hennings Cepeda, quien fue detenida el 31 de julio de 1974 y conducida al recinto de calle Londres, vio llegar a ese lugar a Juan Meneses el mismo día de su arresto, 3 de agosto, alrededor de las 12:30 horas. Conversó con él en varias oportunidades y en una ocasión ambos fueron conducidos, junto con otros detenidos, a declarar a una misma sala.
Dos semanas después de su detención, su madre recibió una llamada telefónica anónima comunicándole que su hijo se encontraba en el Campamento de Detenidos, incomunicado, conocido como "Cuatro Alamos". Esta información fue confirmada tiempo después por testimonios aportados por varios ex detenidos.
El día 15 de agosto fue trasladado junto con otros detenidos hasta "Cuatro Alamos". Uno de ellos, Sergio Naranjo Ramos, que venía también de calle Londres, señaló que el afectado presentaba hematomas en su rostro y tórax, producto de los apremios a los que fue sometido.
Otro ex detenido, Juan Carlos Caballero, declaró haber visto a Juan Meneses en el mencionado Campamento de Detenidos aún durante el mes de septiembre de 1974.
Cabe señalar que sus familiares dieron cuenta en el proceso que la vivienda había sido allanada en varias oportunidades con anterioridad a la detención por personal de la FACH.
Se ignora lo ocurrido al afectado posteriormente por lo que permanece en calidad de detenido desaparecido.
Sus familiares acudieron a SENDET, Ministerio de Defensa Dirección de Investigaciones, Campamento de Detenidos "Tres Alamos", Postas, Hospitales e Instituto Médico Legal sin obtener ninguna información acerca del detenido.
5 de agosto 1974
Mauricio Edmundo Joquena Encina, soltero, 19 años de edad, estudiante universitario, militante del MIR, fue detenido el día 5 de agosto de 1974 en horas de la tarde. Aunque no se conocen las circunstancias de la detención, existen numerosos testimonios de la permanencia de Mauricio Joquena en recintos secretos de la DINA.
Aproximadamente a las 16:00 horas del día 5 de agosto, su madre lo divisó en calle Arturo Prat con Eleuterio Ramírez pero no habló con él.
El día 6 de agosto, su familia recibió una llamada telefónica de una persona que no quiso identificarse, quien les informó que Mauricio había sido detenido el día anterior en la vía pública por individuos de civil.
Tres días antes, vale decir, el 2 de agosto, alrededor de la medianoche, el domicilio familiar había sido allanado por un grupo de sujetos de civil que se identificaron como agentes de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional). Estos dijeron que buscaban a una persona a la que mencionaron como "chico Héctor". Al responderles que no conocían a esa persona, le preguntaron al dueño de casa los nombres de sus cinco hijos; al nombrarles a Mauricio los agentes dijeron que se referían a él, pero como no se encontraba en la casa no pudieron efectuar la detención en ese momento.
Sus padres recurrieron a diversos organismos con el objeto de indagar su paradero como SENDET, Academia de Guerra Aérea, Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia, Cárcel y Penitenciaría, Campamento de Detenidos "Tres Alamos", sin obtener resultados positivos.
Además, denunciaron el hecho ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, a la División de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y ante la Comisión Internacional de Juristas.
En respuesta a una presentación que enviaron al Ministro del Interior, planteándole la desaparición de su hijo y solicitándole una audiencia, recibieron una carta, fechada el 15 de diciembre de 1976, la que señala que no hay antecedentes de arresto ni de resolución alguna que pueda afectar al joven, razón por la cual se niega la audiencia solicitada. Y agrega la carta: "Cúmpleme expresarle que la persona investigada aparece mencionada con el Nº30 de un total de 119 personas supuestamente abatidas en enfrentamientos guerrilleros con fuerzas regulares, en su mayor parte en la República Argentina, o en riñas o disensiones entre ellos mismos, según la publicación aparecida en el semanario "LEA", año I Nº 1 del 15 de julio de 1975 de Buenos Aires, Brandsen Nº 1845". Cabe hacer presente que esta información no pudo ser confirmada por las autoridades argentinas ni por el gobierno de Chile; todas las personas mencionadas en la nómina habían sido detenidas por organismos de seguridad y permanecen desaparecidas hasta la fecha.
Por otra parte, su nombre apareció también en la nómina de "presuntos desaparecidos sin existencia legal" entregada por el delegado del gobierno chileno ante las Naciones Unidas, Sergio Diez, en noviembre de 1975 y como parte del Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Chile.
Cabe agregar que la familia del joven desaparecido recibió, en febrero de 1977, la "visita" de dos individuos de civil que dijeron ser funcionarios del Ministerio del Interior "de una oficina que recién se había formado por lo que no tenían aún las respectivas credenciales"; los sujetos preguntaron por el paradero de Mauricio a lo que su padre les relató su detención y posterior desaparecimiento. Luego, los supuestos funcionarios del Ministerio, les pidieron a ambos padres que firmaran una declaración que, en una de sus partes decía "Yo, Mauricio Edmundo Joquena Encina declaro que estoy en perfectas condiciones y que no he sido maltratado...", tal petición fue rechazada.
Posteriormente, el 30 de julio de 1977, la madre del afectado, María Luz Encina, fue citada a Investigaciones donde relató nuevamente los hechos a una funcionaria que le manifestó que, por orden del Presidente de la República (se refería al General Pinochet) debía investigar la situación de su hijo.
Según declaraciones proporcionadas recientemente ante el 1er. Juzgado del Crimen, luego de la reapertura del sumario en la causa por presunta desgracia del afectado, en 1991 la señora Amanda de Negri Quintana, declara que Mauricio Joquena estuvo refugiado en su casa desde unos diez días antes de su detención, permaneciendo allí hasta el 5 de agosto de 1974, día de su arresto; salió de la casa sabiendo que la vivienda de sus padres había sido allanada el día anterior. La señora de Negri se enteró después por un hermano de Mauricio, Patricio Joquena, que éste no había llegado a una reunión que habían convenido. Corroborando esta información, compareció también ante el Tribunal, en junio de 1991, Patricio Joquena, quien confirmó que había alojado con su hermano Mauricio en casa de Amanda de Negri la noche del 4 al 5 de agosto de 1974. Se encontraron a mediodía del 5 en la calle y quedaron de encontrarse en el mismo lugar a las 17:00 hrs. pero Mauricio no llegó.
En octubre de 1974, la señora Amanda de Negri estuvo detenida en el recinto de la DINA ubicado en calle José Domingo Cañas; allí fue amenazada por el agente de ese organismo, Osvaldo Romo, para que hablara, ya que de lo contrario, seguiría igual suerte que Mauricio Joquena.
Según otros testigos de reclusión, el joven fue conducido en primer lugar al recinto de detención ilegal y torturas que mantenía la DINA en calle Londres Nº38 donde fue visto por varios detenidos,
El 6 de agosto de 1974
agentes de la DINA detuvieron en su domicilio de la comuna de Las Condes a la militante del MIR María Angélica ANDREOLI BRAVO. El mismo grupo de agentes detuvo ese mismo día, también en su domicilio, a la militante del MIR Muriel DOCKENDORFF NAVARRETE.
El 10 de agosto de 1974,
Dignaldo Araneda Pizzini, 23 años de edad, estudiante de la Universidad de Chile, conocida, fue detenido en la madrugada del día 10 de agosto de 1974 en el domicilio de la familia Quevedo Godoy, donde el joven residía durante el período escolar ya que su familia vivía en Concepción.
Hasta la casa, ubicada en la calle Lynch Norte Nº 57, comuna de La Reina de la ciudad de Santiago, llegó un grupo de 8 a 10 individuos armados que ingresaron a la vivienda sin que sus moradores advirtieran su presencia, puesto que todos se encontraban durmiendo.
Los sujetos se dispersaron por las habitaciones, despertaron a sus ocupantes y encañonándolos con sus armas les ordenaron que se reunieran en el living y les entregaran sus cédulas de identidad.
Los individuos se identificaron como agentes de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) y mostraron una orden de allanamiento y detención en contra de Agustín Quevedo Godoy, uno de los hijos de la familia a quien buscaban, según dijeron, por ser militante del MIR.
El dueño de casa le informó que su hijo no se encontraba en el hogar; efectivamente, el joven estudiaba en Concepción y se hospedaba en casa de los padres de Dignaldo Araneda.
Luego, uno de los agentes hizo una llamada telefónica, al parecer con el objetivo de verificar los datos personales, ya que posteriormente devolvieron a sus dueños sus respectivas cédulas de identidad, con excepción de Dignaldo, respecto de quien comunicaron que lo llevarían detenido.
Preguntaron a los demás si sabían que el joven y Agustín pertenecían al MIR, a lo que todos respondieron negativamente. Después de esto se retiraron de la casa llevando con ellos a Dignaldo Araneda, sin indicar la razón de su arresto ni el lugar donde sería conducido.
Su aprehensión se realizó en presencia del dueño de casa, su cónyuge, cuatro de sus hijos y una nuera.
Desde esos momentos se ignora el paradero del joven quien permanece en calidad de detenido desaparecido.
Sus familiares realizaron diversas gestiones de búsqueda en SENDET, Ministerio del Interior, Hospitales, Fiscalías Militares, Servicio de Investigaciones, Ministerio de Defensa, Campo de Detenidos "Tres Alamos", Tercera División de Ejército y Servicio de Investigaciones de Concepción, todas las cuales resultaron infructuosas.
El 12 de agosto de 1974
María Cecilia Labrin Lazo, 25 años, Cedula de Identidad: 16.885 de Providencia, casada, 3 meses de embarazo, Asistente Social
El 13 de agosto de 1974
Newton Larrín Morales Saavedra, soltero, Ingeniero eléctrico, militante del MIR, fue detenido el 13 de agosto de 1974, aproximadamente a las 21:30 horas, en su domicilio ubicado en la comuna de ñuñoa.
Hasta la vivienda llegaron tres individuos de civil en su búsqueda, señalando a la madre ser amigos de Newton Morales. Como éste no se encontraba en la casa, lo esperaron y a su llegada uno de los sujetos le preguntó si lo recordaba, a lo que el interpelado respondió que no lo conocía. Luego, lo cogieron de ambos brazos, el afectado alcanzó a decir a su madre que lo llevaban detenido; ella pidió a uno de los agentes que aparecía como jefe que le exhibiera la correspondiente orden de detención, a lo cual éste respondió que eran "de inteligencia" y sólo lo llevarían para que hiciera algunas declaraciones. El mismo día 13 de agosto, alrededor del mediodía, se habían presentado en su domicilio dos de estos tres agentes, acompañados de una mujer, al parecer detenida; como él no estaba anunciaron que volverían más tarde.
Después de su arresto, sus familiares acudieron a solicitar información a SENDET, Ministerio de Defensa, Fiscalías Militares, Campamento de Detenidos, Hospitales, Comisarías de Carabineros, Instituto Médico Legal, sin lograr encontrarlo.
A fines del año 1974, sus familiares fueron informados que se encontraría recluido en la sección de incomunicados conocida como "Cuatro Alamos" ubicada dentro del Campamento "Tres Alamos".
Concurrieron hasta allí el día 25 de diciembre y le manifestaron a un Teniente de Carabineros, de guardia en esos momentos, que buscaban a Newton Morales; el Oficial dijo conocerlo y se mostró extrañado de que fuera la primera vez que lo visitaban, les prometió que podrían entrar a verlo dentro de unos momentos. Luego ingresó al Campamento tardando más de una hora en regresar y al hacerlo ignoró la presencia de la madre y sus dos hijas que la acompañaban, por lo que una de estas se dirigió hasta él para preguntarle el resultado de su gestión, a lo que el Teniente le respondió de manera cortante que su hermano no estaba en ese recinto. En abril de 1975, la madre, Sra. Regina Saavedra, acudió nuevamente al Campamento "Tres Alamos"; esta vez llevaba una carta del Fiscal de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional dirigida al jefe del mencionado Campamento, Conrado Pacheco, solicitándole que permitiera a Newton Morales firmar una carta poder autorizando a su madre para cobrar la pensión que él percibía en esa Caja. En entrevista con la señora Saavedra, el jefe del Campamento accedió a su petición y pasó a una oficina contigua donde comenzó a dictar el texto de un poder a una persona que lo escribía a máquina, pero fue interrumpido por otras personas que entraron a la habitación e iniciaron una fuerte discusión con el Comandante, saliendo finalmente éste a explicarle a la madre que no podía autorizar su solicitud. Ante la insistencia de ella para ver y ayudar a su hijo, sólo le señaló que le llevara útiles de aseo puesto que era lo único que necesitaba.
En varias oportunidades más, la sra. Saavedra fue al Campamento llevando paquetes para Newton los que le eran recibidos, registrados y luego devueltos.
Según testimonios aportados por tres detenidos en el mes de agosto de 1974, Newton Morales permaneció en el recinto secreto de la DINA ubicado en calle Londres 38. Uno de los testigos señaló que estuvo al lado de él en una pieza, que el afectado se encontraba esposado por lo que ni siquiera podía beber agua sin ayuda; le pidió que recordara su nombre, por esta razón el testigo se acuerda con claridad de su presencia allí, además señala que los guardias lo llamaban "mi sargento" por su condición de ex marino, incluso al principio de su detención tenía un trato militar con los guardias, lo que fue variando a medida que pasaban los días de detención y Newton se sentía cada vez más afectado.
A finales de 1992, Marcia Alejandra Merino Vega -quien después de haber sido detenida por la DINA y ser víctima de brutales torturas, colaboró por años con ese organismo- dice que vio a Newton Morales Saavedra, también en esa fecha militante del MIR como ella, en el recinto de torturas de José Domingo Cañas.
Hasta la fecha, Newton Larrín Morales Saavedra continúa en calidad de detenido desaparecido.
Hugo Antonio Concha Villegas, casado, dos hijos, obrero, militante del Frente de Trabajadores Revolucionarios, fue detenido el 13 de agosto de 1974, aproximadamente a las dos de la madrugada en su domicilio, y obligado a salir de su hogar por individuos de civil, armados, que no se identificaron, quienes dijeron que lo necesitaban para reconocer a una persona que llevaban en una camioneta de color blanco en la que se movilizaban.
Anteriormente Hugo Concha había sido ya aprehendido en varias ocasiones; la primera, el mismo día 11 de septiembre de 1973, en que fue detenido en su lugar de trabajo y conducido al Estadio Nacional, lugar del cual salió en libertad el 17 de octubre con la obligación de firmar en el Regimiento Tacna una vez por semana.
El 15 de noviembre del mismo año fue detenido nuevamente en su trabajo por Militares, permaneciendo privado de libertad durante una semana y luego siendo abandonado por sus captores; tuvo que ser atendido en la Posta debido al deplorable estado físico en que se encontraba a causa de las torturas sufridas.
Su tercera detención ocurrió el 22 de marzo de 1974, después de concurrir a una citación de la Fiscalía Militar; estuvo tres meses recluido en la Cárcel Pública, procesado por un Tribunal Militar de Tiempo de Guerra en la causa rol 5?73, proceso en el que finalmente fue absuelto recobrando su libertad el 10 de julio de 1974.
A pesar de este fallo, que lo absolvió de la acusación de infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado, por ser miembro del Frente de Trabajadores Revolucionarios y dirigente sindical, aproximadamente un mes después fue detenido por los servicios de seguridad ignorándose hasta ahora su destino, por lo que permanece en calidad de detenido desaparecido.
Cabe señalar que la cónyuge de Hugo Concha y sus dos hijos fueron seriamente afectados por las reiteradas detenciones del jefe de hogar y su posterior desaparecimiento, provocándoles severas secuelas en su salud mental y física
El 15 de agosto de 1974
Es detenido por agentes de la DINA en su domicilio de la comuna de Conchalí el militante del MIR Alvaro Miguel BARRIOS DUQUE. Ese mismo día fueron detenidos en su domicilio del centro de Santiago Hernán Galo GONZALEZ INOSTROZA y su hermana María Elena GONZALEZ INOSTROZA, ambos militantes del MIR.
Es detenido en su domicilio de la ciudad de Santiago, por agentes de la DINA, Ricardo Aurelio TRONCOSO MUÑOZ, militante del MIR. En la misma oportunidad fueron aprehendidos, y posteriormente desaparecidos, Hernán Galo y María Elena González Inostroza. Se desconoce el recinto al que fue conducido Ricardo Troncoso.
Los testimonios y otros antecedentes recibidos por esta Comisión, la permiten afirmar que Ricardo Troncoso fue detenido y hecho desaparecer por obra de agentes del Estado, desconociéndose hasta hoy su paradero.
16 de agosto de 1974
Carlos Eladio Salcedo Morales, casado, un hijo, estudiante universitario, militante del MIR -quien sufría de una afección cutánea que le impedía la cicatrización de heridas con facilidad- fue detenido el 16 de agosto de 1974, después de las cuatro de la tarde, en la vía pública, sin testigos, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) que lo condujeron a distintos recintos. Según antecedentes que obran en poder de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, Carlos Eladio Salcedo permaneció recluido en Londres 38, casa de José Domingo Cañas (ambos recintos secretos de detención y tortura de la DINA) y en Cuatro Alamos (recinto de incomunicación dependiente de la DINA) desde donde desapareció.
Ese día, la víctima salió de su casa rumbo a su trabajo (empresa de materiales de demolición) como a las 9 de la mañana. A las cuatro de la tarde habló por teléfono con su cónyuge, María Soledad Henríquez, diciendo que llegaría a comer a las 7 de la tarde. No volvió a saberse de él.
El 24 de agosto de 1974, la cónyuge recibió un llamado telefónico anónimo en el que le informaron de la detención del afectado. Posteriormente los padres de la víctima, en los meses de agosto, octubre y diciembre de 1974, también recibieron varias llamadas anónimas en las que se les decía que Carlos Eladio Salcedo se encontraba en Tres Alamos (en aquella época se ignoraba la existencia del recinto de incomunicación de la DINA llamado Cuatro Alamos). La última llamada la recibieron en febrero de 1975. En esa oportunidad, a Silvia Raquel Morales -madre del afectado- le dijeron que su hijo había sido trasladado a una prisión de la provincia de ñuble y que se temía por su vida, dado las condiciones físicas en que se encontraba, producto de las torturas recibidas y el largo período de incomunicación. Según le informó la mujer por teléfono, un hijo de ella había estado con Carlos Eladio.
También la familia supo que dos detenidas -que fueron expulsadas a Inglaterra- y un ex prisionero, habían estado con el afectado desde el mes de agosto a octubre de 1974 en Cuatro Alamos y en la Academia de Guerra Aérea (AGA). Estos testigos no declararon en el Tribunal.
Posteriormente, en julio de 1975, el nombre de Carlos Eladio Salcedo Morales apareció en la lista de 119 chilenos que presuntivamente habían muerto en enfrentamientos en el extranjero. Su nombre fue incluido en la nómina del diario "O'Dia" de Curitiba, Brasil, que fue publicado por única vez, sin director responsable ni pie de imprenta. La veracidad de este hecho jamás pudo ser comprobada, más aún, ningún Gobierno lo ratificó oficialmente. Durante la tramitación del proceso por el desaparecimiento del afectado, Policía Internacional informó al Tribunal, el 15 de julio de 1977, que la víctima no registraba anotaciones de viaje.
Dicha información se reiteró en septiembre de 1978. Por su parte, Jorge Barriga B., por orden del Subsecretario de Relaciones Exteriores, informó que Carlos Eladio no había salido del país en calidad de asilado (5 de octubre de 1978). Anteriormente, en septiembre de 1975, el Mayor de Ejército Enrique Cid Coubles, de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, ofició al Tribunal diciendo que el diario "O'Dia" no existía en Curitiba y que no había antecedente oficial alguno de que las personas nombradas en dichas nóminas efectivamente hubiesen fallecido en el extranjero. Agregó, "tampoco hay antecedente de que estas personas hayan salido del país". Lo que unía a estas 119 personas es que todas habían sido detenidas por los servicios de seguridad chilenos y que, desde que fueron detenidas, se encontraban desaparecidas.
El 22 de agosto de 1974
fue detenido en su domicilio de la Población Santa Laura en Santiago Jesús de la Paz RODRIGUEZ GONZALEZ, por agentes civiles que no se identifican. Dos días después fue llevado a la casa de su hermano Artagnan RODRIGUEZ GONZALEZ, vinculado al MIR, quien también fue detenido.
Teobaldo Antonio Tello Garrido, casado, fotógrafo, ex funcionario de Investigaciones, militante del MIR, fue detenido el 22 de agosto de 1974, en la vía pública, en Santiago, después de las 19 horas, sin testigos, por civiles que lo condujeron al recinto secreto de detención y tortura de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) ubicado en calle José Domingo Cañas con República de Israel, comuna de ñuñoa, para después ser trasladado a Cuatro Alamos, desde donde desapareció. Teobaldo Tello fue visto en diversos centros de reclusión por numerosos testigos, todos los cuales hicieron notar las duras torturas a que fue sometido y las condiciones físicas en que lo vieron. Dos días más tarde de ocurrida la detención de la víctima, fue aprehendida su cónyuge, Berta Valdebenito Mendoza, de 21 años de edad, la que fue torturada, careada con su marido y la que permaneció desaparecida durante 20 días, sin que su detención haya sido reconocida, siendo posteriormente dejada en libertad.
Ese día 22 de agosto de 1974, Teobaldo Antonio Tello Garrido salió de su domicilio con el fin de ir a entregar unos trabajos fotográficos, a las 19:00 horas. Nunca regresó. Su esposa, Berta Valdebenito se trasladó entonces a la casa de su madre, ubicada en calle Lo Encalada, en ñuñoa, atemorizada por la situación. El 24 de agosto de 1974, a las 12:45 horas, en circunstancias de que nadie se encontraba en el hogar que compartía con Teobaldo Tello, llegaron hasta allí 5 civiles que señalaron a una vecina que tenían orden de allanamiento, procediendo a descerrajar la puerta de calle e introducirse en la casa. Según lo relató la vecina a Berta Valdebenito, los agentes se retiraron llevando consigo sólo paquetes.
El 28 de agosto de 1974, alrededor de las 23:00 horas, 5 civiles, que se identificaron como miembros del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), se presentaron en la casa de la suegra del afectado, señora Mercedes Mendoza, en donde se encontraba Berta Valdebenito. Dijeron tener una orden de detención en contra de ésta última, llevándosela detenida. En primer lugar, condujeron a la cónyuge de la víctima hasta su propio domicilio en Quinta Normal. Allí ella pudo constatar que habían sustraído el laboratorio fotográfico que su marido tenía, diversas especies personales y que la casa se encontraba totalmente deteriorada debido al allanamiento de que había sido objeto. Con ella presente, los agentes registraron nuevamente el lugar sin encontrar nada que les interesara.
Desde ahí, Berta Valdebenito fue llevada hasta el recinto de calle José Domingo Cañas, en donde permaneció durante 20 días. Fue dejada en un cuarto en donde había muchos hombres y mujeres detenidos. Durante los primeros días de su detención fue careada, interrogada y torturada en varias oportunidades junto a su cónyuge, al que, en un primer momento, por estar vendada, sólo reconoció por la voz. Se la acusaba -ella había efectuado un reemplazo en el Gabinete de Identificación en los meses de febrero y marzo de 1972- de haberle proporcionado a él documentos de identidad en blanco, los que, según ellos, habían sido encontrado en el primer allanamiento a su domicilio. También los interrogaban sobre reuniones políticas que habían realizado en su casa, si conocía a los amigos de su esposo, quiénes eran estos y a qué partido pertenecían. Por el tono de voz de Teobaldo Tello, ella podía adivinar las malas condiciones físicas en que se encontraba.
Cuando le fue posible, Berta Valdebenito se levantó la venda de los ojos y pudo ver a su marido. Este tenía el rostro desfigurado por los golpes, los pómulos llenos de sangre seca y para mantenerse en pie tenía que ser apoyado por otras personas. El afectado logró decirle que le habían pasado una camioneta por las piernas.
En una oportunidad, cuando eran interrogados juntos, los agentes obligaron a Berta Valdebenito a desnudarse ante su marido y ambos fueron amenazados de que a ella la violarían en ese momento si el afectado no hablaba. Durante todo ese tiempo, fueron muy mal alimentados y ella, muchas veces, escuchaba los quejidos de él cuando lo golpeaban.
Mientras los afectados permanecían en la casa de José Domingo Cañas, la madre de ella, Mercedes Mendoza, recorría Campamentos de Detenidos, Ministerio de Defensa, Fiscalías, Secretaría Ejecutiva Nacional de Detenidos (SENDET), sin lograr ni una sola información relativa al paradero de su hija y de su yerno. Sólo 20 días después, salió en libertad Berta Valdebenito, la que fue dejada por sus captores en calle Santa Rosa de la capital.
El afectado, como ya se ha mencionado, fue visto recluido, tanto en José Domingo Cañas como en Cuatro Alamos, por numerosos testigos. Sandra Machuca Contreras, quien fuera detenida el 6 de agosto de 1974 por agentes de la DINA, pasando por distintos centros de detención, vio a Teobaldo Tello en José Domingo Cañas. Por su parte, Valeska Contreras Alvarez -madre de la testigo anterior- fue detenida el 13 de agosto de 1974, junto a su hijo Juan Machuca, por personal del Servicio de Inteligencia Militar. Ambos fueron llevados al Regimiento Ferrocarrilero de Puente Alto. El 30 de agosto, Valeska Contreras y Juan Machuca llegaron trasladadas a la casa de José Domingo Cañas. Aquí vieron al afectado, quien era amigo de Juan Machuca. Esa noche los jóvenes durmieron, tirados en el suelo, sin ropa de abrigo, uno junto al otro. El testigo pudo constatar el serio estado de salud en que se encontraba la víctima. Tenía las piernas muy heridas, porque le habían pasado un vehículo por encima y había perdido algunos dientes producto de los fuertes golpes recibidos en el rostro.
Más aún, Valeska Contreras estuvo sentada al lado de Berta Valdebenito. Supo que se trataba de ella porque ésta preguntaba insistentemente por su marido. La declarante recuerda que Berta Valdebenito sufrió un ataque de nervios con pérdida del conocimiento. El 1° de septiembre, la testigo fue conducida a Cuatro Alamos.
Carlos Sergio Ruiz Aranzaes, fue detenido el 6 de septiembre de 1974 por agentes de la DINA en la oficina del Director General de Investigaciones. Fue conducido a la casa de calle José Domingo Cañas en donde fue interrogado y torturado. Los apremios consistieron en golpes de diversos tipos y en distintas partes del cuerpo (oídos, llamado "el teléfono", estómago, etc.) y se le amenazó con detener a su esposa y a su hijo enfermo. En los interrogatorios participó Osvaldo Romo Mena, el que le preguntaba por Tello Garrido, a quien el testigo conocía por haber trabajado juntos en Investigaciones. Al llegar al Centro de Detención de José Domingo Cañas, el testigo se encontró con Sonia Bustos Reyes (actualmente detenida desaparecida), a quien identificó fácilmente porque también trabajaba en Investigaciones. Un agente se acercó a ellos y les preguntó si conocían a Teobaldo Tello. Una media hora después, ambos detenidos fueron interrogados por separado. Muchas de las preguntas que le hicieron al testigo, versaron sobre la víctima.
Carlos Ruiz permaneció en ese recinto hasta el 7 de septiembre de 1974 al mediodía, fecha en que fue trasladado a Cuatro Alamos. Sin embargo, el 12 de septiembre fue llevado de vuelta a José Domingo Cañas, en donde nuevamente se le interrogó y torturó. En esta oportunidad lo condujeron a una celda en la que había unos ocho detenidos, entre ellos, vio a Teobaldo Tello, con quien pudo intercambiar algunas palabras. El afectado estaba muy preocupado por la suerte de su esposa, Berta Valdebenito. Esa misma noche, el declarante fue conducido otra vez a Cuatro Alamos, en donde, alrededor del 15 de septiembre, cuando era llevado al baño, vio a Tello Garrido. El afectado era sujetado por dos detenidos. Era evidente que no podía mantenerse en pie y que tenía un brazo inmovilizado. Fue la última vez que Carlos Ruiz vio a la víctima. Posteriormente, cuando el declarante ya se encontraba en libre plática en Tres Alamos, supo, por medio de otros detenidos, que Tello había sido arrollado por una camioneta de la DINA y que había sido sacado de Cuatro Alamos con destino desconocido.
También Mario Enrique Aguilera Salazar vio a la víctima en Cuatro Alamos. El declarante fue detenido el 12 de agosto de 1974 por agentes de la DINA que lo condujeron primero al recinto secreto ubicado en calle Londres 38, después a José Domingo Cañas, a Cuatro Alamos y a Tres Alamos, saliendo expulsado a Francia en junio de 1975. En José Domingo Cañas, Mario Enrique Aguilera fue interrogado y torturado. Luz Arce -militante socialista que se transformara en colaboradora de la DINA, producto de las torturas y amenazas sufridas durante su detención- participó en su interrogatorio. Estaba sentada al lado de "la parrilla" (catre de fierro en donde se ataba a la víctima desnuda para proceder a aplicarle corriente eléctrica en diversas partes del cuerpo) que era manejada por dos agentes. El 24 de agosto de 1974, el testigo fue llevado a Cuatro Alamos en donde permaneció hasta el 16 de septiembre aproximadamente. En este recinto fue ubicado en una pieza grande, al final de un pasillo, en la que había 15 a 20 literas metálicas que no siempre estaban ocupadas completamente. En esa pieza existía una puerta que comunicaba con Tres Alamos; las frazadas eran de color plomo y la última comida se servía alrededor de las 19 horas. Llegaba un sujeto que se instalaba con un fondo de comida, la que se repartía en unos pocillos plásticos color calipso. Aquí, los detenidos no estaban vendados, salvo cuando debían salir hacia otras dependencias del recinto o eran sacados del lugar. Los detenidos sabían que había otras celdas de menores dimensiones en las que permanecían también mujeres incomunicadas.
Fue aquí en Cuatro Alamos donde el testigo vio, entre otros, a Teobaldo Tello, el que llegó al lugar muy torturado y en mal estado físico, hasta el punto que tenían que darle la comida en la boca. Le habían botado a golpes casi todos los dientes.
Sara Astica Cisternas, actriz, fue detenida el 6 de septiembre de 1974, junto a todo su grupo familiar por agentes de la DINA. Fue llevada a la casa de calle José Domingo Cañas, en donde vio a Sonia Bustos Reyes y a Mónica Llanca Iturra, estas dos últimas detenidas desaparecidas y relacionadas con Teobaldo Tello. La testigo fue interrogada y torturada por Osvaldo Romo Mena y una joven a quien el agente de la DINA llamaba "Alejandra". En una oportunidad, y después de ser interrogada, la testigo fue dejada en el piso de una pieza en la que había más detenidos. Allí quedó junto al afectado, el que comenzó a acariciarle el pelo y a tranquilizarla.
Cristián Van Yurick Altamirano, quien fuera detenido el 12 de junio de 1974 y pasara por diversos centros secretos de detención y tortura y quien tiene un hermano en calidad de detenido desaparecido, Edwin Van Yurick, vio al afectado en la casa de calle José Domingo Cañas. Recuerda que éste no podía caminar solo. Posteriormente, más menos en la época en que cerraron Londres 38, volvió a verlo, pero ya en Cuatro Alamos. Estuvieron junto en la celda N°13, en la que también estaban los actuales detenidos desaparecidos Stalin Arturo Aguilera Peñaloza y Manuel Cartes Lara.
La detención del afectado se produjo a raíz de una redada que la DINA practicó en el Servicio de Investigaciones y que se tradujo en una serie de detenciones. Entre los detenidos se contó, además del afectado, a Carlos Sergio Ruiz Aranzaez y a las detenidas desaparecidas Sonia Bustos Reyes y Mónica Chislayne Llanca Iturra.
En julio de 1975, el nombre del afectado apareció en la lista de 119 chilenos que presuntivamente habían muerto en enfrentamientos en Argentina. Teobaldo Tello Garrido figuraba en la nómina publicada en la revista "Lea" de Buenos Aires, que apareció por primera y única vez en esa oportunidad, sin director responsable ni pie de imprenta. La veracidad de este hecho jamás pudo ser comprobada. Más bien, el tiempo sólo ha demostrado la falsedad de la información, la que nunca fue ratificada por ningún Gobierno, ni siquiera el chileno. Los 119 nombres pertenecían a personas que habían sido detenidas por los servicios de seguridad chilenos y que, a partir de la detención, permanecían desaparecidas.
Modesto Segundo Espinoza Pozo, casado, cinco hijos, militante del MIR, fue detenido alrededor de las 05:00 de la mañana del día 22 de agosto de 1974 en su domicilio ubicado en Villa Lo Arrieta, actual comuna de Peñalolén.
Hasta su vivienda llegó un grupo de Militares con uniforme de color verde oliva y boinas negras, golpearon la puerta preguntando por el afectado ya que al parecer portaban un listado con nombres de personas de la población; luego de ello, entraron violentamente a la casa golpeando e insultando a la cónyuge de Modesto Espinoza, a este último lo hicieron levantarse, vestirse y lo sacaron de la casa.
Junto a otros pobladores detenidos fue conducido hasta una cancha del sector. Mientras tanto su esposa y sus cinco hijos permanecieron en la casa custodiados por Militares; uno de los niños que pudo salir a la calle vio que a su padre lo tenían en un camión y estaba amarrado. La esposa salió hacia la cancha, los militares dijeron que se llevaban a los detenidos a la Escuela Militar. Poco más tarde ella logró ir hasta este lugar donde pudo ver a su esposo en el recinto militar.
Al regresar a su casa, los militares estaban registrándola, provocando destrozos en el piso y enseres; ella fue nuevamente golpeada y amenazada. Los uniformados se retiraron alrededor del mediodía.
Al día siguiente, el detenido fue llevado por sus aprehensores hasta su hogar, se le veía con evidentes huellas de haber sido maltratado; de la casa retiraron dos fierros huecos que servían de soporte para una llave de agua y una planta, respectivamente.
La detención del afectado ocurrió dentro de un operativo realizado en el sector los días 22 y 23 de agosto de 1974 en el que actuaron miembros del Ejército, Fuerza Aérea, Carabineros, Investigaciones y agentes de seguridad, entre estos, Osvaldo Romo Mena, agente de la DINA, ex vecino de ese sector poblacional y conocido por sus actividades como dirigente político identificado con la Unidad Popular y dirigente vecinal, quien se hacía llamar "Comandante Raúl". En el operativo actuó vestido con uniforme de la Fuerza Aérea.
Del numeroso grupo de pobladores detenidos en esos días, seis de ellos, incluyendo a Modesto Espinoza, permanecen hasta la fecha en calidad de detenidos desaparecidos, ellos son: Stalin Arturo Aguilera Peñaloza, dirigente local del Partido Comunista; Roberto Enrique Aranda Romero, militante del Partido Comunista y secretario de la Junta de Vecinos Nº19 Villa Naciones Unidas; Manuel Filamir Cartes Lara, dirigente local del Partido Comunista; José Segundo Flores Rojas, militante del Partido Comunista y Eduardo Fernando Zúñiga Zúñiga, dirigente local del Partido Comunista.
La cónyuge de Modesto Espinoza, Carmen Quezada Fuentes, sufrió continuos hostigamientos y fue vigilada y detenida en más de una ocasión.
Un ex detenido, Manuel Salinas, quien permaneció recluido entre julio y noviembre de 1974 en "Cuatro Alamos", declaró haber estado en la misma pieza con el afectado y con Eduardo Zúñiga entre los meses de agosto y septiembre de 1974.
En julio de 1975, su nombre apareció en un listado de 119 chilenos fallecidos en el extranjero, en supuestos enfrentamientos con fuerzas de seguridad y por rencillas entre ellos mismos. La noticia fue publicada por el diario "El Mercurio" el 25 de julio, reproduciendo información aparecida en el periódico "O'DIA" de Brasil y en el semanario "Lea" de Argentina. Esta información nunca pudo ser confirmada por las autoridades de esos países ni por el gobierno chileno. Todos los nombres que figuraban en la nómina correspondían a personas que habían sido detenidas en Chile y permanecen hasta ahora en calidad de detenidos desaparecidos.
El 26 de agosto de 1974
Mi madre Gloria Esther Lagos Nilsson, nacida en Porvenir el 29 de septiembre de 1945, tenía 28 años, madre de tres hijos: Héctor, el mayor, de diez años; yo, Marcela, con ocho, Patricio, el más chico, de seis, y otro que venia en camino; contaba con casi tres meses de gestación El 26 de agosto de 1974 cambió el curso de vida para todos. Entrando la tarde, mamá llega muy agitada, dice que tiene que volver a salir, pero que al día siguiente estaríamos todos juntos, sin embargo tocan la puerta, preguntan por ella, luego me entero que eran del Servicio de Inteligencia Militar. Nos dicen que no nos preocupemos, que le harán unas preguntas y que al día siguiente en la mañana estaría de regreso en casa. En ese instante cuando vi que mi madre se alejaba, mi reacción desató en llanto, no entendía por qué esas personas a quienes nunca había visto, se llevaban a mi madre y por qué en la puerta de entrada del edificio estaban unos militares vestidos como para la guerra, no seguía entendiendo nada, sólo atinaba a llorar y gritar "no se la lleven, no se la lleven". Yo quería a que mi mamá se quedara conmigo, pero no fue así.
Después del golpe nuestra casa fue allanada en dos o tres oportunidades, los vidrios rotos, las camas despedazadas, estaba recién empezando toda la ola de terror que cubriría nuestras vidas y la de todos los chilenos.
En el segundo trimestre del 74 mi tío se asilaba en la embajada mexicana, mi mamá sufrió mucho cuando tuvo que separarse de su hermano, en ese momento nadie se imaginaba que meses después ella seria detenida y que nunca más se sabría de lo que le había ocurrido. Un par de años después viajaría yo a Venezuela, lugar donde se habían trasladado mis tíos y mis primas, quedando mis hermanos acá en Chile con los abuelos paternos (mis abuelos maternos fallecieron en 1969). Con ellos viví y sufrí el exilio y toda su problemática humana y esto, unido a la desaparición de mi mamá hacia que viviéramos en constante angustia e incertidumbre.
Francisco Javier Bravo Núñez, Su cónyuge hace el siguiente relato de la detención del afectado, en el Recurso de Amparo Rol 1.030-74:
"Que presentó Recurso de Amparo en favor de mi cónyuge, don Francisco Javier Bravo Núñez, y don Aurelio Carvajal, ambos de mi mismo domicilio, quienes fueron detenidos en nuestro hogar el 26 de Agosto del presente año (1974), por tres personas de civil que se movilizaban en una camioneta marca Chevrolet, último modelo, patente SJ-790, de La Reina, y que no portaban orden de detención alguna emanada de autoridad competente".
Que desde ese día no he vuelto a saber de mi cónyuge ni del Sr. Carvajal, que era un arrendatario que teníamos, y de quien ignoro mayores antecedentes".
Posteriormente, y en el mismo Recurso , la cónyuge agrega que: "...el amparado Aurelio Carvajal fue puesto en libertad por cuanto no existían cargos en su contra, luego de haber permanecido en un lugar que ignora que sitio es; que el Sr. Carvajal fue detenido en el mismo lugar que mi cónyuge, don Francisco Bravo Núñez, y por las mismas personas quienes, como se índico en el escrito del Recurso, se movilizaban en una camioneta marca Chevrolet, ultimo modelo, patente SJ-790, de la Municipalidad de La Reina, por lo que no me cabe la menor duda de la efectividad de la detención de mi cónyuge".
En el proceso de presunta desgracia seguido en favor del afectado ante el Primer Juzgado del Crimen de Mayor Cuantía de Santiago, la cónyuge, a fs. 18, ratifica lo anteriormente transcrito.
Con fecha 24 de Julio de 1975 se reprodujo en la prensa chilena - entre ellos el diario El Mercurio, de Santiago - una información proveniente del extranjero en la cual se menciona al afectado como fallecido en enfrentamiento en la localidad de Salta, Argentina, junto a otras 58 personas.
Sin embargo, tanto las autoridades chilenas como extranjeras pertinentes, expresaron que no habían antecedentes serios que confirmaran la noticia.
27 de agosto de 1974
Jacqueline Binfa Contreras, hija de Aldo Binfa y de dona Julia Contreras, tenia un hermano, José, tres años menor que ella. Jacqueline quedó huérfana de su padre cuando recién cumplía 7 años y su hermano José tenía sólo 4 años de edad. El padre, comerciante, falleció en un accidente automovilístico, quedando la familia sin ningún ingreso. Esta penosa circunstancia obligó a su madre a buscar trabajo, reingresando al Hospital Militar, donde había ejercido como enfermera durante doce años, y se había retirado de ese puesto al casarse y para dedicarse a su casa.
Jacqueline fue una niña difícil de carácter, demandante como adolescente. Comenzó a rebelarse contra las injusticias y la forma tradicional de estructura de la sociedad, muchas veces fue muy critica a la abnegación y dedicación que su madre le entregó a su trabajo, tratando de romper abruptamente con los marcos establecidos. Un tiempo se fue de la casa adoptando una conducta de rebeldía juvenil. Fue en esa época en que se vinculó partidariamente en el MIR, volcando su rebeldía en dedicación por los pobres y desposeídos de nuestra patria. Volvió a su casa y un tiempo después postulo a la Escuela de Servicio Social de la Universidad de Chile, ingresando en el año 1972. No mucha gente la conoció en la Escuela, porque su principal actividad la desarrolló en el frente poblacional, donde conoció y debió trabajar con el agente de la DINA Osvaldo Romo. A la Escuela llegaba siempre apurada para participar en sus clases, de aspecto desgarbado, muy poco preocupada por su aspecto personal, algo mayor que el promedio de las demás, por lo mismo tenia una actitud crítica por el compromiso y entrega de los demás a la causa. Ella se dejaba muy poco tiempo para la vida personal, conversaba muy poco de ella, se le veía siempre como la militante entregada y dedicada al partido y sus actividades en el frente poblacional.
La madre de Jacqueline, la señora Julia, falleció en el año 1982, víctima de Cáncer, sin que pudiera saber nunca ninguna información acerca del paradero de su hija. La madre murió con la enorme pena de no haber obtenido nunca la más mínima ayuda en a lo menos una noticia, ni nada de quienes hoy ejercen el poder y son los responsables del desaparecimiento de su hija, a los cuales muchas veces atendió, cuidó, dedicó horas de su vida en toda su actividad laboral como enfermera en el Hospital Militar. Todos le dieron la espalda, ninguno de aquellos que la habían conocido durante tantos años la pudo recibir, ni tuvieron consideración con la tristeza de ella por la pérdida de su hija.
Un año después su único hermano, José, murió a consecuencia de una afección cardiaca.
29 de agosto de 1974
Violeta del Carmen López Díaz, 40 años a la fecha de detención, Cedula de Identidad: 3.103.593 de Santiago, secretaria. Nació el 21 de septiembre de 1933 en Santiago. Hija de Rebeca Díaz Leiva y Julio López. Vivía con su madre en Pedro Mira 907 San Miguel; era viuda y tenía dos hijos. Se desempeñaba como secretaria de S.A.T.CH. Sociedad de Autores Teatrales de Chile, tenía un grupo de teatro llamado "Acuarium" el que funcionaba desde 1968; éste se reunía a veces en su domicilio cuando debían ensayar; por esto los vecinos murmuraban que eran reuniones clandestinas. El domicilio de Violeta había sido allanado varias veces por agentes de la DINA, todos sin orden de detención legal. A causa de esos rumores, el 29 de agosto de 1974 a las 22:00 horas, en circunstancias que Violeta se encontraba en cama, ya que había llegado enferma del trabajo; se hace presente un grupo de civiles, quienes sin mostrar orden de arresto ni credenciales procedieron a detenerla. Estas personas se movilizaban en tres camionetas, en las que permanecieron otros civiles. En esa oportunidad también detienen a Luis Lobos Joquena, quien vivía en esa casa más de 10 años. Luis Lobos J. recuperó su libertad el 6 de septiembre del mismo año, declarando: "Debo manifestar-que estuve detenido en el Campamento Tres Alamos, desde el día 29 de agosto de 1974 hasta el día 6 de septiembre del mismo año. En esa época vi que doña Violeta López Díaz se encontraba en ese lugar. A pesar que me encontraba incomunicado, el 4 de septiembre siendo más o menos las 22 hrs., cuando salíamos del baño, vimos un grupo de mujeres que hacían gimnasia y, me pude percatar que entre ellas se encontraba doña Violeta López. Después de esa fecha no la volví a ver hasta el 6 de septiembre de 1974, como a las tres de la madrugada, cuando me llevaron en una camioneta hacia un lugar que desconozco; al salir de Tres Alamas la volví a ver. Ese mismo día fui puesto en libertad, de tal modo que nunca más la volví a ver ni supe nada de Violeta".
El 3 de septiembre de 1974 se interpone Recurso de Amparo ante la Corte de Apelaciones de Stgo., Rol 1046-74, el 4 de septiembre del mismo año y ante los informes o respuestas negativas de las autoridades referidas, fue rechazado, ordenando la Corte enviar los antecedentes al Juzgado respectivo para "investigar la posible comisión de delitos con motivo del desaparecimiento de la amparada".
El estupor de sus familiares se acrecentó el 24 de julio de 1975, al leer en el diario El Mercurio una información del semanario "LEA" de Buenos Aires, que publicó una nómina de 60 personas, supuestamente eliminadas en diversos países, entre los que se encontraba Violeta.
Como es de conocimiento público nacional e internacional, esa publicación junto a otra del Diario O'DIA constituyen la primera maniobra del régimen para acallar y blanquear el problema de los Detenidos-Desaparecidos, eludiendo de esta forma la responsabilidad que le cabe en ello.
El 30 de agosto de 1974
fue muerto Eduardo Alberto CANCINO ALCAINO, empleado, militante del MIR. La víctima había sido detenida el día 22 de agosto en la casa de sus padres. Al día siguiente fue llevado por un rato a su hogar, logrando manifestar a sus familiares que había sido golpeado.
El cuerpo de la víctima fue encontrado posteriormente en la Cuesta El Melón, habiendo fallecido según el certificado de defunción, el día 30 de agosto. La autopsia, sin poder precisar la causa exacta de la muerte, da cuenta de traumatismos inferidos por cuerpos contundentes en el tórax, abdomen, extremidades inferiores, cadera, regiones lumbo-sacro-dorsales y cuero cabelludo, lo que permite adquirir la convicción de que su muerte se debió a las torturas recibidas a manos de agentes del Estado.
2 de septiembre de 1974
LUIS ALBERTO GUENDELMAN WISNIAK, Rut 5.712.546, nacido el 28/09/49, 24 años a la fecha de su detención, domiciliado en Ruiz de Gamboa 048, Las Condes, Santiago, casado, egresado de Arquitectura de la Universidad de Chile
Luis Alberto Guendelman Wisniak, fue detenido el 2 de septiembre de 1974, alrededor de las 22:30 horas, en su domicilio, en presencia de su cónyuge - María Francisca Hurtado - por 7 u 8 agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), armados y entre los que iban Osvaldo Romo Mena y Basclay Humberto Zapata Reyes ("El Troglo"). Los agentes llevaban en calidad de detenido a un amigo de la víctima, Arnaldo Salamero, quien posteriormente saldría en libertad desde Tres Alamos, viajando a México. Luis Alberto Guendelman fue trasladado a la casa de calle José Domingo Cañas Nº1367 - recinto secreto de detención y tortura de la DINA - y, posteriormente, a Cuatro Alamos, desde donde desapareció.
Los aprehensores se movilizaban en una camioneta amarilla o beige, tipo pick-up, marca Chevrolet, con toldo verde, en el que se leía "Carpas Gillibrandt" y cuya patente era UY-55 de La Granja. A la mañana siguiente, 3 de septiembre, el afectado fue llevado nuevamente hasta su domicilio por sus captores. La empleada de la casa, Berta Carrasco, lo vio a las 08:30 horas de la mañana, demacrado y rodeado de civiles, los que procedieron a realizar un minucioso allanamiento del inmueble.
Anterior a los hechos, Luis Alberto Guendelman acudía normalmente al domicilio de Arnaldo Salamero donde recibía y hacía llamados telefónicos. La noche del 2 de septiembre llegó hasta esa casa una joven, que dijo ser Alejandra, y que venía de parte de Luis Alberto (Marcia Alejandra Merino, que llevaba tres o cuatro meses detenida en Londres 38, transformándose en colaboradora de la DINA), acompañada de un hombre joven vestido con chaqueta de cuero. No había pasado más que unos momentos, cuando se hizo presente un grupo de hombres comandados por Osvaldo Romo Mena, quienes comenzaron a interrogar a Arnaldo Salamero en relación a Luis Alberto. Los agentes de la DINA detuvieron a Arnaldo Salamero y lo condujeron, en la camioneta, hasta el domicilio del afectado. Allí procedieron a la detención de la víctima, devolviendo al testigo a su hogar. Como a las 02:00 de la madrugada del 3 de septiembre, Romo se presentó de nuevo ante Arnaldo Salamero y le pidió las llaves de una casa que éste tenía en Las Vertientes, y que solía prestar al afectado y a su esposa. Como el declarante no las tenía, puesto que las guardaba en su negocio, Romo se retiró y, en horas de la mañana del mismo 3 de septiembre, apareció llevando consigo al afectado, en el negocio de Salamero. Le pidió las llaves y se fue, en la misma camioneta de la noche anterior.
En la noche del día 3 de septiembre de 1974, agentes de la DINA, comandados por Osvaldo Romo, detuvieron en su domicilio a Arnaldo Salamero, y lo condujeron hasta el recinto secreto de la DINA ubicado en José Domingo Cañas. Allí fue careado con el afectado, para después ser separados. Al cuarto día, Salamero fue interrogado otra vez, participando en el interrogatorio Romo. Al quinto día de su detención, el testigo fue llevado a Cuatro Alamos, donde, tres días más tarde, escuchó la voz de Luis Alberto Guendelman en el pasillo que conducía al baño. Al décimo día, Salamero quedó en libre plática en Tres Alamos, en donde se enteró, 5 días después, que a Luis Alberto Guendelman lo habían sacado de Cuatro Alamos con destino desconocido. Esta información se la entregó un detenido de nacionalidad austríaca a quien llamaban "PIL". Posteriormente, nadie pudo darle nuevas informaciones sobre la víctima.
Cuando Arnaldo Salamero se encontraba en libre plática en Tres Alamos, concurrió hasta ese recinto Sara Wisniak -madre del afectado- a quien Conrado Pacheco, jefe del Campamento, impidió hablar con el testigo.
Tal como se señaló, en la detención del afectado participaron Osvaldo Romo, Basclay Humberto Zapata Reyes, con la colaboración de Marcia Alejandra Merino Vega, llamada "Flaca Alejandra".
Por su parte, Miguel Antonio Albrecht, detenido por la DINA el 3 de septiembre de 1974, permaneció en un recinto que no pudo identificar, junto al afectado, en el que compartieron la misma celda. El 5 de septiembre del mismo año, ambos fueron conducidos en el mismo furgón a Cuatro Alamos, en donde permanecieron en igual pieza hasta el 13 de septiembre, fecha en que el testigo fue trasladado en libre plática a Tres Alamos.
Agustín Holgado Bloch, quien fue detenido el 12 de septiembre de 1974 y que pasara por distintos recintos de reclusión, el 25 de septiembre del mismo año fue llevado a Cuatro Alamos. Allí, el declarante llegó a una habitación en donde estaban Luis Guendelman y Luis Arce, hermano de Luz Arce, militante socialista que se transformara en colaboradora de la DINA después de su detención. El testigo lo vio en buenas condiciones físicas, íntegro, conversador, bien vestido, y le contó que efectivamente era pariente de los dueños de las tiendas Guendelman. En la mañana del 26 de septiembre, los agentes llamaron al afectado y le dijeron que se llevara "sus cosas".
En noviembre de 1974, el Departamento de Estado de Estados Unidos informó al Senador J. William Fulbright -por escrito- que la Embajada de ese país en Chile había sabido extraoficialmente, por medio de fuentes del Gobierno chileno, que Guendelman se encontraba en Cuatro Alamos en buenas condiciones de salud. El 6 de febrero de 1975, la Embajada de Estados Unidos en Chile informó -también por escrito- al Decano de la Universidad de California, Berkeley, señor Milton Chernin, que informalmente había sabido que el afectado se encontraba en Cuatro Alamos, sin que hubieran cargos en su contra. "Su nombre -se agregaba en la nota de la Embajada- no aparece en ninguna de las numerosas listas de detenidos a quienes se les ha permitido abandonar Chile, que han sido publicadas por el Gobierno chileno". La misma información entregó la Embajada norteamericana en Chile al Profesor Clarkson H. Oglesby de la Universidad de Stanford.
Además, Simón Guendelman -hermano de la víctima y con residencia en Estados Unidos -supo, extraoficialmente, que Luis Alberto Guendelman había estado internado, por serios motivos de salud, en el Hospital Militar de Santiago entre los meses de noviembre y diciembre de 1974. En mayo de 1975, Manuel Trucco, Embajador de Chile en los Estados Unidos, declaró a un representante de la prensa norteamericana que, durante sus indagaciones, había recibido respuestas contradictorias referentes a la detención de Luis Alberto Guendelman. En junio del mismo año, un miembro de la INTERPOL, investigando el caso, afirmó en Buenos Aires que el afectado se encontraba recluido en una "provincia norteña".
El 24 de octubre de 1974, se presentó en el domicilio de Luis Alberto, uno de los agentes que había participado en el allanamiento del 3 de septiembre de 1974, siendo reconocido por Berta Carrasco. El agente dejó una citación para la cónyuge del afectado. De ésta pudo colegirse que se trataba de un funcionario que pertenecía a un llamado "Grupo 3" del Servicio de Investigaciones.
El 12 de julio de 1975, la prensa chilena informó que en la localidad de Pilar, 45 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, en el interior de un automóvil, se habían encontrado dos cuerpos semicalcinados y acribillados, y sobre los cuales había un lienzo que decía "Dados de baja por el MIR". Los documentos que se encontraron entre los restos, supuestamente correspondían a Luis Alberto Guendelman y a Jaime Robotham Bravo (detenido por la DINA y actualmente desaparecido). La prensa chilena de la época dijo que a raíz del hallazgo de estos cadáveres se confirmaba que "muchos individuos que figuran como desaparecidos, son elementos que salieron clandestinamente del país". Se agregaba que la identidad de los muertos había sido confirmada por las autoridades chilenas y que "Amnistía Internacional no tendrá otra cosa que borrar sus nombres de la lista de personas desaparecidas en Chile".
Frente a esta noticia, Sara Wisniak -quien residía en Israel- viajó a Buenos Aires el 13 de julio de 1975. Junto al Cónsul Adjunto, señor Mujica, y a un familiar, concurrió a la Morgue de Pilar en donde exigió ver el cuerpo que supuestamente pertenecía a su hijo. El espect"culo -según lo describió ella- era horrendo: "había dos troncos humanos, totalmente carbonizados, a los que les faltaban las extremidades". De inmediato se dio cuenta que el cadáver que se señalaba como el de la víctima, no correspondía a las características físicas de él. Luis Alberto Guendelman había sido operado de un fibrocarcoma que hizo necesaria la extirpación del glúteo izquierdo y se le removió parte del hueso coxis. El tronco que se le mostró a Sara Wisniak no presentaba absolutamente ninguna de estas características. Además, la dentadura presentaba dientes torcidos y extracciones. Luis Alberto Guendelman tenía una dentadura, completa, derecha y sana.
Por otra parte, la cédula de identidad -que no mostraba signos de haber estado expuesta al fuego- de tipo plástico, estaba abierta a un lado y cerrada con corchetes, el apellido mal escrito, la fotografía no correspondía a la víctima, la huella digital no coincidía con la del pasaporte, la firma notoriamente falsificada, así como también resultó falsificada la supuesta firma del Jefe del Gabinete de Identificaciones de Chile.
El dictamen final fue que los restos no pertenecían a Luis Alberto Guendelman Wisniak. Igual cosa ocurrió con el cuerpo que se informó correspondía a Jaime Robotham. Todo había resultado una maniobra de la DINA destinada a distraer la atención sobre las numerosas denuncias de detenciones seguidas de desaparecimientos, conocida como "Operación Colombo", y en la que también se insertó el caso de otro detenido desaparecido, Juan Carlos Perelman Ide, cuyos restos también se supusieron encontrados en la localidad de Pilar, una semana después de ocurridos estos hechos.
5 de septiembre de 1974
Sonia de las Mercedes Bustos Reyes, 30 años, Cédula de Identidad 5.226.393 de Santiago, Soltera. Nacida en la ciudad de Santiago el 13 de Mayo de 1944, proviene de una familia modesta, esforzada, de trabajadores; que vivió siempre con la dignidad y la decencia que ha caracterizado a nuestro pueblo, realizo sus estudios primarios en el Colegio Hispano Chileno; destacándose como una alumna especialmente eficiente con sus obligaciones.
Posteriormente ingresó al Instituto Superior de Comercio lugar en el cual se recibió de secretaria de Contabilidad.
Ejerció su profesión en empresas privadas, lugares donde combatió fuertemente la política de explotación de los patrones.
A la fecha del golpe militar se encontraba trabajando en la secretaria del casino de Investigaciones hasta el momento de su detención el 5 de septiembre de 1974 por efectivos de la DINA, comandados por Osvaldo Romo Mena. Este hecho injurioso fue perpetrado en presencia de su madre, hermanas y pequeños sobrinos.
A la semana después se llevaron detenidos a su hermana Rosa y al novio de Sonia, Carlos. Los que estuvieron con ella en un recinto secreto de calle "Londres 38" y posteriormente en la prisión de "Tres Alamos", siendo sometidos a fuertes presiones físicas y sicológicas. Rosa y Carlos fueron dejados en libertad ese mismo año.
Al transcurrir el tiempo la madre de la afectada visita a una presa política en la casa correccional quien le entregaría testimonio que Sonia fue sacada de "Cuatro Alamos" en septiembre del año 1974 por efectivos de la DINA.
A raíz de su detención se realizaron toda clase de esfuerzos y gestiones tendientes a saber de su destino, sin que la autoridades a quienes recurrimos nos dieran respuesta alguna y esto a pesar de los múltiples testimonios llegados desde el extranjero y aportados por nosotros dentro del país.
Era militante del MIR; y en esta lucha fue detenida y tal vez vejada; torturada y humillada como muchos de los detenidos desaparecidos
El 6 de septiembre de 1974
fueron detenidos en la vía pública los amigos y compañeros de trabajo Héctor Genaro GONZALEZ FERNANDEZ y Roberto Salomón CHAER VASQUEZ, vinculados al MIR. El 10 de septiembre fue detenido en la comuna de Quinta Normal Carlos Julio FERNANDEZ ZAPATA, vinculado políticamente con los detenidos anteriores, casado, dos hijos, ex estudiante de la Universidad de Concepción, militante del MIR, conocido entre sus ex compañeros del MIR en la Universidad de Concepción como Carlos Zapata o Raúl, fue detenido el 10 de septiembre de 1974 alrededor de las 10:00 horas en su lugar de trabajo, una Fábrica de Confites ubicada en calle Frontera 2857, Santiago, por efectivos de la DINA, que dijeron ser "policías". Uno de estos llamaba la atención pues era canoso y tenía soriasis en sus manos.
Los agentes llegaron al lugar preguntando por Carlos Fernández y uno de ellos lo divisó desde lejos y señaló de inmediato que era él, ya que lo ubicaba. En seguida le pidieron su cédula de identidad y luego se lo llevaron sin que el afectado opusiera resistencia alguna. Fue introducido en un auto Ford color negro modelo antiguo y trasladado hasta la casa en que arrendaba una pieza, donde le permitieron recoger ropa y finalmente partieron con rumbo desconocido.
Testigos de su detención fueron el representante legal de la empresa, Nicolás Condori Salazar, quien atendió a los agentes y otros operarios de la misma, entre ellos, Antonio Mateluna. Días antes, el 6 de septiembre, había sido detenido su primo Héctor Jenaro González Fernández junto a Roberto Chaer Vásquez, también por efectivos de la DINA, en la vía pública en el centro de Santiago.
Por último, el 13 de septiembre del mismo año, fue detenida la novia de Héctor González, Patricia Fernández Argandoña, por agentes de la DINA y conducida a un recinto que, por la descripción que hizo, correspondería a Villa Grimaldi. En este lugar estuvo con su novio y, el día 14 de septiembre, fue trasladada junto a éste, a Carlos Fernández y a otra mujer que no conocía a Cuatro Alamos, donde fueron instalados en piezas distintas. Ella también conocía a Carlos Fernández, pues habían estudiado en la misma época la carrera de Economía en la Universidad de Concepción. El 17 de septiembre la testigo fue dejada en libertad desde Cuatro Alamos, después de lo cual no volvió a saber más de su novio ni de Fernández Zapata.
Con posterioridad, el 4 de diciembre de 1974, fue detenido en Concepción René Vergara Poch, por personal de Investigaciones y conducido al Cuartel de ese servicio donde fue interrogado acerca de Carlos Fernández Zapata y Héctor González Fernández, de quienes le exhibieron unas fotografías. Vergara fue trasladado después a la Base Naval de Talcahuano y posteriormente a Santiago, donde estuvo en varios recintos de la DINA y en el Campamento de Ritoque para finalmente ser expulsado del país el 14 de julio de 1975.
Años después, el 20 de abril de 1977, fue detenido Raúl Hidalgo Canessa, ex compañero de trabajo de Carlos Fernández en la Fábrica de Confites, por agentes de la DINA, quienes lo trasladaron a un recinto secreto, presumiblemente Villa Grimaldi, donde fue interrogado sobre varias personas, entre ellas Nicolás Condori Salazar, testigo de la detención de Fernández, y los padres de éste, quienes eran acusados de "extremistas marxistas". Con anterioridad, el 20 de septiembre de 1973, luego de ocurrido el Golpe Militar, Carlos Fernández había sido detenido en Concepción, recuperando su libertad el 20 de octubre del mismo año. Después de esta detención, decidió trasladarse a Santiago donde comenzó a trabajar en la Fábrica de Confites.
Tanto Carlos Fernández Zapata, su primo Héctor González Fernández y el amigo de éste último Roberto Chaer Vásquez, se encuentran desaparecidos desde que fueran detenidos por agentes de la DINA el 10 de septiembre de 1974 el primero y cuatro días antes los dos últimos.
Roberto Chaer apareció en la nómina de 119 chilenos supuestamente muertos en el extranjero según publicaron el diario brasileño O'DIA y la revista argentina LEA, ambas desconocidas en sus países y editadas por única vez en esa oportunidad, julio de 1975. Esta noticia fue desmentida oficialmente por autoridades brasileras y argentinas. Quienes integraban esta nómina habían sido detenidos por efectivos de seguridad chilenos, todos los cuales se encuentran desaparecidos desde entonces.
Mónica Ghislayne Llanca Iturra, detenida desaparecida el 6 de setiembre de 1974, nació en Santiago el 28 de julio de 1951, casada y tenia un niño. Era funcionaria del Gabinete Central de Identificación. Sus padres eran Artemio Llanca Llanca y Emma Iturra Maldonado.
Sus primeros años los vive en la comuna de Conchalí, luego, su adolescencia la vive en el barrio Carrascal. A los 5 años, su madre queda invalida, y a raíz de esto, sus padres se separan. Posteriormente a los 12 años, muere su madre, quedando en poder de sus hermanas mayores.
Egresa de la enseñanza medía el año 1970. En el año 1969 nos conocemos y el año 1971 contraemos matrimonio, ese mismo año rendimos la prueba de aptitud académica sin éxito, por tanto, para ayudar al nuevo hogar en formación ingresa a trabajar al Gabinete Central de Identificaciones (Gral. Mackenna). En julio de 1972, tenemos el primer y único hijo, Rodrigo.
Abruptamente, el 11 de septiembre de 1973, cambio el giro de nuestras vidas (como en millares de familias chilenas) pues a pocos días del golpe yo soy despedido del trabajo por razones obvias, debiendo ella -con gran entereza y dándome animo afrontar la responsabilidad económica de mantener el hogar, pero no sería este el único golpe que recibiríamos; el 6 de septiembre de 1974, a las 3:30 hrs de la madrugada unos golpes rudos sacuden la puerta de nuestra casa en Conchalí (Cordillera de los Andes 5319) entran unos hombres armados, 2 civiles y los otros uniformados de la FACH, al mando de un hombre que coincide físicamente con los rasgos de Osvaldo Romo Mena, sin exhibir orden alguna ni formular ningún cargo, excepto que deberían llevársela, yo les exigí me mostraran la orden de detención, a lo que me respondieron en forma negativa. Les propuse que me llevaran a mi, pues ella tenia que estar con la guagua de 2 años y 2 meses. Pero todo fue en vano, luego de proceder a allanar la casa sin encontrar nada que la comprometiera, sólo la dejaron que sacara del baño un cepillo de dientes, y de paso se despidió de mi con un beso tembloroso que todavía lo siento.
Se la llevaron en un furgón color oscuro, escoltado por un camión con soldados armados. Lo último que me dijeron fue que dirigiera al Cuartel Central de Investigaciones a saber de ella.
La búsqueda empezó esa misma mañana pues fui a su trabajo dando cuenta de lo ocurrido, sus compañeras se movilizaron para tratar de indagar si efectivamente estaba en Investigaciones, pero no estaba ahí. Desde ese mismo instante empiezo el deambular al Ministerio de Defensa; de ahí, un señor me dio un dato que existía oficina en el ex-Congreso Nacional para tratar estos casos, se trataba de la oficina del Sendet, luego a la cárcel de mujeres, todo fue negativo, la respuesta siempre fue la misma: "no está, no está". El día 9 de sept., por medio de un curita dimos con el Comité Pro Paz (digo dimos, porque en todo este trajín me acompañó por mas de 5 años una hermana de Mónica, la que además se encargo de la crianza de Rodrigo). Decía entonces, que en el Comité ese mismo día 9 se le puso Recurso de Amparo, el cual fue contestado negativamente, con la frase que se hizo tradicional: "no hay orden de detención".
En el año 1975, después de encontrar una testigo (Sandra Machuca) que estuvo con Mónica en sept. u octubre de 1974 en 4 Alamos, con este dato se puso una querella por secuestro en el tercer juzgado del crimen de Santiago, sin resultado.
El 24 de julio de 1975, un golpe terrible sacudió todo en mi, ya era demasiado, creí que me volvería loco, pues aparece el nombre de mi esposa en la segunda lista del conocido caso de los 119.
En la búsqueda nos conocimos muchas personas, eran más madres que esposos los que buscábamos a sus familiares. Creo que en esos momentos éramos sólo dos esposos, don Pascual, marido de Cecilia Labrín Sazo, que al ser detenida estaba embarazada de 6 meses; su marido y yo nos conocimos en Tres Alamos, solíamos encontrarnos todos los días de visitas, y a veces me decía: ¿habrá nacido mi hijo? Son tantas las cosas que puedo contar en este trajín, que pueden llenar páginas y páginas cada uno de los familiares de detenidos desaparecidos, espero que lo he relatado y relataré, sea de provecho.
El 7 de septiembre de 1974
Francisco Eduardo Aedo Carrasco, casado, dos hijos, ex-académico de la Universidad de Chile, arquitecto, fue detenido el 7 de septiembre de 1974, alrededor de las 10 horas, en su domicilio de Avenida Palena. Los aprehensores fueron agentes de la DINA movilizados en una camioneta celeste, Chevrolet, sin patente, quienes preguntaron por un tal Luis y al respondérsele que allí no vivía nadie con ese nombre, preguntaron entonces por el afectado, a la vez que procedieron a allanar la casa, incautando ilegalmente un plano de la ampliación del hospital militar en la cual había colaborado como calculista en 1971, y varios discos de música clásica rusa. El que hacía de jefe de los civiles manifestó al resto de los moradores de la casa, la cónyuge de Francisco Aedo -María Cristina González Benedetti- su suegra María Benedetti y la empleada de la casa, doña Frida Gabatinni, que se trataba de un procedimiento de "simple rutina" y que el afectado estaría de regreso a las 13 horas. Fue introducido a la camioneta y lo trasladaron con rumbo desconocido. Fue la última vez que su familia lo vio. Por testimonios de ex-detenidos de la DINA, ha podido establecerse que a Francisco Aedo se le mantuvo recluido en el recinto denominado "Cuatro Alamos" hasta el mes de marzo de 1975.
Don Carlos Ruiz Aranzáez, ex detective, fue detenido por la DINA el 6 de septiembre de 1974 en la oficina del Director General de Investigaciones. En su testimonio, expone que de inmediato fue trasladado con la vista vendada a un recinto de interrogación y tortura cuya ubicación desconoce. El 7 de septiembre fue trasladado a 4 Alamos en donde permaneció hasta el 12 de septiembre, fecha en que nuevamente fue llevado al primer recinto, para luego, en horas de la noche del 12 de septiembre volver a 4 Alamos. Entre los detenidos que vio en este último recinto estaba Francisco Eduardo Aedo Carrasco, un señor de unos 60 años, con quien conversó mucho enterándose que también había estado recluido en Chacabuco en una anterior detención. El señor Aedo fue sacado de su celda al cabo de unos 4 días, aproximadamente el 20 de septiembre. No lo vio con posterioridad a esa fecha.
Don Mario Enrique Aguilera Salazar, fue detenido por la DINA el 12 de agosto de 1974 permaneciendo recluido en Londres 38, en el recinto de José Domingo Cañas y 4 Alamos. A este lugar llegó el 24 de agosto y permaneció hasta el 16 de septiembre. Allí había otros detenidos, entre ellos, Francisco Aedo, quien no se encontraba en la celda grande, sino en las de menor dimensión; nunca lo vio, pero todos los prisioneros sabían que se encontraba detenido en ese recinto, era el de mayor edad.
Doña Viviana Uribe Tamblay, fue detenida por efectivos de Investigaciones el 13 de septiembre de 1974 y tras permanecer en recintos de esa institución, el 14 de septiembre fue trasladada a "Cuatro Alamos" junto a su tío Carlos Sepúlveda López y su hermana Mónica Uribe Tamblay, quienes fueron detenidos junto a ella. En 4 Alamos fue ubicada en la Pieza Nº5 y a su tío en la Nº6 en la cual había otros prisioneros, entre los cuales recuerda a Francisco Aedo. El 27 de septiembre, en horas de la noche, fue trasladada junto a su hermana al recinto de José Domingo Cañas y al día siguiente, la llevaron al Cuartel de Irán con los Plátanos en donde fue torturada y víctima de todo tipo de vejaciones. El 2 ó 3 de octubre fue nuevamente conducida a 4 Alamos en donde le asignaron la misma pieza Nº5. En la pieza vecina, la Nº6, seguían detenidos su tío Carlos y Francisco Aedo. Al día siguiente ella fue trasladada a 3 Alamos.
Don Fernando del Carmen Vásquez Yáñez, expone en el respectivo proceso judicial de Francisco Aedo, que fue detenido el 10 de agosto de 1974 en la ciudad de Linares por Militares pertenecientes a la Escuela de Artillería de la ciudad, siendo ese mismo día trasladado a Santiago, en donde fue recluido en 4 Alamos. Allí estuvo incomunicado en una pieza con catres metálicos, litera para dos personas, con Francisco Aedo y Carlos Sepúlveda López. Francisco Aedo era arquitecto y salió primero que él de 4 Alamos. Cuando salió en libertad -permaneció 55 días en 4 Alamos- llamó por teléfono a la casa de Francisco Aedo para darle los agradecimientos, porque le había ofrecido estando detenido, que su señora le podía facilitar dinero para que regresara a Linares. La señora de Aedo le dijo que no se moviera de donde estaba para conversar con él. Por ella se enteró que Aedo seguía detenido y él le hizo entrega de un lápiz que el afectado le había regalado.
Finalmente agrega en su declaración que a Aedo lo sacaron del recinto con otros detenidos más, un día que no recuerda.
Don Antonio Llorca Puig, expone en su testimonio haber sido detenido por efectivos del SIFA (Servicio de Inteligencia de la FACH), al mando del Comandante Ceballos Jones, el 7 de febrero de 1975, siendo trasladado a Villa Grimaldi y esa misma noche recluido en 4 Alamos, en donde permaneció hasta el 6 de marzo. En este último recinto, ocupando la pieza Nº7, se encontraba prisionero el arquitecto Francisco Aedo Carrasco, ocupaba él solo dicha celda. Lo vio en las mañanas de los días 4, 5 y 6 de marzo durante la primera ida a los servicios higiénicos. Aparentemente se veía en buen estado de salud.
Francisco Aedo había sido detenido con anterioridad, el 13 de septiembre de 1973, permaneciendo casi un año recluido en varios lugares de detención, 14a. Comisaría de Carabineros de La Florida, Campamento de Detenidos del Estadio Nacional y Campamento de Detenidos de Chacabuco, siendo liberado dos meses antes de su segunda detención.
Su nombre figuró en una nómina de 119 chilenos muertos en el extranjero en presuntos enfrentamientos entre grupos de ultraizquierda o en combates con las Fuerzas Armadas Argentinas.
Dichas nóminas fueron dadas a conocer por las revistas LEA de Argentina y O'DIA de Brasil, publicaciones que editaron un sólo número, sin editor responsable, y cuyas direcciones como pie de imprenta resultaron ser falsas. Los nombres de esta lista corresponden a 119 personas detenidas por los servicios de seguridad chilenos y que habían desaparecido a partir de la detención.
Su familia realizó innumerables diligencias y averiguaciones con el fin de dar con su paradero, pero todas ellas no dieron resultado alguno y aún desconocen la suerte que corrió en manos de la DINA. A la fecha de su secuestro, sufría graves problemas de salud que implicaban controles periódicos y la posibilidad cierta de ser intervenido quirúrgicamente.
Cabe destacar, que el 17 de abril de 1974, el Colegio de Arquitectos le otorgó diploma en reconocimiento de sus 35 años de profesión con una destacada trayectoria. Hasta la fecha el afectado se encuentra desaparecido.
10 de septiembre de 1974
Carlos Freddy Pérez Vargas, casado, publicista, militante del MIR, fue detenido el 10 de septiembre de 1974, alrededor de las 10 de la mañana, en su oficina particular ubicada en el centro de Santiago, por civiles que se identificaron como miembros del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), que lo condujeron hasta el recinto secreto de detención y tortura de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), ubicado en la calle José Domingo Cañas con República de Israel, en la comuna de ñuñoa, en donde fue visto por testigos y desde donde desapareció. Junto con él fueron detenidos Miguel Lathrop Cristi, de 63 años de edad, Juan Orlando González Lizana, ascensorista del edificio, y un portero que no fue identificado durante el proceso que se siguió por el desaparecimiento de la víctima.
Carlos Freddy Pérez fue el primero de cinco hermanos en sufrir las consecuencias directas de la represión. Otros cuatro de ellos, desaparecieron o murieron en enfrentamientos con agentes de la DINA.
El 10 de septiembre de 1974, Carlos Freddy Pérez Vargas se dirigió como de costumbre a su oficina ubicada en calle Estado N°360 (edificio que correspondía al ex-Hotel Splendid). Hasta allí llegaron, a lo menos, 5 agentes que se identificaron ante los testigos como miembros del SIM. A las 10 de la mañana, llegó hasta la oficina Miguel Lathrop, encontrándose con que el lugar estaba ocupado por civiles que retenían al afectado y a un trabajador de éste, cuyo nombre el testigo ignora. Sin interrogarlo y pidiéndole disculpas a Lathrop por las molestias, los aprehensores procedieron a vendarles la vista y a llevárselos detenidos. Por su parte, Juan Orlando González -ascensorista- recuerda que los agentes dijeron ser del SIM y que se los llevaron hasta un lugar que él no pudo identificar. Una semana más tarde, salieron en libertad ambos testigos, sin que se les interrogara y habiendo permanecido durante todo ese tiempo con la vista vendada en el recinto secreto de la DINA, ubicado en José Domingo Cañas, lugar que se pudo identificar por diversos testimonios.
Al día siguiente en la mañana el afectado fue llevado hasta el domicilio de don Vicente Claro, el que fue rodeado por unos 27 hombres armados. Unos cuantos de ellos entraron a la casa, llevando consigo a Carlos Freddy. Este parecía estar dopado, hablaba con dificultad y los aprehensores le tiraban el pelo y le empujaban la cabeza hacia atrás cuando querían que hablara. Llevaba las manos atadas y una de ellas se veía herida y sin vida. Los agentes allanaron el lugar, diciendo que buscaban armas y preguntando insistentemente por Dagoberto Pérez, hermano mayor del afectado, alto dirigente del MIR e intensamente buscado por los Servicios de Seguridad. Incluso, al momento de la detención, Carlos Freddy le comentó a Miguel Lathrop que no se preocupara porque no era a él a quien buscaban, sino que a su hermano Dagoberto.
También ese mismo 11 de septiembre de 1974, llegaron hasta la casa particular del afectado, cuatro civiles que se identificaron ante Virginia Valenzuela Jiménez -cónyuge de la víctima, de nacionalidad costarricense y ex-Agregado Cultural de su Embajada- como funcionarios de la DINA. Uno de ellos procedió a registrar el domicilio, sin mostrar identificación alguna y sin dar explicaciones por los hechos. Se retiraron sin llevarse nada. Uno de estos agentes era joven, rubio, alto, de ojos claros, vestido de sport, modales educados y facciones finas; un segundo, pelo negro, piel trigueña, alto, delgado, con una marca de golpe en la cara, nariz achatada, patillas y también vestido de sport.
El día 12 de septiembre, a las 15:00 horas, nuevamente llegaron civiles hasta el hogar de la víctima. Estos expresaron ser del Servicio de Inteligencia Militar y también allanaron el inmueble, incautando numerosos documentos. Antes de irse, intentaron detener a Virginia Valenzuela, la que opuso enérgica resistencia. Ante esta situación, los agentes desistieron y le dijeron que ellos tenían detenido a su esposo, por cargos que se hacían a su hermano Dagoberto. Uno de estos sujetos era alto, delgado, nervioso, de temperamento intranquilo, pelo negro y ojos oscuros, educado y vestía una chaqueta azul marino; otro, de unos 40 a 50 años, más bien gordo, de espaldas anchas, ojos claros y pequeños, muy observador, vestía un abrigo gris o beige. El tercero era más bajo, grueso, de piel clara y pelo castaño oscuro, hablaba poco. Se movilizaban en una camioneta Chevrolet nueva color celeste.
El afectado, entretanto, permanecía recluido en la casa de calle José Domingo Cañas. Allí fue visto por los detenidos Cristián Van Yurick Altamirano y Rosalía Martínez Cereceda. Esta última había sido detenida el 22 de septiembre de 1974, junto a su marido y a María Cristina López Stewart (actualmente detenida desaparecida), y conducida hasta el recinto anteriormente mencionado, en donde permaneció hasta el 5 de octubre del mismo año. Al llegar a la casa de calle José Domingo Cañas, se encontró con Carlos Freddy Pérez Vargas, al que vio en malas condiciones físicas, a causa del tratamiento que recibía durante los interrogatorios y el que le dijo que sólo esperaba reunirse pronto con su familia. Unos días después, recuerda la testigo, llegó también detenido, Aldo Pérez Vargas (actualmente detenido-desaparecido). Ambos hermanos se encontraron y se abrazaron muy emocionados. Según les contó Aldo, Osvaldo Romo Mena lo detuvo en la calle porque lo confundió con Dagoberto, a quien se parecía mucho. Los hermanos se mostraban preocupados por la suerte de sus familiares.
De acuerdo a los testimonios, Carlos Freddy Pérez permaneció en el recinto de José Domingo Cañas hasta aproximadamente, la última semana de septiembre de 1974, fecha en que fue sacado con destino desconocido. No se le volvería a ver en algún otro centro de reclusión.
Posteriormente, en julio de 1975, su nombre apareció en la lista de 119 chilenos presuntivamente muertos en enfrentamientos en el extranjero. El afectado estaba incluido en la nómina del diario "O'Dia" de Curitiba, Brasil, publicación que salió a circulación en esa única oportunidad, sin director responsable ni pie de imprenta. Con el tiempo se comprobó la falsedad de este hecho, el que no fue ratificado por ningún Gobierno, ni siquiera el chileno. Al respecto, el Mayor de Ejército, Enrique Cid Coubles, Jefe de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, informó a los distintos Tribunales que así lo requirieron, que no existían antecedentes relativos a la muerte de esos chilenos ni a su salida del país.
Además, el 28 de mayo de 1975, por Decreto Supremo publicado en el Diario Oficial de la fecha, se declaró que pasaba a dominio del Estado un automóvil station wagon, modelo 1957, patente KO 284 de Providencia, de propiedad del afectado. El motivo aducido era que dicho vehículo "fue adquirido con fondos del MIR". Virginia Valenzuela -en un escrito al Ministro del Interior, puesto que se trató de una medida administrativa- entregó las pruebas de que ella había puesto ese dinero.
Carlos Freddy Pérez Vargas era uno de los 6 hijos del matrimonio formado por Osvaldo Pérez y Otilia Vargas, cinco de ellos militantes del MIR. De esa numerosa familia, sólo sobrevivieron ambos padres y la hermana menor, Patricia, los que se asilaron en Cuba. El primero en desaparecer fue el afectado. Días más tarde, la DINA detuvo a Aldo Pérez, el que desapareció de Cuatro Alamos. El 16 de octubre de 1975, murió, en un enfrentamiento, el mayor y más buscado de los hermanos: Dagoberto Pérez. Los hechos ocurrieron en la parcela Santa Eugenia de Malloco, en donde se había ocultado la alta dirigencia del MIR: Andrés Pascal Allende, Nelson Gutiérrez, Martín Hernández Vásquez, Mary Anne Beausire Alonso (esposa de Andrés Pascal), María Elena Bachmann y la pequeña hija de Nelson Gutiérrez. Mientras Dagoberto Pérez obstaculizó el paso de los agentes, el resto del grupo logró huir. Nelson Gutiérrez iba herido, debiendo dejar a la niña en casa de unos campesinos. Días después, la doctora de nacionalidad británica, Sheila Cassidy atendió al herido y, producto de ello, fue detenida el 1° de noviembre de 1975 en la Casa de los Padres Columbanos. Hasta allí llegaron los agentes de la DINA, generando una balacera con el objeto de simular un enfrentamiento
13 de septiembre de 1974
Son detenidos en su domicilio en Santiago, por agentes de la DINA, los amigos Víctor Alfonso MARTINEZ y José Hipólito JARA CASTRO, ambos militantes del MIR. El 14 de septiembre fue detenido en Santiago Sergio Hernán LAGOS HIDALGO también militante del MIR
14 de septiembre de 1974
Es detenido, también en su domicilio y por agentes de la DINA, el dibujante y militante del MIR Bernardo DE CASTRO LOPEZ, quien se vinculaba políticamente con Francisco AEDO.
Luis Eduardo Durán RIVAS, estudiante de Periodismo de la Universidad de Chile fue detenido en las siguientes circunstancias: Durante la mañana del día 14 de septiembre de 1974, probablemente en los momentos en que la víctima se aprestaba a salir de su domicilio en dirección a su trabajo (su maletín con libros no fue encontrado en su departamento, cuando a raíz de una investigación judicial se ingresó a él, tiempo después), fue detenido por agentes de civil pertenecientes a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), los que no portaban orden de detención alguna, y conducido a un lugar desconocido.
Aunque no existen testigos presenciales de la detención del afectado, su certeza y la responsabilidad que le cabe al organismo mencionado (DINA), se afirma en acontecimientos posteriores.
En efecto, el 16 de septiembre de 1974, siendo aproximadamente las 21:00 hrs., en la intersección de las calles Puente con Santo Domingo, fue detenido Miguel Pedro Anglés Chateau, por un grupo de agentes vestidos de civil, que se movilizaban en una camioneta Marca Chevrolet, dentro de la cual se encontraba, en calidad de detenido, Luis Durán Rivas. El vehículo señalado fue estacionado en la calle Puente con Rosas, donde se ubicaba la zapatería "Murillo", lugar de trabajo de Anglés Chateau, y en su interior fue introducido este último luego de su aprehensión, constatando que el afectado había corrido igual suerte.
Tiempo después Miguel Anglés Chateau, encontrándose en el Campo de Prisioneros de Tres Alamos, en libre plática, relataría que fue conducido, junto a Luis Durán, hasta el centro secreto de detención y tortura a cargo de la DINA, ubicado en la Comuna de ñuñoa, en la calle José Domingo Cañas con República de Israel, lugar en el que fueron interrogados, siendo sometidos a un careo, y observando cómo el afectado era torturado en su presencia. Agregó que compartió la misma celda entre los días 16 y 19 de septiembre de 1974 con Luis Durán y otro detenido llamado Patricio Vergara, quien había sido también violentamente torturado y del que se pierde todo rastro hasta hoy. El 19 de septiembre del año indicado, los tres fueron trasladados hasta el pabellón de incomunicados del recinto, denominado Cuatro Alamos, siendo entonces separados. La última vez que el testigo vio al afectado ocurrió entre el 2 y 4 de octubre de 1974, mientras Luis Durán era llevado por personal de Cuatro Alamos, en un estado físico tan deplorable que no podía sostenerse en pie por sus propios medios.
Asimismo, con preocupación señalaría el testigo, que desde su primer encuentro con el afectado, constató que se encontraba en muy mal estado, presentando muestras de haber sido sometido a salvajes torturas físicas y sicológicas. Esta situación era aún más grave ya que Luis Durán se encontraba, el momento de su detención, sometido a tratamiento médico, pues padecía de úlcera gástrica, gastritis y colón irritable.
Otro testigo, Miguel Baeza Chaud, mientras permanecía recluido en Tres Alamos, en libre plática, relató que había compartido la misma celda de incomunicados en Cuatro Alamos con Luis Durán, entre los días 19 y 24 de septiembre de 1974, fecha esta última en que ingresaron al calabozo un grupo de hombres, quienes dirigiéndose al afectado le señalaron que se preparara, pues saldría en libertad. Ingenuamente, el testigo creyó que así sería, sólo al recuperar su libertad se enteró del desaparecimiento del afectado y de la angustia de sus familiares.
El 18 de diciembre de 1974, la madre del afectado, Irene Rivas Castro, y su hermana Ruth Durán Rivas, ingresaron a su departamento del Pasaje Matte, en compañía del detective Raúl Riveros Rioseco, quien estaba encargado de gestionar una orden de investigar emanada del Primer Juzgado del Crimen de Santiago, que sustanció un proceso por secuestro o presunta desgracia. En esta visita, constataron personalmente que el lugar evidenciaba la realización de un violento allanamiento. Los muebles se encontraban en completo desorden, las camas desarmadas y rotas, algunos objetos de valor habían desaparecido, libros y documentos estaban esparcidos y formando una verdadera montaña. Asimismo, se notaba que hacía meses que nadie ingresaba a la morada, y que la puerta trasera que daba al tejado del edificio había sido forzada.
Finalmente, cabe señalar que el nombre del afectado figura en una lista de 119 personas presuntamente muertas en el desarrollo de acciones guerrilleras en la República Argentina, y publicada en la Revista LEA de Buenos Aires y en el diario O'DIA de la ciudad de Curitiba, Brasil. Tres periódicos chilenos reprodujeron estas informaciones, El Mercurio, La Segunda y Las Ultimas Noticias, de fechas 23, 24 y 25 de julio de 1975, respectivamente.
El 16 de septiembre de 1974
Es detenido en la vía pública en Santiago por agentes de la DINA, el militante del MIR Héctor Cayetano ZUÑIGA TAPIA, quien fue luego llevado por sus captores a su domicilio de Villa John Kennedy. DD 119
Ese mismo día fue detenido en el centro de Santiago, por agentes de civil no identificados, el militante del MIR Vicente Segundo PALOMINO BENITEZ, Rut 4.405.460, Santiago, 30 años a la fecha de su detención, domiciliado en Elvira Dávila 4573 Quinta Normal, Santiago, soltero, profesor de Química de la Universidad de Chile y fotógrafo particular, militante del MIR, fue detenido el día 16 de septiembre de 1974, entre las 15:00 y 16:00 horas, en una calle del centro de Santiago, por un grupo de alrededor de 10 civiles armados con ametralladoras, que se movilizaban en una camioneta de color blanco invierno, cerrada, con carrocería de color rojo, sin patente.
Los aprehensores introdujeron al detenido en el vehículo mencionado y lo condujeron hasta el taller fotográfico que el afectado mantenía en la calle Santa Genoveva, al lado del Nº1353, en la comuna de Quinta Normal, el que constituía su fuente de trabajo. Una vez que arribaron al lugar, Vicente Palomino fue bajado de la camioneta, esposado, e introducido a la morada, mientras sus captores allanaban minuciosamente el taller, del cual extrajeron todo el material fotográfico que allí existía. Cumplido este objetivo, el grupo de civiles armados, junto al arrestado partieron con rumbo desconocido. Este hecho fue presenciado por numerosos testigos vecinos del sector, entre los que se encontraba don Alejandro Catalán Madariaga, quien fue, además, intimidado por los aprehensores de Palomino Benítez, en el sentido de que no debía comentar nada de lo que había presenciado.
El día 19 de septiembre de 1974, Vicente Palomino fue nuevamente conducido hasta su taller fotográfico, esta vez acompañado por dos sujetos armados y movilizados en una camioneta. Los agentes ingresaron al lugar, junto al afectado, y procedieron a sacar del taller una máquina fotográfica de su propiedad, y luego emprendieron con el detenido, nuevamente con rumbo desconocido. De este hecho también existen testigos presenciales, identificados como doña Ester Benítez Oria, María Alejandra Catalán Saavedra (tía y prima del afectado, ambas domiciliadas en Santa Genoveva 1353), y don Alejandro Catalán Madariaga. Las dos primeras prestaron declaración ante el 1er. Juzgado del Crimen de Santiago, que sustanció un proceso por presunta desgracia, tiempo después.
En denuncia por secuestro presentada por la hermana del afectado, doña Julia Palomino Benítez, ante el Noveno Juzgado del Crimen de Santiago el 14 de octubre de 1974, ésta señala que "el día 16 de septiembre de ese año, mientras se encontraba en calle Santa Genoveva con Vicuña Rosas de la comuna de Quinta Normal, aproximadamente a las 15:30 horas presenció, a cierta distancia, cómo su hermano fue sacado violentamente de la parte posterior de una camioneta roja, de capota color café crema, marca Chevrolet, de tipo moderno, sin patente, con las manos esposadas. "En el vehículo señalado agrega venían unos 10 individuos que portaban armas cortas, vestidos de civil y de edades que fluctuaban entre los 25 y 40 años. El afectado fue entonces introducido en una casa donde funcionaba su taller fotográfico, el que fue allanado y absolutamente desmantelado en un lapso de tiempo no superior a media hora, luego de lo cual emprendieron todos en dirección a la calle Andes".
Muchos años después, en declaración jurada prestada por Cristián Van Yurick Altamirano, detenido por agentes armados pertenecientes a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), el 12 de julio de 1974, relataría que permaneció recluido en la pieza Nº13 del Campo de Prisioneros incomunicados de 4 Alamos, con Vicente Palomino Benítez, junto a otros prisioneros entre los que identifica a Héctor Zúñiga Tapia, Néstor Gallardo Agüero, Carlos Gajardo Wolff, los hermanos Juan Carlos y Jorge Andrónicos Antequera, y otros, todos los cuales permanecen hasta hoy desaparecidos. Del afectado recuerda que "estaba con Zúñiga Tapia, eran matemáticos (ex alumnos de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticos de la Universidad de Chile), y por esta razón, les hacían clases de matemáticas al resto de los detenidos, y jugábamos ajedrez". También señalaría Van Yurick, en su declaración, que el afectado había permanecido un tiempo recluido en la casa secreta de detención y tortura de la DINA ubicada en José Domingo Cañas. Asimismo, señalaría finalmente, que mientras estuvo recluido en 4 Alamos, el testigo era permanentemente sacado a la casa de José Domingo Cañas y a Villa Grimaldi por períodos cortos; y que tuvo contacto con el afectado hasta el 20 de octubre de 1974, fecha en que Van Yurick fue trasladado a "Tres Alamos".
Cabe señalar que el nombre del afectado figura en una lista de 119 personas dadas por muertas en el desarrollo de supuestas acciones guerrilleras en diversos países extranjeros (Argentina, Colombia, Venezuela, Panamá, México y Francia), y publicadas en la Revista LEA de Buenos Aires y en el Diario O'Dia de la ciudad de Curitiba, en Brasil, las que aparecieron por una sola vez y sin editor responsable. Tres periódicos chilenos reprodujeron estas informaciones: El Mercurio, La Segunda y Las Ultimas Noticias, de fechas 23, 24 y 25 de julio de 1975, respectivamente.
Consultado sobre el particular, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, informó al señor Magistrado del Noveno Juzgado del Crimen de Santiago, que no existía antecedente oficial alguno que permitiera establecer que efectivamente las personas mencionadas hayan fallecido en el extranjero o hayan hecho abandono del país.
Mario Edrulfo Carrasco Díaz, R.U.T. 6.696.649-5, de Santiago, soltero, nacido el 16 de Mayo de 1956, 18 años a la fecha de detención, domiciliado en Pedro León Ugalde 1485, estudiante.
La detención del afectado es relatada de la siguiente forma por su padre, en el proceso Rol 108.162, del 4o Juzgado del Crimen de Mayor Cuantía de Santiago: "El día 16 de Septiembre de 1974, alrededor de las doce del día, se hizo presente en nuestro domicilio un grupo de cinco civiles, que se movilizaba en una camioneta Station Wagon color verde claro. Los dichos agentes fueron recibidos por mi cónyuge, doña Aurea del Carmen Díaz Valdes, testigo presencial del hecho que denuncio a US., a la que se presentaron verbalmente como miembros de "INTELIGENCIA", mostrandole fugazmente una tarjeta cuyo contenido no alcanzo a percibir".
"De inmediato, los individuos se introdujeron en las habitaciones de la morada, preguntando por mi hijo Mario Edrulfo. A éste, que se estaba arreglando para partir a clases, le ordenaron que los acompañara, procediendo así a su aprehensión sin intimarle orden alguna de detención, como lo dispone el Art. 13 De la Constitución Política del Estado".
"Tampoco indicaron los autores del arresto ilegal, a que recinto sería conducido el aprehendido. Hasta la fecha dicho recinto se desconoce, infringiendose así lo dispuesto en el Art. 14 de la Carta Fundamental".
Posteriormente, el padre del afectado ante el juez ratifica lo expresado en la denuncia. A fs. 6 se puede leer: "Ratifico mi denuncia", luego agrega: "La primera noticia que tuve de mi hijo fue por el padre de Juan Carlos Gonzalez Sandoval, ya que este último, que estaba detenido en Tres Alamos, dijo a su padre que no había visto allí a mi hijo. No me recuerdo el nombre del Sr. Gonzalez, se que vive en Portugal entre León Prado y Pedro Lagos".
Mas adelante, a fs. 16 en el escrito por el cual el padre solicita se amplíe la denuncia a querella por el secuestro expresa: " En el largo periodo de tiempo transcurrido desde la detención del afectado, no nos ha sido posible obtener información sobre su paradero o situación, salvo lo expresado por la Srta. Ximena Saavedra, secretaria de la Cruz Roja Internacional (Barros Borgono 43), a este querellante con fecha 7 de noviembre del año pasado: la Comisión de Cruz Roja había estado el día 11 de octubre en Tres Alamos y pudo ver, entre otros, a mi hijo, quien se encontraba con su salud quebrantada".
A fs. 19 declara doña Miranda Otina Ximena del Carmen Saavedra Cantillana, quien expresa: "Recuerdo haber atendido el 7 de noviembre del año pasado al señor que se menciona, por los datos que se me dan ahora..." "...no recuerdo que fue lo que le dije en la oportunidad en que lo atendí el 7 de noviembre del ano pasado, así es que no podría decir si lo que dice se lo informé de la manera como indica. En todo caso, hago presente al Tribunal que cuando damos información a las personas que nos van a preguntar por personas desaparecidas, ella la sacamos de una ficha que se tiene en la Cruz Roja, y lo hacemos por orden del jefe".
"Cualquier otra información que quiera el Tribunal, se la puede decir al Sr. Laurente Nicole o al jefe del Comite, Dr. Rolf K. Jenny".
Ahora bien, a fs. 11 por oficio enviado al Tribunal, el Comite de la Cruz Roja Internacional, bajo la firma del delegado, Sr. L. Nicole, expresa: "El 7 de noviembre de 1974 nos visito su padre, señor Edrulfo Carrasco Carrasco, quien nos comunicó que su hijo, señor Edrulfo Carrasco Díaz, había sido detenido el 16 de septiembre de 1974, en su domicilio, ubicado en Pedro León Ugalde No 1485, Santiago, por personal de civil perteneciente al Servicio de Inteligencia (SIM)".
"Por otra parte, en la visita efectuada el 11 de Octubre de 1974, por los delegados del Comite Internacional de la Cruz Roja (CICR) al campamento de detenidos Tres Alamos, según informaciones dadas por algunos detenidos, el Sr. Carrasco Díaz se habría encontrado incomunicado en dicho campamento. Por lo anteriormente expuesto, el Sr. Carrasco Díaz no fue visitado por los delegados del CICR, en ningún campo de detenidos".
Coincidente en lo expresado en la denuncia, por el padre del afectado, a fs. 6 vta. declara la madre de Mario Edrulfo, quien expresa: "El lunes 16 de Septiembre del ano pasado estaba sola en mi casa con mi hijo Mario Edrulfo Carrasco Díaz, entre las 12 y 12 y media del día".
"Llamaron a la puerta de calle y sali a abrir y un señor de unos 25 a 30 anos de edad, delgado, de regular estatura, que me preguntó por Mario, y me dijo que era amigo suyo. Como a esa hora mi hijo se estaba arreglando para ir a clases al Comercial 2, pense que si lo llamaba se iba a retrasar, y que lo mejor era decirle que no estaba en la casa. Así lo hice y aunque el señor insistió en preguntar por mi hijo siempre le conteste que no estaba y le pedi que le dejara conmigo algun recado. Al final el señor sacó algo así como una billetera, y mostrandome un disquito que tenia adentro me dijo que era del Servicio de Inteligencia. De inmediato apareció otro señor de su misma edad, que parece estaba en la calle junto a la muralla de la casa". Prosigue su declaración expresando: "Los dos hombres vestían de civil y no mostraron armas y entraron en la casa sin mostrar ninguna orden".
El 17 de septiembre de 1974
Manuel Jesús Villalobos Díaz, casado, un hijo, militante del MIR, fue detenido el 17 de septiembre de 1974, en horas de la madrugada, en su domicilio de calle Morandé 882, Dpto.B de la Capital, por 5 agentes de la DINA comandados por Osvaldo Romo Mena, quienes irrumpieron violentamente en el departamento preguntando por él -individualiz"ndolo por su sobrenombre familiar- para luego, golpear primero al cuñado de la víctima, y luego a este último, a quien primero esposaron para después propinarle una feroz golpiza en presencia de su cónyuge, de su hermana , de su cuñado y de su hijo de 8 meses de edad.
Tras ser golpeado e interrogado en su propio domicilio, Manuel Villalobos Díaz fue introducido a una camioneta Chevrolet C-10, color rojo, con toldo obscuro, patente de la Municipalidad de Las Condes, siendo trasladado con destino desconocido. Los agentes retiraron del departamento toda clase de libros y documentos, incluido el certificado de nacimiento del afectado.
Posteriormente, en forma accidental, su padre, don Manuel Villalobos Olivares, lo vio el 13 de octubre de 1974, a la altura del paradero 9 1/2 de Gran Avenida, en una camioneta Chevrolet C-10, en medio de dos individuos.
Díaz mas tarde, el 24 de octubre de 1974, su cónyuge encontrándose frente al Hospital Militar, se percató de la presencia en ese lugar de la camioneta Chevrolet a la cual fue subido Manuel Jesús tras ser detenido, con dos de los aprehensores en su interior: uno de alrededor de 23 años, alto, delgado, moreno, pelo negro y liso, labios delgados, ojos café oscuro y vestido con tenida deportiva; El otro de unos 35 años, alto, gordo, moreno, pelo negro encrespado, ojos café y vestido con terno oscuro. Ella se acercó a ellos, siendo reconocida por los agentes, quienes le dijeron que su "única misión es detener a las personas, que después no se sabe del paradero del arrestado", y "que ellos obedecían órdenes".
Siempre en el mes de octubre, su madre,Í acudió a las oficinas de la Comandancia de la Guarnición Militar de Santiago. Allí le entregaron como respuesta un papel escrito a mano que contenía las cifras: 35550-5416 y E-2; según el Oficial que la atendió, estos significaban que la víctima estaba en poder de la DINA.
En ese mismo mes de octubre de 1974, noticias provenientes de detenidos políticos, dicen que la víctima se encontraba en 4 Alamos.
Su hermana fueÍ detenida en 14 de enero de 1975, por agentes de la DINA que le manifestaron amenazadoramente "recuerda que tienes un hermano desaparecido". Fue trasladada a Villa Grimaldi en donde fue interrogada sobre su hermano, pero nunca le preguntaron como ubicarlo. También en ese recinto, pudo identificar a Osvaldo Romo Mena como el jefe de los agentes que arrestaron a Manuel Jesús.
El cuñado de la víctima, fue a su vez detenido el 15 de septiembre de 1975 por agentes de la DINA, siendo trasladado a Villa Grimaldi. Allí reconoció a Osvaldo Romo Mena como el jefe del grupo que allanó su casa.
Su familia efectuó innumerables diligencias y averiguaciones, con la angustia de saber que la víctima sufría graves problemas de salud (epitaxis a repetición, que en varias ocasiones le produjeron anemia).
Aparte de las respectivas gestiones judiciales, solicitó audiencia e información a los miembros de la Junta de Gobierno, a los Ministros del Interior, Justicia y Defensa. Muchas de estas gestiones recibieron respuestas, pero todas negativas. Asimismo, envió los antecedentes del caso a diversos Jefes de Estado, y a organismos internacionales. No dejaron puerta por tocar, pero aún desconocen la suerte que corrió la víctima en manos de la DINA.
Su cónyuge,Í es intensamente buscada por los organismos de seguridad a partir de noviembre de 1975, por lo que debe abandonar su búsqueda y se asila junto a su hijo. Hasta 1982 tiene prohibición de ingreso al país.
El nombre de Manuel Jesús Villalobos Díaz figuró en una nómina de 119 chilenos muertos en el extranjero, en enfrentamientos con grupos de ultraizquierda rivales o a enfrentamientos con las Fuerzas Armadas Argentinas. Dichas nóminas fueron dadas a conocer por las revistas LEA de Argentina y O'DIA de Brasil,
Mamerto Eulogio Espinoza Henríquez, ex estudiante de Dibujo Técnico en la sede de Temuco de la U. de Chile, militante del MIR, fue detenido en la vía pública el 17 de septiembre de 1974 por agentes de la DINA en lugar y ahora que se desconocen. Su madre, doña Rosa Hortensia Henríquez Henríquez, domiciliada en Concepción, expone en declaración jurada que su hijo, de su mismo domicilio, debió viajar a Santiago el 16 de septiembre pernoctando en el domicilio de su hermano Bernardo Espinoza ubicado en Avda. Valdovinos 930, comuna de San Miguel y quien se encontraba en esos mismos días en su casa de Concepción. Al regresar Bernardo Espinoza a su domicilio de Santiago, ya no encontró a su hermano y las diligencias y averiguaciones que realizó para dar con su paradero fueron infructuosas.
La Comisión de Verdad y Reconciliación consigna en su informe que la víctima era amigo de Miguel Enríquez, cuya seguridad tenía a su cargo, y que luego de ser detenido fue recluido en el recinto de la DINA de José Domingo Cañas desde donde desaparece. Miguel Enríquez a su vez fue muerto por la DINA el 5 de octubre de 1974.
Desapareció Néstor Alfonso GALLARDO AGUERO, de 24 años, contador y dirigente regional de Temuco del MIR. Su detención se produjo en Santiago por efectivos de la DINA. Existen testimonios que indican haberlo visto en Cuatro Alamos y Villa Grimaldi con posterioridad.
El 20 de septiembre de 1974
Carlos Alfredo Gajardo Wolff, casado, una hija, Egresado de Arquitectura, militante del MIR, salió desde el domicilio de calle José Domingo Cañas de la ciudad de Santiago, donde residía con su hermana Mónica Gajardo Wolff, el 20 de septiembre de 1974, alrededor de las 13:30 horas, diciendo que regresaría antes de las 16:00 horas, lo que no ocurrió, desapareciendo hasta hoy.
El afectado vivía en Valparaíso, fue dirigente estudiantil del MIR en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile sede Valparaíso, en 1973 egresó de la carrera y aunque no alcanzó a recibirse, impartía clases en el mismo plantel.
Fue muy buscado en Valparaíso desde los primeros días del Golpe Militar: en la casa de su suegra en Viña del Mar, en su propio domicilio de Pasaje Leyton 157, departamento 41, Cerro Alegre e incluso en la casa de su padre en Concepción.
Su cónyuge, Eliana Cerrani Bórquez, fue detenida en octubre noviembre de 1973 a causa de la búsqueda que se hizo de la persona del afectado.
Por estas razones, Carlos Gajardo se trasladó a Santiago, a casa de su hermana Mónica, ubicada en calle José Domingo Cañas en junio de 1974.
El día 20 de septiembre de 1974, el afectado salió de la casa a las 13:30 horas a juntarse con otro militante del MIR, advirtiendo a su hermana que estaría de regreso antes de las 16 horas, lo que no sucedió, presumiéndose fundadamente que en ese día y oportunidad acaeció su detención.
Aunque no hay testigos presenciales de la aprehensión, se sabe por testimonios de ex detenidos que estuvo en el recinto de la DINA denominado 4 Alamos.
Así es como Cristián Van Yurick Altamirano declara que "...entre la gente que vi en octubre de 1974 en la pieza 13... (se refería a Cuatro Alamos) estaba Carlos Gajardo Wolff, "pelao", arquitecto...". En el mismo sentido relata Manuel José Salinas Letelier que "...entre agosto y octubre de 1974 estuve en la pieza 13 con detenidos de la DINA, muchos de los cuales aparecieron en la lista de los 119 miristas muertos en enfrentamientos en el extranjero... Recuerdo a... Carlos Gajardo...".
Por su parte, Hermann E. Schwember Fernández dice que "...alrededor del 25 de octubre de 1974 un grupo de prisioneros de la pieza 13 fue sacado con destino desconocido. Entre ellos, además de Antonio Llidó, recuerdo a Ariel Salinas y a Carlos Gajardo Wolff, arquitecto".
Luis Fernando Fuentes Riquelme, soltero, estudiante de Biología de la Universidad de Chile, militante del MIR, fue detenido el 20 de septiembre de 1974, alrededor de las 16 horas por cuatro agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA): Osvaldo Romo Mena, Basclay Humberto Zapata, alias ("El Troglo"), Marcia Alejandra Merino, alias ("La Flaca Alejandra") y Alicia Gómez ("La Chica Carola"). Estos iban fuertemente armados y se movilizaban en un automóvil Falcon color amarillo. Al momento de la detención, dispararon sobre la víctima, hiriéndola en la zona de los glúteos. Luis Fernando Fuentes fue visto por testigos, en el mes de noviembre de 1974, en dos recintos secretos de detención y tortura de la DINA: la casa ubicada en la calle José Domingo Cañas de ñuñoa y en el recinto conocido como "Venda Sexy" o "La Discoteque" en calle Irán con Los Plátanos de la comuna de Macul. También habría permanecido en el Hospital Militar en donde se le operó de las heridas a bala que le provocaron sus captores.
Ese día, a las 16:00 hrs., Luis Fernando Fuentes se encontraba en la esquina de las calles Bilbao y Amapolas, Santiago, en donde debía encontrarse con un amigo, el que estaba en la esquina opuesta. Repentinamente el afectado fue embestido por el automóvil Falcon ya referido, cayendo al suelo. Se incorporó con rapidez e intentó huir del lugar, pero en esos momentos sus captores le dispararon dos balazos que impactaron en la zona de los glúteos. Según testigos que no quisieron identificarse por razones de temor, Luis Fernando fue subido a la fuerza al vehículo, el que se alejó a toda velocidad del lugar.
Al día siguiente, 21 de septiembre, la madre del afectado, señora Fresia Rosa Riquelme Castillo, recibió una llamada telefónica anónima de una mujer. Esta la informó de la detención de su hijo y le dijo que había sido llevado herido al Hospital Militar.
Posteriormente, en noviembre de 1974, el afectado fue visto en el recinto conocido como "Venda Sexy" o "La Discoteque". La habitación donde estaban los detenidos se encontraba en el primer piso y era una sala de unos 3 por 4 metros, con una ventana empavonada, piso de parquet, paredes de concreto y, alrededor de los muros, había banquetas para que se sentaran los prisioneros. María de la Luz Soto permaneció en ese lugar hasta el 23 de noviembre y en ese lapso vio al afectado. Luis Fernando Fuentes estaba esposado, muy torturado, le pedía pan a la testigo y ella además le puso su propio abrigo porque lo encontró muy helado. El afectado se veía asustado y constantemente lo sacaban de esa pieza para ser torturado e interrogado.
Sergio Patricio Manríquez Zamorano, esposo de María de la Luz Soto, también permaneció recluido en "La Venda Sexy" entre el 20 y el 23 de noviembre de 1974. Interrogado y torturado en este recinto, recuerda que los guardias llamaban continuamente al afectado por su nombre para llevarlo a interrogatorio. Lo presionaban de manera permanente para que hablara, un día los guardias sacaron a Luis Fernando de la sala y el declarante no volvió a verlo.
Por su parte, Luz Arce Sandoval declaró en 1990 ante la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación. En su testimonio, entre otras múltiples materias, señaló que en la época en que Lumi Videla (militante del MIR cuyo cadáver fue lanzado por sus captores al interior de la Embajada de Italia) se encontraba recluida en la casa de la DINA de calle José Domingo Cañas, (noviembre de 1974), ésta le había contado que había llegado, en calidad de detenido, Luis Fernando Fuentes, "El Tacho". Luz Arce supo que el afectado venía herido en un glúteo. Además, la testigo declaró que desde septiembre de 1974 al mes de octubre del mismo año, el Capitán de Carabineros Ciro Torré estaba a cargo de dicho recinto, secundado por Fernando Adrián Laureani Maturana, "El Teniente Pablo". A fines del mes de octubre, Ciro Torré fue reemplazado por Francisco Maximiliano Ferrer Lima, alias "Max Lenou" o "El Teniente Max", chapa que había sacado de una novela de espionaje.
Meses después, en julio de 1975, el nombre del afectado apareció en la lista de 119 chilenos que presuntivamente habían muerto en enfrentamientos en el extranjero. Su nombre estaba incluido en la nómina publicada por la revista "Lea" de Buenos Aires, publicación que salió por única vez a circulación sin editor responsable ni pie de imprenta. La veracidad de este hecho jamás pudo ser comprobada. Más aún, ningún Gobierno, ni siquiera el chileno, lo ratificó oficialmente. El Mayor de Ejército Enrique Cid Coubles, en la época Jefe de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores, informó a los distintos Tribunales que lo requirieron, carecer de antecedentes al respecto. Agregó que no existía constancia de que las personas nombradas y supuestamente muertas en el extranjero, hubiesen salido del país. Por otra parte, el afectado estaba ya siendo buscado por los servicios de seguridad desde enero de 1974. En esta fecha su domicilio fue allanado por Militares. Posteriormente, en junio del mismo año, dos civiles llegaron nuevamente hasta su domicilio exigiéndole a la madre que les diera a conocer el paradero de Luis Fernando, de quien se llevaron una fotografía y contra quien profirieron amenazas. El ya no vivía con su familia, dados los hechos relatados y extrañas llamadas telefónicas que recibía continuamente.
Luis Fernando Fuentes era amigo y compañero de militancia de Agustín Reyes González y de Ramón Hugo Martínez González, "El Tano". El primero de ellos fue detenido el 25 de mayo de 1974 por agentes de la DINA y llevado a Londres 38. Actualmente es un detenido desaparecido, al igual que la víctima. Por su parte, Ramón Hugo Martínez fue detenido el 13 de enero de 1975, siendo conducido, herido, hasta el recinto secreto de detención conocido como Villa Grimaldi, en donde se le aplicaron Bárbaras torturas. Su cadáver apareció en el Instituto Médico Legal, adonde había sido remitido por una Fiscalía Militar. Los tres amigos tuvieron, anterior al 11 de septiembre de 1973, contacto y amistad con Osvaldo Romo Mena, quien a la fecha era dirigente poblacional en Lo Hermida. Con posterioridad al Golpe Militar, como ya se señalaba, comenzó a ser buscado por agentes de la DINA. En una oportunidad, Luis Fernando se encontraba en el domicilio de Ramón Hugo Martínez, el que fue allanado. Los amigos lograron huir, ayudados por los vecinos. Entonces los agentes detuvieron a dos primas de la víctima, María Consuelo y Rosa Clara Zúñiga Riquelme, las que fueron interrogadas en relación a Luis Fernando.
Mientras su hijo estaba ya en poder de la DINA, la señora Fresia Riquelme siguió recibiendo llamadas anónimas en las que se le informaba que Luis Fernando era trasladado constantemente desde el recinto de detención hacia distintos lugares.
21 de septiembre de 1974
Son detenidos por agentes de la DINA en Santiago los cónyuges Lumi VIDELA MOYA y Sergio PEREZ MOLINA, ambos militantes del MIR. Numerosos testigos dieron cuenta de su permanencia en el recinto de José Domingo Cañas.
Sergio Alfredo Pérez Molina, casado, un hijo, dirigente del MIR, fue detenido por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), el día 22 de septiembre de 1974 en su propio domicilio, ubicado en el sector sur de la capital. Testigos de este hecho fueron el médico Humberto Eduardo Sotomayor Solís y su esposa doña María Luz García Ferrada, que lo acompañaban y que así lo declararon en la causa rol 90.759 del 8° Juzgado del Crimen, la que posteriormente fue conocida por el Ministro en Visita Extraordinaria don Eduardo Araya Rojas, en la cual se investigó la muerte de Lumi Videla Moya, cónyuge del afectado.
La aprehensión de Sergio Pérez tiene lugar en un momento de intensa persecución a militantes del MIR, organización política de la cual éste era dirigente.
El día anterior a su detención fue arrestada su esposa Lumi Videla Moya, también dirigente del MIR, cuya aprehensión ocurrió en la vía pública y en su identificación participó Marcia Merino ("Flaca Alejandra", colaboradora de la DINA después de haber sido detenida). Fue conducida al recinto a cargo de la DINA ubicado en José Domingo Cañas, lugar donde fue salvajemente torturada y muerta en noviembre de 1974. El cadáver de esta víctima fue arrojado a la Embajada de Italia, pretendiendo hacer aparecer este crimen como ocurrido en ese lugar, lo que posteriormente fue descartado en la investigación judicial. El informe de autopsia de la víctima señala que la causa precisa de la muerte fue la asfixia producto de una obstrucción de la boca y la nariz estando el cuerpo de cúbito ventral.
La detención de Lumi Videla, el día anterior a la de Sergio Pérez, fue conocida por numerosas personas que permanecieron recluidas con ambos en el recinto secreto de la DINA ubicado en Avda. José Domingo Cañas y en especial por doña Rosalía Amparo Martínez Cereceda, amiga del matrimonio y que estuvo detenida en ese lugar. En declaración jurada de fecha 28 de junio de 1990, la testigo relata la forma en que fueron detenidos sus amigos: "...su detención fue el 21 de septiembre de 1974, vivía con Sergio Pérez en una casa de calle Santa Rosa, cerca de Departamental... Lumi y Sergio Pérez tenían un acuerdo previamente establecido para los efectos de dar señales sobre la detención de uno o del otro y en ese plan se incluía que habría un plazo límite para la entrega de la información sobre la casa donde vivían ambos. Ocurre que Lumi es detenida el 21, la llevan a la sala de torturas y ella relata que soportó el plazo, que bien pudo ser de 24 horas. Ello significaba que Lumi durante veinticuatro horas no había concurrido a los puntos o contactos que tenía ese día, por lo que esa inasistencia serviría para que Sergio se enterara que algo había pasado y que ella había sido detenida".
La testigo de la detención de Sergio Pérez, doña María Luz García Ferrada hace un relato similar al anterior en la causa por la investigación de la muerte de Lumi Videla, agregando antecedentes de los que conoció personalmente: "...supuse que Lumi Videla Moya había sido detenida el 21 de septiembre porque al reunirse conmigo y con mi marido Humberto Sotomayor, el marido de ella llamado Sergio Pérez Molina, nos informó que no había llegado a su casa a la hora convenida, lo que era bastante para conjurar el resultado indicado; lo que vi confirmado cuando al día siguiente Sergio pretendió regresar a su casa, siendo acompañado por mi marido y qued"ndome yo a una distancia de dos cuadras, ocurriendo que se sintieron unos disparos en el interior de una casa y su voz que aconsejaba alejarse, no existiendo entonces ninguna duda de su aprehensión por personal de los servicios de seguridad".
Por su parte don Humberto Sotomayor Salas hace también una relación de este hecho: "Debo hacer presente que el día 21 de septiembre del año en curso Lumi Videla desapareció de su hogar ubicado en una calle paralela a la Gran Avenida que corre entre Ingeniero Budge y Berlín, siendo la primera paralela a la Gran Avenida hacia la cordillera, allí hay un pasaje y en una de sus esquinas estaba la casa de Lumi. Esto me consta porque ese día fui hasta el domicilio ubicado alrededor de las 20:00 horas y me lo manifestó su propio esposo Sergio Pérez Molina, quien se encontraba muy preocupado, ya que su mujer debía haber regresado al hogar a las 13:00 horas. Posteriormente Sergio Pérez fue detenido en su propio domicilio ante mi vista, esto es el día 22 de septiembre a las 09:30 horas".
Tanto Sergio Pérez Molina como su esposa Lumi Videla Moya fueron llevados al recinto de José Domingo Cañas donde -según testigos- se les torturó brutalmente con el objetivo concreto de que entregaran información sobre el paradero del Máximo dirigente del MIR, Miguel Enríquez, intensamente buscado en esa época. Doña Rosalía Amparo Martínez Cereceda vio a Sergio Pérez en ese recinto y así lo relata en su declaración jurada: "En una de las salas de interrogatorio estaban interrogando a un hombre, quien resultó ser Sergio Pérez Molina, llamado también "el chico Pérez" a quien conocía de antes, pues era su amiga..." "...el interrogatorio giró sobre varios aspectos inconexos, lo cierto es que los aprehensores no sabían exactamente quien era la declarante o a qué estructura del MIR pertenecía. Lo que estaba claro es que alguna relación existía con Sergio Pérez Molina. "...Agrega esta testigo que Sergio Pérez era mantenido en una pieza distinta a la de los otros detenidos".
También se sabe por la declaración de Rosalía Martínez que Sergio Pérez Molina fue confrontado con su propia cónyuge, con ella y con el marido de ésta, Julio Laks Feller: "Aproximadamente entre el 24 y el 25 de septiembre, esto es dos o tres días después de la detención de la declarante, los jefes del recinto convocaron a una reunión a la cual asistieron: la declarante, su marido Julio Laks Feller, Lumi Videla y Sergio Pérez, por parte de los detenidos y dos agentes de la DINA, uno a quien llamaban el "Abuelo" o "Mayor". El objetivo de esa reunión era conocer el nombre del enlace con Miguel Enríquez. Todo ello dentro de un ambiente muy especial que se respiraba al interior del recinto y fundamentalmente en la jefatura de DINA allí. Todo estaba girando en ese momento en la percepción de que se estaba muy cerca de dar con el paradero del Jefe Máximo del MIR Miguel Enríquez; y contaban con la certidumbre que habían asestado un golpe inmenso a ese movimiento con la detención de Sergio Pérez Molina. Este último, estando en esa reunión mostraba un estado físico calamitoso producto de las intensas torturas y de los malos tratos que se le habían infligido. Los jefes de la DINA señalaron a los demás concurrentes a esa cita, que el deber de estos detenidos era salvar la vida del "Chico Pérez", quien según sus palabras "se moría". A cambio de la información del nombre del enlace de Enríquez, prometían dispensar una debida atención médica a Pérez y con ello salvarlo de la muerte. Inclusive los agentes de la DINA, señalaron que no era necesario que contestaran de inmediato, que podían reflexionar sobre el punto. Concluida la reunión, los detenidos fueron llevados a la habitación donde originalmente se encontraban. La declarante estaba profundamente conmovida por el estado de salud de Pérez, el que realmente estaba grave, tal cual lo habían señalado los agentes de la DINA y conmovida aún más por la petición de ayuda que le había manifestado el propio Pérez. Fue al parecer al día siguiente que a esa pieza fue virtualmente lanzado a su interior Sergio Pérez, quien lo único que hacía era permanecer inmóvil, quejándose de sus múltiples lesiones, tenía un balazo en una pierna, la que no había sido atendida médicamente, tenía una úlcera reventada y vomitaba sangre a cada momento. Sólo fue mantenido en ese lugar junto a los otros detenidos, entre ellos su mujer Lumi Videla, por espacio de una hora. Se trataba indudablemente de un neto acto de presión sobre estos, para que apuraran en alguna forma una decisión sobre lo solicitado, el nombre del enlace con Miguel Enríquez". Agrega más adelante la declarante en este mismo documento, refiriéndose a la situación del afectado: "Sergio Pérez siguió siendo torturado y sus gritos se escuchaban en toda la casa. La declarante ubica estos hechos en 4 a 5 días después de su propia detención. Allí ocurre un hecho importante, en una tarde se escuchan gritos de Sergio y luego unos carrerones de gente por la casa que expresaban "un médico, un médico", señalando que Pérez se estaba muriendo, que estaba muy mal y que había que llevarlo a un hospital. Lumi Videla pidió permiso para ir a despedirse de él; la sacaron un breve rato, lo suficiente sólo parece para verlo y nuevamente fue ingresada a la pieza de los detenidos. Se escucharon r"pidas carreras y una especie de camilla arrastrando a Sergio Pérez. Ese sería el último día que se vio y escuchó a Sergio Pérez".
Después de estos hechos que de acuerdo a la testigo Rosalía Martínez ocurrieron en el recinto de José Domingo Cañas, otro ex detenido por la DINA en enero de 1975, don Reinaldo Erick Zott Chuecas, relata que durante su reclusión fue atendido en una clínica clandestina ubicada en la calle Santa Lucía 162 en Santiago, en una fecha que ubica entre el 22 y el 26 de febrero de ese año. Encontrándose en ese lugar señala: "un guardia me confidenció que en esa misma cama -en la que yo estaba- había muerto "el Chico Pérez", desconozco el grado de veracidad de ese comentario".
El día 4 de noviembre de 1974, el cadáver de la esposa del afectado, Lumi Videla, fue arrojado a los jardines de la Embajada de Italia, inform"ndose por la prensa de la época que el homicidio de ésta había ocurrido en el interior de esta legación diplom"tica y en el curso de "orgías entre asilados". Esta versión quedó totalmente descartada en la investigación judicial realizada por el Ministro señor Juan Araya puesto que en ella se pudo establecer fehacientemente que la fallecida nunca estuvo en ese lugar en calidad de asilada. Esta causa fue sobreseída posteriormente por la imposibilidad de ubicar a los autores del delito.
La última noticia pública que se tuvo en relación al afectado don Sergio Pérez Molina tuvo lugar en febrero de 1975, cuando cuatro militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria que se encontraban detenidos fueron obligados a dar una conferencia de prensa trasmitida por televisión y profusamente difundida por la prensa de la época. En esta oportunidad entregaron una larga lista de militantes de ese movimiento que se encontraban en distintas situaciones, mencionando a Sergio Pérez Molina como miembro de la Comisión Política del MIR y fallecido.
De esos cuatro militantes que a la fecha estaban en calidad de detenidos por la DINA, dos de ellos Hernán Carrasco y Humberto Menanteaux, fueron posteriormente ejecutados por agentes de ese organismo.
Hasta la fecha, Sergio Pérez Molina se encuentra desaparecido.
El 22 de septiembre de 1974,
Maria Cristina Lopez Stewart, Detenida-desaparecida: 22 de septiembre de 1974, 21 años, Cédula de Identidad 6.374.790 de Santiago, soltera, estudiante universitaria
Mi hija -militante del MIR- fue detenida por efectivos de la DINA comandados por Osvaldo Romo Mena, el 22 de septiembre de 1974, en el domicilio de doña Rosalía Martínez Cereceda, ubicado en calle Alonso de Camargo 1107. Desde ese lugar fueron conducidos: María Cristina, Rosalía y su esposo al recinto de detención de José Domingo Cañas.
El día 5 de octubre de 1974, Rosalía M. fue trasladada al pabellón de incomúnicados de Tres Alamos y su esposo el 30 de octubre del mismo año, fechas en que vieron a mi hija por última vez.
De lo ocurrido a María Cristina no nos enteramos hasta un mes después de su detención, por una llamada anónima primero y luego por un llamado de mi hija el día de su cumpleaños -2 de noviembre de 1974-, en esa oportunidad conversó con su padre y conmigo, diciéndonos que se encontraba bien, pero que no podía indicar el lugar donde se encontraba detenida.
Estos hechos y los testimonios entregados por personas que estuvieron con mi hija, prueban la responsabilidad de los organismos de seguridad del régimen en la detención y desaparecimiento de ella y su estadía en el centro de reclusión secreta de José Dgo. Cañas. Así lo han testificado: Edmundo Lebrecht -actor- detenido la noche del 30 de septiembre de 1974 por la DINA, fue conducido al recinto de José Dgo. Cañas, permaneciendo allí hasta el 3 de noviembre del 74, donde vio y habló con mi hija. Marta Caballero Santa Cruz declaró "Durante mi período de reclusión en José Dgo. Cañas, entre los días 4 y 10 de octubre de 1974 -vi a la Srta. M. Cristina López". Cecilia Jarpa Zúñiga, declaró bajo juramento que "Efectivamente estuve arrestada en dos oportunidades durante el año 74 junto a María Cristina en el centro de tortura de José Dgo. Cañas, la primera correspondió al período entre el 5 y el 21 de octubre,Í período durante el cual conviví con ella, dormíamos juntas y convers"bamos las veces que los guardias no nos vigilaban. Dejé de verla el 21 cuando fui trasladada al Campamento "Cuatro Alamos". Con fecha 4 de noviembre volví a José Dgo. Cañas y nuevamente me encontré con M. Cristina. Junto a ella permanecí hasta el 7 de noviembre, fecha en que fui trasladada a "Cuatro Alamos".
23 de septiembre de 1974
Aldo Gonzalo Pérez Vargas, soltero, técnico electrónico, militante del MIR, fue detenido aproximadamente el 23 de septiembre de 1974, sin testigos, en la vía pública, en los alrededores de la calle Fernández Albano, Santiago, por agentes de la DINA -entre ellos Osvaldo Romo Mena- que lo confundieron con su hermano Dagoberto, alto dirigente del MIR e intensamente buscado por los Servicios de Seguridad. Fue llevado hasta el recinto secreto de detención y tortura de la DINA ubicado en calle José Domingo Cañas con República de Israel en la comuna de ñuñoa, y posteriormente trasladado a Cuatro Alamos, desde donde desapareció. En ambos recintos fue visto por testigos. El afectado se encontraba convaleciente de una operación de apendicitis.
Aldo Gonzalo fue el segundo de cinco hermanos en sufrir las consecuencias directas de la represión. Su hermano Carlos Freddy ya se encontraba detenido y actualmente tiene la calidad de detenido desaparecido. Posteriormente, en distintos enfrentamientos con agentes de la DINA, morirían Dagoberto y los mellizos Iván Renato y Mireya de Lourdes. Su otra hermana mujer, en esos años menor de edad, debió salir al exilio junto a sus padres.
Rosalía Martínez Cereceda, quien fuera detenida por la DINA el 22 de septiembre de 1974, junto a su marido y a María Cristina López Stewart (actualmente detenida-desaparecida), fue conducida por sus captores al recinto ubicado en calle José Domingo Cañas. Al llegar a ese recinto, se encontró con Carlos Freddy Pérez Vargas, quien estaba en malas condiciones físicas debido a las torturas a que era sometido. Unos dos días después, llegó, en calidad de detenido, Aldo Gonzalo, quien se encontraba en buenas condiciones pese a una reciente operación. Ambos hermanos se abrazaron emocionados y se mostraron preocupados por la suerte de su familia. El afectado les contó que había sido detenido en la calle por Osvaldo Romo, quien lo confundió con su hermano Dagoberto. Rosalía Martínez recuerda que días después fue sacado del recinto Carlos Freddy con destino desconocido, mientras el afectado permanecía en la casa de José Domingo Cañas un corto tiempo más, hasta ser trasladado a Cuatro Alamos.
Por su parte, Edmundo Lebrecht, detenido por la DINA el 30 de septiembre de 1974, fue también recluido en José Domingo Cañas, en donde permaneció hasta el 3 de octubre del mismo año. En dicho recinto vio y habló con Aldo Pérez. Cuando el testigo fue trasladado a Cuatro Alamos, quedó en la misma celda con Aldo Gonzalo Pérez y con Flavio Oyarzún (actualmente detenido desaparecido). También Helios Figuerola Pujol fue testigo de su detención en Cuatro Alamos. El declarante llegó a dicho centro de reclusión el 30 de septiembre de 1974, siendo ingresado a la celda N°9, en donde estuvo hasta el 20 de noviembre del mismo año. Entre el 4 y el 9 de octubre de 1974, llegaron a dicha celda Mario Eduardo Calderón Tapia, José Jara Castro y Aldo Pérez Vargas. El afectado presentaba cicatrices de quemaduras y dijo estar recién operado. En la madrugada de un día de la segunda semana de noviembre de 1974, personal de la DINA sacó de Cuatro Alamos a Calderón, Jara y a Aldo Gonzalo, con destino desconocido. No se volvería a saber de ninguno de los tres.
Aldo Gonzalo Pérez Vargas era uno de los 6 hijos del matrimonio formado por Osvaldo Pérez y Otilia Vargas, cinco de ellos militantes del MIR. De esa numerosa familia sólo sobrevivieron ambos padres y la hermana menor, Patricia, los que se asilaron en Cuba. Los primeros en ser detenidos y desaparecer fueron el afectado y su hermano Carlos Freddy. Un año más tarde, el 16 de octubre de 1975, murió, en un enfrentamiento, el mayor y más buscado de los hermanos: Dagoberto Pérez. Los hechos ocurrieron en la parcela Santa Eugenia de Malloco, en donde se había ocultado la alta dirigencia del MIR: Andrés Pascal Allende, Nelson Gutiérrez, Martín Hernández Vásquez, Mary Anne Beausire Alonso (esposa de Andrés Pascal), María Elena Bachmann y la pequeña hija de Nelson Gutiérrez. Mientras Dagoberto Pérez obstaculizaba el paso de los agentes, el resto del grupo logró huir. Gutiérrez iba herido y debió dejar a su hija en casa de unos campesinos. Días después, la doctora de nacionalidad brit"nica, Sheila Cassidy, atendió al herido y, producto de ello, fue detenida el 1° de noviembre de 1975 en la Casa de los Padres Columbanos. Hasta allí llegaron los agentes de la DINA, generando una balacera con el objeto de simular un enfrentamiento que nunca existió. En esa oportunidad fue alcanzada por las balas la empleada de la casa, Enriqueta Reyes Valerio, la que falleció.
El cuerpo de Dagoberto Pérez permaneció por largo tiempo en el Instituto Médico Legal, en calidad de "NN", no obstante las reclamaciones que continuamente realizaron familiares y abogados. El 11 de diciembre de 1975, funcionarios de ese Organismo informaron que el día anterior el cadáver había sido llevado a la fosa común del Cementerio General, para después decirle a la señora Otilia Vargas que los restos se encontraban en el Patio 29, sin que se le precisara el lugar exacto donde yacía su hijo.
24 de septiembre de 1974
Carlos Alberto Aracena Toro, ex dirigente estudiantil universitario, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, fue detenido por un grupo de civiles y uniformados el 24 de septiembre de 1974, alrededor de las 03:00 horas, en plena vigencia del toque de queda. La detención se produjo en su domicilio ubicado en calle Cóndor esquina de Serrano de la capital. Los aprehensores, que se encontraban armados de metralletas, derribaron la puerta de acceso al edificio y luego hicieron lo mismo con la puerta del departamento. La violencia utilizada en su contra, significó que numerosos moradores del edificio, se percataran del procedimiento y escucharan que se le estaba recriminando, en momentos en que era sacado a golpes de su domicilio para ser trasladado a un lugar desconocido. Una de estas personas, de nombre Sonia Espinoza, quien además era compañera de trabajo del afectado, dio aviso a su padre, don Vicente Aracena Pizarro de los hechos ocurridos.
Carlos Aracena, fue intensamente buscado por los organismos de seguridad tras el 11 de septiembre de 1973, debiendo salir de la ciudad de Antofagasta, para evitar ser detenido.
Eduardo Gustavo Aliste González, 19 años de edad, estudiante, fue detenido el 24 de septiembre de 1974, a las 20:30 horas, en su domicilio de calle Maule 350 de Santiago, por agentes de la DINA entre los cuales se encontraba Osvaldo Romo Mena.
El sacerdote Antonio Llidó Mengual, Español, miembro del Grupo Cristianos por el Socialismo, formados por laicos y religiosos en el gobierno de la Unidad Popular, fue detenido aproximadamente el 24 de septiembre de 1974, por agentes de la DINA, en una parcela ubicada en los alrededores de Santiago en circunstancias que se desconocen. Su arresto está al parecer relacionado con un grupo de personas vinculadas al MIR, entre ellas Ariel Salinas Argomedo, detenido por agentes de la DINA el 25 de septiembre de ese año, encontrándose también en calidad de detenido desaparecido. El padre Llido fue trasladado al recinto de la DINA ubicado en José Domingo Cañas con República de Israel, en donde fue visto hasta mediados de octubre de ese año, fecha en que fue trasladado a Cuatro Alamos, recinto de incomunicados de Tres Alamos y que también estaba a cargo de la DINA. Desde este recinto, desapareció alrededor del 25 de octubre de 1974.
25 de septiembre 1974
Ariel Martín Salinas Argomedo, casado, una hija, estudiante de Sociología de la Universidad de Concepción, vinculado al MIR, fue detenido el día 25 de septiembre de 1974 por agentes de seguridad. Ese mismo día, alrededor de las 23:30 horas se presentaron en el domicilio de Julio René Salinas Argomedo, hermano del afectado, dos individuos vestidos de civil, uno era joven y otro de mediana edad, quienes se identificaron como miembros del Servicio de Inteligencia Militar. Le informaron que Ariel se encontraba detenido por ellos desde la mañana de ese día, y que necesitaban les hiciera entrega de un dinero que éste le había dado a guardar, les respondió negativamente y ante la insistencia de las negativas le pidieron saliera con ellos al vehículo estacionado en las afueras de la casa.
Julio Salinas salió acompañado de su esposa, su hermano Patricio y dos personas más que se encontraban invitadas. En el interior del vehículo, una camioneta roja C-10, se encontraba un chofer y el afectado. Este estaba sentado, esposado y en malas condiciones físicas, la cara hinchada y doblado en dos; lo interrogaron y al preguntarle por el dinero, Ariel respondió que estaba en su casa. Esto provocó la ira de uno de ellos que lo golpeó haciéndolo caer al suelo de la camioneta e increp"ndolo por "hacerlos perder tiempo", luego se subieron al vehículo y se fueron.
Los hermanos decidieron seguirlos en su automóvil y observaron que llegaron hasta el domicilio del afectado en calle París. No pudiendo hacer nada más se retiraron, por lo avanzado de la hora y la vigencia del toque de queda. Desde esa fecha se desconoce el paradero de Ariel Salinas Argomedo.
Mario Eduardo Calderón Tapia, soltero, periodista, ex-dirigente estudiantil, militante del MIR, fue detenido por la DINA el 25 de septiembre de 1974, alrededor de las 09:30 horas en la vía pública, entre las calles Bandera y Catedral. Ese mismo día, alrededor de las 20 horas, civiles que se identificaron como pertenecientes al Servicio de Inteligencia Nacional allanaron el inmueble de calle Dardignac 89, en donde arrendaba una pieza bajo el nombre de Víctor Rodríguez; los civiles manifestaron a la dueña de la Residencial, doña Dolores Galdames Chacón, que se encontraba detenido en un lugar que no podían indicar, y que en el SENDET le podrían dar noticias acerca de su situación. Luego de ser detenido fue trasladado al recinto de José Domingo Cañas en donde fue interrogado y torturado. Con posterioridad se le vio en Villa Grimaldi y en 4 Alamos, desde donde desapareció alrededor de la segunda semana de noviembre de 1974.
30 de septiembre 1974
Murió CLAUDIO RODRIGUEZ, militante del MIR. Ese día se produjo un enfrentamiento entre miembros del MIR y efectivos militares en el sector de Jorge Matte con Bilbao, en Santiago. A consecuencia de estos hechos falleció la víctima..
2 de octubre de 1974
Es detenida en Santiago por agentes de civil, la militante del MIR Cecilia Miguelina BOJANIC ABAD, quien se encontraba embarazada de cuatro meses. Los captores la condujeron, junto a su hijo menor, a casa de sus padres donde dejaron al niño y detuvieron al cónyuge de ella, Flavio Arquímides OYARZUN SOTO, también militante del MIR.
3 de octubre de 1974
Agentes de la DINA entraron con violencia a la casa de la familia Andrónico Antequera ubicada Paraguay 1473 en la comuna de La Granja, deteniendo a los militantes del MIR Jorge Elías ANDRONICO ANTEQUERA y Luis Francisco GONZALEZ MANRIQUEZ 27 años, Técnico electrónico, junto con otra persona que fue liberada horas después.
Los agentes permanecieron en la casa y en la madrugada del día 4 detuvieron a su llegada a ella a Juan Carlos ANDRONICO ANTEQUERA, también militante del MIR.
Hay testigos de que los detenidos fueron llevados al recinto de José Domingo Cañas y luego trasladados a Cuatro Alamos desde donde desaparecen en poder de la DINA.
JUAN CARLOS ANDRONICOS ANTEQUERA, Rut 58.451 de Tocopilla, nacido el 20/12/50, 23 años a la fecha de su detención, soltero, estudiante universitario (Universidad del Norte, Antofagasta) y Jorge Elías Andrónicos Antequera, 25 años, casado, egresado de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Técnica del Estado y su hermano Juan Carlos, 23 años, soltero, estudiante universitario, ambos militantes del MIR, fueron detenidos en las siguientes circunstancias: el día 3 de octubre de 1974, alrededor de las 16:30 horas, arribaron a su domicilio (que compartía con su madre y hermanos) un grupo de 8 agentes de civil pertenecientes a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), al mando del entonces Teniente de Ejército adscrito a tal organismo, Fernando Laureani Maturana, portando la mayoría fusiles ametralladoras, los que procedieron a allanar el inmueble e interrogar a sus moradores en dependencias de éste, amedrentándolos y golpeándolos. En el grupo asaltante se encontraba una mujer no identificada y el agente de la DINA, Osvaldo Romo Mena (El "Guatón Romo"). Al rato, la mayoría de los individuos se retiró, permaneciendo Laureani y otros tres hombres desde ese día hasta el sábado 5 de octubre, sin retirarse de la casa, manteniendo a sus ocupantes en arresto domiciliario, sin perjuicio de los que fueron siendo detenidos durante aquellos días.
La identidad de Laureani fue descubierta por la hermana de las víctimas, Arety Andrónicos Antequera, luego de que éste le ordenara planchar una camisa del Oficial, descubriendo la joven su Tarjeta de Identificación de las Fuerzas Armadas (TIFA) en un bolsillo de ésta, sin que ello fuese notado por el agente. La madre de los hermanos Andrónicos (doña Herminia Antequera Latrille) volvió a reconocer a Laureani posteriormente en el Tribunal. Osvaldo Romo fue identificado por fotografías.
Durante el arresto domiciliario de la familia, llegaron parte de los sujetos que antes se habían retirado, llevándose consigo a Jorge Elías Andrónicos y a Luis Francisco González Manríquez, (también detenido desaparecido) y a Carlos Rojas Rey, éste último fue liberado tras 12 días de cautiverio. Ello ocurrió el mismo día 3 de octubre. Al día siguiente cerca de las 03:00 AM, volvió el resto del grupo y se llevó a Juan Carlos Andrónico. Los demás agentes de la DINA a cargo siempre de Laureani se retiraron de la vivienda el 5 de octubre, al parecer cuando ya constataron que no arribaría nadie más al lugar que les interesara aprehender.
Los anteriores sucesos fueron presenciados por Arety Andrónicos Antequera (hermana de las dos víctimas) Patricia Ramos Casanueva (cónyuge de Jorge Elías, con 9 meses de embarazo), además de la madre de los hermanos Andrónicos ya mencionada, siendo las dos primeras también interrogadas en piezas separadas, insultadas y amedrentadas por los asaltantes, inquiriendo acerca de las amistades y actividades de los detenidos, durante más de dos horas.
Las víctimas fueron trasladadas desde su hogar al cuartel de calle José Domingo Cañas esquina República de Israel a cargo de la DINA, en una camioneta nueva marca Chevrolet Luv, color verde claro, con toldo obscuro, permaneciendo en aquel recinto hasta el día 5 ó 6, siendo luego transportados al centro de reclusión de Cuatro Alamos, también controlado por la DINA, (correspondiente al pabellón de incomunicados del recinto de detención de Tres Alamos), desde donde los hermanos Andrónicos fueron sacados con destino desconocido, el día 11 de noviembre de 1974, última ocasión en que se los vio, ignorándose sus paraderos hasta el día de hoy.
Carlos Roberto Rojas Rey, quien carecía de antecedentes políticos y se encontraba en el domicilio de los detenidos sólo porque era el novio de Arety Andrónico, fue liberado a los 12 días de cautiverio tras ser abandonado en el paradero 12 de la Gran Avenida; el señala que efectivamente fue detenido junto a las víctimas, permaneciendo en la misma pieza que éstos, casi siempre con la vista vendada. Añade que sólo al comienzo lo trataron duramente pero luego los captores se desentendieron de él. La noche de su liberación, lo dejaron en el lugar antes referido, siempre con los ojos vendados, orden"ndole que "contara hasta veinte", alej"ndose de inmediato de allí los sujetos.
Antes de la detención, los hermanos Andrónicos habían sido marginados de la Universidad. Nunca se les comunicó razones concretas para justificar tales medidas.
Más tarde, a comienzos de 1976, según refiriera la propia madre de las víctimas, fue confiscada por la autoridad la casa en que habitaban, no obstante hacerlo sólo en calidad de arrendatarios, continúandose así la presión sobre la familia. Existen numerosos testimonios de la reclusión de las víctimas en José Domingo Cañas y Cuatro Alamos, que reseñamos a continuación.
Cristián Bisquert, aludido por la madre de los desaparecidos como la persona con la cual se encontró en los Tribunales tiempo después de los hechos, les narró haber estado detenido por la DINA y visto a ambos hermanos en el recinto de Cuatro Alamos, donde éstos estuvieron entre el 5 y 15 de octubre de 1974 a lo menos, fecha en que Bisquert fue puesto en libertad.
Cecilia Jarpa Zúñiga, detenida el 3 de octubre de 1974 por la DINA, compartió una pieza el 5 de octubre en el cuartel de José Domingo Cañas y el 12 del mismo mes también, con las víctimas.
Rosalía Martínez Cereceda, detenida el 23 de septiembre de 1974, declararía que vio a los hermanos desaparecidos en José Domingo Cañas, junto a otros recluidos, como Cecilia Jarpa, Amelia Bruhm, Luis González Manríquez, Marta Caballero, Alfredo Rojas Castañeda y David Silbermann.
Cristián Esteban Van Yurick Altamirano, afirma que compartió la pieza número 13 de 4 Alamos con las víctimas, de quienes supo que también habían estado en José Domingo Cañas. Además de los Andrónicos estuvieron con él otros cautivos, como David Silbermann y Alejandro Parada González.
El jefe de Cuatro Alamos a la fecha de cautiverio de las víctimas, José Manzo Durand, a la sazón Teniente de Gendarmería, comparecería luego en estrados, sosteniendo que no conoce ni sabe nada de aquellos, añadiendo que eso es comprensible pues muchos utilizaban nombres falsos. Tampoco reconoce las fotografías de los desaparecidos. La versión anterior es inverosímil, al contradecirse con los antecedentes ya reseñados.
Manuel Jesús Salinas Letelier, quien permaneció detenido entre enero de 1974 y noviembre de 1976, señala que cuando estuvo en 4 Alamos, compartió la pieza Nº13 con varios recluidos, entre ellos los hermanos Andrónicos hasta el 11 de noviembre de 1974, fecha en que fue trasladado a Tres Alamos, perdiendo de vista a estos. En la pieza 13 estuvo con varios otros cautivos, posteriormente desaparecidos, como Arturo Barría Araneda, Carlos Gajardo Wolf, Nestor Gallardo AgŸero y David Silbermann Gurovich.
La víctima apareció en una nómina de 119 personas, todas ellas detenidas con anterioridad y cuyo paradero se desconoce, según las publicaciones de la revista Lea de Buenos Aires y O'Dia de Paraná, Brasil. Jorge Elías Andrónicos Antequera figuraba en la primera y Juan Carlos en la segunda. La revista "Lea" señalaba en su primer y único número que 59 miristas chilenos habrían sido muertos por sus propios compañeros en disputas intestinas del movimiento, adjuntando la nómina de los fallecidos. "O'Dia" sostenía por otra parte, que 60 miristas habían sido abatidos por fuerzas de seguridad argentinas en la provincia de Salta, indicando también sus nombres.
Como se dijo, aquella fue la primera y única aparición de la revista "Lea", no correspondiendo su domicilio ni identidad de su editora y director responsable a la realidad, figurando en cada ejemplar sólo un pie de imprenta ininteligible.
En cuanto a "O'Dia", reapareció para dar aquella "noticia" después de largos años de silencio, para luego volver a quedar absolutamente fuera de circulación. Tampoco constaba de un domicilio ni director responsable genuinamente identificados.
Las 119 personas citadas en las nóminas de ambas publicaciones coinciden todas con desaparecidos por los cuales se habían incoado acciones judiciales y administrativas aquí en Chile, para dar con sus paraderos. Se constató por la agencia de noticias Latin y autoridades argentinas, que ninguno de los 119 supuestos muertos había pisado el territorio transandino.
Por otra parte, el 20 de agosto de 1975, la Comandancia en Jefe de la Guarnición de Santiago, en respuesta a una carta de la madre de las víctimas, suscrita por el Coronel Hernán Ramírez Ramírez aduce que "sus hijos, Jorge Elías y Juan Carlos Andrónicos Antequera "se encuentran en libertad, pero huyen de las amenazas del MIR, existiendo la posibilidad de que hubieren salido ilegalmente del país".
4 de octubre de 1974
Amelia Bruhn Fernández, hija de doña Evilia Fernández Santiago y de Carlos Bruhn, nació el 13 de junio de 1940. A la fecha de la detención, tenía 34 años, era soltera, decoradora de interiores tenía un taller particular, era militante del MIR.
Fue detenida el 4 de octubre de 1974 a las 13:00 hrs, en su lugar de trabajo, ubicado en Catedral 2808 en Santiago, por agentes de civil no identificados.
Don Fernando Tomás Cenitagoya Dutra declara como testigo ocular de la detención lo siguiente: "Soy decorador de interiores y en calidad de tal trabaja conmigo desde hace más o menos 7 u 8 años a la fecha, Amelia Bruhn. Entre las 10 y las 10:30 horas. Llegaron hasta mi lugar de trabajo ubicado en calle Catedral, 2º piso, mientras yo me encontraba ausente, tres hombres, los cuales preguntaron por Amelia, como ella no se encontraba en el lugar, los individuos esperaron hasta que ella llegara. Luego, más o menos a las 12:00 horas llegó Amelia, en compañía de una dama buenamoza, morena, alta, maciza; de inmediato, ambas fueron detenidas sin dar ningún tipo de explicación.
Lo único que pude conversar con Amelia fueron cosas de trabajo y ésta me pidió que avisara a sus familiares y uno de los señores me dijo que no lo hiciera hasta unos días después.
A las 13:30 horas, luego de un llamado telefónico de uno de los individuos, fueron bajadas al 1er. Piso, en seguida, y al percatarme de que no quedaba ninguna persona de las que habían participado en la detención, me asomé por la ventana y puse ver por la calle Catedral hacia el poniente y próximo a dar vuelta por Esperanza, al sur, un vehículo de Investigaciones, ya que en éste se leía la palabra "Policía" en su portamaletas.
En ningún momento, estos señores mostraron identificación y sólo puedo decir que iban vestidos de civil sin nada que los distinguiera.
Otra testigo, María Teresa Ramírez Baeza, administradora del edificio donde vivía Amelia, declara: "Un día viernes, de la primera quincena de octubre del año pasado, a las 7:00 am tocaron a mi puerta unos señores que mostraron una placa de Investigaciones, me iformaron que habían allanado el departamento de mi mismo piso letra E, que habitaba Amelia Bruhn, y que no habían encontrado a nadie y éste quedaba abierto. Como una semana después, se presentaron hasta mi departamento unos señores vestidos de civil mostrándome tarjeta de identificación del Servicio de Inteligencia Militar. Me preguntaron por doña Amelia Bruhn, les informé que en días anteriores habían allanado el departamento que ella habitaba los de investigaciones y no la habían encontrado, en vista de eso se retiraron sin revisar el departamento".
"En efecto, en el mes de febrero de este año el señor Comandante de la Armada Jorge Llorerate D. me comunicó que ella estaba detenida, y que así se lo habían informado, por supuesto en forma seria, agreg"ndome además que su detención estaba a cargo de la DINA y que ella estaba bien, pero en un lugar no ubicado, es decir no se determinó el lugar".
Rosalía Martínez Cereceda que estuvo en la casa de detenciones ubicada en José Dgo. Cañas con república de Israel, junto con Amelia declara:
"El día 5 de octubre de 1974, fuimos subidas a una camioneta Chevrolet C-10 y junto a otras personas, trasladadas al pabellón de Incomunicados de Cuatro Alamos". Amelia quedó registrada en la pieza de mujeres Nº4 y yo en la Nº3. Unos días después, sentimos como llamaban a Amelia y se la llevaban. Nunca más volvió y sus cosas personales quedaron en la pieza".
Otras personas que pueden testimoniar acerca de la detención de Amelia y que se encuentran en el exterior son: Marta Caballero, Celia Moyano, Patricia Glaves, Inés Zomoza. Estos datos fueron entregados por RosalíaÍ Martínez Cereceda desde Tel-Aviv el 3 de noviembre de 1975, en declaración jurada ante el ministro abogado Abraham Melamed (Israel).
También se presentó el día 15 de octubre de 1974 Recurso de Amparo Rol: Nº 1527-74 rechazado el 27 de diciembre del mismo año. El 28 de diciembre de 1974 se denuncia presunta desgracia Rol Nº 82.929-1. Se sobreselló temporalmente el 10 de marzo del mismo año. Hasta la fecha continúa desaparecida. Su padre falleció el 13 de mayo de 1976, sin conocer la suerte corrida por su hija.
5 de octubre de 1974
La casa donde se ocultaba Miguel Enríquez, en la comuna de San Miguel, fue rodeada por un nutrido contingente de agentes de seguridad, el que incluía una tanqueta y un helicóptero, quienes comenzaron a disparar. Entre los ocupantes del inmueble se encontraba una mujer embarazada que resultó herida. Miguel Enríquez cayó en el enfrentamiento recibiendo, según el protocolo de autopsia, diez impactos de bala, los que le causaron la muerte.
Su Muerte fue un accion premeditada, se le buscaba intensamente desde hacia meses y en la operación octuaron, según se ha establecido un grupo superior a los 200 efectivos comandados por el propio Manuel Contreras Sepulveda, quien se jacto en un entrevista al Diario EL Mercurio dada en 1992 de "haber llegado tarde al matrimonio de su hija porque estaba matando a Miguel Enríquez".
7 de octubre de 1974
Eduardo Francisco Miranda Lobos, soltero, topógrafo, militante del MIR, fue detenido por la DINA el 7 de octubre de 1974 en la vía pública en calle Nataniel. Tras su arresto habría sido trasladado a Villa Grimaldi y posteriormente al recinto de incomunicación denominado "Cuatro Alamos" desde donde desapareció. Su familia se enteró de lo sucedido a través de una llamada telefónica anónima que recibió doña Josefina Miranda Lobos en su lugar de trabajo, en la cual un hombre le dijo que su hermano estaba detenido sin proporcionar mayores detalles.
Acerca de su estadía en Villa Grimaldi y su posterior traslado a 4 Alamos, pabellón de incomunicados contiguo a Tres Alamos y que estaba bajo directo control de la DINA, da cuenta el testimonio judicial de don Eduardo Miranda Larenas, quien expresa haber sido detenido el 5 de octubre de 1974, a raíz de un enfrentamiento que hubo en Santa Rosa y Gran Avenida entre fuerzas Militares y uno de los hermanos Enríquez (se trata de Miguel Enríquez muerto por la DINA el 5 de octubre de 1974). El se acercó al lugar al escuchar los disparos y, cuando se encontraba observando los acontecimientos, fue detenido por una persona de civil que posteriormente lo entregó a Carabineros quienes lo trasladaron a la 12a. Comisaría, en donde estuvo hasta la una de la madrugada, hora en que fue sacado por personas de civil y trasladado a un lugar que tenía las características de una parcela o casa quinta (Villa Grimaldi) a fin de ser interrogado acerca de las razones que tenía para estar en el lugar del enfrentamiento.
24 de octubre de 1974,
Eugenia delÍ Carmen Martinez Hernández, Nacida el 30/09/49, 25 años, obrera textil, es detenida en Irarr"zaval 1515, Industria Laban, ñuñoa, Stgo por fectivos de la DINA. La víctima apareció en una nómina de 119 personas, todas ellas detenidas con anterioridad y cuyo paradero se desconoce, según las publicaciones de la revista Lea de Buenos Aires y O'Dia de Paraná, Brasil.
El 30 de octubre de 1974
agentes de la DINA detuvieron en su domicilio de la comuna de Providencia a Jacqueline Paulette DROUILLY JURICH, y ocuparon la vivienda hasta la madrugada del 31, día en que detuvieron a su cónyuge Marcelo Eduardo SALINAS EYTEL, militante del MIR, a su llegada a la casa.
Jorge Humberto D'Orival Briceño, padre de un hijo, egresado de medicina veterinaria, militante del MIR, fue detenido en las siguientes circunstancias: El día 31 de octubre de 1974, a las 22:30 hrs., se presentaron en el domicilio de Jorge D'orival Briceño, de la calle Las Margaritas 2749, Conchalí, y que correspondía a la casa de los padres de su pareja, Antonieta Rubio, un grupo de aproximadamente unos cinco a ocho individuos vestidos de civil, armados con ametralladoras y que manifestaron verbalmente pertenecer a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
Los sujetos mencionados se movilizaban en 2 vehículos, una camioneta marca Ford, año 1958, de color gris y otra, marca Chevrolet, roja con toldo verde oliva, y en la que podía leerse la placa EM 965 de Las Condes.
Una vez que los agentes de la DINA ingresaron al domicilio del afectado, procedieron a su allanamiento, sin exhibir orden alguna para ello. Asimismo, se dirigieron a Jorge D'Orival, le solicitaron su cédula de identidad, y vista ésta, procedieron a esposarlo y detenerlo en presencia de las personas que se encontraban en la casa, quienes eran su mujer, Antonieta Rubio Aranda, una hermana de ésta, Ruby Rubio Aranda, y la madre de ambas, doña Ubaldina Aranda Aranda. En esos instantes, uno de los agentes que permanecía afuera de la morada, en los vehículos, procedió a bajar de uno de ellos, a una persona que mantenían detenida, llamada Marcelo Salinas Eytel, quien se encuentra actualmente desaparecido, a fin de que reconociera al afectado.
Una vez que se verifica materialmente la detención de Jorge D'orival, Antonia Rubio trata de acercarse a él para despedirse, pero es golpeada por uno de los aprehensores conocido por el apelativo de "Caballo loco". Luego de esto, los sujetos emprenden con los detenidos con rumbo desconocido.
Posteriormente, se reconocería positivamente a uno de los autores directos de la detención del afectado como Osvaldo Raúl Romo Mena, alias "el Guatón Romo", un sujeto gordo, moreno, de 1.80 mts. de estatura, y que oficiaba como jefe del grupo.
2 de noviembre 1974
Guillermo Roberto Beausire Alonso, ciudadano chileno-Británico, ingeniero comercial, sin militancia política, fue detenido el 2 de noviembre de 1974 por efectivos de seguridad de la República Argentina, en el Aeropuerto Ezeiza de Buenos Aires, lugar al cual llegó en el vuelo Nº145 de LAN Chile proveniente del Aeropuerto de Pudahuel. Pensaba alojar dos días en Buenos Aires para luego dirigirse a París en el vuelo 148 de la misma Línea Aérea. Al ser detenido, fueron revisadas todas sus pertenencias las que fueron incautadas, incluso le sustrajeron todo el dinero que portaba. Fue mantenido alrededor de 3 días esposado en un baño ubicado en el mismo Aeropuerto, al término de los cuales fue entregado a la DINA y trasladado a Chile en un avión de reducida capacidad en el cual se movilizaban los agentes chilenos. En el intertanto, el mismo día 2 de noviembre, su madre doña Inés Alonso Boudat, quien lo había ido a dejar al Aeropuerto, fue detenida por agentes de la DINA que allanaron su domicilio alrededor de las 16:30 horas; en esta oportunidad también fueron aprehendidos Diana Beausire Alonso y su cónyuge Germán Holtheuer. Al enterarse los agentes del viaje de Guillermo Roberto, dos de ellos procedieron a tomar nota de los datos relativos al vuelo y luego se marcharon; tanto la detención del afectado como la de sus familiares obedece a la única circunstancia de ser parientes directos de Mary Ann Beausire Alonso, esposa de Andrés Pascal Allende, quien era intensamente buscado por los servicios de seguridad por su calidad de Máximo dirigente del MIR a la fecha de los hechos, además era sobrino del ex Presidente Salvador Allende.
Una vez en Chile, Guillermo Beausire fue recluido en el recinto de la DINA de José Domingo Cañas, en donde permanece aproximadamente hasta el 20 de noviembre de 1974, fecha en que es trasladado a Villa Grimaldi en donde se le ve hasta el 15 de enero de 1975; finalmente, se le vuelve a ver en mayo de 1975 en el recinto de Irán con Los Plátanos de donde es sacado el 2 de junio de ese año. Siendo ésta la última oportunidad que se le ve. Son numerosos los testimonios de sobrevivientes que dan cuenta de la permanencia de la víctima en estos recintos.
13 de noviembre de 1974
Es detenido en Santiago el profesor de castellano y militante del MIR Ariel Danton SANTIBAÑEZ ESTAY. Al día siguiente agentes de civil informaron a la cónyuge de la detención y procedieron a allanar el domicilio de ambos. Días después un agente de civil visitó a la hermana de la víctima y le informó sobre la detención de éste y su estado de salud.
Ariel Santibáñez desapareció en poder de sus captores sin que haya sido posible determinar en qué recintos permaneció.
16 de noviembre de 1974,
Sergio Alfonso Reyes Navarrete, economista, casado, militante del MIR, fue detenido el 16 de noviembre de 1974 en su departamento ubicado en calle Vergara 24 de la capital, por 3 agentes de la DINA comandados por Osvaldo Romo Mena, quienes se movilizaban en una camioneta Chevrolet de color rojo, toldo de color verde, y patente EM-985 hecha en madera y que resultó ser falsa. Los aprehensores llegaron al edificio de departamentos alrededor de las 14:00 horas y, luego de preguntar al conserje el número del departamento del afectado, dos de ellos subieron al inmueble y tras allanar sus dependencias, Sergio Reyes Navarrete fue bajado con las manos esposadas y subido a la parte trasera del vehículo. La víctima alcanzó a solicitar al conserje, Juan Lincoyán de la Jara, que avisara a sus suegros de su situación, para que a su vez, estos impusieran de los hechos a su cónyuge que en esos momentos se encontraba por razones de trabajo en el sur del país. Una vez que el afectado fuera introducido a la camioneta, uno de los agentes que posteriormente se identificó como Osvaldo Romo, advirtió al conserje que nada contara de lo que había presenciado.
Juan Lincoyán, al describir a los agentes, expone -en declaración judicial- que uno era macizo de unos 45 años que parecía ser el jefe de los otros dos (identificado como Osvaldo Romo), uno de los cuales era de contextura delgada, usaba bigotes y aparentaba unos 30 años de edad, y el tercero que era el chofer, usaba melena, era más joven y portaba una pistola del 45 que era de uso militar, lo que le consta porque el perteneció a las Fuerzas Armadas, y porque ese hombre sacó y exhibió la pistola en su presencia, sin motivo alguno.
Su familia, enterada del arresto, realizó numerosas y angustiosas averiguaciones para dar con su paradero. Es así, que su madre, doña Magdalena Mercedes Navarrete Faraldo, simulando ser familiar de personas detenidas en el Campamento "Tres Alamos" (campamento de prisioneros políticos), ingresaba a dicho recinto a fin de entrevistar a los prisioneros, a quienes exhibía una fotografía de la víctima y su descripción física; recibiendo indicios, de que su hijo estuvo un período en el Campamento " 4 Alamos". Sin embargo, su suerte corrida en manos de la DINA sigue siendo un misterio.
Su nombre apareció en revistas extranjeras (publicaciones que editaron un sólo número) en una nómina de 119 chilenos presuntamente muertos en el extranjero en luchas internas entre grupos de izquierda. Todas las personas allí nombradas, tienen el denominador común de haber sido detenidos por la DINA y encontrarse hasta la fecha en calidad de detenidos desaparecidos.
17 de noviembre de 1974
Agentes de la DINA detuvieron en su domicilio de la comuna de Providencia, a los cónyuges Cecilia Gabriela CASTRO SALVADORES y Juan Carlos RODRIGUEZ ARAYA, ambos militantes del MIR. Cecilia Castro apareció nombrada en las revistas extranjeras (publicaciones que editaron un sólo número) en una nómina de 119 chilenos presuntamente muertos en el extranjero en luchas internas entre grupos de izquierda. Todas las personas allí nombradas, tienen el denominador común de haber sido detenidos por la DINA y encontrarse hasta la fecha en calidad de detenidos desaparecidos.
Manuel Nemesio Valdés Galaz, 20 años de edad, Cabo Segundo de Ejército, de la Escuela de Caballería de Quillota, fue visto por última vez por su familia el domingo 17 de noviembre de 1974. Ese día para regresar a la Unidad Militar, de la que estaba con permiso regular, tomó un bus que lo llevaría de vuelta a Quillota.
La semana siguiente no regresó a Santiago y como transcurriera el tiempo sin que se tuvieran noticias de él, Nadia Bravo, su novia, viajó a esa ciudad y acudió a la Escuela de Caballería para inquirir información sobre el afectado. Allí la atendió un Teniente de apellido Carrasco, quien le informó que el lunes 18 de noviembre, Manuel Nemesio había pedido permiso para salir, cosa que se le concedió. Desde entonces -agregó el Teniente- nada se sabía de la víctima.
Ante este hecho, Lidia del Carmen Galaz Cavieres -madre de Manuel Nemesio Valdés- acudió a la Escuela de Caballería. Fue atendida por un Capitán de apellido Pérez, quien entregó versiones contradictorias, por un lado le repitió la versión del permiso que se concedió al afectado el 18 de noviembre de 1974, pero, señalando también que se trataría "de una deserción", además agregó que Valdés tenía ideas políticas que le impedían permanecer en el Ejército. El Capitán Pérez le dijo a Lidia Galaz que, en la Escuela de Caballería, habían quedado un anillo de oro de la víctima, una libreta, fotos y otros documentos personales, de los que no le hizo entrega. Sólo se le devolvió un seguro de vida familiar que tenía su hijo. Poco antes de la Navidad de 1974, Lidia Galaz y Nadia Bravo fueron recibidas en la Escuela de Caballería de Quillota, por el ayudante del Director de esa institución militar, quien les dijo que desconocía los hechos y que el problema sería pasado a manos de la Fiscalía Militar. El ayudante se comunicó en esos mismos momentos con la Fiscalía, informando a ambas que tampoco allí obraban los antecedentes del caso.
Con fecha 2 de junio de 1975, la madre recibió una carta del General Julio Canessa Robert, en la que le informaba que el Cabo 2° Dragoneante Manuel Nemesio Valdés Galaz, consumó delito de "Deserción" el 25 de noviembre de 1974, con motivo de no haberse presentado a la Escuela de Caballería (Quillota) después de un permiso de fin de semana. De este hecho existe constancia en la Orden del Día 233 del 29 de noviembre de 1974, de ese Instituto. Además agregaba que todos los antecedentes habían sido remitidos por la Dirección de la Escuela de Caballería a la Segunda Fiscalía Militar de Santiago.
Lidia Galaz recorrió postas, centros de detención, envió cartas a autoridades, en fin, realizó una serie de gestiones tendientes a conocer la suerte corrida por su hijo. Sin embargo, en ninguna parte logró obtener noticias de él.
Diana Frida Aron Svigilsky, egresada de periodismo, militante del MIR, fue detenida por agentes de la DINA el 18 de noviembre de 1974, alrededor de las 15:00 horas, en circunstancias que transitaba por Avda. Ossa con el fin de dirigirse a casa de unos amigos. Al percatarse que iba a ser aprehendida por civiles que se movilizaban en una camioneta Chevrolet nueva, intentó huir del lugar resultando herida por impactos de bala en el pulmón y en el riñón, según le refirieron a su novio Luis Muñoz González los propios agentes cuando éste se encontraba recluido en Villa Grimaldi. Tras ser detenida y herida, fue trasladada a Villa Grimaldi y en horas de la noche de ese mismo día fue trasladada a una Clínica de la DINA ubicada en calle Santa Lucía, desde donde desaparece.
A fines de noviembre de ese año, fue allanado su domicilio de calle Rosita Renard 1289, de ñuñoa, el cual se encontraba sin moradores, ella vivía con su novio, siendo detenido con posterioridad el propietario del inmueble, don José Pedro Benforado Carreño a quien se le interrogó sobre si conocía a la víctima y a su novio y si sabía que éstos eran "extremistas". El 16 de enero fue recluido por 12 días en un recinto de la DINA acusado de prestar protección al MIR, por haberle arrendado la casa a Diana Aron.
El 10 de diciembre de ese año, fue detenido Luis Alfredo Muñoz González, novio de la afectada con quien vivía en el domicilio de Rosita Renard. Tras su arresto fue trasladado a Villa Grimaldi en donde fue intensamente interrogado y torturado. En ese recinto, un agente, al parecer Capitán, alto rubio, de unos 28 años, le dijo que Diana Frida había sido detenida y que él mismo había participado en la diligencia efectuada en Avda. Ossa de la capital; le agregó que en la operación Diana Aron intentó huir y que había sido alcanzada por 4 disparos, debido a lo cual estaba internada en el Hospital Militar desde el día en que ella desapareció. En medio de las torturas de que era objeto, se le dijo que de él dependía que su novia viviera, ya que estaba en tratamiento intensivo y él debía cooperar dando domicilios de otras personas. Finalmente, alrededor del 20 de enero de 1975, el mismo Capitán le informó que Diana había muerto el 10 de enero. Luis Muñoz, indica en su declaración judicial, que estando detenido en el Campamento Puchuncaví, tuvo oportunidad de conversar con un joven que fue detenido dos días antes que Diana Aron, quien le dijo que fue mantenido en una Clínica clandestina en donde había conocido a una niña de nombre Diana, cuya descripción física coincide con la víctima.
Don Cristián Mallol Comandari, ex detenido, sobreviviente de la DINA, da cuenta en su testimonio que fue detenido el 7 de diciembre de 1974 y trasladado a Villa Grimaldi, en donde en una oportunidad estuvo encerrado en un cajón con el "Hallulla Muñoz" que se llamaba Luis Muñoz González, a quien le habían detenido a su mujer a balazos. Según comentara el agente Capitán Miguel Krassnoff, habría muerto del balazo, pero a Luis Alfredo Muñoz le decían que estaba viva y que si colaboraba la atenderían y la salvarían. La mujer de Muñoz González se llamaba políticamente "Juana" y después "Alba" y de nombre verdadero Diana Aron. Según recuerda (con poca precisión) quien le disparó a "Juana" fue Romo o el Troglo.
Don Héctor Hernán González Osorio, también sobreviviente de la DINA, da cuenta en su testimonio que tras haber sido detenido el 6 de diciembre de 1974, fue trasladado a Villa Grimaldi. Allí se enteró por boca del propio "guatón Romo" (Osvaldo Romo Mena) que fue asesinada en ese recinto Diana Aron o "Juana" durante las torturas.
De especial relevancia es la declaración de Ofelia Nistal Nistal, quien expone que en febrero de 1974, concurrieron a casa de sus padres, miembros de Investigaciones con el fin de preguntar por su cónyuge Héctor Hernán González Osorio, dejando en el domicilio una citación. Ella se presentó en el Cuartel Central de Investigaciones siendo interrogada sobre su cónyuge y sobre Diana Aron, de la cual le muestran muchas fotos y un carné de identidad. Ella la conocía muy bien, ya que también había sido militante del MIR, al igual que ella en una época anterior a 1973. El interrogatorio sobre Diana Aron fue una sorpresa para ella sobre todo por la cantidad de fotos que tenían, y por el interés que ellos demostraban en ella.
Su familia realizó numerosas gestiones y diligencias con el fin de dar con su paradero, pero ellas no dieron resultado alguno, y aún desconocen la suerte que corrió en manos de la DINA.
El 19 de noviembre de 1974
Es muerto Fernando Abrahan VALENZUELA RIVERA, abogado, miembro del Comité Central del MIR, cuya muerte se vincula a la detención de la pareja Rodríguez-Castro. Según la versión de las autoridades, en momentos en que se desarrollaba un operativo para detenerlo en calle Santa Filomena de Santiago por parte de agentes de seguridad, extrajo una pistola entre sus ropas y les disparó a sus aprehensores, quienes replicaron causándole la muerte.
Gabriela Edelweiss Arredondo Andrade, soltera, un hijo, estudiante universitaria, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, fue detenida el 19 de noviembre de 1974 en una casa vecina a su hogar, en Santiago, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional, quienes la llevaron al recinto secreto de detención y tortura de Villa Grimaldi. Gabriela Arredondo era estudiante de francés, del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile y había establecido una pareja estable con Abel Norman Tapia Gamboa, con quien tuvo una hija. Gamboa también era militante del MIR y estuvo preso y salió del país con pena de extrañamiento. La afectada sabía que era buscada por los servicios de seguridad y se había refugiado en una casa frente a su domicilio. Fue detenida en ese lugar el 19 de noviembre de 1974. Gabriela Arredondo era buscada por los servicios de seguridad y la casa de sus familiares había sido allanada por una patrulla de Militares dirigidos por un Oficial de Ejército. Desde el día que Gabriela Arredondo desapareció, sus familiares la buscaron e hicieron gestiones a diversos niveles, pero no la encontraron nunca más. Iris Magaly Guzmán Uribe, una de las sobrevivientes del recinto de torturas de la DINA llamado Villa Grimaldi, en declaración jurada del 15 de noviembre de 1990, señala que permaneció en ese centro de torturas en noviembre de 1974 junto a sus dos hijos y conviviente. Ella estuvo durante ocho días en una pieza, con otras dos prisioneras. Declara que una de esas prisioneras "era Gabriela Arredondo, militante del MIR, respecto de la cual no he vuelto a tener noticias". En declaración del 24 de septiembre de 1975, la misma testigo había declarado que había estado con la afectada en Villa Grimaldi y que había podido hablar con ella. El 28 de noviembre fue el último día que la vio, ya que ese día, la Sra. Iris Guzmán fue trasladada después de haber sido torturada durante ocho días, al igual que sus hijos menores de edad. Según este testimonio, Gabriela Arredondo se encontraba en buenas condiciones de salud hasta ese momento y le informó que había sido detenida por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). La hija de la Sra. Guzmán, Marcela Virginia García Guzmán, que en 1974 tenía 15 años, fue detenida junto a su madre en esa oportunidad. Después de ser torturada, Marcela García fue conducida junto a su madre y en esa pieza pudo reconocer entre las detenidas a Gabriela Arredondo, según lo sostuvo en declaración notarial de agosto de 1978.
Son detenidos en Santiago los amigos y militantes del MIR Ida VERA ALMARZA e Isidro Miguel Angel PIZARRO MENICONI.
Isidro Miguel Pizarro Meniconi, soltero, técnico en máquinas de oficina, militante del MIR, fue detenido junto a Ida Vera Almarza el 19 de noviembre de 1974, alrededor de las 17:00 horas, en un domicilio ubicado en calle Joaquín Godoy 315, La Reina, por agentes de la DINA que se encontraban en el interior del inmueble esperando la llegada de los afectados, a quienes dispararon resultando ambos heridos de gravedad. Los hechos comenzaron a ocurrir cuando, a la hora señalada, llegaron al lugar las dos víctimas, movilizadas en un vehículo blanco marca Dodge Dart, modelo 1970. Del automóvil descienden Isidro e Ida Vera y cuando se encontraban en el patio de la propiedad, los agentes detienen al afectado a quien lanzan al suelo manteniéndolo boca abajo; en tanto, Ida Vera alcanza a retroceder a la vez que dispara con un arma que portaba. La joven es seguida por dos de los agentes, quienes en definitiva la detienen herida. De estos hechos fue testigo su hermano Hipólito Pizarro Meniconi. El auto quedó destrozado por múltiples impactos de bala. Cuando Isidro Pizarro se encontraba ya reducido, tendido en el suelo, los efectivos de la DINA le dispararon en ambas piernas. Los dos heridos fueron introducidos a una camioneta Chevrolet C-10 y trasladados al recinto secreto de la DINA ubicado en Irán con Los Plátanos, y esa misma noche son internados en la Clínica Santa Lucía, también de propiedad de la DINA, en donde, Isidro Pizarro permanece alrededor de 10 días, en tanto que Ida Vera permanece unos 15 días. Ambos son nuevamente trasladados al recinto de Irán con Los Plátanos, el cual es conocido como "La Venda Sexy", en alusión a las vejaciones sexuales a que eran sometidas las prisioneras políticas. La joven desaparece de este recinto, en tanto, Isidro Pizarro se le ve por última vez en el recinto de Villa Grimaldi.
Esa noche del día 19 de noviembre, el domicilio de los padres de Isidro Pizarro Meniconi fue allanado por 4 sujetos de civil, quienes portaban su cédula de identidad. Señalaron ser de un Servicio de Inteligencia y que estaban investigando cosas ocurridas días atrás en relación a la víctima. Esa misma noche, el domicilio de los padres de Ida Vera Almarza también era allanado, por 3 civiles que preguntaron por ella. Uno de los sujetos corresponde a la descripción física de Osvaldo Romo Mena, agente de la DINA que comandó diversos operativos en donde resultaron detenidos militantes del MIR, que se encuentran desaparecidos.
Su conviviente, María Guadalupe Díaz Tapia embarazada en esa época, debió asilarse. A los días de llegar a Suecia nacieron sus hijos mellizos.
La familia de Isidro Pizarro realizó diversas diligencias y averiguaciones para conocer su situación. En una de ellas, fueron informados en la Oficina de la Cruz Roja Internacional, que el afectado había sido visitado por personal de ese organismo en Villa Grimaldi, pero no recibieron más detalle, ni en esa ocasión ni posteriormente. En el Hospital Militar, un funcionario informó que no se encontraba allí, pero indicando a su madre, doña Doris Meniconi Lorca, que "su hijo sirve más vivo". Pero no le dieron mayor información. Los respectivos procesos judiciales, reunieron valiosos antecedentes acerca de la efectividad de los hechos narrados. Allí constan, los recortes de prensa que dan cuenta de la amplia difusión que tuvo el operativo de la DINA, se publican fotos del lugar de los hechos y se habla de incautación de armas y documentación en el inmueble de Joaquín Godoy 315. Asimismo, se consigna la declaración judicial del propietario del inmueble, don Jorge Guillermo Dahmen Alcaíno, quien arrendaba a Ida Vera Almarza un departamento interior ubicado en su propiedad. El testigo expone que el día de los hechos fue detenido violentamente por tres personas de civil que se identificaron como del Servicio de Inteligencia Militar y lo llevaron al departamento interior, el que se encontraba todo desordenado, y le preguntaron por sus moradores. Luego pasaron al living de su casa y encontrándose allí, apareció Ida Vera e inmediatamente uno de los sujetos tomó a su acompañante, pero la mujer alcanzó a retroceder a la vez que disparó un arma que portaba; la joven fue seguida por dos de los agentes y el tercero se quedó cuidando al detenido, quien se encontraba en el suelo boca abajo. Como a los 10 minutos los otros civiles volvieron con Ida Vera, herida y en calidad de detenida y luego de revisar nuevamente el departamento se retiraron llevándose a ambas personas.
Otra prueba de la detención de la víctima, lo constituye la declaración judicial del Teniente de Carabineros Hugo Guillermo Urrutia González, quien expone que en el día de los hechos se encontraba de turno en la 23a. Comisaría de La Reina, y que al constituirse en el lugar, en compañía del Cabo Elías Uribe Novoa y otros dos carabineros, se percató que había ocurrido un baleo entre "extremistas y personal de DINA"; en el pasillo habían dos personas heridas, un hombre sentado y apoyado en la pared del pasillo y herido en una pierna; y una mujer tendida en el suelo y también herida, vestía chomba oscura y pantalones.
Personalmente, vio cuando a los heridos se los llevó personal de DINA en una camioneta Chevrolet C-10 con toldo de lona (en las fotografías de la prensa aparece la parte trasera de una camioneta con esa característica). Cerca de la casa en donde estaban los heridos había un automóvil Dodge Dart, que tenía quebrado el parabrisas delantero y trasero, y tenía varios impactos de bala.
Del destino de los afectados, dan cuenta los testimonios de personas detenidas por la DINA y que fueron recluidas en recintos secretos de ese organismo. Cristina Godoy Hinojosa, tecnóloga médico, expone en su declaración judicial, que fue detenida el 6 de diciembre de 1974 por efectivos de la DINA en la oficina del Director del Hospital José Joaquín Aguirre. Fue trasladada con la vista vendada a Villa Grimaldi y ese mismo día fue llevado a otro recinto, ubicado en el sector de Quilín (Irán con Los Plátanos). Allí fue dejada en una pieza en donde se encontraba otra detenida, quien dijo llamarse Ida Vera Almarza, que era arquitecto y que había sido detenida junto a Isidro Pizarro Meniconi en un baleo en La Reina, resultando con lesiones graves en la cabeza y pierna, y que había sido atendida en una clínica que no sabía ubicar y en donde habría permanecido unos 15 días. Le dio el número de teléfono de su familia para que le avisara acerca de su situación en el caso que recuperaba su libertad antes que ella. La vio hasta el 14 de diciembre, fecha en que fue trasladada al Campamento de Prisioneros de Tres Alamos, quedando Ida Vera en ese lugar, en buen estado de salud. En Tres Alamos, conversó con otra detenida, Iris Guzmán Uribe, quien le contó que ella había estado internada en la clínica junto con Ida Vera, permaneciendo en camas vecinas. La testigo, al momento de comparecer ante el Tribunal, el 4 de septiembre de 1975, aún se encontraba recluida en el Campamento Tres Alamos. Otra detenida en Tres Alamos, Beatriz Constanza Bataszew, compareció ante el Tribunal, señalando que fue detenida por la DINA el 10 de diciembre de 1974 siendo trasladada al centro de tortura denominado "La Venda Sexy", en donde fue interrogada y brutalmente torturada. Luego de la tortura fue trasladada a una pieza en donde había otras detenidas, entre las que se encontraba Ida Vera, con la cual permaneció unos 5 días. Ella le contó las circunstancias de su arresto junto a Isidro Pizarro. Permaneció en contacto con ella hasta el 17 de diciembre, fecha en que fue trasladada al Campamento de Tres Alamos.
El 29 de agosto de 1978 compareció ante el Tribunal, Iris Magaly Guzmán Uribe, quien expone que fue detenida el 20 de noviembre de 1974 por agentes de la DINA, siendo trasladada a Villa Grimaldi en donde fue salvajemente torturada al igual que sus dos hijos, de 17 y 16 años de edad que también se encontraban detenidos en ese lugar. Un día, producto de las torturas, le vino una hemorragia nasal y metrorragia, siendo conducida a una clínica ubicada en calle Santa Lucía, la cual ubicó por el cañonazo de las doce. En ese lugar, cuando recuperó el conocimiento, se percató que estaba al medio de dos enfermas más, una de las cuales dijo llamarse Ida Vera y que había sido detenida en La Reina, siendo baleada junto a un hombre que estaba amarrado, también le dijo que era arquitecto. Ambas dejaron la clínica en la misma oportunidad, siendo sacadas juntas en un automóvil, ella fue dejada en Villa Grimaldi, en tanto Ida Vera fue trasladada a otro lugar. En la declaración jurada de la misma testigo, agrega que en una oportunidad, el agente de la DINA, Osvaldo Romo Mena, fue a visitarla a la clínica con el objeto de interrogarla, para lo cual fue llevada a uno de los pisos inferiores de la clínica en donde nuevamente se le aplicó corriente eléctrica.
En el proceso instruido por la detención de Isidro Pizarro Meniconi, consta la declaración de Narciso Alfredo Gálvez Fuentes, quien expone que fue detenido el 20 de diciembre de 1974 por la DINA siendo trasladado a Villa Grimaldi en donde fue introducido en una pieza. Allí había unos 15 detenidos ; uno de ellos, manifestó que hacía las veces de jefe por el más antiguo en ese lugar, y dijo llamarse Isidro Pizarro. Dio diversas indicaciones sobre la manera de vivir entre los detenidos y precauciones que debían adoptarse. Los sábados y domingos hacían charlas entre ellos a manera de ejercicio mental y allí pudo darse cuenta que Isidro Pizarro hablaba el idioma mapuche. El Tribunal le muestra una foto, reconociendo a la víctima. Finalmente agrega que el afectado tenía varios impactos de bala en las piernas. En el mismo proceso, consta la declaración jurada de Manuel Elías Padilla Ballestero, en la cual indica que fue detenido el 25 de noviembre de 1974 por agentes de la DINA siendo llevado a Villa Grimaldi. Al día siguiente fue trasladado al recinto denominado "La Venda Sexy". Allí, algunos días después, llegó detenido Isidro Pizarro Meniconi, quien relató a todos sus compañeros de celda la forma en que había sido detenido junto a Ida Vera Almarza, siendo ambos heridos a bala. Isidro manifestó que había sido baleado en el suelo, cuando ya estaba detenido. También llegó a ese recinto el arquitecto Humberto Canodra Bañados, propietario del vehículo en que se movilizaba Isidro al momento de ser detenido. Posteriormente, él fue trasladado a otro recinto de detención, y por comentarios de otros detenidos, se enteró que Isidro Pizarro fue sacado de "La Venda Sexy" hacia fines de la primera quincena de diciembre de 1974.
En julio de 1975 salió publicada en la prensa nacional, la reproducción de dos publicaciones extranjeras, de Argentina y Brasil respectivamente, una lista de 119 chilenos que según la noticia habían muertos en el extranjero en luchas internas de movimientos ultra-izquierdistas. Entre los nombres figura el de Isidro Pizarro Meniconi y de Ida Vera Almarza. Posteriormente, se estableció que las referidas publicaciones extranjeras editaron un sólo número y que tanto sus direcciones como el pie de imprenta resultaron falsas. Todas las personas mencionadas en esa lista, tienen en común el haber sido detenidos por la DINA.
Pese a las evidencias acerca de la detención y posterior reclusión de la víctima en centros de tortura de la DINA, las autoridades del gobierno militar y los servicios de seguridad negaron sistemáticamente su aprehensión, y aún su familia desconoce la suerte final que corrió en manos de ese organismo de seguridad.
Isidro Pizarro tenía 10 hermanos, el mayor Bernardo también fue detenido en junio de 1974, habiendo salido del país con pena de extrañamiento, Hipólito, testigo de la detención de Isidro, se asiló. Posteriormente el padre y los otros 8 hermanos salieron al exilio. En Chile sólo quedó la madre, en razón de la búsqueda de su hijo. Su conviviente y sus dos hijos vivieron en el exilio hasta 1990.
20 de noviembre de 1974
fue detenido en Santiago en la vía pública el militante del MIR Luis Omar MAHUIDA ESQUIVEL. Dos días después, en sus respectivos domicilios de la comuna de La Cisterna son detenidos otros dos militantes vinculados políticamente con Luis Mahuida: Antonio Patricio SOTO CERNA y Luis Genaro GONZALEZ MELLA.
Los tres detenidos fueron trasladados al recinto de la DINA la Venda Sexy donde fueron vistos por testigos y desde donde desaparecieron.
Luis Genaro Gonzalez Mella, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido en las siguientes circunstancias, la detención ocurrió el "día 22 de noviembre del año pasado (1974). Ese día a las 3 de la madrugada llegaron a mi casa 5 sujetos vestidos de civil con un distintivo en la manga izquierda. Ellos saltaron la reja y golpearon la puerta. Se identificaron como funcionarios de Investigaciones. Entraron a la casa y me apuntaron con metralletas. Preguntaron por mi hijo, señalando su nombre de pila. Afuera, en la calle, habían otros sujetos. Lo fueron a buscar al dormitorio y lo hicieron que se vistiera. No mostraron ningún tipo de credencial ni tampoco orden. Me dijeron que debía reclamarlo en Investigaciones. Acto seguido se llevaron a mi hijo. No lo maltrataron en ese momento. No se produjo allanamiento y búsqueda de algún objet en la casa. Desde esa fecha no tengo ningún antecedente de mi hijo".
Antonio Patricio Soto Cerna, casado, tres hijos, carpintero, militante del MIR, fue detenido en el domicilio de Enylda Pailaf Mora, ubicado en el sitio 20 de la Población La Bandera, a las 06:00 de la mañana del día 22 de noviembre de 1974. Los agentes se lo llevaron en una camioneta beige sin patente, la testigo del hecho avisó a la cónyuge del afectado ese mismo día.
Entretanto el domicilio de la cónyuge, María Ester Flores Sandoval, había sido allanado el mismo día sólo horas antes, a las 03:30 A.M. por cinco personas de civil, que dijeron ser del Servicio de Investigaciones, pero no mostraron ninguna credencial ni orden de allanamiento. Buscaban al afectado -del cual ella se encontraba separada desde hacía algún tiempo- En el registro se llevaron una pistola calibre 22 de propiedad de su padre, que se encontraba debidamente inscrita y documentada. A las 09:00 horas del mismo día regresaron a este domicilio a devolverle su cédula de identidad y le manifestaron que su esposo estaba detenido.
Días más tarde volvieron estos mismos civiles a preguntar si alguien habría visitado la casa; les consultó qué pasaba con Antonio, su esposo, respondiéndole: "No se preocupe, que no va a saber tan luego de él".
Un testigo de la reclusión de Antonio Soto en los recintos de detención de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, tales como Cuatro Alamos y de el sector Quilín conocido como "Venda Sexy" o "Discoteque", fue Manuel Elías Padilla Ballesteros, quien con fecha 17 de octubre de 1977 y mediante declaración jurada, expresó que encontrándose detenido en el recinto de "Discoteque", en el mes de noviembre de 1974, estuvo con el afectado. También permaneció con él en el Campamento de Cuatro Alamos, lugar al cual fueron trasladados juntos con fecha 1¡ de diciembre 1974, lo vio hasta el día 8 de diciembre ese día supuestamente era trasladado para ir en libre plática, pero desde ese día es un detenido desaparecido.
22 de noviembre de 1974
José Alberto Salazar Aguilera, soltero, ex estudiante de la Universidad de Chile, Sede Temuco, militante del MIR, fue detenido el 22 de noviembre de 1974 en compañía de Patricio Silva Brignardello por 5 agentes del Servicio de Inteligencia de la Armada, en la calle Victoria de Valparaíso. Los aprehensores los subieron a un Fiat 125 color guinda seca y los condujeron al Cuartel Silva Palma de Valparaíso, cuyo Comandante era Abel Osorio. Allí, ambos fueron separados e ingresados en celdas de incomunicación.
Después de aproximadamente una hora, José Alberto Salazar fue sacado del recinto naval y conducido hasta el domicilio en donde arrendaba una pieza (6 Norte 324 de Viña del Mar). Cuando los agentes lo bajaron del vehículo en que lo transportaban, el afectado, antes de entrar a la casa, realizó su primer intento de fuga. Salió corriendo por 6 Norte en dirección al mar, siendo perseguido por el Teniente de la Armada Federico Stingman y por el Infante de Marina, Cabo 2° Julio Bórquez Espinoza, el que fue reconocido por testigos. Según testimonios prestados ante el Tribunal, ambos agentes, vestidos de civil, llevaban sendos revólveres en las manos e hicieron disparos al aire. Braulio Puebla declaró que ese día, alrededor de las 19 horas, sintió el tiroteo y vio cuando el afectado huía. Detrás de él, corrían dos personas armadas. Por su parte, Oriana Cabellería también escuchó los disparos y vio cuando, después de darle alcance en la calle 4 Poniente, subían a la víctima, que llevaba las manos en la nuca, a una camioneta amarilla.
Enseguida, José Alberto Salazar fue llevado por sus captores al sector de Agua Santa en Viña del Mar. En este lugar, el afectado intentó nuevamente una huida. Corrió en dirección a calle Alvarez y en la esquina de Ecuador se subió a una micro de recorrido conducida por Belarmino Allende, el bus N°21, pidiéndole apresuradamente al chofer que continuara la marcha. En esos momentos apareció uno de los perseguidores -al parecer se trataba del Cabo Julio Bórquez- el que se identificó verbalmente ante Belarmino Allende como perteneciente al servicio de inteligencia. Simultáneamente, un pasajero de la micro, que también se identificó como de inteligencia, se levantó de su asiento, encañonó al afectado y lo obligó a rendirse. Como Salazar se negara a hacerlo, su perseguidor le disparó dos veces. Una bala se incrustó en el microbús y la segunda le dio en el abdomen. Según Belarmino Allende, el afectado, que sangraba mucho, fue bajado del bus por cuatro personas, incluyendo al Cabo Bórquez. Antes de eso, el alcanzó a gritar su nombre y a pedir que le avisaran a sus padres que vivían en Talcahuano.
Salazar, herido, fue conducido al Hospital Naval, en donde permaneció hasta el 6 de diciembre de 1974, fecha en que fue llevado al Cuartel Silva Palma. En este recinto fue visto por numerosos testigos. José Manuel Valle lo vio en dos oportunidades y recuerda que el afectado estaba enfermo, puesto que lo atendía un enfermero. Por su parte, Osvaldo Enrique Cariola, en una fecha comprendida entre el 25 de diciembre de 1974 y el 5 de enero de 1975, fue careado con el afectado por un lapso de 20 a 30 minutos. Teresa Veloso, quien permaneció recluida durante 48 días en el Silva Palma, lo vio en más de una ocasión. Declaró que el afectado fumaba mucho y que solía ofrecerse para realizar distintas tareas, puesto que -aseguraba- eso lo sacaba de la rutina. A la testigo le llamó la atención que los captores no le dieran a Salazar una tarjeta de la Cruz Roja para que escribiera a su casa, como lo hacían con los demás detenidos.
Se señala en distintos testimonios que Salazar permaneció en el Silva Palma hasta el 10 de marzo de 1975, fecha en que fue entregado a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Nada volvería a saberse sobre su destino.
Entretanto, sus padres, residentes en Talcahuano, habían recibido una llamada anónima denunciando la detención del afectado y su permanencia en el Hospital Naval. Juan Salazar Escalona (padre de la víctima) viajó entonces a Valparaíso y acudió a dicho lugar hospitalario. Aquí pidió ver a su hijo, aceptando la guardia implícitamente que el afectado se encontraba allí, al pedírsele que regresara en la tarde. Al regresar Juan Salazar al Hospital Naval, se le negó la posibilidad de ver a José Alberto.
24 de noviembre 1974
Ruben David Arroyo Padilla, casado, artesano, militante del MIR, fue detenido en la vía pública en la mañana del 24 de noviembre de 1974, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), cuando se dirigía a su trabajo ubicado en calle Lira 580, Santiago. El día 25 de noviembre, su hogar fue allanado por tres agentes provistos de la llave del inmueble, la que sólo poseían el detenido y su cónyuge. Estos agentes provocaron destrozos y se llevaron especies.
El 25 de noviembre, también fue detenido Juan Carlos Pino Zamora, quien trabajaba con Rubén Arroyo en artesanía, siendo dejado en libertad algunos días después.
Arroyo fue conducido al centro de torturas denominado "Villa Grimaldi", donde permaneció por un período indeterminado y desde donde desapareció sin volver a tenerse noticias de él. En la Villa Grimaldi fue visto por otro detenido, Iván García Guzmán, quien había sido detenido el 20 de noviembre de 1974 y que posteriormente quedó en libertad y se fue del país.
Iván García testimonió que en Villa Grimaldi vio, entre otras personas, a un joven llamado "El Chico Sebastián", apodo por el cual era conocido Rubén Arroyo, dentro del MIR. También declaró haberlo visto en Villa Grimaldi, Víctor Manuel Zúñiga Arellano, hasta el 8 de diciembre de 1974, fecha a partir de la cual dejó de verlo.
26 de noviembre de 1974
Claudio Guillermo Silva Peralta, casado, un hijo, empleado, militante del MIR, fue detenido en la vía pública el 26 de noviembre de 1974. Un día después el 27 de noviembre, fue detenido su padre Fernando Silva Camus. El día 26 de noviembre, a las 14:30 horas, Silva fue conducido a su hogar, ubicado en Boccacio 364, en la comuna de Las Condes de la ciudad de Santiago, en una camioneta roja marca Chevrolet, patente FM 965 de Las Condes, por un grupo de cinco civiles armados, uno de los cuales era mujer, que dijeron ser Militares e, interrogaron a Regina Lazo Dinamarca, cónyuge de Claudio Silva y embarazada de 2 meses, preguntándole por Claudio Silva y sobre quiénes estaban en la casa. Entre los agentes, Regina Lazo reconoció a Osvaldo Raúl Romo Mena, agente de la DINA que había tenido participación política durante el gobierno de la Unidad Popular. Este agente le informó que habían detenido a Silva en una farmacia ubicada en Irarrázaval y Macul, mientras compraba remedios.
Los agentes realizaron un allanamiento, sin exhibir ninguna orden y después de apoderarse de libros, discos y material fotográfico que tenía Silva, ya que era aficionado a la fotografía, abandonaron el lugar, conduciendo a Regina Lazo hasta una camioneta que estaba cerca, donde mantenían a Claudio Silva esposado. Allí, ella tuvo la oportunidad de hablar algunas palabras con él. Silva se encontraba herido en la frente y con manchas de sangre en la boca y le dijo que no podía entregarle ningún tipo de información. Inmediatamente después, los agentes se alejaron llevándose detenido a Claudio Silva.
En dos oportunidades posteriores, el hogar de la familia Silva Lazo fue visitada por agentes, cuando éste estaba sin ninguna persona. Los agentes, quienes disponían de las llaves del detenido, sacaron ropa limpia y a la vez dejaron la ropa ensangrentada de Claudio Silva. Romo llamó telefónicamente a Regina Lazo, poco antes de la Navidad de 1974, para informarle de estos allanamientos y para asegurarle que Silva sería dejado en libertad antes de Año Nuevo. También le solicitó algunos remedios indispensables para Silva.
El 27 de noviembre fue detenido Fernando Guillermo Silva Camus, padre de Claudio, que permaneció en Villa Grimaldi en una celda separado de su hijo. Fernando Silva también sigue desaparecido hasta hoy.
Según la información de testigos, Claudio Silva fue conducido a la Villa Grimaldi, recinto clandestino de detención y de torturas ubicado en Peñalolén, calle José Arrieta 8.200, La Reina, donde permaneció hasta el 10 de enero de 1975, fecha en que no se supo más de él.
Mientras estuvo detenido en Villa Grimaldi fue torturado en repetidas oportunidades, según consta en declaraciones juradas de otros detenidos que corrían la misma suerte en ese período. Guillermo Segundo Cornejo Godoy declara "durante el tiempo de mi detención pude conocer y estar junto a Claudio Silva Peralta" y que lo vio hasta el 28 de diciembre de 1974.
María Alicia Salinas Farf"n, quien estuvo detenida entre el 3 y el 10 de enero de 1975 en dicho centro y que después fue trasladada a otros campos de prisioneros, permaneciendo privada de libertad hasta el 10 de diciembre de 1976, atestigua, en declaración jurada ante notario del 16 de julio de 1986, que: "Durante ese mismo día 7 (de enero de 1975) tuve ocasión de ver a otro amigo que se encontraba detenido en la Villa y que hoy está desaparecido. Se trata de Claudio Silva Peralta. Claudio estaba en una pieza contigua a la nuestra, lo divisé por un tabique ..." "Recuerdo que Claudio Silva vestía en esa ocasión un beatle y pantalones, en el mismo tono de café clarito."
Por su parte, Sonia Elena Bascuñán Saavedra declara que mientras permaneció detenida en Villa Grimaldi pudo conocer a un joven que los guardias llamaban "Condoro", el que fue sometido a un examen médico en la celda donde ella permanecía. Sonia Bascuñ"n reconoció la foto de Claudio Silva como la correspondiente al joven "Condoro". Este es el apodo que Claudio Silva tenía en el MIR por su perfil con nariz aguileña. También reconoció entre los detenidos al padre de Claudio Silva.
Luis Alfredo Muñoz González declara que mientras estaba detenido en la Villa Grimaldi, a partir del 10 de diciembre de 1991, pudo reconocer entre los detenidos a Claudio Silva Peralta, quien aparecía físicamente bien, aún cuando podía apreciarse que había sido sometido a apremios. El 10 de enero Silva fue sacado del centro de torturas de Villa Grimaldi y desde entonces no volvió a verlo.
Manuel Alejandro Cuadra Sánchez, que permaneció detenido en Villa Grimaldi desde el 31 de diciembre de 1974 al 15 de enero de 1975, declara bajo juramento que vio a Claudio Silva Peralta después del 1¡ de enero de 1975, cuando era conducido al baño.
Fernando Guillermo Silva Camus, 60 años, casado, dos hijos, decorador de interiores, vinculado al MIR, fue detenido en su domicilio el 27 de noviembre de 1974, aproximadamente a las 23:30 horas por agentes de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA). El día anterior había sido detenido en la vía pública su hijo Claudio Guillermo Silva Peralta, militante del MIR.
Los aprehensores fueron cuatro civiles armados, tres hombres y una mujer, los que ingresaron al domicilio del afectado, en Av. Italia 1794, Santiago, procediendo a interrogarlo sobre sus actividades laborales y a revisar la documentación relativa a pedidos y datos de clientes.
El Sr. Fernando Silva trabajaba como decorador de interiores y parte de su trabajo lo realizaba en su casa.
El interrogatorio, dirigido tanto al afectado como a su cónyuge, Sra. María Peralta, se refería a los clientes que había tenido después del 11 de septiembre de 1973, pidiendo descripciones físicas de ellos, ya que al parecer, buscaban a una persona específica. Dado que las respuestas parecieron no ser satisfactorias para sus demandas, procedieron a llevar detenido al afectado, permitiéndole que se vistiera y asegurando a la Sra. Peralta que el afectado quedaría en libertad en media hora. Se llevaron al detenido en un station wagon, de color amarillo claro.
Desde ese momento y hasta la fecha la Sra. María Peralta no ha vuelto a ver a su marido.
El 28 de noviembre, los agentes volvieron al domicilio del afectado y le señalaron a la Sra. Peralta que debería cooperar con ellos porque su marido se negaba a entregarle la información que necesitaban y que si no lo hacía, los únicos que sufrirían eran su marido y la familia.
Conforme a las declaraciones de testigos, el afectado fue conducido al centro de torturas denominado Villa Grimaldi, ubicado en Peñalolén, calle José Arrieta 8.200, comuna de La Reina, donde permaneció hasta el 28 o 29 de noviembre, fecha en que fue sacado de ese lugar por agentes de la DINA y se perdió todo contacto con él.
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