Por Ivonne Toro / Lorena Ferraro / La Nación
Pifiaron mención a Bachelet y cantaron tercera estrofa del himno nacional
Entusiastas pinochetistas rindieron homenaje a Guzmán
Los principales asistentes al acto, entre ellos el ex presidenciable de la derecha Joaquín Lavín y el actual aspirante a La Moneda de ese sector, Sebastián Piñera, criticaron duramente a la Presidenta por no asistir a la inauguración del monumento. El senador Pablo Longueira fue el único que dijo entender a la Mandataria. Vidal se lo agradeció.
"Existe gente anclada en el pasado, en nuestro sector y en la izquierda", justificó el senador Pablo Longueira al constatar el pinochetismo arraigado en gran parte de las cerca de dos mil personas que ayer acudieron a la inauguración del memorial del asesinado senador Jaime Guzmán, y que corearon la polémica estrofa "Vuestros hombres, valientes soldados ", al concluir el himno nacional que fue entonado durante la ceremonia.
Fue un momento incómodo para el presidente del Comité Pro Memorial -que dijo en su discurso "respetar" a quienes se marginaron de la cita- y para los representantes gubernamentales y de la Concertación que asistieron al evento, y que también fueron testigos de cómo la mención a la Presidenta Michelle Bachelet recibió una sonora desaprobación entre los cercanos al fundador de la UDI.
Con todo, Longueira insistió en que la Jefa de Estado, que envió en su representación a los ministros Edmundo Pérez Yoma (Interior) y José Antonio Viera-Gallo (Segpres), debió haber acudido al acto en homenaje del ideólogo de la dictadura, especialmente, adujo, porque la Presidenta sí se dio tiempo para acompañar a quienes conmemoraron este fin de semana el natalicio del Mandatario Salvador Allende a través de los conciertos "Cien años, mil sueños".
"Desaprovechó una oportunidad extraordinaria para demostrar que un Presidente de Chile es capaz de estar en los dos grandes sectores. Lo dije antes, sin saber que iba a participar en el acto de Allende, y ahora lo reafirmó: se hubiera engrandecido si hubiera tenido la capacidad, por su cargo, de estar en ambos actos", se quejó Longueira.
Según el parlamentario "es bastante incoherente la explicación que se ha dado sobre su ausencia", en referencia a las excusas desde palacio acerca de que la gobernante no puede refrendar, mediante su concurrencia, la herencia política de quien construyó el marco jurídico para la operación del régimen militar a través de la Constitución de 1980.
"Entiendo que cuando envía a dos ministros no lo hace para avalar el legado de Jaime", argumentó Longueira, en una arenga que fue repetida con insistencia entre los líderes de la derecha que circunscribieron el homenaje a Guzmán a su calidad de servidor público "ejemplar", ultimado el primero de abril de 1991 "por sus ideas".
El abanderado de RN, Sebastián Piñera, fue uno de los que manifestó que Bachelet "como Presidenta de todos los chilenos debió haber asistido, porque este no es un homenaje a una idea política, es un recuerdo de una persona que fue senador y que fue asesinado en democracia". "Uno tiene que aprender a ser mucho más tolerante y mucho más generoso con la política", arguyó el inversionista, que ya está capitalizando este gesto de acercamiento con el gremialismo.
En el Gobierno, Pérez Yoma refutó que su actuación como delegado de la Jefa de Estado es suficiente como señal de unidad. "He venido en representación de la Presidenta de la República, del Gobierno y por cuenta propia, como una manera de representar mi más profundo repudio al asesinato político. El asesinato de las ideas, el asesinato del adversario político, es lo peor que le puede pasar a una nación democrática", adujo.
Durante la tarde, fue el portavoz gubernamental, Francisco Vidal, quien ahondó en la determinación de Bachelet de excluirse del evento. El vocero valoró el respeto mostrado por Longueira respecto de la decisión privativa de Bachelet de no concurrir a la ceremonia y rechazó "todas las críticas ( ...) que se hicieron en contra de la Presidenta, en particular la de Sebastián Piñera" porque "la Presidenta ha demostrado en su vida, en sus hechos, por su experiencia, las más grandes señales de unidad y reconciliación nacional".
"Han sido críticas muy injustas", comentó Vidal. Drástico, el secretario de Estado nuevamente aludió al apoyo que Guzmán brindó al régimen militar. "Al senador democráticamente elegido y asesinado: nuestro saludo, nuestro recuerdo. Al ideólogo de la dictadura militar, el silencio", sentenció. LN
Yévenes, Kast y Alessandri
Tres placas recordatorias de figuras relevantes en la vida de Jaime Guzmán fueron inauguradas en conjunto con el memorial. La primera de ellas en honor del dirigente poblacional de la UDI, Simon Yévenes, asesinado el 2 de abril de 1986; otra en memoria del fallecido dirigente Miguel Kast; y una en recuerdo del Presidente Jorge Alessandri, que habría incidido en la decisión de Guzmán de dedicarse a la política.
In MemoriaM
No hay muerto malo ni novia fea, dicen. De ahí que la UDI confiara en que la Presidenta Michelle Bachelet asistiría a la inauguración del monumento que levantaron en honor a la figura de Jaime Guzmán Errázuriz. Pensando que sería un acto de repudio a la forma en que murió -asesinado a balazos-, la Mandataria había aceptado la invitación; pero -según explicó el viernes- después que tomó conciencia de que se trataría de un acto de valoración política del legado del fundador de la UDI, cambió de opinión. “En este contexto, como Presidenta de la República, y considerando la historia de nuestro país, junto con repudiar con mucha fuerza el crimen como lo hacemos todos, habría tenido que señalar con igual fuerza cuál fue su rol político en años muy difíciles”, dijo la Mandataria. Agregó que lo hizo “por respeto a la historia de Chile y también por consideración a lo que legítimos partidarios de Jaime Guzmán quisieran que fuera esta ceremonia”. Y no se equivocó, durante la ceremonia campeó el pinochetismo entre los asistentes que entonaron la estrofa de los “valientes soldados” de la canción nacional, pifiaron a cada mención de la Presidenta de la República y terminaron coreando el nombre del dictador.
http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20081109/pags/20081109212038.html
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Lunes 10 de noviembre de 2008
/ La Nación
Analistas comparten argumentos de Bachelet para no asistir
Los días previos a la inauguración del memorial de Jaime Guzmán Errázuriz, surgió una discusión entre líderes de opinión y hasta parlamentarios respecto de si la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, debía o no asistir al evento.
Carlos Peña González, abogado y rector de la Universidad Diego Portales, planteó en distintas columnas de opinión que la República no debía rendir un homenaje al padre de la UDI porque éste desde temprano compartió el "origen de la oligarquía chilena y, según se lee en sus declaraciones y discursos, también apoyó los excesos de la dictadura.
"No hay motivo que justifique la presencia de la Presidenta en la inauguración del memorial de Jaime Guzmán. Guzmán fue uno de los ideólogos de la dictadura, uno de los intelectuales públicos que se dedicó a justificarla. ¿Por qué habría de ingresar al panteón de la República?", escribió Peña en el El Mercurio.
Según él, si bien Guzmán fue un profesor claro y elocuente, un político eficaz y un líder carismático y nunca empuñó arma alguna, sí "fue uno de los sustentos intelectuales de una dictadura que elaboró, y luego ejecutó, una política sistemática, y casi siempre inmisericorde, de violación a los derechos humanos".
"Era un hombre que no creía en la democracia y que en materia de derechos humanos fue ambiguo, porque aunque apoyó a algunas víctimas, también justificaba estos actos de violencia", agrega. "Hay motivos para lamentar su muerte violenta e injustificable, sin duda, pero no hay motivos para erigir su recuerdo en parte de la República", continúa.
Justificó violaciones DE DDHH
El director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), Carlos Huneeus, también estuvo en contra de la presencia de Bachelet en la inauguración. En columnas de opinión escritas para El Mostrador, Huneeus plantea que la carrera política de Guzmán siempre estuvo ligada al régimen militar. "En tres momentos clave de la democratización, Guzmán estuvo en contra. Se opuso al "Acuerdo nacional para la transición a la plena democracia" de 1985, convocado por el cardenal arzobispo de Santiago, monseñor Juan Francisco Fresno, para buscar una salida pacífica a la dictadura". También lo hizo el 5 de octubre de 1988 al no reconocer públicamente el triunfo del No y, finalmente, cuando se opuso a la reforma constitucional de 1989 acordada entre el régimen y la oposición, apoyada por RN, que debilitó algunos enclaves autoritarios, facilitando la democratización.
Aun cuando personeros de la UDI quieran convertir su figura en un defensor de los derechos humanos, Huneeus plantea que no es así y que con la excepción de algunas gestiones al comienzo de la dictadura, el resto justificó las limitaciones a los derechos humanos en pos de los intereses del Estado.
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Lunes 10 de noviembre de 2008
Por I.T / La Nación
Escasa presencia de concertacionistas y la mayoría asistió por razones personales
Fue el único presidente de un partido oficialista que acompañó a la derecha en el homenaje al senador y cerebro de la Constitución de 1980, Jaime Guzmán, y el diputado DC Jorge Burgos comprobó inmediatamente que su asistencia no fue grata para la falange. La carta enviada por el ex timonel Ricardo Hormazábal en reproche por su decisión de acudir, se sumó a voces alvearistas que recomiendan que su mandato interino en la DC, complicado por esta polémica, no se prolongue y deje con prontitud la testera. "Lo afronto con tranquilidad. Sé que la presencia de un adversario político, como yo lo fui del senador Guzmán, genera opiniones, pero nadie puede tener dudas por mi presencia, acerca del reproche DC a lo que fue la dictadura de Pinochet y a quienes avalaron la dictadura", manifestó Burgos.
El parlamentario fue uno de los pocos líderes oficialistas que estuvo en la ceremonia en que el alcalde Francisco de la Maza; Isabel Guzmán, hermana del fundador de la UDI; y el senador Pablo Longueira explicaron la relevancia de Guzmán en la política nacional y destacaron el memorial como un hito histórico y urbano. Los ministros de Interior, Edmundo Pérez Yoma, y de la Segpres, José Antonio Viera-Gallo, acudieron en nombre del Gobierno, mientras que el titular de Trabajo, Osvaldo Andrade y el ex senador y embajador, Gabriel Valdés, lo hicieron por razones personales.
"Cuando era estudiante en la Universidad Católica y fui expulsado de la universidad después del golpe militar, él hizo una gestión para que esa expulsión no se materializara. Su gesto me permitió terminar mis estudios", rememoró Andrade que defendió que la Presidenta Michelle Bachelet se haya marginado del acto como una forma de no avalar el legado político de Guzmán.
Valdés, en tanto, apeló a su cercanía amistosa con el académico de la UC. "Lo vi como senador, fue muy inteligente, muy claro, y yo estaba muy cerca de él en la universidad cuando lo asesinaron. Fui el primero en llegar al Hospital Militar, ahí vi cómo llegó destrozado. Me afectó mucho porque había sido un gran senador. Yo no tenía que ver con sus ideas, nunca fui amigo de los de la UDI, pero yo supero la política por la amistad", argumentó.
En la actividad -a la que fueron convocados todos los parlamentarios y los ex jefes de Estado de la Concertación- asistieron el titular del Senado, Adolfo Zaldívar; los líderes de la tiendas aliancistas, Juan Antonio Coloma (UDI) y Carlos Larraín (RN); el presidenciable de RN, Sebastián Piñera; el ex alcalde de Santiago, Joaquín Lavín; y el cardenal Jorge Medina, entre otros.
http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20081109/pags/20081109212607.html
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