sábado, 11 de octubre de 2008

APATRIDAS: Regimiento Tucapel Temuco; IX Región






APATRIDAS DEL Regimiento Tucapel



Temuco; IX Región



El Regimiento Infantería No 8 Tucapel fue otro de los regimientos utilizados como centro de tortura por efectivos del Ejército en los días posteriores al golpe militar. El Regimiento Tucapel, junto a la Segunda Comisaría de Carabineros de Temuco, esta estrechamente ligado con la detención, tortura y el subsecuente asesinato de un numero de presos políticos de la región: Juan Antonio Chávez Rivas, Juan Carlos Ruiz Mancilla, Víctor Hugo Valenzuela Velásquez, Amador Francisco Montero, Pedro Mardones Jofré.Con el pretexto de una situación de guerra se produjeron detenciones masivas y graves violaciones a los derechos humanos en la ciudad de Temuco. Un sin numero de los detenidos fueron brutalmente torturados, proceso que incluía golpizas, violaciones, vejaciones y golpes eléctricos. Durante este periodo, 6 dirigentes de la región, entre los cuales se contaba incluso un inválido, fueron asesinados por miembros del Ejército y Carabineros. De acuerdo a la “versión oficial” de la época, el día 10 de Noviembre de 1973 estas seis personas habrían sido “ ...abatidos durante un intento de copamiento armado del Regimiento Tucapel..”. Sin embargo las investigaciones demuestran que todos habían fallecidos a causa de las torturas recibidas durante su detención en el Regimiento Tucapel. De acuerdo con los antecedentes recopilados por los familiares de las victimas y testimonios de personas que estuvieron detenidas con las 6 victimas demuestran que sin excepción, las victimas habían sido detenidas varios días antes al supuesto “enfrentamiento” y se encontraban privadas de libertad en el Regimiento de Tucapel, donde habían sido torturados hasta la muerte. En primera instancia, varios de los detenidos, habían sido trasladados a la Segunda Comisaría de Carabineros inmediatamente después de su arresto, donde fueron torturados y luego trasladados al Regimiento Tucapel, donde continuaría su calvario. En el caso de Juan Carlos Ruiz, este fue detenido anteriormente en Punta Arenas, allí torturado y trasladado a Temuco solo para ser ejecutado, demostrando una clara coordinación nacional en el proceso de exterminio que se había planeado contra dirigentes políticos de esa época.Las autopsias llevadas acabo en los días posteriores al asesinato señalan que los cuerpos de las victimas tenían claras señales de torturas, en muchos casos sus cuerpos estaban casi totalmente destrozados, con fracturas múltiples y sus cuerpos llenos de impactos de balas. En el caso de Amador Montero y Víctor Hugo Valenzuela las lesiones eran consistentes con el hecho que durante la tortura se les aplico golpes tan fuerte que les reventaron el cráneo.Testimonios de sobrevivientes han ayudado a establecer el hecho que el Regimiento Tucapel fue utilizado como centro amplio de tortura para los presos políticos de la región.

Los presos políticos de Temuco y sus alrededores eran primeramente llevados a la Cárcel de Temuco, donde eran procesados y luego trasladados en camiones militares al Regimiento Tucapel para ser torturados. De acuerdo las investigaciones de los Ministros en Visita que instruyen algunos de los casos de detenidos-desparecidos de la región, Arellano Stark y su comitiva (la llamada “Caravana de la Muerte”) habría estado en el Regimiento Tucapel durante este periodo y estaría directamente involucrado en la desaparición de muchos presos políticos de esa época.Criminales y Colaboradores:Ejercito:

- coronel Hernán Ramírez Ramírez, (Intendente de la Provincia de Cautín y Jefe de la Zona en estado de emergencia de la época)

- comandante Pablo Iturriaga Marchesse (Regimiento Tucapel)

- mayor Luis Cofre,

- capitán Nelson Ubilla Toledo,

-teniente Manuel Vázquez Chaguan,

-teniente Jaime García Covarrubias,

-teniente Raimundo García Covarrubias, otro teniente de apellido Espinoza, el conscripto Juan Carrillo, un sargento de apellido Moreno.

-Carabineros: sargento Juan Fritz, cabo Omar Burgos Leylan (ambos miembros de la Segunda Comisaría de Carabineros de Temuco)


Civiles: Mario Olate Melo (Ministro de la Corte de Apelaciones de Temuco)

Fuentes de Información:


Informe Rettig; Libro: “La noche del 10 de noviembre”; http://www.australtemuco.cl/;



Archivo Memoriavivawww.australtemuco.cl 13 de julio de 2003


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Investigan el paso de la Caravana de la Muerte por La Araucanía




Durante las últimas semanas La Araucanía se ha convertido en el epicentro de diversas diligencias que ministros en visita y jueces especiales desarrollan para intentar dar con detenidos desaparecidos tras el golpe militar del 11 de septiembre de 1973. A las pesquisas realizadas por el ministro en visita, Fernando Carreño, quien investiga la desaparición de 25 personas, y cuyas últimas diligencias se concentraron en la Isla Cautín, recinto castrense que habría sido utilizado para inhumar los cuerpos de detenidos desaparecidos, se suman las indagatorias del ministro, Daniel Calvo, quien ordenó la detención dos ex uniformados y dos civiles que registran domicilio en la comuna de Lautaro. Hace una semana personal del Departamento Quinto de la Policía de Investigaciones se trasladó a la IX Región en cumplimiento a órdenes expresas del ministro en visita Juan Guzmán Tapia, quien intenta establecer el paso de la Caravana de la Muerte por la IX Región.Durante su permanencia en la capital de La Araucanía, el personal especializado de la Región Metropolitana interrogó a civiles y ex uniformados que podrían aportar antecedentes que le permitan al juez establecer con precisión que los días 2 y 3 de octubre del '73, Arellano Stark estuvo con su comitiva en la capital regional, utilizando Temuco como su centro de operaciones.Entre los civiles que declararon se encuentra el coordinador del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Cinprodh) Víctor Maturana, quien entregó valiosos antecedentes que obtuvo mientras permaneció detenido en el Regimiento de Infantería No 8, Tucapel.El Uniformado

En la década del '60, Víctor Maturana ingresó a la Escuela de Carabineros, porque sentía la vocación del servicio público. Al interior se percató de diversas injusticias que luego cambiarían su forma de ver el contexto social y político de su país. En 1970 abandonó la institución tras un sumario administrativo, pero con una mirada diferente frente a lo que estaba sucediendo a su alrededor. En 1973 ingresó a estudiar a la Universidad de Chile sede Temuco, involucrándose con el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), El 13 de septiembre de ese año es detenido por personal militar bajo el cargo de traición a la patria por haber sido uniformado. Fue trasladado a la cárcel de la capital regional [Cárcel de Temuco], iniciándose una pesadilla que se prolongaría hasta 1975, fecha en que es trasladado a la Penitenciaría de Santiago en calidad de preso político condenado por un Consejo de Guerra a cadena perpetua. En enero del '76 se le conmutó la pena y fue expulsado del país. Una vez que regresó al país, este hombre de 62 años ha dedicado gran parte de su vida a promover los Derechos Humanos, pero también a apoyar las investigaciones que permitan establecer el paradero de los detenidos desaparecidos, que en La Araucanía y el país aún es una herida abierta.

LA TORTURA-
¿Hay alguna desaparición en Temuco que se produzca justo en aquella fecha?
"Sí, hay algunas situaciones que se dan. Justo en aquella época que habría estado aquí la Caravana de la Muerte se producen algunas ejecuciones, particularmente en el Regimiento Tucapel. Recuerdo el caso de Guido Troncoso Pérez, quien fue ajusticiado el 2 de octubre en ese recinto militar".

- ¿Qué antecedentes tiene del paso de la Caravana de la Muerte por La Araucanía?

"Recuerdo que en una ocasión -comienzos de octubre de 1973- mientras me encontraba en un calabozo que había al lado de la guardia, esperando mi turno para ser torturado, vi que había mucho nerviosismo, mucha actividad por parte del personal de guardia, que barría los patios y limpiaba todo. Le pregunté a un conscripto que barría cerca del calabozo donde me encontraba, y le pregunté por qué tanta actividad y me respondió que iban a tener visita, más nada. Rato después escuché un helicóptero que se posó en el patio del regimiento

¿Si era el helicóptero Puma donde venía Arellano Stark? No lo sé.
- ¿Qué otro dato le entregaste al Departamento Quinto?

"Mientras me encontraba en el mismo calabozo, no recuerdo exactamente el día, ingresaron dos oficiales, relativamente jóvenes, por sus características físicas podría haber sido tenientes, acompañados por otro oficial del regimiento. Me llamó la atención que los dos oficiales andaban con sus trajes de camuflaje y su rostros pintados. Ingresaron a mi celda y mientras me observaban uno de ellos dijo: con estos desgraciados no hay que tener compasión, lanzó un escupitajo y se retiraron. Por sus atuendos no eran del Regimiento Tucapel, y desconozco a qué unidad pertenecían".
- ¿Cuál era la rutina a la que era sometido un preso de aquella época? "Desde el primer momento, el centro de detención fue la Cárcel de Temuco. De ahí se nos sacaba en un vehículo militar para llevarnos al regimiento donde nos torturaban.
Allí permanecíamos dos días y los que sobrevivíamos éramos regresados a la cárcel".
- ¿Qué clases de torturas se recibían en el Regimiento Tucapel?"No es fácil recordar lo sucedido. Lo primero, que para ello era lo básico, era la electricidad. Una vez que llegábamos allí, siempre con los ojos vendados, se nos desnudaba completamente, se nos tendía en un catre metálico. La parrilla que le llaman. Nos amarraban y nos aplicaban los cables de corriente en los genitales, en la boca, en todas partes...en todas partes".
- ¿Qué otras formas de tortura utilizaban?

"Las golpizas eran frecuentes. Cualquiera lo hacía, cualquiera se limpiaba los zapatos y las manos en nosotros. También utilizaban el llamado submarino. Tenían el submarino seco y el mojado. El primero consistía en que nos ponían una bolsa plástica grande, como una gran capucha, la aseguraban por la cintura, la cerraban herméticamente. Ahí nos dejaban un rato hasta que te comenzabas ahogar, y una vez que llegabas a una situación límite, cuando te estabas intoxicando, ellos aflojaban la bolsa. Esperaban que te repusieras un poco y de nuevo lo mismo, así varias veces. El otro era el submarino mojado. Amarrados te sumergían la cabeza en tambores con aguas servidas. Cuando te estabas ahogando te sacaban, dejaban que te recuperaras un rato y luego te lo volvían hacer lo mismo. La otra tortura era hacer todo el simulacro de fusilamiento, hasta la descarga, pero los disparos eran con balas de fogueo.También se utilizó la aplicación de "Pentotal", una droga considerada el suero de la verdad. La inyección te deja inconsciente, pero dicen que hay un periodo de tiempo antes de perder la consciencia absoluta, en que pueden manipular el interrogatorio".


- ¿Qué le preguntaban en los interrogatorios?


"Dónde están las armas. Lo primero que pedían era entregar el nombre de los compañeros y las armas. Supuestamente nosotros estábamos llenos de armas".


- ¿Hubo médicos que asesoraron a los torturadores en todas estas maniobra?


"Es evidente que para aplicar "Pentotal" debes estar asesorado por médicos. Había facultativos que cumplían la función de determinar si el detenido podía o no seguir resistiendo la tortura".


- ¿En qué lugar del recinto militar ocurría esto?


"Siempre presumimos que todo esto ocurría en el gimnasio, porque las vendas no nos permitían ver los alrededores".


- ¿Tú has perdonado?"Estos son procesos personales, y respeto mucho las opiniones de otras personas ligados a casos de Derechos Humanos. Creo que conscientemente he perdonado. El que me siga encontrando en la calle, permanentemente con quienes yo sé que tienen responsabilidades en violaciones de derechos humanos, porque participaron en torturas, y no tenga ninguna reacción más que encararlos, es una señal clara que he perdonado. He entendido que uno no pude vivir sanamente con el odio. Eso no significa olvidar".


- ¿Quiénes integraron el Consejo de Guerra en tu caso?


- "El Consejo estaba integrado por representante de las ramas de las Fuerzas Armadas, pero lo que más me golpeó fue que era presidido por un ministro de la Corte de Apelaciones de Temuco, Mario Olate Melo, quien llegó vestido de uniforme militar".A veces, en aquellos instantes de reflexión Víctor Maturana recuerda su época de funcionario de Carabineros, cuyas imágenes subyacen a las frías noches en los calabozos, donde compartió el dolor con decenas de personas, algunas de las cuales jamás volvió a ver, como el caso de Jaime Eltit, Omar Venturelli, Luis Almonacid, por mencionar algunos.


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