lunes, 27 de octubre de 2008

Carta enviada a Rector UFRO por caso de academico Torturador "doctor muerte" Luis Burgos San Juan (junio 27 – 2007)




Carta enviada a Rector UFRO por caso de Torturador.

Señor
Sergio Bravo
Rector Universidad de
La Frontera
Temuco.
Sr. Rector:

Nos dirigimos a usted en nuestra condición de organismos de derechos humanos de Temuco, a fin de expresarle, responsablemente, una situación que reviste extrema gravedad y en la cual, pensamos, esa Universidad tiene que asumir un rol determinante, clarificándola y adoptando medidas que estén en plena concordancia con la gravedad que ella tiene y entregar así a la sociedad en general y no sólo al mundo de los derechos humanos, una señal muy clara e inequívoca respecto de la materia en cuestión y que luego le reseñaremos.

Sin ser nuestro propósito detenernos y extendernos acerca del rol que las Universidades, en toda época y en todo lugar, han jugado y juegan en el desarrollo de las sociedades, en tanto centros de saber, del conocimiento y del desarrollo de un espíritu profundamente humanista y tolerante en su seno, queremos señalarle que nos asiste la convicción de que usted y nosotros tenemos una valoración similar en cuanto a este rol de las Universidades.

A través de un relato muy responsable y objetivo de los hechos que nos preocupan, queremos que se informe de ellos, los pondere y valore en mérito de la gravedad que tienen y adopte las medidas que correspondan, en tanto uno de los involucrados forma parte del cuerpo académico de esa Casa de Estudios Superiores.

El jueves 21 de la semana recién pasada, la Corte de Apelaciones de Temuco, por resolución de una de sus Salas acordó mantener detenido en el Regimiento Tucapel a tres ex integrantes de la Central nacional de Informaciones (C.N.I.) y otorgó la libertad bajo fianza al doctor Luis Burgos. Todos ellos acusados del delito de torturas; los tres primeros procesados como autores de dicho delito y este último, como cómplice.



Esta resolución de la Corte de Apelaciones se adoptó teniendo a la vista el proceso Rol 113075 que sustancia el Ministro en Visita, Sr. Fernando Carreño, quien producto de la investigación que lleva a cabo a partir de la querella presentada por varios afectados el 15 de octubre de 2003, ha determinado la responsabilidad que los cuatro inculpados tienen en la comisión del delito de torturas en las personas de presos políticos.


Nuestro propósito al entregarle estos antecedentes, es situarnos y detenernos en el caso del Dr. Luis Burgos y explorar la repudiable conducta en que ha incurrido. De los antecedentes que fluyen del proceso que se lleva a cabo, surge clara e inequívoca la participación directa de él en las torturas aplicadas contra un grupo de personas que habían sido detenidas por la C.N.I. y que permanecieron en un recinto secreto de este organismo represivo, en enero de 1986.

La tortura y en ellos no tenemos dudas que coincidiremos plenamente con usted, Sr. Rector, es una práctica inaceptable y repudiable en tanto es considerada crimen contra la humanidad y debe ser, por tanto, enfrentada, denunciada y combatida con particular fuerza y vehemencia por cada integrante de la sociedad y por cada estamento de ella; única forma de erradicarla y de preservar el cuerpo social de que anide en él. Y nos parece que es aún más inaceptable y más condenable su práctica, cuando ella es llevada a cabo por médicos, lo cual lamentablemente ocurrió en nuestro país en ese periodo de la historia reciente que tan profundamente nos marcó, nos dañó y nos dividió.

Este es el caso del Dr. Luis Burgos, profesional formado y preparado por una Universidad chilena para cuidar y preservar la vida humana, para velar por la salud de sus semejantes, pero él, violando irreversiblemente el juramento hipocrático, destruyendo en sus cimientos mismos preceptos éticos y morales y trastocando toda escala valórica, en tanto médico de la Central Nacional de Informaciones, ejerció impunemente la práctica de la tortura.

No creemos equivocarnos si sostenemos que la situación del Dr. Burgos incluso tiene características de mayor gravedad y resulta más repudiable que la de los otros tres procesados. Ello, porque él, como médico dirigía el accionar de los torturadores, indicándoles hasta cuándo aplicar el tormento, dónde centrar la tortura, cuándo detenerla. Él, con sus conocimientos del organismo humanos, graduaba y dosificaba la aplicación de los tormentos. Él era, en los hechos, el dominador de la situación que se vivía y responsable superior de lo que allí ocurría. Él, como médico, puso a disposición de la tortura, sus conocimientos de medicina. Él, a partir de ese momento y para siempre, optó por la muerte, por el sufrimiento hacia el otro, por el dolor, por denigrar y hacer escarnio de la persona humana. Renunció así, a partir de entonces, a la defensa de la vida del ser humano; abdicó a su deber de preservar siempre la salud de éste y renegó de la dignidad que le es inherente, en tanto persona dotada de derechos que le son propios por su condición de tal.

Señor Rector, estos son los hechos en que está involucrado el Dr. Luis Burgos y si los ponemos en su conocimiento es porque con preocupación y alarma nos hemos impuesto que ejerce como académico en la facultad de medicina de la Universidad de la Frontera.

Como conclusión de todo esto surge incontenible y se instala en el consciente colectivo la interrogante, ¿Cómo es posible que haya ejercido y continúe ejerciendo como académico en la Universidad?, ¿Cómo es posible que quien ha demostrado de manera indesmentible el desprecio más absoluto por valores éticos y morales intransables, tenga aún hoy responsabilidad en la formación de futuros médicos?

La sociedad toda, Sr. Rector, espera respuestas a estas interrogantes y está depositada en usted y todas las autoridades académicas de ese plantel de enseñanza superior, la tremenda responsabilidad de entregarle señales claras, potentes y aleccionadoras, que demuestren que no están dispuestos a dar cabida en sus aulas a quienes han violado gravemente los derechos humanos, como es el caso de Luis Burgos.

Le saludan atentamente,

CARLOS OLIVA TRONCOSO Presidente Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos.


ENRIQUE PÉREZ RUBILAR
Presidente Agrupación ex Presos Políticos Detenidos


JUAN AYENAO CATRENA

Comisión Ética Contra la Tortura


VÍCTOR MATURANA BURGOS
Coordinador Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos
CINPRODH.

Temuco, junio 27 – 2007
Autor: AFDD, AFEP y Agrupación de ex Presos Políticos.


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1 comentario:

Ed Penya dijo...

Por allá al final de los años 40 un grupo de niños fuimos a un cine en un día domingo en la mañana, éramos todos vecinos en la población Huemul localizada en Roberto Espinoza entre Franklin y Bio Bio, Uno de los muchachos, el mayor del grupo rompió a llorar cuando vio en dicha película como se torturaban a residentes del lugar el cual era un hospicio.
El tiempo paso y ese joven tan sensible ingreso a la Universidad de Chile a estudiar medicina, empezó a adquirir cierto grado de grandeza y la humildad de años atrás empezó a desaparecer, iba muy seguido a su casa debido que era hermano de un amigo muy estimado al que llamábamos el Pollo.
Pasaron los años, vino la universidad, trabajo y más estudio y nuevos amigos más acordes con los nuevos tiempos y más madurez política, el matrimonio y los hijos y perdimos contacto con la familia Burgos y durante mucho tiempo buscando en el internet por el Pollo Burgos fue que encontré el nombre de ese sensible muchacho que lloro en aquella película que me parece se llamaba "La ciudad del niño", y para mi sorpresa vi que su sensibilidad se había transformada de ser un chico de población a la de torturador sin sentimientos justificando un crimen en contra del pueblo y responsable de crimen en contra de los DDHH.
Me encuentro hoy día en Canadá y aun busco a ese muchacho El Pollo que espero nunca haya seguido los pasos de su hermano.

El Inconforme